domingo, 23 de marzo de 2014

El último héroe


Está a punto de morir el que sea, quizás, el último héroe español, así lo ha llamado un famoso periodista recientemente.
   Adolfo Suarez, primer presidente de gobierno de la España democrática se muere casi olvidado por gran parte de los ciudadanos. Todos los españoles, pero más los que lo hemos conocido y vivido como político, aunque por edad no todo lo me hubiera gustado, estamos en deuda con él.
   Fue el hombre adecuado en un momento crucial de nuestra historia. A veces ocurre esto, no sé si por azar o por necesidad pero surgen personas así en situaciones extremas. Salvando las distancias, en Inglaterra, Winston Churchill libró al país de acabar en las garras de la Alemania nazi cuando todo apuntaba a ese negro panorama. Arengó  a sus conciudadanos para que no decayeran cuando peor lo estaban pasando durante el bombardeo de Londres, con la archiconocida soflama: Sangre, sudor y lágrimas; luego en la paz, los ingleses le dieron la espalda. Años después se reconoció su valía y actualmente está considerado un prohombre en la historia de la humanidad, a Suarez, aquí en su país, le pasó algo parecido.
     Este hombre, curiosamente de procedencia acomodada, clase media católica abulense, supo sobreponerse a esa época gris y posdictatorial en donde los militares supervisaban cualquier apertura democrática como una espada de Damocles y con la anuencia del rey llevó a nuestro país al regazo del grupo de países modernos y democráticos, sorteando multitud de obstáculos.
      A pesar de haber transcurrido algo más de treinta años desde que acabó la guerra civil, en España aun perduraban posos de rencores y revanchas entre las diferentes tendencias políticas e instituciones varias; sindicatos, iglesia católica; partidos de izquierda y sobre todo estamento militar. Él supo poner de acuerdo a todos, algunos no tuvieron más remedio de transigir y así pudimos llegar a las primeras elecciones generales de 1977. Uno de los episodios más valorados después con la perspectiva del tiempo, fue legalizar al partido comunista aprovechando la festividad del sábado santo, algo impensable poco antes.
    Otro de los factores graves que tuvo que sortear y eso le engrandece aún mas fue el gran problema económico que padecíamos. El país estaba casi en bancarrota con una crisis tremenda y una inflación del 40%. Consiguió que todos los partidos firmaran los famosos pactos de la Moncloa y así poder mantener una paz laboral imprescindible para salir a flote.
      Lo que más reconocible de la época por todos los españoles y  que seguramente llevaremos grabado en nuestra memoria colectiva durante bastante tiempo, es sin duda el golpe de estado del 23 F. Ese día, Adolfo Suarez y en esa situación extrema, demostró su carisma y valentía. Rodeado de guardias con fusiles prestos a ser utilizados mantuvo la compostura negándose a tirarse al suelo. Pasado aquello, declaró que la dignidad de ser presidente del gobierno de España  con los votos libres del pueblo le mantuvo firme.
      Después, cuando la democracia estuvo asentada y las discordias propias de los partidos políticos democráticos le hizo dimitir, le tocó saborear la hiel de la ingratitud, por otra parte tan propia de nuestra ancestral idiosincrasia. Fundó más tarde el Centro Democrático y Social (CDS), pero ya las cosas no estaban igual, ahora le tocaba el turno a otro partido Psoe , liderado por otro carismático político.
     Ahora su vida se extingue poco a poco después de once años de penosa enfermedad en la que él ya no es consciente de los avatares de nuestro país.
     Supongo que por dignidad como país libre y democrático y a todo lo que él contribuyó para que así fuera, por los inmensos problemas que evitó, incluido revueltas y derramamiento de sangre, por su valentía y honestidad en ejercer como presidente del gobierno de todos los españoles en una etapa tan difícil y crucial y hacerlo con justicia, por todo eso y más se merece nuestro respeto y consideración.
     El tiempo y la historia harán justicia y considerará este buen hombre como un Héroe Nacional, no a la antigua usanza como triunfador en batallas, sino por ser el presidente español justo y democrático que el país necesitaba en un momento clave de nuestra historia.
     Como excepción, para nuestra desgracia, Adolfo Suarez ha conseguido al final de su vida poner de acuerdo a todos los partidos políticos en reconocer su figura y sus hechos.

