miércoles, 29 de junio de 2016

Perdido en su memoria




Bien venga, cuando viniere,
la Muerte: su helada mano
bendeciré si me hiere…
He de morir como muere
un caballero cristiano.
Humilde, sin murmurar,
¡oh Muerte!, me he de inclinar
cuando tu golpe me venza;
… ¡pero déjame besar
mientras expiro, su trenza!
¡La trenza que le corté
y que, piado, guardé
(impregnada todavía
del sudor de su agonía)
¡la tarde en que se me fue!
Su noble trenza de oro:
amuleto ante quien oro,
ídolo de locas preces,
empapado por mi lloro
tantas veces…, tantas veces…
Deja que, muriendo, pueda
acariciar esa seda
en que vive aún su dolor.
… ¡Es que todo lo que me queda
del aquel infinito amor!
Cristo me ha de perdonar
mi locura, al recordar
otra trenza, en nardo llena,
con que se dejó enjugar
los pies por la Magdalena… 
Con tu desaparición
es tal mi estupefacción,
mi pasmo, que a veces creo
que ha sido un escamoteo,
una burla, una ilusión;
que tal vez sueño despierto
que muy pronto te veré,
y que dirás: “¡No es cierto,
vida mía, no he muerto;
ya no llores…, bésame!”. 
--Amado Nervo--

