domingo, 31 de diciembre de 2017
Y Dios creó a la mujer...
miércoles, 27 de diciembre de 2017
Permítanme un brindis...
Aunque no sea yo la razón de tu sonrisa, quiero verte sonreír.
(Anónimo)
Si me lo permiten, quiero en estos días tan especiales a punto ya de acabar el año levantar mi copa y brindar por algunas cosas; creo que hay motivos para ello.
Por ejemplo: brindo por nuestro país, porque a pesar del mucho empeño que ponen algunos para destruirlo, aun estamos aquí, juntos y en paz... Y mañana Dios dirá...
Brindo por mi suerte y por la de tantos compatriotas de mi generación, porque nosotros, que vinimos al mundo en un sitio aunque amable para echar raíces, en unos momentos tan difíciles de nuestra historia y sin embargo hemos conseguido entre todos hacer de éste, un lugar y un país digno de vivir en él. Les aseguro que la mayoría de los habitantes del mundo se darían de tortas por tener nuestra suerte...
Brindo, cómo no, por lo que solemos brindar en estas fechas, por la salud de todos y por la mía pues no debo quejarme, y aunque achaques propios de la edad asomen tímidamente la patita para fastidiar mi lozanía, qué menos que beber un sorbo de cava para festejar mis muchos años ya en éste mundo; sobre todo si considero que hasta hace no demasiado tiempo mi edad era ya la antesala de la senectud, y de la muerte...
Brindo, también, por las pequeñas cosas que rodean nuestras vidas y que hacen que éstas sean merecedoras de ser vividas, porque son ellas las que le dan sentido y hondura a nuestra existencia. Las grandes y ostentosas ensoñaciones solo sirven para dar un toque de vanidad, para confrontar y para presumir, y son tan efímeras como las flores del almendro.
Vuelvo a llenar mi copa y brindo ahora por los amigos. Por los que están, por los que se fueron... y por los que no quisieron. También por los que espero, ansioso, lleguen algún día. Sin duda son ellos los que armonizan nuestras vidas. Sin ellos seria imposible sobrevivir en tanta soledad. El mundo sin su compañía sería un páramo de desolación, una inmensa cárcel sin barrotes… y sin sentido.
Y brindo, ahora que no me ven, por la familia. Ellos son los verdaderos sufridores de mi ingratitud y egoísmo. Y porque, además, con la candorosa impresión de bondad y magnanimidad que les doy, son absolutos desconocedores de la aviesa y real naturaleza de su deudo. Sin duda, hay por el mundo padres más ejemplares y hombres mucho más dignos...pero bueno...
Y hasta brindo, si me apuran, por las redes sociales, tan amenas, tan masivas… y tan útiles cuando buen uso hacemos de ellas. Porque gracias a ellas nos damos a conocer, y nos tratamos… y nos queremos. ¿Cuántas personas tímidas y apocadas se han visto reconfortadas con el invento. ¿Y cuántas más se han podido asomar a un mundo desconocido e interactuar con sus habitantes en la facilidad de su móvil?
Y termino apurando mi copa en consideración y respeto por los amigos y amigas que demasiado a menudo pierden el tiempo leyendo las simplezas que escribo, pero que al menos nos sirve para intercambiar impresiones y para afianzar una amistad que nació en las redes pero que ahora va mucho más allá.
Se nos va, igual que entró, el 2018, y a pesar de todo hay que brindar por él. Ha sido éste un año tranquilo, si exceptuamos la matraca de los independentistas de siempre. Del resto de acontecimientos los habituales, demasiadas mujeres asesinadas por sus parejas, una cierta recuperación económica y los sueños de siempre por ser felices.
Dicho queda…
cosasdejoaquinyerga@blogspot.com
viernes, 22 de diciembre de 2017
Réquiem por Cataluña
Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta donde podemos hundirnos.
