domingo, 31 de diciembre de 2017

Y Dios creó a la mujer...






Soy
la muchacha mala de la historia,
la que fornicó con tres hombres
y le sacó cuernos a su marido.
Soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la que le quitó lentamente su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril.
Soy la mujer que lo castró
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.
Soy
la muchacha mala de la historia.

(María Emilia C.)



A día de hoy la desgraciada actualidad os vuelve a colocar a las mujeres, por el mero hecho de serlo, en el punto de mira de la noticia. Me refiero a la violencia contra vosotras por parte de vuestras parejas. Lleváis toda la existencia discriminadas y aunque es verdad que la propia evolución natural os hizo débiles físicamente frente a los hombres, no así en intelecto y sabiduría que los habéis desarrollado exactamente igual que aquellos. Y es que los hombres de antaño que al igual que los machos de la manada debían demostrar su fortaleza en todos los aspectos, ahora con la evolución y el manejo de herramientas ambos sexos pueden desempeñar perfectamente el mismo papel en la sociedad. Pero si nos atenemos estrictamente al tema religioso, el asunto comenzó de una manera, digamos un tanto curiosa. Me explico…
Nos cuenta el Génesis, (que es el primer libro de la Biblia y quizás el más importante) cómo fue la creación del hombre y la mujer. Pero curiosamente hay dos versiones de éste hecho, lo que nos da a entender por otra parte que fueron dos sus guionistas, por decirlo de alguna manera. Aunque muchos expertos se resisten a creerlo y señalan a Moisés como único autor del libro.
En la primera versión y más antigua, --escribe el autor: --Dios, después de crear de la nada el universo y la tierra con toda su diversidad, pensó que faltaba algo. Y concibió al hombre y a la mujer. Y lo hizo solo de palabra y en igualdad de condiciones, es más, los creó a su imagen y semejanza. Osea que aquí no había discriminación posible, eramos todos iguales, pero, amiga, hubo otra versión de ésta parte del Génesis, y con matices significativos; y así empezó todo…
Efectivamente, en el segundo, digamos, guión del Génesis nos dicen ya que Dios creó primero al hombre moldeando barro, y después, de una costilla suya a la mujer y la puso, casi, a su servicio. Por cierto, esta última versión es la preferida de la Iglesia Católica y la que incorporó a su doctrina y principios. Imagino que de ahí precisamente vienen la animadversión a todo lo femenino y al sexo como algo pecaminoso. El hombre es puro y es la mujer la que le hace caer en obscenas tentaciones carnales.
Dios, según ésta última parte del relato, creó un jardín paradisíaco para los dos, Adán y Eva. En él vivirían felices, dichosos y en pelotas picadas como todos sabemos. Pero, hete aquí, que apareció la serpiente e incitó a Eva a comer de la fruta prohibida (no se habla de manzana) y ésta cayó en el engaño. La serpiente le prometió que a partir del primer mordisco serian como dioses, omnipotentes. Después invitó a comer también a Adán. Y, ¡Claro! aquí tenemos otra discriminación ¿Porqué tuvo que ser Eva la provocada y no Adán, cuando éste era el niño bonito de Dios?
Siguiendo con este relato del Génesis, poco después del mordisco bajó Dios a pasear por el jardín y llamó a voces a Adán. ¿Donde estáis? --le pregunta. Y éste le responde: --Oí tus pasos y me escondí porque estaba desnudo. Es decir, ya fue consciente de su desnudez, y ése fue el primer castigo que le impuso Dios, después de coger el inmenso rebote por el pecado de la pareja. Evidentemente éste pasaje de la manzana y la serpiente es una metáfora, lo que realmente hicieron los dos fue acostarse juntos y hacer el amor frenéticamente, ¡Digo yo!...
Está muy claro que la Iglesia prefirió esta última narración y no la primera más igualitaria para cargar contra la mujer. Y a partir de aquí, sin duda, os toman como uno de los ejes del mal. Ya nada sera igual para vosotras, y no solo en los entresijos de la Iglesia en donde nunca habéis tenido ningún poder, sino incluso en la sociedad.
Si los primeros mandamases cristianos hubiesen adoptado la primera versión de la Biblia, en donde los dos, hombre y mujer, fueron creados iguales y a la par, la cosa seria muy distinta. Por ejemplo, hubiera habido a lo largo de los siglos menos discriminación hacia vosotras y hasta tendríamos sacerdotisas o Papisas, como no podía ser menos.
De todas maneras Dios tampoco se cebó con la pareja, simplemente los expulsó del paraíso, con taparrabos, eso sí, y les ordenó: que ya que habían practicado sexo, que lo siguieran haciendo pero sin preservativos, es decir que procrearan y llenaran el mundo de seres humanos. Por cierto, gracias a sus dos primeros vástagos Cain y Abel, irrumpió por primera vez en la tierra la envidia y el homicidio. Pero eso fue sólo el principio, el final lo tenemos todos los días con los abusos, acosos, injusticias, hostigamientos, violaciones y asesinatos a los que los herederos de ése niño favorito de Dios llamado Adán, os sometemos...

Dicho queda…


                                                        cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Permítanme un brindis...




Aunque no sea yo la razón de tu sonrisa, quiero verte sonreír.
(Anónimo)