                                                                                                               Joaquín Yerga

                                                                                                                 23/03/2014

 

 

miércoles, 12 de marzo de 2014

Un estado de ánimo





Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
(Gil de Biedma)


Cuando era un poco más joven veía a los mayores que yo, aunque solo lo fueran diez años, casi viejos. Arrepentido ahora de esa percepción, pues he llegado a los años en los que entonces vislumbraba ésa supuesta vejez, compruebo con satisfacción que uno nunca llega a sentirse viejo. Lo que yo suponía, de manera errónea, era simplemente un desconocimiento de la esencia de la vida y una equivocada omnipotencia de la juventud.
Estoy convencido de que todos llevamos dentro el niño que siempre fuimos y que por suerte nunca abandonamos del todo. Dicen los que saben de esto que actuamos gran parte de las ocasiones movidos por las emociones más que por la razón. Y la emoción significa espontaneidad y franqueza, virtudes propias de los más jóvenes. Pero voy más lejos, aunque a menudo dediquemos mucho tiempo en tomar una decisión y sopesemos varias alternativas ante cualquier tipo de problemas, al final escogemos la que nos sugiere la emoción (corazón), y no la que el raciocinio profundo y sereno selecciona (cerebro).
Dicen, también, que las personas menos impulsivas, o las que se lo piensan dos veces antes de actuar, son a su vez más calculadoras y egoístas. Yo no diría tanto pero es verdad que los impetuosos, al no dedicar mucho tiempo a medir las consecuencias de su acción, actúan efectivamente como son en realidad, sin dobleces. Confieso que en mi caso particular manda la emoción por goleada, aunque preferiría ser paciente y llegar a ponderar bien mis actos, con ello mediría muy mucho las posibles consecuencias adversas de mis precipitadas decisiones.
Desde siempre habíamos recurrido a una palabra para definir el tipo de conducta, digamos, permisiva y tolerante, se llamaba comprensión. Ahora la hemos sustituido por empatia, y se ha puesto muy de moda desde hace unos años. Tiene éste vocablo muchos significados pero todos van encaminados a facilitar de alguna manera la sociabilidad y coexistencia entre los seres humanos. Significa, por otra parte, ponerse en el lugar del otro, intentar comprender sus razones. No hay duda que ejercitando a menudo esta sufrida tarea evitaríamos montones de inconveniencias, incomprensiones, cabreos, desazón, en fin...
La buena educación y el civismo son dos virtudes que aprecio especialmente. Ignoro cómo se llega a adquirir “urbanidad”, que así se decía antes, pero sospecho que tener buena cultura tiene mucho que ver, no en vano en los países del centro y norte de Europa abunda esta cualidad. Y les va mejor, créanselo.
Aunque no esté muy de moda soy de los que saludan, todavía, a los vecinos. En casa procuro no perturbar el silencio a partir de ciertas horas de la noche y me molesto en redistribuir correctamente los diferentes envases usados que nos facilita el mercado en su cubo de basura correspondiente. Vaya por delante que todo lo dicho y otras acciones referentes a buenos modales y cortesías no deberían ser tareas extraordinarias, sino hechos normales dentro de una correcta convivencia.
Por otra parte, y puestos a sincerarse uno, curiosamente he perdido con los años la capacidad de ambicionar cosas, apenas me interesan más de las que necesito día a día. Eso sí, confieso que mis necesidades son singulares y presiento que muchos estarían sobrados con ellas.
Otro cambio paulatino pero inexorable en mi personalidad son las ganas de aprovechar al máximo las esquivas horas del día. Y es que, con el tiempo y pasados ya los años, tiendo a valorar, más si cabe, pequeñas cosas que antes despreciaba. Incluso, ahora, bordeando la frontera de la senectud constato un desmesurado gusto por la calidad de las cosas en detrimento de la cantidad de éstas.
Pero si de una genuina aptitud estoy especialmente satisfecho es de no haber odiado jamás a nadie ni a nada. El odio es una emoción dañina e inútil que hace que el primer perjudicado sea el que odia, además la persona odiada posiblemente ni se entere de esa fijación perversa del odiador. Llevándolo al terreno colectivo, nuestro país ha sido pródigo en odios viscerales entre nosotros mismos. Aun percibo ese defecto en ciertos círculos emergentes y eso me da mucho miedo. En política y en democracia la divergencia entre izquierda y derecha debería ser solo de matices y no cuestión de vida o muerte, sobre todo en esta sociedad opulenta en la que moramos.
Precisamente en ésta sociedad de hoy en día triunfa más que nada lo banal e insustancial. Solo ponemos interés en las formas sin llegar al fondo, que es donde está la esencia de las cosas. Y también, por desgracia, cuenta con éxito y fama lo material y el egoísmo, aunque de puertas afuera hagamos alarde de solidaridad. Yo no me creo mejor que nadie, por supuesto, solo que con los años y la experiencia aprendida me atrevo asegurar que no es rentable ser malvado ni demasiado ambicioso, ni tan siquiera por puro egoísmo, son cuatro días escasos los que estamos en este ingrato mundo y no merece la pena hacer daño a nadie para disfrutar de unos supuestos y engañosos beneficios.
A mí, y perdóneseme que lo cite, me gustaría acabar mis días recordando a mí admirado António Machado cuando dice..
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