E.Cioran
Imagino que después de lo pasado el jueves en Cataluña todos estamos jodidos y muy defraudados. Es verdad que ha sido la primera vez que un partido no nacionalista ha ganado las elecciones autonómicas (Ciudadanos) pero lamentablemente ha sido la suya una victoria pírrica pues no nos vale para nada práctico.
Yo que pensaba que después de lo pasado con la economía, en donde mas de tres mil empresas han abandonado la región y otras tantas amenazaron con hacerlo si persistían en su empeño de independencia, muchos rectificarían. Y además creía, que con los partidos nacionalistas descabezados de sus lideres y después del bochorno generado, algunos se lo pensarían dos veces antes de votar. Pero ha sido grande mi error, confundí deseos con realidad y me he dado de bruces con la terquedad y el fanatismo de unos tipos debidamente inoculados de rencor.
Han sido muchos los informes y testimonios que vaticinaban la ruina de Cataluña. Por ejemplo que es mentira que iban a seguir en la Unión Europea y que nadie les iba a reconocer en el caso de una independencia unilateral, pero ha sido en vano han vuelto a las andadas.
La primera les salió de culo (con perdón) pues después de años de preparativos, de amenazas y de incumplimiento de las leyes, todo fue un fiasco. Miren si no: Puigdemont huido, Junqueras encarcelado y el resto encausados. Estos tíos, que les prometieron el cielo, les ofrecieron la luna y hasta les garantizaron la felicidad universal y que al final quedaron como el hazmerreir del mundo, sin embargo han vuelto a reincidir. Me temo que fanatizados o engreído emulan ahora a los antiguos hidalgos castellanos, que preferían honra sin barcos... allá ellos.
¡Quién nos lo iba a decir de los catalanes! Tan serios y prudentes ellos, con su seny y laboriosidad a prueba de bombas. Tan ricos, tan prácticos, tan pedigüeños...tan preocupados por la estabilidad general. Aun recuerdo las alabanzas que antaño les dedicábamos porque ellos no eran como los vascos, que estaban siempre a la greña con banda terrorista incluida y que les removía, por cierto el árbol para que otros recogieran las nueces. Ellos (los catalanes) estaban por la conciliación y el acuerdo, y a cambio de cierta pasta gansa apoyaban a cualquier gobierno que asentara sus posaderas en la Moncloa.
Pero, ¿Qué les ha pasado en estos años para que tiren por la borda su fama, sus caudales… sus éxitos? ¿Qué les hemos hecho para que antepongan una dudosa rentable independencia al progreso y riqueza actual? Me temo que algo gordo ha debido ser, pues conociéndoles y sabiendo lo bien que les iba chupando del bote decidan esta incertidumbre precursora, sin duda, de su ruina.
¿Y nosotros qué hacemos ahora? Y yo que pensaba que por fin íbamos a olvidarnos del Puigdemont de turno, que tocaba ya hablar de otras cosas, de otras preocupaciones, y mira por donde tendremos Cataluña para más de un lustro. Os aseguro que hasta el catalán como lengua me cae ya antipática y juro por lo más quiero que antes hasta me gustaba.
Las personas solemos tropezar dos veces, y más, en la misma piedra. Tropezaron los ingleses cuando decidieron activar el Brexit, porque ya se están arrepintiendo en vista del pésimo horizonte económico que les espera sin Europa. Ahora los catalanes, imbuidos de un equivocado orgullo supremacista, han vuelto a tropezar en su segunda piedra, y cuando se les pase el ardor nacionalista, mucho me temo, se arrepentirán, porque serán bastante más pobres para decidir nada.
En fin... que salga lo que Dios quiera, aunque podemos imaginar por donde van a ir los tiros. Si esta gente consiguen formar gobierno (lo harán pues aun siendo de distintos colores para esto se ponen de acuerdo) seguirán con su matraca. Y continuarán desviando ingentes cantidades de dinero para sus perversos fines. Y persistirán en los agravios o adoctrinando niños en su odio a España y así, sin prisa pero sin pausa, dentro de diez años en vez del cincuenta por ciento serán el setenta... y nosotros a lo nuestro, es decir, a despedazarnos unos a otros.