Si me lo permiten, quiero en estos días tan especiales a punto ya de acabar el año levantar mi copa y brindar por algunas cosas; creo que hay motivos para ello.
Por ejemplo: brindo por nuestro país, porque a pesar del mucho empeño que ponen algunos para destruirlo, aun estamos aquí, juntos y en paz... Y mañana Dios dirá...
Brindo por mi suerte y por la de tantos compatriotas de mi generación, porque nosotros, que vinimos al mundo en un sitio aunque  amable para echar raíces, en unos momentos tan difíciles de nuestra historia y sin embargo hemos conseguido entre todos hacer de éste, un lugar y un país digno de vivir en él. Les aseguro que la mayoría de los habitantes del mundo se darían de tortas por tener nuestra suerte...
Brindo, cómo no, por lo que solemos brindar en estas fechas, por la salud de todos y por la mía pues no debo quejarme, y aunque achaques propios de la edad asomen tímidamente la patita para fastidiar mi lozanía, qué menos que beber un sorbo de cava para festejar mis muchos años ya en éste mundo; sobre todo si considero que hasta hace no demasiado tiempo mi edad era ya la antesala de la senectud, y de la muerte...
Brindo, también, por las pequeñas cosas que rodean nuestras vidas y que hacen que éstas sean merecedoras de ser vividas, porque son ellas las que le dan sentido y hondura a nuestra existencia. Las grandes y ostentosas ensoñaciones solo sirven para dar un toque de vanidad, para confrontar y para presumir, y son tan efímeras como las flores del almendro.
Vuelvo a llenar mi copa y brindo ahora por los amigos. Por los que están, por los que se fueron... y por los que no quisieron. También por los que espero, ansioso, lleguen algún día. Sin duda son ellos los que armonizan nuestras vidas. Sin ellos seria imposible sobrevivir en tanta soledad. El mundo sin su compañía sería un páramo de desolación, una inmensa cárcel sin barrotes… y sin sentido.
Y brindo, ahora que no me ven, por la familia. Ellos son los verdaderos sufridores de mi ingratitud y egoísmo. Y porque, además, con la candorosa impresión de bondad y magnanimidad que les doy, son absolutos desconocedores de la aviesa y real naturaleza de su deudo. Sin duda, hay por el mundo padres más ejemplares y hombres mucho más dignos...pero bueno...
Y hasta brindo, si me apuran, por las redes sociales, tan amenas, tan masivas… y tan útiles cuando buen uso hacemos de ellas. Porque gracias a ellas nos damos a conocer, y nos tratamos… y nos queremos. ¿Cuántas personas tímidas y apocadas se han visto reconfortadas con el invento. ¿Y cuántas más se han podido asomar a un mundo desconocido e interactuar con sus habitantes en la facilidad de su móvil?  
Y termino apurando mi copa en consideración y respeto por los amigos y amigas que demasiado a menudo pierden el tiempo leyendo las simplezas que escribo, pero que al menos nos sirve para intercambiar impresiones y para afianzar una amistad que nació en las redes pero que ahora va mucho más allá.
Se nos va, igual que entró, el 2018, y a pesar de todo hay que brindar por él. Ha sido éste un año tranquilo, si exceptuamos la matraca de los independentistas de siempre. Del resto de acontecimientos los habituales, demasiadas mujeres asesinadas por sus parejas, una cierta recuperación económica y los sueños de siempre por ser felices.
Dicho queda…
                                                         cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

viernes, 22 de diciembre de 2017

Réquiem por Cataluña




Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta donde podemos hundirnos.
E.Cioran


 Imagino que después de lo pasado el jueves en Cataluña todos estamos jodidos y muy defraudados. Es verdad que ha sido la primera vez que un partido no nacionalista ha ganado las elecciones autonómicas (Ciudadanos) pero lamentablemente ha sido la suya una victoria pírrica pues no nos vale para nada práctico.
 Yo que pensaba que después de lo pasado con la economía, en donde mas de tres mil empresas han abandonado la región y otras tantas amenazaron con hacerlo si persistían en su empeño de independencia, muchos rectificarían. Y además creía, que con los partidos nacionalistas descabezados de sus lideres y después del bochorno generado, algunos se lo pensarían dos veces antes de votar. Pero ha sido grande mi error, confundí deseos con realidad y me he dado de bruces con la terquedad y el fanatismo de unos tipos debidamente inoculados de rencor.
 Han sido muchos los informes y testimonios que vaticinaban la ruina de Cataluña. Por ejemplo que es mentira que iban a seguir en la Unión Europea y que nadie les iba a reconocer en el caso de una independencia unilateral, pero ha sido en vano han vuelto a las andadas.
 La primera les salió de culo (con perdón) pues después de años de preparativos, de amenazas y de incumplimiento de las leyes, todo fue un fiasco. Miren si no: Puigdemont huido, Junqueras encarcelado y el resto encausados. Estos tíos, que les prometieron el cielo, les ofrecieron la luna y hasta les garantizaron la felicidad universal y que al final quedaron como el hazmerreir del mundo, sin embargo han vuelto a reincidir. Me temo que fanatizados o engreído emulan ahora a los antiguos hidalgos castellanos, que preferían honra sin barcos... allá ellos.
 ¡Quién nos lo iba a decir de los catalanes! Tan serios y prudentes ellos, con su seny y laboriosidad a prueba de bombas. Tan ricos, tan prácticos, tan pedigüeños...tan preocupados por la estabilidad general. Aun recuerdo las alabanzas que antaño les dedicábamos porque ellos no eran como los vascos, que estaban siempre a la greña con banda terrorista incluida y que les removía, por cierto el árbol para que otros recogieran las nueces. Ellos (los catalanes) estaban por la conciliación y el acuerdo, y a cambio de cierta pasta gansa apoyaban a cualquier gobierno que asentara sus posaderas en la Moncloa.
 Pero, ¿Qué les ha pasado en estos años para que tiren por la borda su fama, sus caudales… sus éxitos? ¿Qué les hemos hecho para que antepongan una dudosa rentable independencia al progreso y riqueza actual? Me temo que algo gordo ha debido ser, pues conociéndoles y sabiendo lo bien que les iba chupando del bote decidan esta incertidumbre precursora, sin duda, de su ruina.
 ¿Y nosotros qué hacemos ahora? Y yo que pensaba que por fin íbamos a olvidarnos del Puigdemont de turno, que tocaba ya hablar de otras cosas, de otras preocupaciones, y mira por donde tendremos Cataluña para más de un lustro. Os aseguro que hasta el catalán como lengua me cae ya antipática y juro por lo más quiero que antes hasta me gustaba.
 Las personas solemos tropezar dos veces, y más, en la misma piedra. Tropezaron los ingleses cuando decidieron activar el Brexit, porque ya se están arrepintiendo en vista del pésimo horizonte económico que les espera sin Europa. Ahora los catalanes, imbuidos de un equivocado orgullo supremacista, han vuelto a tropezar en su segunda piedra, y cuando se les pase el ardor nacionalista, mucho me temo, se arrepentirán, porque serán bastante más pobres para decidir nada.
 En fin... que salga lo que Dios quiera, aunque podemos imaginar por donde van a ir los tiros. Si esta gente consiguen formar gobierno (lo harán pues aun siendo de distintos colores para esto se ponen de acuerdo) seguirán con su matraca. Y continuarán desviando ingentes cantidades de dinero para sus perversos fines. Y persistirán en los agravios o adoctrinando niños en su odio a España y así, sin prisa pero sin pausa, dentro de diez años en vez del cincuenta por ciento serán el setenta... y nosotros a lo nuestro, es decir, a despedazarnos unos a otros.
Dicho queda…
                                                                                              Joaquín Yerga
                                                                                                23/12/2017