                                                                                     Joaquín Yerga

lunes, 3 de marzo de 2014

Diario íntimo de una adolescente.





Todos los hombres matan lo que aman: el cobarde con un beso y el valiente con la espada.

--Oscar Wilde--


Nunca me ha dado por escribir un diario. Bueno, miento, una vez de niño hice amago de escribir uno, pero me duró dos días. Además, entonces tampoco tenía mucho que contar. Sin embargo mi amiga Isabel si es aficionada a escribirlos. De hecho, lleva anotando los acontecimientos importantes de su vida diaria en un libro que guarda como oro en paño.

Pero no es de su diario del que quería hablaros, sino de otro que me enseño un día y que a su vez le había mostrado su hija. 

El diario al que me refiero lo escribió hace unos años una chica peruana, Elisabeth, compañera de clase de la hija de mi amiga. Alguna vez habíamos hablado de él por su emotividad, pero nunca tuve ocasión de echarle un vistazo. Hace unos días lo trajo a casa y pudimos leerlo juntos. Os aseguro que merece la pena dedicarle unos minutos.. 

Como os digo, han pasado ya unos años desde que la chica lo escribió y las vidas de los protagonistas del diario ha cambiado sustancialmente. No obstante las situaciones extremas que se dieron se repiten una y otra vez en muchas familias de cualquier lugar.. Juzguen ustedes..


Diario de Elisabeth

Mayo de 2010

Querido diario:

Hoy me he decidido a escribir mis preocupaciones en un librito. Tan lejos de mi tierra, apenas tengo a nadie con quien compartir mis penas y alegrías; aunque reconozco que éstas últimas son ya muy pocas. Digo todo esto porque mi mamá no es la misma que era antes. Llevamos acá, en España, tres años y medio y cada día la veo más apenada.

Mi papá también ha cambiado mucho. Hasta hace unos meses era más bueno y paciente con nosotras, ahora no tanto. Sé que no trabaja, o por lo menos no todos los días. Al principio, recién llegados acá estábamos muy contentas, los dos iban a trabajar; estos días solo lo hace mi mamá.

