No debiera morir quien no supiera.
Hay que morir así, flecha madura,
carne joven y rápida que dura
lo que dura una pena en primavera.
Hay que morir con todo lo puesto,
intacta la noble pluma de ángel disidente,
el corazón sangrando de ironía,
la boca sin sabor a la hora exacta,
arañando lo eterno uña y diente,
los ojos preguntando todavía.
--Manuel Mantero--
Se decía antes que la calidad de vida de una ciudad o pueblo se mide por el número de podólogos que hubiera. Es posible, la gente bien o medianamente bien suelen ser las que más visitan las consultas de estos facultativos. Recuerdo que hace unas décadas se decía lo mismo de los dentistas..
Con las librerías creía yo que pasaba lo mismo, que en España con la mala fama que tenemos de ser poco lectores, pocas íbamos a tener. Sin embargo, craso error mío, hay tantas como en cualquier país de Europa. Otra cosa es cuánto facturan cada una de ellas.
¿Y qué me decís de bares y restaurantes, aunque estos no conlleven más cultura, o sí, depende?. Pues, que según los últimos datos, somos el país del mundo con más locales de éste sector por número de habitantes.
Por cierto, en Fuente de Cantos, ¿cómo llevamos estos importantes asuntos?. Pues me temo que igual que en el resto del país, muchos bares y pocas podologías. Sin despeinarme les puedo enumerar en dos segundos las clínicas podológicas y librerías que tenemos, pero me llevaría mucho más tiempo decirles el número de bares.
Quizás me equivoque pero, apuesto que tenemos en el pueblo algo más de veintidós bares, mal contados; algunos de ellos con restaurante incluido, y muy buenos, por cierto. Esto equivaldría a unos cuatro bares por cada mil habitantes. Es decir, estamos en la media de España. Así que, ¡no somos tan borrachos como se podría pensar!..
En Fuente de Cantos contamos en la actualidad con: 4.667 vecinos, 110 calles y plazas, 30 kilómetros de vías urbanas, 2.400 casas, 3 librerías, 3 clínicas dentales y que yo sepa una clínica de podología. No está nada mal para los que somos, pero..
Muchos aún recordarán con cierta nostalgia los seis bares que llegaron a estar abiertos sólo en el Altozano de los coches hasta principios de los setenta. Hoy sólo hay uno, estupendo, pero uno.
Pero, es que si nos remontamos cien años atrás, para las mismas calles (casi), las mismas casas (casi) pero el doble de vecinos, teníamos la friolera de: 16 grandes bodegas, y 35 locales (entre cafés, bares y posadas), y eso sí, una librería y cero podologías. Bueno, y menos dinero, claro..
Joaquín Yerga
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