jueves, 17 de septiembre de 2015

A los que le interese...

El delito es prudente y cauteloso, en cambio… ¡qué imprudente es la inocencia!


  A pesar del hartazgo que tenemos todos los españoles del tema catalán, quiero aportar mis últimas reflexiones al respecto con la promesa explicita de no volver a tocar el asunto, por lo menos hasta después de estas elecciones, que ellos llaman plebiscitarias.
 Quiero hacer constar, así mismo que,  no me decanto por ninguna ideología política en este escrito,  tan solo aclarar las posturas de cada uno en este importante asunto y de paso que mis posibles, cuatro lectores, estén al tanto de mi humilde contribución al conocimiento de esta realidad.
 Una vez dicho esto,  van para allá mis argumentos… y que nadie se ofenda.
 Las posiciones políticas en un  asunto tan importante para todos los españoles como es la posible independencia unilateral de Cataluña, (teniendo en cuenta lo que nos jugamos todos) no están del todo claras, yo diría que nada claras… Ateniéndome a mi modesta  opinión creo  que hay mucha confusión entre la gente ordinaria, que no entre  los dirigentes políticos, que se mueven por intereses inconfesables.
 Los partidos nacionales  llamados de derecha, pienso que en este terreno tienen más o menos nítida su postura, están totalmente en contra, no ya de la independencia, que también, sino, de algún posible referéndum, pactado o no… Se le podría criticar por ciertas medidas tomadas al respecto calificándolas de oportunistas o electoralistas, y no le faltaría razón al que lo hiciese, faltaría más… pero… en el asunto de la unidad del estado, su posición no admite dudas.
 Estos partidos, (pocos por cierto), están de acuerdo con el actual estado de competencias y de redistribución de rentas a nivel autonómico, es decir, a priori, no se replantean reformar la constitución para todo lo que tenga que ver con nuevas definiciones y competencias jurídicas, tan solo algún pequeño retoque en temas tributarios. Dicho de otra forma,  que las regiones ricas, Madrid y Cataluña básicamente, sigan aportando  rentas a las más pobres,  Andalucía y Extremadura, también a Galicia y Canarias.
 Antes de seguir desgranando las posiciones políticas del resto de ideologías, quiero exponer  unos datos fundamentales,  para que sepamos de lo que estamos hablando.
 De las regiones ricas que aportan a la caja única del estado (de ahí después se redistribuye) Madrid lo hace con la cantidad de 19.000 millones de euros, y Cataluña 7.400 millones, cada año.
 De las regiones pobres que reciben, Andalucía se lleva la mayor tajada al tener más población,  8.500 millones de euros y Extremadura 2.600 millones, también Galicia 3.900 millones  y Canarias 3.400 millones.
 Estas cantidades serian el saldo fiscal autonómico también llamadas balanzas fiscales…Con estas magnitudes se deduce que,  cada madrileño aporta al resto de ciudadanos españoles (excepto catalanes y baleares) la módica cantidad de 3.000 euros cada año  y cada catalán 1.192 euros al año…  Desglosado por habitante resulta que cada extremeño recibe de estas regiones 2.400 euros por año y cada andaluz algo menos 1.000 euros… Estas son cifras del año fiscal 2012, en el 2015 serán más por la mejoría económica.
 Este dinero que reciben las autonomías menos prosperas le llegan a través de diferentes vías… la más importante al gobierno regional de turno y que luego lo distribuye por los ayuntamientos de la región... Si no fuera por estas rentas y las que proceden de la UE,  en la mayoría de localidades del sur, no se podrían hacer obras públicas, ni acondicionar las calles, ni mantenimiento de parques y jardines (cada vez que se arregle alguna calle, miren en el cartel anunciador de donde procede el dinero)… Con lo que recaudan ellos solos no sería posible el nivel de confort y prosperidad de los que gozan…. El tercio del importe a fondo perdido que se da a cualquier negocio que se inicie o mejore en estas regiones, y que es básico para el desarrollo, no se podría dar sin estas rentas provenientes de la caja única… Son muchos los cauces por lo que este dinero les llega a estos ciudadanos.
 Con estos datos quiero dar a conocer la realidad y advertir de la gravedad del asunto… Creo que hay muchos malentendidos en esto tan importante de los dineros públicos…. actuamos  a menudo a la ligera, pretendiendo ser más democráticos que nadie sin ser consciente en el charco que nos metemos.