Mi papá es albañil y llegamos a Madrid porque mi tío Luis, su hermano, nos llamó por teléfono a allá, a Yura, en la provincia de Arequipa que es mi pueblo, yo soy peruana. Mi tío nos dijo que acá en España se vive muy bien que hay mucho trabajo y que se gana mucho dinero.

Recuerdo con mucha nostalgia a mi familia en Perú, especialmente a mis abuelos y mis tías unos días antes de partir. Hablaban del esfuerzo tan grande que hacían para que nosotros viniésemos a España. Sé que nos dieron todos los ahorros que tenían para que pudiésemos pagar el viaje, que era muy caro. Todavía retengo en mi mente la imagen de mis abuelos llorando, despidiéndose y mis papás prometiendo un retorno no muy lejano y cargado de soluciones para todos. Yo dejé allá mi querida y modesta escuela en el barracón general del barrio. Y también a mis amigas, pero vine contenta porque mis papás estaban contentos.


Septiembre de 2010

Querido diario:

Mi mamá está cada día peor; yo lo paso muy mal cuando la veo así y no sé como consolarla. Ella trabaja de asistenta en una casa de unos señores muy ricos. Por la mañana me lleva al “cole” y luego se va al trabajo. No vuelve hasta las diez de la noche. Mi papá sigue sin trabajo, está todo el día en casa y casi siempre está tumbado el sofá viendo la tele y bebiendo cerveza. Cuando mi mamá regresa tiene que hacer la cena y la comida para el día siguiente pues mi papá, que está siempre enfadado, apenas hace nada.

Muchas noches cuando ya estoy en la cama mis papás se pelean. Mi papá da muchas voces y le grita mucho. Yo me tapo la cabeza con la almohada para no oírla llorar. A veces por las mañanas la veo con muchas ojeras y moratones en la cara o en el cuerpo. Me da mucha pena verla así.


Enero de 2011

Querido diario:

Este día que ha pasado fue peor que otros. En el cole mi tutora me llamó a la salida, quería hablar conmigo. Muy disgustada me dijo que si me pasaba algo porque saco peores notas que antes. Yo no le quise contar nada porque me da mucha vergüenza. No quise decirle que apenas tengo ganas de estudiar y que no me concentro. Le dije que intentaré mejorar, pero no se quedó muy satisfecha. ¡Cómo decirle que lloro por las noches! ¡Cómo decirle que no quiero llegar a casa y que por una parte quiero ver a mi mamá y que regrese del trabajo pero por otra temo que vuelva porque sé que terminan discutiendo y mi papá le pega!

Se me olvidaba, mi tío Luis y su mujer han retornado al Perú, porque con la crisis tampoco tenían trabajo acá y mi papá se enojó mucho cuando lo supo. Sé que apenas se hablaban desde que se quedó sin trabajo.


Marzo de 2011

Querido diario:

Hoy ha sido mi cumpleaños pero muy triste también. He cumplido doce años. En el “cole” todos mis compañeros me han felicitado y me han cantado una canción.

En casa la cosa está cada día peor. Ayer mi mamá no pudo ir al trabajo porque mi papá le dio una paliza y se quedó en la cama con la cara llena de moratones y el cuerpo dolorido. Estuvimos toda la noche llorando las dos. Mi papá, borracho, se fue de casa y volvió ahorita por la tarde. Al entrar le reproché por primera vez su actitud y no me hizo mucho caso. Yo se que él está también muy mal, desesperado porque no encuentra trabajo. Además me dice que no tienen dinero y que se quiere ir a mi país pero no puede. La casa donde vivimos es de alquiler y ya llevamos dos meses que no podemos pagar.