La Iglesia y el Sexo




Si el sexo no fuese lo más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí.
--Cesare Pavese--

Miren qué cosa más curiosa, resulta que para la Iglesia católica la masturbación ha sido un pecado nefando; camino directo para ir al infierno al que lo practicara. Pero he de decirles que ésta manía persecutoria se debe a un error de interpretación de la Biblia. La idea de masturbación u onanismo (satisfacerse uno mismo) se debe a Onán, hijo de Judá (patriarca bíblico)..
Cuando murió su Er, su padre, Judá, ordenó a Onán que se acostara con su viuda (era la tradición judía que obligaba a preñar a la mujer de su hermano si éste moría sin descendencia). Onán obedeció, pero dice la Biblia que derramaba el semen en el suelo (no quería competencias hereditarias). Dios castigó a Onán y le hizo matar. Tristemente, la Iglesia, tal vez por desconocimiento, (dudo que a sabiendas) consideró a Onán como masturbador e hizo de éste gesto un pecado abominable. Gracias a ésta ojeriza los jóvenes cristianos de toda la vida lo hemos pasado fatal y con unos remordimientos terribles, además de apechugar con la amenaza constante de todo tipo de plagas sobre nosotros si persistíamos en el asunto Bueno, obvio decirles que la mayoría hacíamos oídos sordos estas intimidaciones..
La Iglesia católica, de alguna manera, tenia prohibido leer la Biblia a niños, jóvenes y mujeres hasta hace muy poquito tiempo. El motivo y aunque cueste creerlo, el trato tan permisivo que ésta le da al sexo. Y si lo piensan bien, es increíble que la base y principio fundamental del cristianismo como es la Biblia, esté censurada para la mitad de sus fieles. Y conste que la otra mitad, los varones adultos, no podían entenderla, pues la misa y el resto de liturgia se recitaba y leía en latín, y ya me dirán quien conocía esta culta lengua.
Lo de la Iglesia con el sexo es como lo de un matrimonio mal avenido, se llevan fatal. Y la cosa no viene de ahora ni mucho menos, ha sido así prácticamente desde los inicios del cristianismo. Pero tiene su explicación...
Curiosamente, la Biblia (no la Iglesia) que es el armazón donde se sustenta nuestra religión cristiana, ha tratado muy bien el tema de la sexualidad y el erotismo. No tiene empacho en fomentarlo y en absoluto se escandaliza por estos temas.Quizás sea porque sus autores eran todos judíos, y estos no eran pacatos a la hora de practicar y permitir el sexo entre las personas.
Los judíos, que de alguna manera son nuestros antepasados religiosos, consentían perfectamente que en una pareja y de mutuo acuerdo se pudiera practicar todo tipo de relaciones sexuales, incluso el sexo oral y hasta el anal... ¡Si, no se escandalicen!. Esto es así porque su finalidad como pueblo era crecer y ser numerosos, y para eso había que procrear. Ellos en sus orígenes eran un pueblo pequeño y necesitaban ser muchos para sobrevivir pues estaban rodeados de naciones hostiles. Por lo tanto no es de extrañar que fomentasen y alentasen todo tipo de relaciones carnales o maritales entre ellos, lo que importaba era traer niños al mundo.
Los pecados mas castigados para los judíos, y por tanto se reflejan en la Biblia eran, por este orden: idolatría, injusticia social y adulterio (las mujeres eran propiedad exclusiva del marido y para nada menciona otro tipo de actos sexuales como pecaminosos..
Para los judíos el sexo era una cosa normal y hasta aconsejable, porque para ellos el cuerpo es tan importante como el alma. No así para la Iglesia que lo que le interesaba exclusivamente es la salvación de las almas. El cuerpo es corruptible, débil e impuro y por lo tanto debemos mortificarlo. Por eso aconsejan reprimirlo en todo lo que suponga satisfacción de algún tipo.
Muchos dicen que la Biblia, (que no la Iglesia) es un libro escabroso porque habla con toda naturalidad de: incestos, desviaciones sexuales, prostitución, sodomía, voyeurismo etc. es decir, asuntos de hombres y de mujeres. La Iglesia, sin embargo, va más allá, se niega en redondo a tocar, siquiera, el cuerpo pecaminoso de los seres humanos. No va con ellos eso de: lo que se van a comer los gusanos que se aprovechen los... 
En fin, juzguen ustedes...
Dicho queda…
Joaquín Yerga



martes, 19 de diciembre de 2017

¿Conocéis a Jack?..



Amiga..
Comprendo tu amargura.
Pero deberías quejarte menos de tu suerte.
Tuviste oportunidades y no escogiste
precisamente la mejor. Así es la vida.
Puedes alegar que eras muy joven, que no sabías.
Eso es verdad.
Pero eso no te exime del duro precio a pagar.
Yo ya aboné el mio por tu desidia;
y fue caro, te lo aseguro..
--Joaquín--