Algunos de los que lean esta historia pensaran de entrada, no es posible que a éste buen hombre le ocurran estas cosas y todas desagradables. Es cierto, reconozco que el asunto es un poco sorprendente, o no, según se mire.
Ciertamente éste no es un cuento de terror para distraer a cordiales lectores. Tampoco algo tan transcendental como para llegar a alterar gravemente la vida de un hombre, pero si real y tan humanamente importante como para complicarle una jornada que prometía ser moderadamente feliz.
Lo que detallo a continuación me pasó a mí personalmente, créanselo, pero le podía haber pasado a cualquiera..
A veces se encadenan una serie de circunstancias menores que luego, todas juntas, derivan en un gran disgusto para cualquier persona en un momento determinado. Y justamente eso fue lo que me pasó.Quiero contarselo tal cual ocurrió para no perder ni una gota de realismo de ésta, ya de por sí surrealista historia. Así se desarrollaron los hechos...
Bajé al garaje un poco aturdido. Ése día no encontré a nadie en el ascensor a pesar de ser una hora en la que es habitual ver gente. Pero me alegré, porque no suele apetecerme demasiado saludar tan temprano. Vivo con mi mujer en un coqueto apartamento de alquiler en las afueras. Se compone de dos habitaciones, muy soleado y con una plaza de garaje bien amplia en donde meto mi Audi sin ningún esfuerzo. El apartamento pertenece a una gran urbanización con aparcamientos comunes y vigilancia veinticuatro horas, con lo que disfrutamos de suficiente tranquilidad e independencia. Sin duda ése fue uno de los motivos de irnos a vivir allí..
--La noche anterior al día en el que ocurrieron los hechos no debí dormir bien. --siguió diciéndome mi amigo. --Supongo que el calor (era mitad de julio) y la hora tardía de acostarme tuvieron mucho que ver. --Llegué al parking, en el sótano y, confiado, me dirigí como de costumbre a por mi auto. No queda muy lejos de la entrada así que caminé los pasos necesarios para acercame a él..
Absorto en mis pensamientos, un poco antes de llegar al vehículo accioné la llave de apertura de puertas para ganar tiempo esperando oír el cliqueo del mecanismo de seguridad, pero, ésa mañana, ¡Demonios!. No escuché su sonido característico. Alcé la vista y miré con incredulidad hacia mi plaza¡No estaba mi Audi! ¡Había desaparecido!! Durante unos segundos quedé perplejo, sin reaccionar, parado justo donde debería estar mi coche.. Miré a mí alrededor por si me había equivocado de sitio o de planta, pero, ¡Qué va!. Cada una de las plazas tenía su número anotado en el suelo, y el mío era ése, no había dudas..
Dejé pasar un tiempo intentando coordinar ideas ---A ver si he tenido un despiste, no sería la primera vez.--pensé --No tardé mucho en darme cuenta que la cosa iba en serio, ¡me lo habían robado!. Recordé de repente que se rumoreaba hacía unos meses que habían desvalijado maleteros de vehículos  y trasteros. ¡Dios mío, han debido volver..! --Suspiré casi en voz alta.
Indeciso, sin saber que hacer ni por donde tirar me acordé de mi mujer. La llamé y le conté indignado lo ocurrido. Me sugirió que lo hablara en la portería y que después llamara al seguro. Y eso hice, en unos minutos puse al corriente al portero de lo sucedido.