Mayo de 2011

Querido diario:

Esta mañana, como es sábado, fui con mis amigas Gloria y Emperatriz a jugar a un parque cercano a mi casa. No tenía muchas ganas de jugar pero ellas me animaron. Después estuvimos haciendo juntas los deberes del lunes en el piso de Gloria y su madre nos dio de comer. Cuando volví a casa encontré a mi mamá en la cama, tenía sangre en la cabeza y lloraba mucho. Cuando me vio se abrazó a mí y me dijo que no me asustara que mi papá se puso nervioso, que la empujó y se dio un golpe con la puerta de la cocina. Yo sé que eso no es verdad, él le pegó de veras.

Mi papá no estaba en casa, se fue otra vez después de golpearla. Cuando entré en la cocina vi mucha sangre en el suelo y supe que era de ella. Lloré a rabiar. Llevaba días diciéndole que nos fuésemos las dos a vivir a Móstoles con una amiga suya que vino del pueblo hace ya años pero ella no quiere, me dice que le da pena dejarlo solo. También le he dicho que vaya al médico a curarse pero vuelve a decirme que no es nada que se le pasará enseguida. Cada día que pasa estoy más preocupada por ella, temo que le ocurra algo irreparable alguna vez.


 25 de mayo de 2011

Querido diario:

Quizás hoy comience una nueva etapa en mi vida y en la de mi madre. Ésta mañana he hecho lo que debí haber hecho hace tiempo.

Apenas dormí en toda la noche pues mis papás volvieron a pelearse. Desde la cama oí a mi mamá chillar y correr y vi como entró en mi habitación cerrando la puerta. Tenía otra vez sangre en la nariz y venia muy asustada. Pasamos las dos toda la noche temblando abrazadas una con la otra. A mi papá lo oímos gritar e insultar y después dando un portazo se fue de casa, otra vez. Sé que se va al bar.

En cuanto amaneció le hice unas fotos con mi móvil a mi mamá en la cara y en el cuerpo, centrándome en los grandes cardenales y hematomas. Ella no quería pero al final la he convencido. Le he explicado también lo que me han enseñado en el colegio, que los hombres no tienen que pegar a las mujeres y que tienen que respetarse. Yo sé que mi papá me quiere y no es malo, pero los graves problemas económicos que tenemos no es excusa para que maltrate a mi mamá.

Después nos arreglamos y fuimos a la comisaría de policía a contar lo ocurrido. Le enseñamos las fotos y pusimos una denuncia. Las dos nos hemos quedado más tranquilas.


22 de Julio de 2011

Querido diario:

Hace casi dos meses desde que denunciamos a mi papá y las cosas han cambiado mucho; a mejor. Volvió a Perú, él solo, le convenció la psicóloga de la concejalía de igualdad. Los señores de la casa en la que trabaja mi mamá reunieron el dinero para el viaje. Ahora hablo con el celular con él una vez por semana y está más sereno, vive con mi abuela.

Mi mamá y yo sobrevivimos tranquilas y más felices. Ellos se van a separar y yo les animo, pues creo que es mejor así. En el cole me va muy bien, ya he mejorado las notas.

Acá en España estoy muy a gusto, tengo muchas amigas y me gustaría hacer la carrera de abogado para defender a mujeres maltratadas. Mi mamá sigue trabajando y con el dinero que gana tenemos para pagar el alquiler e ir tirando, algún día le ayudaré yo a ella.


23 de Julio de 2011

Querido diario:

Hoy me despido de ti. Te creé para desahogarme de las penas que me afligían, pero las más importantes ya han desaparecido. Ahora soy más feliz y tengo una mamá a quien contarle mis secretos. Adiós.