Imagínense un barrio apartado del este de Londres a finales del siglo XIX. Hagan un esfuerzo más, figúrense también una sórdida calle cualquiera de ése mismo barrio. Tengan en cuenta que es una noche de invierno y una intensa niebla mezclada con el sucio humo de las calderas de carbón cubre toda la ciudad. Apenas se ve a dos metros y las tenues luces de las farolas de gas no consiguen proporcionar visibilidad a los escasos transeúntes que se atreven a pisar el resbaladizo empedrado de los sinuosos callejones.
De pronto el silbato de un policía atruena en el silencio de la noche.. Después, voces, ruidos de pisadas apresuradas y gente corriendo despavorida sin saber exactamente a donde ir ni para dónde tirar. Algunos se agolpan alrededor de un bulto tirado en el suelo en la esquina de una oscura plazuela. Poco a poco cada vez más gente van llegando, expectantes; todos quieren acercarse y mirar lo que, parece ser, el cadáver de una mujer.
A medida que la pequeña multitud se arremolina junto al cuerpo inerte de la mujer la curiosidad se va transformando en caras de horror y de espanto. Unos cuantos no pueden evitarlo y vomitan allí mismo ante el espeluznante espectáculo que contemplan sus ojos. Decenas de policías que han acudido a la llamada de su compañero acordonan la zona para evitar que sigan produciéndose escenas de pánico entre la gente. Un agente intenta tapar con mantas los restos esparcidos por el suelo de la mujer, pero antes muchos curiosos han podido ver, in situ, lo que jamás hubieran imaginado, ni tan siquiera soñado en sus más horripilantes pesadillas, la mujer con la cara desencajada y con una espantosa mueca de terror en la boca yacía totalmente descuartizada con el vientre abierto en canal y las tripas desparramadas sobre las mugrientas baldosas de la plaza.
Una escena como ésta que acabo de describir la vivieron los ciudadanos de Londres cinco veces (que se sepa) en el transcurso del otoño de 1888. Se trataba de los horripilantes asesinatos atribuidos a Jack “El Destripador”.
Según la policía de Scotland Yard que se encargó del caso fueron cinco las mujeres salvajemente asesinadas y descuartizadas por el misterioso criminal. Y todas ellas lo fueron de una manera atroz porque las despedazaba con una maestría de profesional. Todos los casos, por cierto, tuvieron lugar en el humilde barrio de Whitechapel, en aquella época poblado de obreros, mendigos y prostitutas, de hecho, todas las víctimas ejercían esta antigua profesión.
Estos crímenes escandalizaron a toda Inglaterra y fueron muchos los esfuerzos que se dedicaron a cazar al asesino, pero no hubo manera. Mira si fue especialmente llamativo que aun hoy se siguen editando montones de libros y rodando decenas de películas sobre el asunto.
La investigación que se hizo del asunto fue profunda y muchos los sospechosos. Quizás la hipótesis más creíble de todas las que sopesó la policía fue la participación en los hechos del príncipe Alberto Víctor, duque de Clarence (primogénito del príncipe de Gales). Muchos, incluida gran parte de la prensa, aseguraron que había cometido estos crímenes para tapar los escándalos de su disipada y escandalosa vida sexual.
Tiempo después y cerrado ya el caso han ido saliendo a la luz pública otros posibles sospechosos. Recientemente la famosa escritora Patricia Cornwell desveló que el candidato con más probabilidades a ser el asesino es el pintor alemán afincado en Londres en aquella época, Walter Richard Sickert, en cuyos cuadros incluía imágenes misóginas de ataques a mujeres. Se ha sabido también que éste fue incluido en la lista de sospechosos de la policía y descartado después no se sabe por qué. Hace un par de años leí su libro y os aseguro que no deja a nadie indiferente.
Se da la circunstancia de que el asesino dejó de actuar en noviembre de ése 1888. El día 9 apareció en la cama de un sucio apartamento de Whitechapel, el cadáver de Mary Jane Kelly, la última de sus víctimas, la había mutilado horriblemente. Todos sus órganos incluido el corazón y sus genitales aparecieron esparcidos sobre la cama. El asesino la había abierto en canal a través de una raja que iba del cuello al vientre; a partir de ahí nunca más se supo. 
No obstante la súbita desaparición de este asesino en serie ha dejado a la posteridad muchos interrogantes… ¿Por qué cesó de golpe sus horrendos crímenes? ¿Cambió de barrio o de ciudad y siguió con su ritual en otro sitio? ¿Volvió a su vida normal temeroso de que la policía lo encontrase? Quizás simplemente cumplió sus objetivos. Me temo que nunca lo sabremos.

Joaquin Yerga





lunes, 18 de diciembre de 2017

Pero, ¿existe el Infierno?







Amiga:
No obstante, disparatado y sin ideas
confundo mis apreciaciones.
Y es que aún lo espero todo de ti..
Sí, lo sé, tú deambulas en tu mundo azul
feliz y extraña en amores.
Yo, sin embargo, aguardo incólume
algún resquicio de tu luz..
Tú zascandileas con sueños imposibles
buscando atrapar su entelequia. 
Yo desespero por encontrar algún día 
tu seductora realidad.
--Joaquín--


¿Existe el infierno?. Buena pregunta para filósofos y teólogos; ellos sabrán. Quizás si lo sometiéramos a un estudio sobre su constitucionalidad la mayoría de los magistrados negaría su legalidad, porque la constitución dice que todos los individuos tenemos derecho a la rehabilitación y reinserción, por muy gordos que hayan sido nuestras fechorías, sin embargo los condenados al infierno lo serán eternamente sin posibilidad de clemencia ni perdón.
A pesar de todo el infierno ya no es lo que era. La gente le ha perdido el respeto. ¡Y pensar que décadas atrás era algo terrorífico, pavoroso con sólo con nombrarlo!. Afortunadamente la cosa está cambiando, incluso para los más recalcitrantes de los católicos.
Hasta hace muy poquito tiempo para los pecadores, una vez fallecidos, había tres fases o periodos, (dependiendo del grado de sus pecados) donde pernoctar por un tiempo más o menos definido, El Purgatorio, o lugar de transito para los, llamémosle regulares, es decir para los que no fueron excesivamente piadosos pero tampoco muy perversos y además se habían arrepentido. Luego estaba y aun está, El Infierno, sitio espantoso, definitivo para los muy canallas. Sin olvidar, por supuesto: El Limbo, a donde iban los niños que no habían recibido el bautismo. Pues sepan que lo tres están en fase de revisión por la Iglesia.
El infierno lo imaginamos como un lugar espeluznante, con fuego abrasador y eterno, en donde los pecadores se asan de calor, amén de otros males de por vida. No obstante debemos saber que éste es un invento de la Iglesia y de San Agustín en particular, y no muy antiguo. La Biblia en su Antiguo Testamento no lo menciona siquiera, pues para los judíos (que fueron quienes lo escribieron) el infierno no existía. Todo lo que Dios les tenía reservado, tanto lo bueno como lo malo, se desarrollaría aquí en la tierra.
Tenemos, pues, que el infierno fue un invento reciente de la Iglesia y todo apunta a que lo tomaron de los griegos y sobre todo de Platón. Éste último creía en la dualidad Cuerpo/Alma. El cuerpo corruptible desaparecía de la tierra después de muerto, pero el alma era inmortal y habría, por tanto, que buscarle un acomodo. Y qué mejor acomodo que premiar a los justos con el cielo y a los malvados con el infierno; así de paso los mantenían a raya.
Según algunos la idea de asociar al fuego con el infierno se debe a la visión que tenían los primeros cristianos de unos enormes depósitos de basura permanentemente ardiendo a las afueras de Jerusalén. Expelían éstos un olor nauseabundo y el calor en sus cercanías era insoportable ¿Entonces? Pues qué mejor castigo para pecadores que introducirlos en un lugar parecido e imaginario de por vida, y de por muerte, claro..
La idea del Limbo se les ocurrió a las autoridades eclesiásticas mucho más tarde. Ante el sufrimiento de muchas madres al ver como sus hijos recién nacidos que fallecían sin posibilidad de recibir el bautismo estaban condenados al infierno e incluso a nos ser enterrados junto a ellos, se apiadaron de ellas. Se cuenta, (no sin cierta verosimilitud) que el Papa Juan Pablo II decidió suprimirlo de un plumazo y sin explicación cuando al querer enterrar a toda su familia en un mismo panteón faltaron los restos de su hermana muerta nada mas nacer. Y se acordó del padecimiento de su madre (muy devota) ante la imposibilidad de haber enterrado a su hija.
De todas maneras algún sector de la Iglesia católica está en desacuerdo con la existencia del infierno, por ejemplo, los de la Teología de la Liberación, muy activos en América Latina. Bajo mi humilde mi opinión, yo creo que según van las cosas y después de haber suprimido ya el Purgatorio y el Limbo, lo del Infierno está al caer. También es verdad que para mucha gente no hace falta abolirlo, pues su verdadero infierno está aquí, en la tierra.