Dicho queda…
Joaquín Yerga
23/12/2017
La Iglesia y el Sexo
martes, 19 de diciembre de 2017
¿Conocéis a Jack?..
lunes, 18 de diciembre de 2017
Pero, ¿existe el Infierno?
viernes, 15 de diciembre de 2017
Algunas razones para perseverar en el boicot.
Cada uno de nosotros solo será justo en la medida en que haga lo que le corresponde.
Sócrates
Sé que lo que voy a escribir a continuación no es, digamos, políticamente correcto, ni me van a aplaudir mucha gente por ello, pero es lo que pienso y como tal he de confesarlo. Me consta que lo correcto sería decir lo contrario, tal y como algunos políticos nacionales manifiestan estos días, pero estoy convencido que el boicot a los productos catalanes (que de eso va el asunto) está dado sus frutos.
Y es que, imaginemos por un momento qué nos hubiera pasado si después de todo lo ocurrido y de todo el daño causado, las tres mil empresas que han abandonado Cataluña no lo hubieran hecho. O que la economía de ésta comunidad apenas se hubiese visto mermada, a pesar de la barbaridad que hicieron. Porque hay datos reveladores de que las dudas y posible marcha atrás o el despertar de las masas silenciosas antes oprimidas, es debido a la concienciación del resto de españoles que han puesto todo de su parte para no comprar productos catalanes, en la medida de lo posible.
Estoy convencido que nuestra mejor arma, (más incluso que le articulo 155) ha sido sin duda, el boicot. Gracias a él los españoles tenemos el mejor argumento para echar en cara a esta gente. Y le podemos decir con rotundidad que si persisten en la deslealtad se arruinan. Pensemos por un momento ¿Qué hubieran hecho los nacionalistas si después de declararnos la independencia a la fuerza su economía no se hubiera resentido? Pues yo se lo digo: Que hubiesen seguido adelante con muchos más motivos para dejarnos en la estacada. Y llegado a la conclusión, sin duda, de que no nos necesitan para nada.
Según últimos estudios un 25% de españoles no catalanes no compran sus productos. Y eso es mucho, y supone un gran desbarajuste para sus empresas. Al menos hemos obligado a un gran número de empresarios a que no les interese la independencia, aunque en el fondo de su corazón alberguen veleidades secesionistas.
Algunos intentan convencernos de que no hay que hacer boicot porque los artículos catalanes están fabricados con materiales del resto de España y eso nos afectaría a todos. Pero si pensamos que también los de Murcia o los de Valencia están igual de elaborados, sobra este argumento, porque, por ejemplo: es cierto que de una botella de cava catalán, el envase provenga de Toledo y el corcho de Cáceres, pero si en vez del espumoso catalán cogemos del estante del súper uno valenciano, ganamos todos, porque... el envase sigue siendo de Toledo, el corcho de Cáceres, pero el producto terminado de Valencia.
Sé que los catalanes (ayudados por los gobiernos de turno) han sido prolíficos en crear empresas. Y que han tenido un mercado virgen en el resto de España para vender sus productos. Eso les han hecho ricos. Y sé también, por tanto, que a veces es difícil encontrar un producto que no esté fabricado en Barcelona y su periferia, sobre todo de ciertos sectores como el farmacéutico, alimentación o limpieza, pero todo es ponerse.
Está claro que cuando los independentistas sean derrotados en la urnas, o desistan de declarar la independencia unilateral y lleguemos a un arreglo, no tendrá sentido el boicot, pero mientras las espadas estén en alto y ésta gente siga amenazando, sin duda es nuestra mejor defensa.
Por otra parte, y es un tema que apenas conoce el resto , los nacionalistas, bajo el argumento de consumir productos propios allí en Cataluña, en realidad lo que están sugiriendo es no comprar artículos del resto de España. Y os aseguro que llevan años haciendo feroces campañas de este tipo. Afortunadamente para nosotros ellos son pocos para hacer demasiado daño a nuestras empresas.