Elizabeth






sábado, 1 de marzo de 2014

Un pequeño continente (I)


España es un pequeño continente en sí mismo además de pertenecer a otro más grande como es  Europa. Aquí, en la península ibérica (pero excluyo a Portugal) se da una gran variedad de aspectos: físicos, paisajísticos, culturales etc.
  No siempre hemos estado distribuidos territorial y geográficamente, como es natural, según lo está ahora. La división actual en autonomías es, como todos sabemos, muy reciente, exactamente emana de la Constitución de 1978.
     Desde 1833 y hasta la constitución actual, nuestro país estaba dividido en 14 regiones y por ejemplo Cantabria  pertenecía a Castilla la Vieja, Madrid a Castilla la Nueva o Albacete a la región de Murcia, pero bien es verdad que a grandes rasgos no hubo demasiada variación en el nuevo reparto.
    Cuando se diseñó el modelo actual se tuvo muy en cuenta querencias particulares y se esforzaron por contentar a todos. En la subdivisión en provincias por ejemplo a casi todas se le concedió su porción de montañas. A Grosso  modo la composición cultural de cada región es más o menos uniforme. En cuanto a divisiones climáticas y orográficas está bien definido el territorio. Como todo sabemos tenemos una zona atlántica con lluvias repartidas a lo largo de todo el año (cuarto noroccidental), otra zona mediterránea (mitad este peninsular) y un centro de clima continental, más o menos extremo, por supuesto las zonas limítrofes de estas regiones son de transición.
   Si de acervo cultural hablamos, hay grandes diferencias interregionales. Es curioso comprobar que a pesar de llevar juntos como país unificado más de quinientos años persista aún esta disparidad de costumbres.
     Voy a intentar esbozar algunos aspectos sociales y económicos de nuestras autonomías. Según  norma no escrita pero muy utilizada en asuntos cartográficos y en otros, empezaremos por:
      Galicia, extensión 30000 kms. cuadrados y un poco más de dos millones setecientos mil  gallegos. En esta zona se asentaron pueblos celtas, hay muchos restos de antiguos castros (poblados), pero a diferencia de lo que se cree fue muy romanizada. Posteriormente, en la alta edad media fue lugar de establecimiento del pueblo germano de los suevos (primos hermanos de los visigodos) hasta la conquista definitiva por estos que reunificaron el país con capital en Toledo. En tiempos de la reconquista, Galicia fue parte del incipiente del reino de Asturias y posteriormente al igual que esta, del reino de Castilla.
    Gran parte de lo que hoy son las provincias de León, Zamora y Salamanca se repobló mayoritariamente con gente procedente de Galicia y más tarde parte del antiguo reino de Granada, por lo que una gran proporción del gen hispano es gallego. Siempre estuvo muy poblada para lo que era normal en la península. Conocida desde bien antiguo era la fama de fertilidad de las mujeres gallegas.
      Galicia hasta bien entrado el siglo XIX era de las regiones más prosperas del país, luego declinó y se convirtió en el país de emigrantes que conocemos hoy. En asuntos económicos  y según las estadísticas, en todos los parámetros la autonomía galaica en su conjunto  está en la media baja del país. Existe gran diferencia entre las cuatro provincias La Coruña y Pontevedra son prósperas e industriosas, estarían por encima de la media española pero por el contrario Orense y Lugo (viven básicamente del sector primario) están entre las más depauperadas del país y con crecimiento vegetativo negativo.
     En  La Coruña destaca su puerto, la playa de Riazor con su paseo marítimo y las balconadas acristaladas frente al puerto comercial, sin olvidar por supuesto la famosa torre de Hércules, el único faro romano que se conserva en la península .Es una ciudad bastante acogedora. En la provincia sobresale Ferrol con sus astilleros .En Arteixo  está la sede y uno de los centros logísticos de Inditex (Zara, Máximo Dutti) es una de las mayores empresas textiles del mundo con más de 3500 tiendas.
     En la provincia de Pontevedra destaca Vigo, la mayor ciudad de Galicia con más de medio millón de hab. en su zona metropolitana. Aquí está la fábrica de Citroën, la mayor empleadora de la región. Del resto de la provincia, que decir, con sus hermosos puertos pesqueros.