Joaquín Yerga



viernes, 15 de diciembre de 2017

Algunas razones para perseverar en el boicot.




Cada uno de nosotros solo será justo en la medida en que haga lo que le corresponde.
Sócrates


Sé que lo que voy a escribir a continuación no es, digamos, políticamente correcto, ni me van a aplaudir mucha gente por ello, pero es lo que pienso y como tal he de confesarlo. Me consta que lo correcto sería decir lo contrario, tal y como algunos políticos nacionales manifiestan estos días, pero estoy convencido que el boicot a los productos catalanes (que de eso va el asunto) está dado sus frutos.
Y es que, imaginemos por un momento qué nos hubiera pasado si después de todo lo ocurrido y de todo el daño causado, las tres mil empresas que han abandonado Cataluña no lo hubieran hecho. O que la economía de ésta comunidad apenas se hubiese visto mermada, a pesar de la barbaridad que hicieron. Porque hay datos reveladores de que las dudas y posible marcha atrás o el despertar de las masas silenciosas antes oprimidas, es debido a la concienciación del resto de españoles que han puesto todo de su parte para no comprar productos catalanes, en la medida de lo posible.
Estoy convencido que nuestra mejor arma, (más incluso que le articulo 155) ha sido sin duda, el boicot. Gracias a él los españoles tenemos el mejor argumento para echar en cara a esta gente. Y le podemos decir con rotundidad que si persisten en la deslealtad se arruinan. Pensemos por un momento ¿Qué hubieran hecho los nacionalistas si después de declararnos la independencia a la fuerza su economía no se hubiera resentido? Pues yo se lo digo: Que hubiesen seguido adelante con muchos más motivos para dejarnos en la estacada. Y llegado a la conclusión, sin duda, de que no nos necesitan para nada.
Según últimos estudios un 25% de españoles no catalanes no compran sus productos. Y eso es mucho, y supone un gran desbarajuste para sus empresas. Al menos hemos obligado a un gran número de empresarios a que no les interese la independencia, aunque en el fondo de su corazón alberguen veleidades secesionistas.
Algunos intentan convencernos de que no hay que hacer boicot porque los artículos catalanes están fabricados con materiales del resto de España y eso nos afectaría a todos. Pero si pensamos que también los de Murcia o los de Valencia están igual de elaborados, sobra este argumento, porque, por ejemplo: es cierto que de una botella de cava catalán, el envase provenga de Toledo y el corcho de Cáceres, pero si en vez del espumoso catalán cogemos del estante del súper uno valenciano, ganamos todos, porque... el envase sigue siendo de Toledo, el corcho de Cáceres, pero el producto terminado de Valencia.
Sé que los catalanes (ayudados por los gobiernos de turno) han sido prolíficos en crear empresas. Y que han tenido un mercado virgen en el resto de España para vender sus productos. Eso les han hecho ricos. Y sé también, por tanto, que a veces es difícil encontrar un producto que no esté fabricado en Barcelona y su periferia, sobre todo de ciertos sectores como el farmacéutico, alimentación o limpieza, pero todo es ponerse.
Está claro que cuando los independentistas sean derrotados en la urnas, o desistan de declarar la independencia unilateral y lleguemos a un arreglo, no tendrá sentido el boicot, pero mientras las espadas estén en alto y ésta gente siga amenazando, sin duda es nuestra mejor defensa.
Por otra parte, y es un tema que apenas conoce el resto , los nacionalistas, bajo el argumento de consumir productos propios allí en Cataluña, en realidad lo que están sugiriendo es no comprar artículos del resto de España. Y os aseguro que llevan años haciendo feroces campañas de este tipo. Afortunadamente para nosotros ellos son pocos para hacer demasiado daño a nuestras empresas.
Visto el resultado, después de tantos años de privilegios dándoles todo lo que piden, y soportando sus menosprecios, ha llegado el momento de ser duros y aprovechar cualquier arma defensiva que tengamos a mano para poder enfrentarnos con ellos con alguna garantía de éxito. Y ya sabemos cómo les afecta el bolsillo.
Dicho queda.

P.D. Suplico hagan una excepción con el cava Freixenet, tan propio en estas fechas. Su dueño ha dado la cara el solito y desde hace tiempo en contra de la independencia.
                                                                                                              Joaquin Yerga
                                                                                                                  16/12/2017




miércoles, 13 de diciembre de 2017

Yo acuso...





