Un ciego resplandor
invadirá los ámbitos
y desde los abismos
una voz clamará rayando las alturas:
Amigo, te esperaba.
--Rafael Alberti--
¿Os imagináis bebiendo una pócima mágica que nos hiciera muy longevos, incluso inmortales?.. Y puestos a fantasear ¿Y si existiera de verdad la famosa “Fuente de la Eterna Juventud” tan añorada y tan ansiosamente buscada por muchos a lo largo de la historia, en forma de pastilla?. Sería tan increíble como improbable, ¿no creéis?.. Pues leed..
Es evidente que no nos conformamos con los años que vivimos, queremos más.. Pero, no penséis que este deseo es de ahora, de estos días y en estos tiempos, ¡que va!. Mirad, desde que el hombre es hombre ha querido alargar su vida como sea y a costa de lo que sea..
Fue el gran historiador griego Heródoto allá por el siglo IV a.c. el primero que nos sugirió algo sobre la fórmula mágica de la vida eterna.. Nos contaba en su tercer libro de “Historias” cómo el rey de Etiopía descifraba el secreto de la eterna juventud a unos embajadores del gran Cambises (rey de los persas) llegados al lugar..
Extrañados los emisarios de Cambises por la longevidad de los etíopes (vivían hasta los 120 años, según ellos), preguntaron..
--¿De dónde os viene esa fortuna de llegar a tan viejos?--
--De una buena alimentación a base de carne cocida y leche fresca, y de los baños en una fuente cercana y singular”-- --respondieron los etíopes-- --todo el que nadase en ella salía reluciente, fresco y desprendiendo un olor finísimo y delicado--
Quizás estos soberbios etíopes de hoy en día que baten todos los récords de atletismo en media y larga distancia se bañen en ésa misteriosa fuente y lo mantengan en secreto ¿Por qué no?..
En fin..
Joaquín
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