Debido al disgusto quizás me excedí con él. Le reproché de malas maneras su desidia en la vigilancia del aparcamiento. El hombre se defendió como pudo y me advirtió que no era culpa suya que posiblemente habían hecho un duplicado del mando a distancia de la puerta y se “colaban” en el recinto a su antojo. Aludía a alguna banda de delincuentes extranjeros de las muchas que pululaban últimamente por la ciudad. La discusión había ido subiendo de tono y tan mal acabó la cosa que amenazó con denunciarme por mis malos modos y acusarle sin motivo...
Abandoné la portería contrariado y me dirigí a la comisaría de policía de la zona que no estaba lejos a denunciar el robo. Para esa gestión, digamos simple, perdí un par de horas pues había gente tramitando otros tipos de historias y los guardias estaban más bien espesos. Eran ya las doce de la mañana de ése penoso día, (lunes para más escarnio) cuando salí a la calle después de la odisea de la denuncia. Cogí un taxi y le indique al conductor la dirección de mi oficina. --Mientras me contaba mi amigo ésta última aventura noté, incluso, cómo se ruborizaba de indignación aun días después de haber sucedido.
--Una vez en en la oficina y con toda la tensión acumulada, evidentemente no era el mejor día para hacer amigos; cualquier cosa podía pasar.--prosiguió mi amigo-- A mi jefe a punto estuve de soltarle una fresca (por decirlo suave) cuando me reprochó llegar tarde. A González, el pelota del departamento, si le mandé directamente a la M…. Ganas tenia de hacerlo y no encontraba la ocasión. Mira por donde vino con bromitas de mal gusto, y precisamente ese día..
Al caer la noche y de vuelta ya en casa sólo me restaba darle algún tipo de explicación comprensible a mi mujer. Se apiadó de mí e intentó apaciguar mi inquietud, pero al saber que el seguro no cubría el supuesto de robo me recordó mi habitual dejadez además de distinguirme con unas cuantas “lindezas” de las suyas. Acabamos enfadados...
Después de cenar, sin ganas todo hay que decirlo, sonó el teléfono de casa, era la policía municipal. ¡Eureka, habían encontrado mi coche!!. Lo que sucedió a continuación (durante las oportunas explicaciones de los municipales con risitas incluidas) fue una de las situaciones de las que menos orgulloso estaré mientras viva.. Resulta que el Audi estaba aparcado en mi calle, justo enfrente de mi casa. La tarde anterior al día de autos, (domingo) dejé el coche casi en la puerta porque pensaba cogerlo enseguida para ir al centro comercial. Eso apalabré con mi mujer, solo que luego y por circunstancias inconfesables terminamos la tarde viendo una peli en la tele y no salimos más de casa. En mi descargo he de confesar que habitualmente dejo el coche en el garaje. Ése día fue una excepción que se complicó con el calor, la mala noche pasada, y mi habitual despiste. Ni que decir tiene que parte del martes lo dediqué a pedir disculpas, retirar la denuncia por robo, congraciarme con mi señora etc… Eso sí, de lo único que no me arrepiento es del exabrupto a González (el pelota)…
Realmente ésta historia más que increíble suena a bastante habitual ¿Quién no ha sufrido alguna vez en sus carnes algún despiste de este calibre? A mi amigo lo intenté consolar después de contarme la historia. Y le hice ver, además, que nadie está libre de estos desagradables contratiempos. Es más, le sugerí también y como moraleja con final feliz, que ésta historia sirviera para que seamos indulgentes con los despistados, que haberlos haylos, y muchos. Y de paso recordáramos que de inoportunos hechos como ésta nadie estará exento, jamás..O no..

                                         Joaquín 

jueves, 23 de junio de 2016

En la cuerda floja..