Visto el resultado, después de tantos años de privilegios dándoles todo lo que piden, y soportando sus menosprecios, ha llegado el momento de ser duros y aprovechar cualquier arma defensiva que tengamos a mano para poder enfrentarnos con ellos con alguna garantía de éxito. Y ya sabemos cómo les afecta el bolsillo.
Dicho queda.
P.D. Suplico hagan una excepción con el cava Freixenet, tan propio en estas fechas. Su dueño ha dado la cara el solito y desde hace tiempo en contra de la independencia.
Joaquin Yerga
16/12/2017
miércoles, 13 de diciembre de 2017
Yo acuso...
No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita.. y soporta luego la ingratitud
M. Unamuno
Corría el invierno de 1898, a punto ya de finalizar el siglo y en Francia un turbio asunto traía de cabeza a sus ciudadanos. Los periódicos bramaban en primera plana sobre la noticia y escribian de él sin parar. En la calle, en los bares y restaurantes era el tema principal de las conversaciones, nadie quería perdérselo. El escándalo alcanzó tal calibre que llegó a implicar incluso, a gran parte de Europa occidental.
Resulta que el capitán del ejercito francés Alfred Dreyfus fue acusado de espionaje a favor de Alemania. Se le juzgó y fue condenado a cadena perpetua, sin embargo sus familiares y amigos lucharon denodadamente para demostrar su inocencia. Después de un tiempo litigando con la justicia consiguieron involucran en el asunto al comandante militarista Ferdinand Walsin que resultó ser el verdadero culpable.
A pesar de la claridad del asunto el gobierno francés se negó en redondo a revisar el juicio con lo que el follón que se armó fue de aúpa. Dreyfus era judío y de izquierdas y el verdadero responsable del espionaje, el comandante Walsin, un prestigioso militar de derechas, al igual que el gobierno de entonces.
Así de alterados estaban los ánimos en el país vecino cuando saltó a la palestra el famoso escritor Emile Zola (conocido simpatizante de izquierdas) con su célebre carta abierta, publicada en el periódico L´aurore, y titulado “Yo acuso”, dirigido al presidente francés Felix Faure.
Sin ánimo de usurpar el contenido de esa carta, tan solo del contundente titulo pretendo servirme para acusar sinceramente y sin contemplaciones a los que entiendo han hecho, y lo siguen haciendo, un daño terrible al crédito y convivencia de los españoles.
Al igual que Emile Zola acusaba al presidente francés de connivencia con los sectores reaccionarios de la sociedad, al no querer reabrir el asunto Dreyfus, yo acuso a los nacionalistas vascos y catalanes de perturbar gravemente la convivencia en España.
Les acuso de aprovecharse de su riqueza económica (creada y aumentada a costa del resto de españoles) para considerarse más listos, diferentes y de paso exprimir al estado. Y es que han jugado con ventaja, pues esa riqueza conlleva inevitablemente mas posibilidades de progresar en todos los aspectos.
Y les acuso de maldad manifiesta porque, para ellos seguir sacando tajada de las supuestas diferencias han espolvoreado desconfianza en el resto del país hasta el punto de que nosotros mismos dudamos de la calidad de nuestra democracia. Llevan décadas diciéndonos que la nuestra es una democracia de baja calidad, o que el franquismo aun extiende su larga y siniestra sombra sobre el estado. Y todo esto porque no les dejamos ser independientes.
Y acuso, así mismo, a los independentistas y demás patulea de trabajar a fondo para que España nunca llegue a ser el país que queremos y necesitamos todos. Un país puntero en Europa en donde sea perfectamente compatible la más rabiosa modernidad con nuestras ancestrales costumbres. Sí, porque han hecho lo posible por denigrar y menospreciar tradiciones centenarias. Solo las suyas son dignas de admirar.