     Orense y Lugo son mucho más modestas en población y en recursos. La ganadería bovina con sus derivados es su mayor fuente de ingresos.
    En cuanto a fiestas y eventos culturales hay que señalar las romerías al aire libre y las muy frecuentes ferias el marisco.  A pesar de ser tierra húmeda se dan buenos vinos como el ribeiro y Rías Baixas (albariño).En general Galicia es tierra de brumas y bosques, con aldeas repartidas por toda su geografía y que se ha prestado siempre a historias y leyendas misteriosas.
     La capital Santiago de Compostela (120000 hab.) fue y es destino del conocido Camino. Esta ruta  fue origen de la podríamos llamar primera globalización paneuropea pues interconectaban peregrinos de toda Europa con la finalidad de visitar la tumba del apóstol. Esta tradición se remonta hasta el siglo IX .Necesitando un revulsivo los recién creados reinos cristianos, pues los musulmanes los  acosaban, Alfonso II El casto, asesorados por las autoridades eclesiásticas del momento aprovecharon el descubrimiento de una tumba desconocida y dieron pábulo al mito del  enterramiento del apóstol de Jesús, Santiago el Mayor.
      Según su historia, Galicia ha vivido las mismas vicisitudes que  Castilla, otra cosa es que por su aislamiento natural, una cadena montañosa la separa de esta y de Asturias, hayan mantenido su idioma y parte de sus costumbres. Debido al clima lluvioso, a lo arbolado del terreno y a los minifundios como forma de distribución de tierras y haciendas, hacen de los gallegos gente especialmente diferentes a los de la llanura central y en general a los del resto de España.
    Hay que reconocer que los gallegos son gente especialmente emprendedora, sobre todo fuera de su tierra. Todos conocemos a gallegos periodistas (Fernando Onega, Luis Mariñas, Pilar Cernuda, Julia Otero, M. Martin Ferrand, María Antonia Iglesias, Pepe Domingo Castaño etc.) presentadores televisivos (Jesús Vázquez, Silvia Jato, Manuel Torreiglesias, Paula Vázquez etc.), políticos (Pablo Iglesias, Canalejas, Calvo Sotelo, Fraga, Rajoy, Elena Espinosa etc.), militares (Franco, Millán –Astray, Enrique Lister etc.), empresarios (Mario Conde, Amancio Ortega, el 2ª hombre más rico del mundo etc.), escritores (Valle Inclán, Cela, Rosalía de Castro, Pardo Bazán, Concepción Arenal, Torrente Ballester, Salvador de Madariaga etc.)  Existen en una proporción exageradamente grande para su tamaño poblacional. Pocos naturales de esta región y emigrantes hay que no tengan su propio negocio o profesión bien remunerada. Casi todos y han sido a lo largo de la historia casi tres  millones, han hecho más o menos fortuna en diferente s regiones de España o en Latinoamérica. En Argentina han sido siempre los dueños de pequeños y grande negocios, así como en México, Venezuela etc.
     Aquí en España están bien introducidos en todas las capas de la sociedad con algún poder de decisión. De todos nosotros es bien conocida la virtud de los gallegos para abrir negocios; los más sobresalientes, restaurantes y marisquerías.
     Otra particularidad de los nacidos en el noroeste peninsular es el amor a su tierra. Casi todos desean volver  algún día y añoran su patria chica, esto solo ocurre con esta magnitud en unas pocas regiones .En Extremadura sin ir más lejos, mi tierra, eso no pasa, más del 80% de los que han salido no desean volver y juraría que muchos no se sienten especialmente orgullosos de ser extremeños.
     Quizás por ese apego a su terruño, por su idioma, más parecido al portugués que al castellano, de hecho proceden del mismo tronco idiomático común y por sus atávicas costumbres tan diferentes al resto de peninsulares, Galicia está entre las regiones en las que una gran proporción de sus habitantes se sienten más gallego que español, a pesar de habernos obsequiados, ellos al resto, con paisanos tan  ilustres como Franco, Fraga o Rajoy.

                                                                                              Joaquín Yerga

                                                                                               01/03/2014