No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita.. y soporta luego la ingratitud
M. Unamuno




Corría el invierno de 1898, a punto ya de finalizar el siglo y en Francia un turbio asunto traía de cabeza a sus ciudadanos. Los periódicos bramaban en primera plana sobre la noticia y escribian de él sin parar. En la calle, en los bares y restaurantes era el tema principal de las conversaciones, nadie quería perdérselo. El escándalo alcanzó tal calibre que llegó a implicar incluso, a gran parte de Europa occidental.
Resulta que el capitán del ejercito francés Alfred Dreyfus fue acusado de espionaje a favor de Alemania. Se le juzgó y fue condenado a cadena perpetua, sin embargo sus familiares y amigos lucharon denodadamente para demostrar su inocencia. Después de un tiempo litigando con la justicia consiguieron involucran en el asunto al comandante militarista Ferdinand Walsin que resultó ser el verdadero culpable.
A pesar de la claridad del asunto el gobierno francés se negó en redondo a revisar el juicio con lo que el follón que se armó fue de aúpa. Dreyfus era judío y de izquierdas y el verdadero responsable del espionaje, el comandante Walsin, un prestigioso militar de derechas, al igual que el gobierno de entonces.
Así de alterados estaban los ánimos en el país vecino cuando saltó a la palestra el famoso escritor Emile Zola (conocido simpatizante de izquierdas) con su célebre carta abierta, publicada en el periódico L´aurore, y titulado “Yo acuso”, dirigido al presidente francés Felix Faure.
Sin ánimo de usurpar el contenido de esa carta, tan solo del contundente titulo pretendo servirme para acusar sinceramente y sin contemplaciones a los que entiendo han hecho, y lo siguen haciendo, un daño terrible al crédito y convivencia de los españoles.
Al igual que Emile Zola acusaba al presidente francés de connivencia con los sectores reaccionarios de la sociedad, al no querer reabrir el asunto Dreyfus, yo acuso a los nacionalistas vascos y catalanes de perturbar gravemente la convivencia en España.
Les acuso de aprovecharse de su riqueza económica (creada y aumentada a costa del resto de españoles) para considerarse más listos, diferentes y de paso exprimir al estado. Y es que han jugado con ventaja, pues esa riqueza conlleva inevitablemente mas posibilidades de progresar en todos los aspectos.
Y les acuso de maldad manifiesta porque, para ellos seguir sacando tajada de las supuestas diferencias han espolvoreado desconfianza en el resto del país hasta el punto de que nosotros mismos dudamos de la calidad de nuestra democracia. Llevan décadas diciéndonos que la nuestra es una democracia de baja calidad, o que el franquismo aun extiende su larga y siniestra sombra sobre el estado. Y todo esto porque no les dejamos ser independientes.
Y acuso, así mismo, a los independentistas y demás patulea de trabajar a fondo para que España nunca llegue a ser el país que queremos y necesitamos todos. Un país puntero en Europa en donde sea perfectamente compatible la más rabiosa modernidad con nuestras ancestrales costumbres. Sí, porque han hecho lo posible por denigrar y menospreciar tradiciones centenarias. Solo las suyas son dignas de admirar.
También les acuso de engañar al resto de partidos políticos (sobre todo a los de izquierda) haciéndoles creer que ellos han sido los verdaderos antifranquistas y por tanto son los únicos dignos de pactar cualquier ley que les favorezca, previo pago eso sí, o chantaje de suculentas cantidades. Cualquier historiador ecuánime nos diría que, ellos poco hicieron contra Franco, más bien al contrario, éste favoreció su despegue industrial. Incluso lo que aparentemente nació como una banda terrorista contra el franquismo, ETA, (alentada por algunos y comprendida por muchos) en realidad nació y se desarrolló contra nuestra joven democracia y los casi novecientos asesinados los cometieron, no con Franco, sino con A.Suárez, con F.González o con Aznar, todos presidentes democráticos.
Y les acuso de alta traición porque después de haber pactado todos juntos y refrendado después por los españoles un modelo autonómico definitivo, han conspirado incesantemente contra el estado durante muchos años, intentando socavar nuestra credibilidad. Ahora se dicen mayoría en sus territorios pero es injusto, pues han aprovechado nuestras leyes y candidez para adoctrinar y mentir sin pudor a generaciones enteras.
Por todo lo malo que nos pasa como país, por el enorme complejo que arrastramos de nación de segunda, por hacernos creer como vergonzantes nuestros símbolos patrios, por pervertir los verdaderos valores de nuestra izquierda y por la constante mala imagen que nos hacen arrastrar en el mundo, por todo ello y por mucho más, yo acuso a los nacionalistas de ingratos, perversos, y traidores, y los declaro culpables, por tanto, de la mayoría de nuestras desgracias.
Dicho queda.
                                            Joaquín Yerga
                                             14/12/2017


sábado, 2 de diciembre de 2017

¡Vuelve el superhombre! ¿Quim Torras?