También les acuso de engañar al resto de partidos políticos (sobre todo a los de izquierda) haciéndoles creer que ellos han sido los verdaderos antifranquistas y por tanto son los únicos dignos de pactar cualquier ley que les favorezca, previo pago eso sí, o chantaje de suculentas cantidades. Cualquier historiador ecuánime nos diría que, ellos poco hicieron contra Franco, más bien al contrario, éste favoreció su despegue industrial. Incluso lo que aparentemente nació como una banda terrorista contra el franquismo, ETA, (alentada por algunos y comprendida por muchos) en realidad nació y se desarrolló contra nuestra joven democracia y los casi novecientos asesinados los cometieron, no con Franco, sino con A.Suárez, con F.González o con Aznar, todos presidentes democráticos.
Y les acuso de alta traición porque después de haber pactado todos juntos y refrendado después por los españoles un modelo autonómico definitivo, han conspirado incesantemente contra el estado durante muchos años, intentando socavar nuestra credibilidad. Ahora se dicen mayoría en sus territorios pero es injusto, pues han aprovechado nuestras leyes y candidez para adoctrinar y mentir sin pudor a generaciones enteras.
Por todo lo malo que nos pasa como país, por el enorme complejo que arrastramos de nación de segunda, por hacernos creer como vergonzantes nuestros símbolos patrios, por pervertir los verdaderos valores de nuestra izquierda y por la constante mala imagen que nos hacen arrastrar en el mundo, por todo ello y por mucho más, yo acuso a los nacionalistas de ingratos, perversos, y traidores, y los declaro culpables, por tanto, de la mayoría de nuestras desgracias.
Dicho queda.
Joaquín Yerga
14/12/2017
sábado, 2 de diciembre de 2017
¡Vuelve el superhombre! ¿Quim Torras?
Aquellos que vuelan solos tienen las alas mas fuertes.
Anónimo
Según el filosofo Friedrich Nietzsche, gran parte de los seres humanos (aunque no lo parezca) somos tan compasivos y humanitarios gracias al cristianismo. Ésta religión nos insufló unos valores que antes no existían. Acuérdense, en el mundo clásico y hasta la llegada de Jesucristo eran los fuertes los que subsistían y triunfaban, los perdedores y los débiles, por el contrario, estaban abocados a la servidumbre. Los griegos o los romanos admiraban la perfección y la belleza en los hombres, tanto física, intelectual o de poder, apenas se daba entre ellos indulgencias como la compasión o la lástima. Y menos aun la solidaridad, según la entendemos ahora.
Decía Nietzsche, que con la venida del cristianismo se trastocó todo, y los débiles tomaron el poder. Los esclavos y menesterosos, siendo mayoría en la sociedad, odiaban (lo siguen haciendo) a patrones y triunfadores, minusvalorando cuando no despreciando sus orgullos y arrogancias. Se decían prestos a obedecerles (no les quedada otra) pero despreciaban valores supremos como, moral, gloria u honor, más propios de la clase alta de la sociedad. Como los siervos son débiles promueven valores menores como mansedumbre y misericordia, y critican el egoísmo o la fortaleza, méritos exclusivos de los vencedores. Y es que según la biblia, Jesús dijo que los sumisos y humildes heredaran la tierra... Y entonces los pobres aprovecharon y se rebelaron.
En su famosa frase “Dios ha muerto” Nietzsche nos invita a liberarnos de la moral cristiana y recuerda a los hombres que con la muerte simbólica de Dios se iría al traste también con los valores del cristianismo, es decir, la compasión por los pobres o la solidaridad con los oprimidos. Y para rellenar ese vacío existencial tendría el hombre que volver a las virtudes innatas de principios de la civilización, o sea retornar a eso que él llamó el superhombre. Y que fueran los hombres fuertes, los guapos, los ricos o los poderosos, los que conquistaran de nuevo el mundo y no los débiles y sumisos sin nada que ofrecer, como hasta ahora había sido.