Es conveniente saber que,  sin el dinero que aporta Cataluña al estado (ellos lo reciben luego a través de sus exportaciones), regiones como Andalucía o Extremadura no podrían mantener su actual nivel de comodidad y desarrollo... Madrid,  en una supuesta independencia de Cataluña, seria menos próspera y recaudaría  mucho menos dinero con lo que tendría que ser menos solidaria.
 Esto que desgloso es un asunto de justicia social, cualquier país que se precie debe redistribuir su riqueza para que algún día no haya desigualdades entre autonomías y que todos los españoles seamos iguales y tengamos los mismos derechos… Es la gran cuestión decimonónica y,  bandera por cierto, de ideologías progresistas o de izquierda... Que paguen más los ricos y reciban más los pobres,.. así de fácil.
 Y entonces me pregunto...
 Si esto es así, que lo es… ¿Porqué los partidos llamados de izquierda están a favor unos, y otros se muestren tibios, ante  la consulta o referéndum?... ¿Porqué ofrecen  la posibilidad de que una región rica como Cataluña deje de aportar el dinero que necesitan los andaluces o extremeños?
 Y ellos, los partidos muy a la izquierda…aluden al respecto…
-Que los pueblos tienen derecho a escoger su destino y por lo tanto elegir ser independiente de un estado… a pesar de que llevamos más de cinco siglos juntos.
 -Hay que ser excelsos demócratas y dejar que ellos solos voten y elijan(si procede) desmembrar un país como España de cuarenta y siete millones de personas y en donde el resto no tengamos ni voz ni votos… a pesar del destrozo territorial, económico y emocional que nos causarían a cada uno de nosotros.
 -Que ellos no son nacionalistas  y que su cometido es defender a los trabajadores y a los pobres… a pesar de que los partidos de izquierda de Cataluña, Euskadi o Galicia sean más nacionalistas que nadie y le importe un pimiento los trabajadores y los pobres del resto de España.
 -Que los catalanes tienen derecho a la autodeterminación de manera democrática en un plano de igualdad… a pesar de que llevan treinta y cinco años de juego sucio aprovechando todos los instrumentos que les dimos para hacer un proselitismo feroz a favor de su causa y adoctrinando a los jóvenes en todos los terrenos de tal forma que,  los que no están de acuerdo con la independencia ni se atreven a expresarse.
 -Que tienen derecho a la consulta porque son singulares y con una historia propia como nación… a pesar de que todos sabemos que jamás han sido nación, en todo caso un condado perteneciente al reino de Aragón.
 -A que si le permitimos una consulta legal y pactada posiblemente una mayoría diga NO a la independencia ¡¡cándidos ellos!!... sin tener en cuenta  que… a pesar de las amenazas con salir de la UE, de hacerles  boicot a sus productos, de ponerles  aranceles y fronteras etc. hay un 43% de partidarios del SI…  Si encima lo pactamos y les dejamos ir, con todo lo que conlleva (reconocimiento como nación, entrada inmediata en la UE y en todos los organismos internacionales y exportaciones masivas al resto de España),  si hacemos eso,  los partidarios del Si a la independencia no será ese porcentaje, no…  serán el 90%
 -Aluden estos partidos de la izquierda radical a su exquisitez  democrática y al derecho de todos los pueblos a decidir…a pesar de saber  que,  detrás de Cataluña, envalentonados y eufóricos,  vienen Euskadi y Galicia, sin olvidar Baleares (más cerca de Cataluña que del resto del país).
  Me atrevo, aun teniendo en cuenta mi humilde condición de españolito de los llamados de a pié, el gran desconocimiento, o cuanto menos malicia, de estos partidos ante  la posibilidad de un futuro bien escrito y rubricado por estos nacionalistas,  en donde, una vez conseguida la independencia, no se quedarían ahí, qué va… su meta final es hacer un gran país catalán (Els paisos catalans) e incluirían en él… el norte de Valencia y Baleares…. Que no dude nadie que empezarían a intrigar para conseguirlo, el día después de la independencia.
 Creo rotundamente que, si todos los partidos políticos del resto del estado tuviesen este tema claro en favor del cumplimiento de las leyes y de la unidad, jamás se independenciaría nadie…nos jugamos mucho, entre otros asuntos no menores…el pan de nuestros hijos, y conste que siempre he odiado esta frase…
Dicho queda..
                                                                     Joaquín Yerga