Aquellos que vuelan solos tienen las alas mas fuertes.
Anónimo


Según el filosofo Friedrich Nietzsche, gran parte de los seres humanos (aunque no lo parezca) somos tan compasivos y humanitarios gracias al cristianismo. Ésta religión nos insufló unos valores que antes no existían. Acuérdense, en el mundo clásico y hasta la llegada de Jesucristo eran los fuertes los que subsistían y triunfaban, los perdedores y los débiles, por el contrario, estaban abocados a la servidumbre. Los griegos o los romanos admiraban la perfección y la belleza en los hombres, tanto física, intelectual o de poder, apenas se daba entre ellos indulgencias como la compasión o la lástima. Y menos aun la solidaridad, según la entendemos ahora.
Decía Nietzsche, que con la venida del cristianismo se trastocó todo, y los débiles tomaron el poder. Los esclavos y menesterosos, siendo mayoría en la sociedad, odiaban (lo siguen haciendo) a patrones y triunfadores, minusvalorando cuando no despreciando sus orgullos y arrogancias. Se decían prestos a obedecerles (no les quedada otra) pero despreciaban valores supremos como, moral, gloria u honor, más propios de la clase alta de la sociedad. Como los siervos son débiles promueven valores menores como mansedumbre y misericordia, y critican el egoísmo o la fortaleza, méritos exclusivos de los vencedores. Y es que según la biblia, Jesús dijo que los sumisos y humildes heredaran la tierra... Y entonces los pobres aprovecharon y se rebelaron.
En su famosa frase Dios ha muerto Nietzsche nos invita a liberarnos de la moral cristiana y recuerda a los hombres que con la muerte simbólica de Dios se iría al traste también con los valores del cristianismo, es decir, la compasión por los pobres o la solidaridad con los oprimidos. Y para rellenar ese vacío existencial tendría el hombre que volver a las virtudes innatas de principios de la civilización, o sea retornar a eso que él llamó el superhombre. Y que fueran los hombres fuertes, los guapos, los ricos o los poderosos, los que conquistaran de nuevo el mundo y no los débiles y sumisos sin nada que ofrecer, como hasta ahora había sido.
Esta filosofía que propugnó Nietzsche era muy peligrosa porque, aunque él no la defendió como incitadora de lo que vino después como el nazismo, éstos se aprovecharon de ella para cometer sus conocidas fechorías. No hay que olvidar que la base del nazismo fue la supremacía de la raza aria sobre las demás. Según ellos a los mas débiles como gitanos, judíos, o incluso latinos, habría que exterminarlos o que sirvieran poco menos de sirvientes para sus perversas apetencias, ¡Claro! que no sólo el nazismo se alimentó de las teorías de Niezsche, también los nacionalistas catalanes beben de ella cuando se dicen superiores al resto de españoles.
Sin llegar, por supuesto, al pensamiento supremacista de Niezsche ni al racista y xenófobo de los dirigentes nazis, muchos piensan hoy en día que en Europa y especialmente en España hemos sobrepasado la admiración y el prestigio a los débiles por el mero hecho de serlos, hasta el punto de dejarlos dirigir “de facto” la sociedad. Y todo en detrimento del verdadero motor de ésta que son los arrojados, valientes y triunfadores ¿Quizás envidia, o son los perversos efectos del catolicismo mas ultramontano que hemos mamado?. No olvidemos aquello que dijo también Jesús: "Es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre el cielo". Y así a ver quién es el guapo que lucha por hacerse rico.
En la actualidad tal vez los que mejor encarnen el superhombre que sugería Niezsche sean los norteamericanos y su manera de vivir “Self-made-man” (hechos así mismos). Los europeos seguimos con la poderosa herencia del cristianismo, para lo bueno o para lo malo. Ya saben, cuestión de pareceres…
Dicho queda.

                                            Joaquín Yerga


jueves, 23 de noviembre de 2017

Ocho apellidos extremeños..




La vida se soporta
tan doliente y tan corta,
solamente por eso:
roce, mordisco o beso
en ese pan divino
para el cual nuestra sangre
es nuestro vino.
--Rubén Darío--


Apellidarse Gómez, Barroso o Sánchez por decir algunos, está mal visto en España, o por lo menos no tiene el pedigrí que debiera. Y no sólo porque los consideremos vulgares nosotros mismos, sino que a otros apellidos de cualquier zona no castellana lo elevamos a la séptima potencia, y simplemente por ser de origen nacionalista periférico, tan de moda hoy.
Es tanta la matraca que nos llevan dando, catalanes y vascos, sobre todo, con esa supuesta supremacía cultural y económica, que hasta en asuntos étnicos les admiramos. Creo que estamos en un proceso parecido al llamado “Síndrome de Estocolmo”, según el cual, no sólo nos menosprecian al resto hasta el punto de pretender dejarnos en la estacada e independizarse de nosotros, por atrasados y paletos, sino que encima vamos nosotros y les admiramos por ello. Sí, porque nos hemos llegado a creer que son mejores, mas guapos y mas listos que nosotros, aunque puede que esto último sea lo único cierto porque, miren...
¿Cuántos niños españoles de origen castellano tienen nombre vasco, incluso ahora catalán? No quiero dar muchos ejemplos para no ofender a nadie, pero haberlos haylos, y muchos. Pues sepan que no siempre ha sido así, hasta hace unas pocas décadas era justo lo contrario.
Resulta que hasta principios del siglo XX lo castellano, en lo cultural e idiomático, era lo mas "in". Era, sin duda, la lengua de la gente mas moderna y actual. Y no digamos en siglos pasados en los que hablar euskera o gallego, incluso catalán, era signo de, casi, analfabetismo. Ésta gente que ahora se vanagloria con aires de superioridad de sus mini-idiomas, antes se avergonzaban de ellos por retrógrados. Pero el tiempo pasa, y las modas, y ahora estamos al otro lado del péndulo.
Está claro que no hay nombres feos, ni apellidos inapropiados, tienen simplemente el valor o el carisma que queramos darles. La mayoría de las veces, por cierto, influidos por tendencias efímeras. Y resulta que la moda está ahora del lado de los nacionalistas y en contra de lo castellano, es decir, de lo nuestro.
En España, parece ser, sólo los catalanes y vascos tienen amor a su tierra si nos atenemos a los nombres que les dan a sus hijos. En el resto del país, según las listas de los más comunes, apenas cambian en cualquier región, todos tiran de las novedades del famoseo. Salvo en esas dos autonomías antes mencionadas que rebuscan lo indecible en su inexistente pasado noble para distanciarse del resto y endilgarle a sus vástagos supuestos nombres aborígenes. ¿Cuándo se ha visto en tierras vascongadas nombres de niños como Irati, Ibai, Aimar, June? Nunca. Pues ahora son los más usados allí. Por cierto, si alguien me dice cuáles de estos nombres son de niña o de niño prometo felicitarles..
Y pásmense, de los treinta apellidos más comunes en España, absolutamente todos son castellanos, siendo García el más usado. Nada menos que tres millones de españoles lo llevamos de primero o de segundo; yo lo llevo de tercero. El segundo más común, González, y el tercero Fernández. Y, miren que sorpresa, de los veinte más habituales de Cataluña, tan solo el apellido Torres (catalán) ocupa el puesto número dieciocho, el resto son todos castellanos, ocupando García el primer lugar, López el segundo y Martínez el tercero.
Pero no sólo Cataluña nos trae de cabeza, miren lo que ocurre en el País Vasco. De los veinte primeros apellidos todos son castellanos excepto el que termina la lista precisamente, es decir, el que hace el número veinte, que es Aguirre, el único de origen vasco. ¿Qué les parece? ¿Y para eso tanta matraca? Y nosotros acojonados con esta gente. Claro que bien es verdad que con la emigración de años pasados les inundamos de apellidos; de esos que ellos consideran inferiores.. En fin...
Dicho queda…
Joaquín Yerga




domingo, 19 de noviembre de 2017

Algunas palabras...