No voy a correr detrás de ti.
Y mucho menos huir de ti.
Estoy aquí, en el mismo lugar.
Tú ya sabes el camino…

La que te voy a contar, amiga, es una historia extraña. Sé que apenas la creerás por su inverosimilitud. Incluso pensarás que fue un mal sueño, una fantasía mía sin pies ni cabeza, sin embargo te puedo dar fe de su autenticidad..
Mira, no es un cuento al uso inventado para entretener a nadie, sino real como la vida misma. Me ocurrió a mí personalmente durante un cierto intervalo de tiempo y, créeme, ahora sé que le pudiera pasar a cualquiera en algún momento delicado de su vida.
Todo empezó en Sevilla, ciudad a la que me desplacé un día a realizar unas compras.. Después de aquello, ¡te lo juro!, no volví a ser el mismo, me transformé en otra persona, ¿más sensible? pues tal vez, pero también más desconfiado...
Recuerdo que cuando vi por primera vez a aquella mujer me impactaron sus largos y negrísimos cabellos. ¡Oh, qué mujer!. Fue en un centro comercial de la Estación de Armas, no muy lejos del puente de Triana, mientras esperaba al autobús que me trajera de regreso al pueblo..
Había entrado en el local con la intención de hacer tiempo. Pero un momento antes acababa de recibir un gran susto al cruzar la Avenida de Colón por un “paso de cebra” bien señalizado. Un vehículo, apurando su conductor la luz naranja del semáforo que se extinguía, dio un último acelerón y casi, me atropella. En un principio deseché cualquier conexión con aquella hermosa mujer. Luego verás que no.. 
Iba vestida con un pantalón negro muy ajustado. Se cubría el torso con un jersey de punto fino también negro, y tan ceñido que permitía a todo aquel que la miraba imaginar sus enhiestos pechos. Era una mujer tremendamente atractiva; la más bella que jamás vi..
Además del pelo y de su espléndida figura me impactaron sus enormes ojos negros, y sobre todo la mirada comprometedora que me dirigió. Llevaba una gran bolsa publicitaria de una tienda de moda asida de la mano. Pero aquel día no le di más importancia que la meramente casual..
Cuando poco despues volví a verla ¿casualidad? coincidió con otro incidente que sufrí. Una noche sentí un repentino y desagradable un dolor en el pecho y, aunque me asusté mucho pasó pronto y no le di más importancia. Ocurrió un sábado por la noche, un par de meses más tarde en una sala de cine de Mérida
Al salir del local distraído y comentando el pequeño percance con mi acompañante, tropiezo con una mujer, alzo la vista y la contemplo de cerca  ¡Era ella...! ..los mismos cabellos, los mismos ojos negros y la misma nariz afilada, perfecta... La miré, me miró, y puedo jurar que ambos nos reconocimos. Creí ver en su mirada un guiño de complicidad que no supe cómo calificar. Reconozco que desde lo de en Sevilla no había conseguido olvidarla..
Llevaba esa noche un liviano vestido oscuro de verano dotado de un generoso escote.. Contrastaba con su piel extremadamente blanca a pesar de lo avanzado de la primavera. Todo hacía de ella una mujer increíblemente bella y sugerente, pero enigmática y misteriosa a la vez. 
A partir de ésta segunda vez anidó en mi corazón un cierto temor desconocido hasta entonces. Algo oculto y extraño emanaba de su figura, ¿tenebroso? quizás pero a mí me cautivaba. Ésta vez no iba sola, le acompañaba un hombre joven, de unos cuarenta años y bien vestido; podría pasar por un alto y ajetreado negociante de cualquier empresa. Me impresionó de él la lividez de su cara y lo ausente de su semblante. Lo llevaba ella sujeto por el brazo.. Él parecía seguirla de manera inevitable. No le dije nada, no me atreví..
Y volví a verla, sí,  y te juro por Dios que me dio un vuelco el corazón al reconocerla.. Fue en un bar de la plaza de España de Zafra donde, como tú sabes, algunos viernes por la noche después de hacer la compra me gusta tomar unas cervezas antes de volver al pueblo. Estaba sola, sentada en una mesa frente a mi. Yo estaba en la barra. Lucía el mismo aspecto de siempre, majestuosa y lúgubre..
Sus ojos buscaron los míos. Con la intensidad de su mirada parecía sugerirme que me acercara, que fuera hacia ella, que me estaba esperando... Temeroso me resistí por unos instantes, a pesar de que algo irreprimible me empujaba hacia ella.
Yo había terminado mi cerveza y también estaba solo. Pagué la cuenta y giré la cabeza para coger mi chaqueta. Con ella en la mano intenté acercarme  con la intención de hablarle, me apasionaba aquella mujer, también la temía, y aun no sabía por qué...
Cuando quise llegar a donde estaba ella había desaparecido. ¡Su mesa estaba vacía!.. Contrariado le pregunté al camarero que si había visto salir a la hermosa mujer que hacía un rato ocupaba aquella mesa. Y con estupor le oí decir...
 -Señor, aquí no ha estado nadie. Ésta mesa está reservada para cenar todas las noches y desde hace unas semanas. La reserva una mujer que nunca se ha presentado. Eso sí, inexplicablemente antes del cierre aparece un cheque con el importe de la cena encima de la mesa.
Imagínate, amiga, salí del local aturdido por el impacto del incidente y haciéndome mil preguntas acerca de mi salud mental. Era ya noche cerrada  y apenas había nadie por la zona...
Caminaba hacia la calle de atrás en busca de mi coche cuando, ¡de pronto recibo un fuerte golpe en la cabeza que me hizo caer y rodar por la acera!  Perdí el conocimiento, no volví a sentir nada más... hasta que…
En el hospital de Zafra donde me llevaron y en la cama donde convalecía de la herida en la cabeza que me hizo un atracador, lo supe.. Sí, amiga pensarás que estoy loco o chiflado, pero un gran infortunio me corteja; una fatalidad ronda mis pasos. Ésa mujer, bella y seductora, pero diabólica, no busca mi amor, no, yo creo que es ¡¡LA MUERTE!!  Cada vez que me encuentro con ella algo grave me va a suceder
¿Premonición? ¿Mal presagio?, llámalo como quieras.. De momento ha prevalecido mi buena estrella. Han sido tres veces, tres, las que he tropezado con ella, y en todas bordeé peligrosamente el vacío. Pero, óyeme, aún te puedo contar esta historia con cierta serenidad, pues he salido airoso de todos sus encuentros. 
Sí, amiga, ahora soy consciente de mi fragilidad. Sin embargo me produce cierta quietud el hecho de haber pasado ya mucho tiempo sin saber nada de ella.. Aún así, ¡lo sé!, ¡todo es una locura!..
Ésta es mi historia. No sé cómo la verás tú ni qué pensarás de mi, pero te aseguro que fue como te la cuento.. Sólo espero que haya sido una mala racha, nada más..
Joaquín