                                                                        17/09/2015


jueves, 10 de septiembre de 2015

A la buena gente


  La solidaridad pesa más que las ideologías. Muchas personas creen que se trata de un tipo
 de emoción, y es verdad, pero también tiene que ver con la inteligencia.
                           (Henning Mankell)

  De la palabra, Refugiados,  hemos aprendido  su significado estos días (muchos españoles)  gracias a los sirios que huyen de la guerra civil en su país y a la presión mediática que los secunda. También  estos años pasados  incorporamos a nuestro idioma domestico otros vocablos  como: patera, cayuco, inmigrante, subsahariano, ébola, yihadista  etc. Basta que los telediarios nos los muestren constantemente durante unos días para que todo el mundo asumamos estos nuevos términos y los hagamos  cotidianos, como de toda la vida, vaya!
  Una imagen vale más que mil palabras, esto es una verdad como un templo (tan grande como los que destruyen de manera inmisericorde paisanos radicales de estos refugiados en Palmira y otras ciudades sirias e iraquíes). Bastó la foto del niño sirio Aylan Kurdi ahogado en la playa para que una gran parte de los europeos nos rasguemos las vestiduras y emprendamos una guerra por demostrar,  o aparentar quién es más generoso con esta gente. No me cabe duda  que en cuanto los medios de comunicación dejen de enseñarnos esas duras  imágenes, volveremos a nuestros vulgares quehaceres diarios y las habituales rencillas políticas o sociales retornaran a nuestros desvelos y atenciones  y… sin embargo esos cientos de miles de sirios seguirán con sus mismas penalidades  pero, claro, habrán dejado ya de ser el centro de nuestro interés informativo.
  Ojos que no ven corazón que no siente, es otra frase hecha que nos viene que ni pintada para describir lo que sentimos o compartimos  los acomodaticios y superdesarrollados europeos. Parece ser que necesitamos un empuje extra  en forma  de imágenes o tertulias televisivas que agite nuestras conciencias y  desborde nuestro altruismo. Si no es así permanecemos apáticos y sin criterio propio al que agarrarse. En estos asuntos, como en otros, actuamos como gregarios al albur de las noticias más o menos impactantes.
  La guerra civil que se está desarrollando en Siria está a cumplir ya cinco largos años y lleva engullida la vida de 200.000 personas, no sé cuantos desaparecidos y más de cinco millones de desplazados y no será por imágenes mostradas porque también las ha habido y muy duras. En África, una docena de países se desangran en crueles guerras con cientos de miles de muertos Congo, Sudan, Chad, Libia, Nigeria, en donde la facción musulmana radical Boko Haram secuestra viola y asesina niños musulmanes moderados y sobre todo cristianos. Ignoro cuál es la chispa que hace saltar las alarmas de nuestra indignación, pero me temo que es muy selectiva, a menudo descarga sobre pólvora mojada.
  Estos refugiados políticos, sirios, afganos o iraquíes no son inmigrantes africanos que buscando una vida mejor llegan  en pateras, recalan en nuestras ciudades y acabamos viéndolos en la puerta de los supermercados ejerciendo una mendicidad encubierta. Estos al fin y al cabo se buscan su vida. A los refugiados, gracias a unas leyes humanitarias bastantes dignas, el país de acogida se compromete a hacerse cargo de su manutención, debe proporcionarles viviendas y todos los servicios sociales apropiados para él y su familia por lo tanto es una tarea duradera en el tiempo y muy costosa. Los ataques de generosidad de los que alardean algunos habría  que moderarlos porque ocurre que quizás lo tengan que gestionar otros.