Esta filosofía que propugnó Nietzsche era muy peligrosa porque, aunque él no la defendió como incitadora de lo que vino después como el nazismo, éstos se aprovecharon de ella para cometer sus conocidas fechorías. No hay que olvidar que la base del nazismo fue la supremacía de la raza aria sobre las demás. Según ellos a los mas débiles como gitanos, judíos, o incluso latinos, habría que exterminarlos o que sirvieran poco menos de sirvientes para sus perversas apetencias, ¡Claro! que no sólo el nazismo se alimentó de las teorías de Niezsche, también los nacionalistas catalanes beben de ella cuando se dicen superiores al resto de españoles.
Sin llegar, por supuesto, al pensamiento supremacista de Niezsche ni al racista y xenófobo de los dirigentes nazis, muchos piensan hoy en día que en Europa y especialmente en España hemos sobrepasado la admiración y el prestigio a los débiles por el mero hecho de serlos, hasta el punto de dejarlos dirigir “de facto” la sociedad. Y todo en detrimento del verdadero motor de ésta que son los arrojados, valientes y triunfadores ¿Quizás envidia, o son los perversos efectos del catolicismo mas ultramontano que hemos mamado?. No olvidemos aquello que dijo también Jesús: "Es mas fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre el cielo". Y así a ver quién es el guapo que lucha por hacerse rico.
En la actualidad tal vez los que mejor encarnen el superhombre que sugería Niezsche sean los norteamericanos y su manera de vivir “Self-made-man” (hechos así mismos). Los europeos seguimos con la poderosa herencia del cristianismo, para lo bueno o para lo malo. Ya saben, cuestión de pareceres…
Dicho queda.
Joaquín Yerga
jueves, 23 de noviembre de 2017
Ocho apellidos extremeños..
domingo, 19 de noviembre de 2017
Algunas palabras...
La poesía no quiere adeptos, quiere amantes.
--Lorca--
La poesía es un género a menudo difícil de comprender por lo que muchos renuncian a leer. Pero hay, no obstante, poesías sencillas que llegan a casi toda la gente por muy iletradas que sean precisamente por su sencillez. A mi entender son éstas últimas más dignas de alabar porque entiendo que enlazar frases hermosas que lleguen tan hondo como para enternecer y en un lenguaje sencillo, es mucho más difícil de crear y componer. Y esto solo ocurre las menos de las veces, incluso entre los mayores genios.
No son estos buenos tiempos para la lírica, decía la letra de una famosa canción del grupo Golpes Bajos, tampoco para las humanidades en general, pues hasta la filosofía y literatura están en desuso. Pero hubo una época hace ya mucho tiempo que hacer versos era lo más grande y prestigioso de una sociedad. La poesía, más que la prosa, tenía un gran mérito entre aquellos medios culturales. Y digo más, también las clases populares apreciaban las composiciones poéticas como un método noble, sofisticado y emotivo de comunicación. Qué mejor manera de llegar a lo mas recóndito de los corazones de las personas que hacerlo con bellas poesías.
Han habido en nuestra literatura lírica algunos poetas excepcionales, pero tan solo aptos para una minoría de entendidos por el uso recurrente de metáforas. Me estaba acordando de Luis Cernuda, de Juan Ramón Jiménez o Rubén Darío. Sin embargo otros, justamente por su sencillez y hondura, han llegado más al gran público. Entre éstos últimos tenemos al gran Antonio Machado, a Jorge Manrique, o al híper-sensible, Bécquer.
Ojeando nuestro gran poemario nacional en castellano se me ocurre rescatar algunos versos, que entiendo por su calidad o sencillez, puedan ser útiles de releer a quienes se atrevan a abrir ésta página, por lo hermoso. Estoy seguro que muchos ya se han deleitado con ellos en alguna que otra ocasión, pero intuyo nunca viene mal volverlos a disfrutar. Para otros, sin embargo, será una grata novedad que espero sea como una puerta abierta que les estimule a indagar en nuestro archivo literario en busca de las muchas maravillas aun inéditas de nuestra lengua.
La de abajo es de Manuel Machado, el hermano desconocido del otro Machado, Antonio. Los separó la guerra civil como a tantas familias españolas. Manuel se quedó en el bando nacional. El otro, poeta mucho mas grande, murió republicano, en el exilio francés.
Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,
Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía…
¿Vicios? Todos. Ninguno... Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.
Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres... -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.
Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente...
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza...
Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo "chic" y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna
Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo...
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.
Es tarde... Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.
La segunda poesía es de Jaime Gil de Biedma, catalán de buena cuna y homosexual atormentado. Murió no hace mucho. Fíjense que palabras mas premonitorias para todo lo que le sucedió después.
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Joaquín Yerga
jueves, 16 de noviembre de 2017
Nunca subestimes un sueño.
Sentirse, ¡al fin!, maduro para ver las cosas
nada más que las cosas: el pan, el sol, la miel...
Ser nada más el hombre que deshoja unas rosas,
y graba, con la uña, un nombre en el mantel.
--Leopoldo Lugones--
Yo era el menor de mis hermanos, y por ahí llegaron mis desgracias pues, por serlo, me convertí en el preferido de mi padre que pensaba destinarme al cuidado de su vejez.
Reconozco que siempre fui un soñador; horas me pasaba pensando en las musarañas, mientras mis hermanos se hacían cargo del ganado. En mi sueño más recurrente me veía a mí mismo como un Sol con las estrellas y la luna inclinándose hacía mi haciéndome reverencia. Ignoro el porqué de la escena, pero así era.
Con tan arrogantes sueños y porque además se los contaba a mis hermanos, estos empezaron a imaginarse cosas raras.. Tanto es así que llegáronme a coger manía, y hasta pensaron mandarme "al otro barrio,". Creían, con envidia pero no sin cierta razón, que mi padre me iba a dejar a mi toda la herencia y que ellos serian mis siervos.
Un buen día, estando todos en el campo con las ovejas aprovecharon para hacer de las suyas, pero en vez de asesinarme como era su primer deseo, me vendieron al mercader egipcio Putifar que pasaba por la zona, por veinte monedas de plata. A mi amado padre, ya muy mayor, le hicieron creer que me habían devorado las fieras,
Y fui llevado a Egipto como esclavo, pero mis sueños seguían igual de reiterativos.
La casualidad quiso que yo estuviera cerca cuando el faraón tuvo un sueño que se le repetía noche tras noche. Estaba ya el hombre tan agobiado que prometió fortuna y riquezas infinitas al que fuese capaz de interpretar esos inquietantes sueños.
Como Putifar, mi patrón, conocía mis experiencias con éstas fantasías oníricas, se lo propuso al Faraón y, ¡mano de santo!, en un santiamén le descifré sus sueños. Le expliqué con detalles aquello de los siete años de vacas gordas y los siete de vacas flacas, que no significaba otra cosa que Egipto iba a tener una larga temporada de lluvias y buenas cosechas, pero que después vendría otra igual de larga de sequías y hambre.
El Faraón me hizo caso y triunfó, pues se cumplieron las profecías. Se guardó el excedente del trigo de los años buenos para los malos y se salvó el país. El Faraón cumplió sus promesas y me colmó de dádivas, riquezas y cargos políticos.
Pasado un tiempo y debido a esa pertinaz sequía, la penuria asolaba mi patria. Mis hermanos tuvieron que desplazarse aquí a Egipto a comprar trigo porque se morían de hambre. ¡Y aquí estaba yo al cargo de las reservas alimenticias del país!... Me informaron de su llegada..
Muy preocupado al verlos llegar sin Benjamín, el más pequeño de todos. No venía en la expedición y temí que lo hubieran matado o vendido como a mi, así que exigí que regresaran a su tierra y volvieran con él..
Eso hicieron, y después de unas cuantas interesantes anécdotas más (que la falta de espacio me impiden relatar) todos mis hermanos, y mi padre, que aun vivía, nos perdonamos y nos fundimos en un fuerte y duradero abrazo. Y colorín colorado…
Por cierto, yo me llamo José, y mi padre Jacob, vivíamos todos en Israel.. quizás ahora os suene mi historia...
Joaquin