martes, 21 de junio de 2016

Donde habite el olvido...

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul
¡Qué es poesía!, Y tú me lo preguntas?
Poesía…eres tú.
  (Bécquer) 


 Entre mis libros de cabecera uno de los que más aprecio le tengo, y  que guardo como oro en paño, es de poesía. No es demasiado voluminoso,  anda ya un poco ajado el pobre y con las tapas desgastadas por el tute que le doy. Recurro a él de vez en cuando, sobre todo, cuando mi estado anímico no es excelente. Cosa que sucede según épocas y circunstancias, como a cualquiera.
 El librito de mis desvelos lleva el enunciado...Tesoros de la poesía  en lengua castellana,  y digo recurro a él, porque me sirve de bálsamo emocional para tiempos atribulados.
 El tomo en cuestión recoge una recopilación de las mejores poseías en castellano. Las mejores  para su autor por supuesto, pero he de advertir que éste era, ni más ni menos, que  Rafael Alberti, que algo de poesía sabía.
 Como es obvio yo para la poesía soy un profano total, y más en su versión más lírica. Creo que  hay que nacer con ese don tan especial que entre otras cualidades te permite tener la sensibilidad a flor de piel para entender el entorno, y saber expresarlo después en medidos y complejos versos.
 Escribir en verso es un modo solo apto para maestros de las letras. Solo las personas verdaderamente sensibles, capaces de percibir  lo más sublime de todo lo que le rodea, son poetas. Si además poseen un vocabulario prolífico  y tienen después la capacidad de expresarlo de manera inteligible, entonces, y solo entonces  pueden ser  auténticos poetas.
Según mi punto de vista, (que será común)  buscar la frase con encanto que posea todo el sentido, aunque sea figurado, y dentro de las reglas del  obligado metraje poético,  es tarea de genios.
 Lo mío con la escritura es más prosaico, en definitiva más fácil. Escribir algún  corto relato o malos artículos sobre política está al alcance de cualquiera. Solo hace falta un poco de conocimientos generales, y echar mano de la tabla de sinónimos para no repetir adjetivos. Sin embargo, componer poesías es tarea casi-divina, tan solo al alcance de unos cuantos afortunados.
 No obstante una cosa es escribir poesía y otra muy distinta  admirar y gozar con la poesía que han creado otros, máxime, si estos han sido los grandes poetas ya consolidados de nuestra extensa  literatura.
 Estoy seguro que a mucha gente le conmueve un bonito y turbador poema. Desde siempre ha sido  ésta la manera más directa y emotiva de entrar en el corazón de las personas. Para describir un bucólico paisaje, o  una historia de desamor,  nada mejor que contarlo en versos.
 Pretendo  hoy, en este breve artículo, hacer mención de algunas de las mejores  y más sublimes  poesías  de nuestra lengua. Sé que no hay espacio suficiente en este par de folios  para detallar los versos completos, pero sí algunos pequeños trazos de ellos.
 Ya hice en otra ocasión una primera parte de nuestras mejores poesías. La expuse por orden cronológico. Ahora, en esta segunda parte,  retomo el mismo orden, y doy comienzo justo en donde terminé la anterior, en Antonio Machado, pero antes unas pinceladas de nuestros clásicos…

Recuerde el alma dormida,               
avive el seso y despierte,                 
contemplando,                                  
cómo se pasa la vida,                       
cómo se viene la muerte,                 
tan callando;                                      
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado                   
da dolor;                                                 
cómo a nuestro parecer                         
cualquier tiempo pasado fue mejor.

Nuestras vidas son los rios
que van a dar al mar
que es el morir;
allí van los señoríos 
derechos a ser acabar
y consumir;
allí, los rios caudales,
allí, los otros, medianos
y mas chicos
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
  (Jorge Manrique)   

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y  la escondida
senda por donde se han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
(Fray Luis de León)  

En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡Oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada
(S.Juan de la Cruz)

Madre yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado
pues de puro enamorado
anda continúo amarillo,
qué pues doblón o sencillo
hace todo cuando quiero,
poderoso caballero
es don dinero

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales,
y pues es quien hace iguales
al rico y al pordiosero
poderoso caballero
es don dinero

no pierde su calidad
pero pues da autoridad,
Al gañan y al jornalero
poderoso caballero
es don dinero.
(Quevedo)

Ándeme yo caliente
y ríase la gente
traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequilla y pan tierno,
y las mañanas de invierno,
naranjadas y aguardiente,
y ríase la gente.

Coma en dorada vajilla
el príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas
de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del rey que rabió me cuente
y ríase la gente
(Góngora)

                              
                                                              
Mientras haya unos ojos que reflejen 
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse  puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!
(Bécquer)



  Antonio  Machado…tal vez nuestro más importante poeta. Murió joven,  en el exilio, como tantos otros españoles represaliados  por nuestra inquina, o  supina  ignorancia. Ahí dejo un esbozo de otro verso en el  que, ya  dejaba entrever lo  que sucedería después…

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero  mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

O esta otra…

La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de  alma quieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja  y tahúr, zaragatera y triste;
esa  España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar de la cabeza,
aún tendrá luengo  parto de varones,
amantes de sagradas tradiciones.

 Si cambiamos la devoción a Frascuelo y María, y lo sustituimos por la también devoción  que sienten muchos por  extravagancias como  Sálvame… o… Gran Hermano… ¿En qué hemos cambiado?  
 Tenemos también a otro estupendo poeta y escritor, contemporáneo de Machado…  Juan Ramón  Jiménez  autor también del conocidísimo libro…Platero y yo.
   De éste magnífico poeta  onubense está siendo ahora su obra revisada, y… su talento reconocido como se merece.
Ahí  va un par de versos suyos…

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y  se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Se morirán aquellos que me amaron;
y  el pueblo se hará nuevo cada año;
y  en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostálgico.