  Me descubro ante la cantidad de gente que de manera… desprendida ofrecen ayuda de todo tipo incluidas sus propias casas para acoger a familias enteras, alcaldes que haciendo uso de bienes comunitarios abren las puertas de polideportivos municipales para atender a todos los refugiados que quieran y mas, como si de damnificados de catástrofes propias fuese, o ayuntamientos con grandes despliegues de pancartas dando la bienvenida a todos los que estén a bien venir a su ciudad. Visto así pareciera que hubiera una carrera feroz para demostrar a ver quién es más bondadoso  a la par que generoso con esta pobre gente.
  Pues me temo que no van por ahí los tiros, esto es una cosa muy seria para tratarla así de fácil y de superficial. Una cosa es dejarse llevar por una emoción humanitaria momentánea ante unas duras imágenes y otra muy diferente es hacerse cargo de miles de personas con todos sus derechos a respetar que  obliga la ley a los países receptores, ante  la categoría de estos inmigrantes con estatus de refugiados políticos.
Hay que tener en cuenta que a estas personas, (España le toca acoger  17000) le tenemos que garantizar vivienda, trabajo, colegio y sanidad durante un tiempo mínimo que ignoro su duración; en un país de cuatro millones y medio de parados.
  Por supuestísimo estoy  a favor de ayudar a esta gente pero siempre de acuerdo con las autoridades comunitarias y españolas que son las que tienen que velar por la seguridad y bienestar de todos y no por personas u organismos individuales, bien intencionados todos ellos, pero que actúan de manera  emocional  cuando no caótica. Una cosa es predicar y otra dar trigo, que suele decirse. Creo que antes de manifestarse a favor de acoger familias de manera tan desinteresada, echen cuenta cuanto les va a costar y se comprometan a costearlo hasta el final, sino, dejemos al estado que lo haga que para eso nos representa a todos.
  La inmensa mayoría de estos refugiados sirios e iraquíes, también los hay  afganos, parece ser son de clase media (teniendo en cuenta que no es clase media europea, por supuesto) que se han podido permitir pagar treinta mil o cuarenta mil euros a las mafias que los han transportado. No hay que olvidar tampoco el efecto llamada que va a producir esta generosidad europea sobrevenida pues en esta oleada se prevén aprox. 300.000 personas, pero no nos engañemos presto a emprender el camino hacia el paraíso europeo hay millones que ahora lo verán más claro y... qué hacemos con ellos.  ¿Les cerramos las puertas? ¿Estamos dispuestos a perder gran parte de nuestro bienestar en pro de la solidaridad mundial y recibimos a todos con los brazos abiertos? Son preguntas que visto lo visto más pronto que tarde habrá que plantearse.
 Tampoco tenemos que flagelarnos los europeos por todos los males que ocurren en el mundo y sobre todo de las guerras que imperan en el hemisferio sur. La mayoría de ellas son de carácter religioso y ahí sí que estamos exentos de culpabilidad. ¿Tengo yo culpa o la persona que lea esta reflexión de que sean tan crueles algunos musulmanes radicales sunitas o chiitas, cuando se masacran entre ellos por nimiedades dogmaticas?
  A Europa no se le puede catalogar de insolidaria, ha acogido a mas de veinte millones de musulmanes (en España hay casi un millón) que han venido a trabajar honradamente con la loable intención de mejorar económicamente ellos y sus familias y les hemos permitido, libertad de culto, cosa que ellos no consienten en sus países de origen y,  luego están los países ricos del golfo ¿donde está la solidaridad con sus hermanos musulmanes ¿ a ellos que les sobra el dinero.
 No lo olvidemos, Europa es el sueño de todos los habitantes del mundo que no están sobrados de libertad, de trabajo y de un futuro digno y hay que medir muy mucho nuestras posibilidades para no echar por tierra todo lo conseguido y a la vez nos permita ayudar y reintegrar en lo que se pueda porque si no, perdemos todos.