La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
           --Lorca--

La poesía es un género a menudo difícil de comprender por lo que muchos renuncian a leer. Pero hay, no obstante, poesías sencillas que llegan a casi toda la gente por muy iletradas que sean precisamente por su sencillez. A mi entender son éstas últimas más dignas de alabar porque entiendo que enlazar frases hermosas que lleguen tan hondo como para enternecer y en un lenguaje sencillo, es mucho más difícil de crear y componer. Y esto solo ocurre  las menos de las veces, incluso entre los mayores genios.
No son estos buenos tiempos para la lírica, decía la letra de una famosa canción del grupo Golpes Bajos, tampoco para las humanidades en general, pues hasta la filosofía y literatura están en desuso. Pero hubo una época hace ya mucho tiempo que hacer versos era lo más grande y prestigioso de una sociedad. La poesía, más que la prosa, tenía un gran mérito entre aquellos medios culturales. Y digo más, también las clases populares apreciaban las composiciones poéticas como un método noble, sofisticado y emotivo de comunicación. Qué mejor manera de llegar a lo mas recóndito de los corazones de las personas que hacerlo con bellas poesías.
Han habido en nuestra literatura lírica algunos poetas excepcionales, pero tan solo aptos para una minoría de entendidos por el uso recurrente de metáforas. Me estaba acordando de Luis Cernuda, de Juan Ramón Jiménez o Rubén Darío. Sin embargo otros, justamente por su sencillez y hondura, han llegado más al gran público. Entre éstos últimos tenemos al gran Antonio Machado, a Jorge Manrique, o al híper-sensible, Bécquer.
Ojeando nuestro gran poemario nacional en castellano se me ocurre rescatar algunos versos, que entiendo por su calidad o sencillez, puedan ser útiles de releer a quienes se atrevan a abrir ésta página, por lo hermoso. Estoy seguro que muchos ya se han deleitado con ellos en alguna que otra ocasión, pero intuyo nunca viene mal volverlos a disfrutar. Para otros, sin embargo, será una grata novedad que espero sea como una puerta abierta que les estimule a indagar en nuestro archivo literario en busca de las muchas maravillas aun inéditas de nuestra lengua.
La de abajo es de Manuel Machado, el hermano desconocido del otro Machado, Antonio. Los separó la guerra civil como a tantas familias españolas. Manuel se quedó en el bando nacional. El otro, poeta mucho mas grande, murió republicano, en el exilio francés.

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía…
¿Vicios? Todos. Ninguno... Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres... -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
 tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.


Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente...
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza...
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo "chic" y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna
Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo...
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde... Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.


La segunda poesía es de Jaime Gil de Biedma, catalán de buena cuna y homosexual atormentado. Murió no hace mucho. Fíjense que palabras mas premonitorias para todo lo que le sucedió después.

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
                                                                                   Joaquín Yerga
                                                                                    


jueves, 16 de noviembre de 2017

Nunca subestimes un sueño.



Sentirse, ¡al fin!, maduro para ver las cosas

nada más que las cosas: el pan, el sol, la miel...

Ser nada más el hombre que deshoja unas rosas,

y graba, con la uña, un nombre en el mantel.

--Leopoldo Lugones--


Yo era el menor de mis hermanos, y por ahí llegaron mis desgracias pues, por serlo, me convertí en el preferido de mi padre que pensaba destinarme al cuidado de su vejez. 

Reconozco que siempre fui un soñador; horas me pasaba pensando en las musarañas, mientras mis hermanos se hacían cargo del ganado. En mi sueño más recurrente me veía a mí mismo como un Sol con las estrellas y la luna inclinándose hacía mi haciéndome reverencia. Ignoro el porqué de la escena, pero así era.

Con tan arrogantes sueños y porque además se los contaba a mis hermanos, estos empezaron a imaginarse cosas raras.. Tanto es así que llegáronme a coger manía, y hasta pensaron mandarme "al otro barrio,". Creían, con envidia pero no sin cierta razón, que mi padre me iba a dejar a mi toda la herencia y que ellos serian mis siervos.

Un buen día, estando todos en el campo con las ovejas aprovecharon para hacer de las suyas, pero en vez de asesinarme como era su primer deseo, me vendieron al mercader egipcio Putifar que pasaba por la zona, por veinte monedas de plata. A mi amado padre, ya muy mayor, le hicieron creer que me habían devorado las fieras, 

Y fui llevado a Egipto como esclavo, pero mis sueños seguían igual de reiterativos. 

La casualidad quiso que yo estuviera cerca cuando el faraón tuvo un sueño que se le repetía noche tras noche. Estaba ya el hombre tan agobiado que prometió fortuna y riquezas infinitas al que fuese capaz de interpretar esos inquietantes sueños. 

Como Putifar, mi patrón, conocía mis experiencias con éstas fantasías oníricas, se lo propuso al Faraón y, ¡mano de santo!, en un santiamén le descifré sus sueños. Le expliqué con detalles aquello de los siete años de vacas gordas y los siete de vacas flacas, que no significaba otra cosa que Egipto iba a tener una larga temporada de lluvias y buenas cosechas, pero que después vendría otra igual de larga de sequías y hambre.

El Faraón me hizo caso y triunfó, pues se cumplieron las profecías. Se guardó el excedente del trigo de los años buenos para los malos y se salvó el país. El Faraón cumplió sus promesas y me colmó de dádivas, riquezas y cargos políticos.

Pasado un tiempo y debido a esa pertinaz sequía, la penuria asolaba mi patria. Mis hermanos tuvieron que desplazarse aquí a Egipto a comprar trigo porque se morían de hambre. ¡Y aquí estaba yo al cargo de las reservas alimenticias del país!... Me informaron de su llegada..

Muy preocupado al verlos llegar sin Benjamín, el más pequeño de todos. No venía en la expedición y temí que lo hubieran matado o vendido como a mi, así que exigí que regresaran a su tierra y volvieran con él.. 

Eso hicieron, y después de unas cuantas interesantes anécdotas más (que la falta de espacio me impiden relatar) todos mis hermanos, y mi padre, que aun vivía, nos perdonamos y nos fundimos en un fuerte y duradero abrazo. Y colorín colorado…

Por cierto, yo me llamo José, y mi padre Jacob, vivíamos todos en Israel.. quizás ahora os suene mi historia...

Joaquin