 Pasando de puntillas por falta de espacio, que no de ganas, por Pedro Salinas… Cesar Vallejo… Jorge Guillen,  o  Gerardo Diego…. extraigo de este último la siguiente  muestra breve… del poema  El Ciprés de Silos

Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con su lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.

 Llegamos a otro de los más  grandes,  Federico García Lorca. Qué decir que no sepamos todos de Federico. Además de buen dramaturgo y escritor; uno de nuestros mejores poetas.
  Asesinado en mitad de nuestra lamentable guerra civil,  y es que arrastramos una historia reciente, para olvidar.
De la magna obra de este autor señalo solo una pequeña muestra de…Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías.

¡Que no quiero verla!
Dile a la luna que venga,
que no quiero ver la sangre
de Ignacio sobre la arena.
¡Que no quiero verla!
Por las gradas sube Ignacio
con toda su muerte a cuestas,
buscaba el amanecer
y  el amanecer no era.
Buscaba su hermoso cuerpo
y  encontró su sangre abierta.

 Otros poetas, también de la misma generación que Federico, y… que no debo dejar al menos de mencionar  son…Vicente Aleixandre… Dámaso Alonso…o… Borges…aunque  este último es más  conocido por su prosa. 
  Del extraordinario, y…atormentado Luis Cernuda… destaco estos dos versos…

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

 Y, ¿qué decimos del gaditano… Rafael Alberti?. Insigne poeta y diputado a cortes por el partido comunista a la vuelta del exilio.

Se equivocó la paloma, se equivocaba
por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo, que la noche la mañana,
se equivocaba.

 Y, ¿del chileno Pablo Neruda? Actualmente en revisión su muerte por sospecha de haber sido asesinado por orden de Pinochet.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada
y  tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche,
ella me quiso, a veces yo también la quería.

Y  ¿Altolaguirre?... o… ¿Luis Rosales? …intimo amigo de Federico… o ¿Gil de Biedma?, ya contemporáneo nuestro y… hasta llegar a otro de los genios,  Miguel Hernández,  y su…Elegía a Ramón Sije

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y organos mi dolor sin instrumentos
a las desalentadas amapolas.

daré tu corazón por alimento
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y  siento más tu muerte que mi vida

No perdono a la muere enamorada
no perdono a la vida desatenta
no perdono a la tierra ni a la nada

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
quiero escarbar la tierra con los dientes
y desamordazarte  y regresarte.

 También, y como tantos otros,  murió Miguel Hernández prematuramente por sus ideas políticas. Consumido por la pulmonía y la tuberculosis en una cárcel alicantina.
 Del pequeño resumen  que he hecho en este artículo he procurado no olvidar a los más importantes, aunque hay muchísimos más que por falta de espacio ha sido imposible hacer mención siquiera de ellos.
 La poesía es un arte tan elevado que suscita multitud de pasiones, además de: deleite, melancolía, romanticismo, nostalgia… o  seducción.
  Dicho queda...
                                                     Joaquín Yerga  
                                                         08/01/2016




jueves, 16 de junio de 2016

¡Es la política, estúpidos!




La política es tan emocionante como la guerra, y no menos peligrosa. En la guerra nos pueden matar una vez; en política, muchas veces.
Winston Churchill