                                                                                           Joaquín Yerga
                                                                                            10/09/2015

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Verano del 2015

Cada verano tiene una historia
                 (Anónimo)


  Se nos escapa ya, camuflado entre estos primeros y frescos días de septiembre, el último  verano. Un  verano más a archivar en el disquete neuronal de nuestra  memoria, sito en algún lugar recóndito de nuestro cerebro.   Son muchos ya los almacenados, tantos como primaveras cumplidas por los cincuentones de mi generación. Selecto y sufrido club al que me digno pertenecer desde hace ya más de un lustro.
   Este largo y caluroso estío pasará sin pena ni gloria en lo tocante a lo social y político en general,  sobre todo en lo que nos afecta en lo más cercano y entrañable, aludo a nuestro país. Entiendo que no pasará a la historia por nada sobresaliente, claro, que siempre se entiende esto último por hechos o sucesos extraordinarios, las mas de las veces  luctuosos y para eso mejor que pase de puntillas, sin hacer ruido.
  Los meses de julio y agosto siempre fueron  meses propicios para grandes acontecimientos unos buenos y otros muy malos, de hecho estos días pasados se han ido cumpliendo sucesivamente aniversarios de multitud de episodios importantes, recuerdo especialmente catástrofes naturales, el asunto del Ébola el año pasado etc. Sin embargo este año como digo ha sido más anodino de lo habitual, quizás lo más significativo fue el largo periodo de calor asfixiante de los últimos días de junio y de casi todo el mes de julio con temperaturas que han rebasado la media habitual llegando incluso a pulverizar los records en casi todas las ciudades y pueblos de nuestra querida piel de toro.
Otra cosa bien diferente ha sido (en el devenir de este verano ya casi moribundo)  en el terreno personal y afectivo. Aquí si ha sido muy especial y no precisamente por su carácter positivo, la desaparición repentina de un buen amigo de juventud me ha dejado un regusto bien amargo y hará que gran parte de él entre a formar parte de mis recuerdos menos deseados.
  Otro capítulo aparte (muy diferente a  lo expuesto  anteriormente) y que me merece un par de comentarios… Después de un año pródigo en dedicación a unas de mis aficiones  favoritas como es escribir y divulgar después  a través de mi blog mis artículos e impresiones, banales las mas lo reconozco, pero que lo he llevado a cabo a lo largo de este año con periodicidad pasmosa ; pues de manera inexplicable he pasado estos dos últimos meses sin garabatear ni una palabra, ni una frase y confieso que no ha habido ninguna razón de peso para ello, simplemente holgazanería, viajes extraordinarios allende nuestras fronteras o lecturas intrascendentes. Prometo retomar con nuevos bríos, (ahora que he vuelto a la insustancial cotidianeidad) mi apetecible pasatiempo  y castigar a la docena de sufridos pero ávidos lectores que bostezan con mis relatos de un otoño caliente, colmado de nuevas ocurrencias, hasta que alguno me denuncie por… cansino.
  Este verano del 2015, que tanto nos ha hecho  sudar climatológicamente y que ahora arrepentido se despide de manera suave como el que no rompe plato, va a dar paso a un otoño ajetreado en lo político. Siendo consciente que es este un tema no muy agradecido y que a mucha gente le aburre soberanamente, no por ello es menos importante para nuestra salud democrática, territorial e incluso económica y por lo tanto estoy obligado a un par de puntualizaciones.
 Este mismo mes de septiembre, como todos los años en estas mismas fechas (ya he hablado otras veces de ello) nos daremos de lleno con el tema catalán. Primero la Diada que llaman ellos y dos semanas más tarde las elecciones autonómicas que los nacionalistas quieren hacer plebiscitarias, es decir que sirvan como una especie de referéndum en el cual ellos decidirían si se independizan de España o no. Después vendrían las generales, una de las más importantes de nuestra joven democracia (eso lo dicen todos los partidos  y de casi todas las elecciones) bien es verdad que estas si pueden ser  diferentes debido a un posible fin del bipartidismo y al enigma de las nuevas alianzas para formar gobierno.
 Con lo de las catalanas creo que estamos llegando al fin de este culebrón interminable pues según el resultado que se dé pueden ocurrir dos cosas. Si ganan los nacionalistas y como dicen proclaman la independencia unilateralmente esto obligaría al estado a  intervenir la autonomía, primero de manera judicial y después desalojando del poder a los políticos elegidos (para hacer esto necesitaríamos la unidad de los partidos estatales), después del ruido inicial se apaciguarían los ánimos y se convocarían nuevas elecciones.
 Si por el contrario tienen mayoría de votos los partidarios de seguir dentro de España, sería un batacazo para los independentistas que se desinflarían perdiendo poder para muchos años, con lo que en la política española recuperaríamos una normalidad  de la que siempre hemos carecido.
Reconozcámoslo aun tenemos pendiente los españolitos vivir en una España en donde la naturalidad democrática fuese común, como en cualquier país europeo desarrollado y en donde los problemas se ciñan únicamente a elegir un partido conservador o socialdemócrata para que nos gobierne cada cuatro años.
 Sin remontarse demasiado atrás en la historia,  primero fue una cruel guerra civil que dio paso a una dictadura desfasada en el tiempo, llegó por fin la transición y la democracia pero tutelada esta con ruidos de sables y con una banda terrorista ETA anacrónica que hacía estragos insufribles en nuestra sociedad y justo al desaparecer todos estos antecedentes tan negativos aparecen con bríos renovados los nacionalistas catalanes y nos dicen que hay que ser excelsos demócratas y les dejemos emanciparse, como el que se toma un helado. Soy de la opinión que hace falta en nuestro país un gran pacto territorial entre todos para que  zanjemos de una vez este tema y nos centremos en los verdaderos problemas que importan a la mayoría de la gente.
 Pero todo esto (de lo que siempre acabo escribiendo por otra parte) es tema cañón para el otoño y mi intención era hablar del verano que es lo que corresponde, no obstante me consuela que aún nos quedan veinte días de él y supongo tendré tiempo y ocasión de comentar algo mas al respecto.

                                                                                                      Joaquín Yerga
                                                                                                         02/09/2015