Perdónenme de antemano por echar mano de un enunciado tan agresivo. Solo pretendo impactar, llamar la atención para que lean el articulo. Con el título simplemente hago referencia a aquella frase que utilizó Bill Clinton en su campaña electoral de 1992, y la traslado a la política, porque de eso va el asunto...
Supongo que para empezar a hablar de política en occidente tendríamos que contestar a las dos clásicas preguntas: ¿Qué entendemos por ser de derechas o de izquierdas? Pues les cuento...
Lo de llamar derecha a los conservadores, e izquierda a los socialistas y comunistas viene de lejos. Poco antes de la revolución francesa, en 1788, el rey Luis XVI convocó una asamblea de representantes para intentar solucionar la enorme deuda del estado francés. Los delegados de la nobleza y del clero se sentaban a la derecha del rey y los del pueblo llano a la izquierda; de ahí que a los partidos que reivindicaban más derechos para, digamos los humildes, se le engloben dentro de la izquierda. Sin embargo a los partidarios de mantener los suculentos privilegios de los poderosos, nobleza, aristocracia, o incluso el clero (hay que recordar que estos tres últimos estamentos no pagaban impuestos) se les cataloguen como conservadores o derecha.
Evidentemente esto ya no es exactamente así porque, siendo bien pensados y partiendo de la base de que todos los partidos desean el bienestar de su pueblo, la diferencia radica, tan solo, en la forma de aplicar las diferentes políticas que existen.
La izquierda sostiene unos postulados que pasan por implantar un estado fuerte imponiendo gruesos impuestos a los mas ricos (realmente estos serian unos pocos, el resto sería desde la clase media a la más alta) y luego redistribuirlos entre los más menesterosos a través de diferentes conceptos: seguridad social universal y gratuita, también la educación y otras dádivas como subvenciones y demás subsidios. Entiendo que esto pudiera sonar a música celestial a mucha gente, pero según los expertos económicos si se grava demasiado, tanto a las empresas como a la clase media que son los más emprendedores, corremos el riesgo de que huyan a otros lugares Además muchos piensan que con subvenciones a tutiplén fomentamos inactividad y conformismo.
Por la otra parte, la derecha apuesta por un estado reducido (menos funcionarios) en donde se precise menos dinero para costearlo, y por lo tanto necesite recaudar menos impuestos. Evidentemente la calidad de los servicios que se prestaría seria menor pero según su lógica habría más dinero en poder de los ciudadanos y las empresas, lo que conllevaría más trabajo, menos burocracia y más libertad de emprendimiento. Estas dos maneras de entender la economía tienen sus matices, y generalmente se aplican con estos en la mayor parte del mundo civilizado. Si mezclamos lo mejor de la izquierda con lo mejor de la derecha nos da como resultado las dos versiones más utilizadas.
Si la porción de la izquierda que cogemos es la más importante en esa mezcla tendríamos la socialdemocracia. Los países en donde más se aplican estas políticas son: Suecia, Noruega, Finlandia, Francia o Nueva Zelanda, por nombrar los más importantes. Por cierto, a sus habitantes no les va nada mal en cuanto a bienestar.
Si por el contrario lo más abundante de esa combinación es la derecha, hablaríamos entonces de sistema conservador o liberal, habitual en los siguientes países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia o incluso Alemania. Tampoco viven tal mal sus ciudadanos, porque hay que reconocer que en países de gran tamaño es muy difícil aplicar el estado del bienestar óptimo.
En España estaríamos a medio camino pero con ínfulas de llegar a ser socialdemócratas en cuanto tengamos dinero. Por nuestra propia idiosincrasia nos apuntamos enseguida al todo gratis sin preocuparnos exactamente quien paga la fiesta. Estas dos formas, y sus derivadas de entender la economía sería el fundamento principal de la cuestión política, y lo comprensible pues es lo que más afecta a los ciudadanos. El dinero, y con él la riqueza de un país es clave porque todo lo demás depende de ello. Sin dinero no hay sanidad, ni educación ni nada.
Hasta aquí estaría bien claro el concepto Izquierda y derecha. Otra cosa es lo añadido en los últimos tiempos, especialmente en nuestro país, y que a veces me resulta incomprensible. Me explico.
Un ciudadano español que entendiera que la política de izquierda iría mejor con sus intereses, además de estar de acuerdo con las directrices económicas que marca esta ideología, debe ineludiblemente apechugar también con lo siguiente:
Estar a favor de los derechos de gais y lesbianas, ser propalestino y prosaharaui, antinorteamericano, odiar a los ricos (empresarios o emprendedores), anticlerical, partidario de cerrar centros comerciales y tiendas los sábados por la tarde y domingos, partidario de meter en la cárcel de por vida (cuando no fusilarlos directamente) a los que cometen delitos económicos, y si embargo de laxitud penal con los delincuentes habituales. Ser también feminista militante, antijudío, simpatizante del Barsa, o del Atleti, (hay excepciones ¡claro!) tratar con benevolencia a los partidos nacionalistas aunque sean de derecha y racistas, darle repelús la bandera española, y no identificarse con el patriotismo español, sino ser ciudadano del mundo.
No obstante si el españolito en cuestión, en asuntos económicos es partidario del segundo apartado (liberal o de derechas) inevitablemente lleva endosado también los siguientes sambenitos: De entrada ser facha, machista, santurrón, centralista, insolidario, racista, nazi, desmantelador de los servicios públicos, odia a los idiomas del país que no sea el castellano, ansía que las clases bajas sean analfabetas y pasen hambre, odia a los inmigrantes etc. etc.
Por mi parte me niego a asumir semejante razonamiento. No puede ser que una persona instruida y libre de pensamiento y acción tenga que estar englobada en cualquiera de estas dos opciones reduccionistas posibles.
Afortunadamente yo debo ser una "rara avis" porque me puede mi espíritu libre. Y es que en economía prefiero ser liberal, aunque no hago ascos de la socialdemocracia, partidario del mercado libre en donde predomine lo privado porque entiendo que funciona mejor que lo público por razones obvias, salvo las loables excepciones de una sanidad fuerte, una educación de calidad gratuita y unas pensiones dignas.
Así mismo me gustaría que en España hubiese un estado más pequeño pero fuerte, capaz de redistribuir razonablemente la riqueza. Además soy un patriota sin complejos, me gusta mi país a pesar de sus defectos que son muchos, proclive al estado actual de las autonomías pero sin ceder ni un ápice al bien general.
En cuestiones sociales respeto profundamente los derechos de todos incluidos los que tienen otras opciones sexuales mas minoritarias… ¡Hasta ahí podíamos llegar!... todo el mundo es libre de hacer con su vida lo que guste. En religión inclinado a separarla del estado. Entiendo que esto entra en el terreno personal, que cada cual practique lo que desee siempre que no perturbe al prójimo. Admiro, por otra parte, muchas aptitudes de los norteamericanos porque son emprendedores y gracias a ellos tenemos internet, ipads, móviles, automóviles y aviones modernos, medicinas punteras etc. de lo que nos aprovechamos todos, los de derecha y también los de izquierda. No olvidemos tampoco que gracias a ellos tenemos democracia en Europa, su ayuda fue vital en las dos guerras mundiales. Por el mismo motivo aprecio a los judíos y me solidarizo con ellos por lo que han sufrido en el pasado.
Por seguir con el asunto debo decir que de los palestinos comprendo y apoyo que necesiten tener su nación libre, al igual que al resto de los musulmanes moderados que aspiran a vivir dignamente en sus creencias como no podía ser menos, exactamente igual que el resto de culturas y civilizaciones.
Además idealizo una España con una justicia independiente, justa y rápida en la que todos seamos iguales, sin distinción de ricos y pobres, pero apoyadas con unas leyes quizás un poco más duras con los delincuentes reincidentes que han optado por dedicar su vida al robo y otras fechorías, y que amargan la vida, por cierto, a muchos confiados compatriotas. También exijo más rigor en la persecución y penas más duras para los nuevos delitos de guante blanco.
Considero, también, personas desinformadas y con poca cultura a los racistas. Se sabe con certeza que todos los seres humanos procedemos de un tronco común de no demasiada antigüedad. Nuestro cerebro, y con él, el  99% de los genes son idénticos en cualquier raza, solo una mínima parte de estos y por razones de adaptación al medio nos hace diferentes, el resto es de tipo cultural o económico. Por esta misma razón demando una  igualdad absoluta entre mujeres y hombres en derechos y obligaciones.
Así podría seguir durante muchos párrafos más, aunque básicamente lo que pretendo reivindicar es que una gran proporción de españoles nos negamos a que nos encasillen en alguno de los dos bandos o facción antes descritos. Por cierto, soy madridista desde pequeño, en mi barrio era lo que se llevaba (podría haber sido igualmente del Atleti pero ya intuí los futuros disgustos jeje) así que, seguro que muchos tendrían claro en qué bando me colocarían… O no.
                                          Joaquín Yerga
                                           22/10/2014