Blancas
manos de ensueño que cuidasteis
del
jardín de mis últimos amores,
¿por
qué, por qué dejasteis
secar
las ramas y morir las flores?.
--Francisco
Villaespesa--
Este de abajo es un relato basado en hechos irreales, Cualquier parecido con la cotidianidad es pura coincidencia. Se trata de un diario íntimo y personal y como tal debe ser considerado y respetado.
Querido
Diario:
Martes 3 de septiembre.
Hoy, paseando por la zona, he creído haber visto humo saliendo de un agujero
próximo al Cerro Gordo, en la Miranda. Espero que mis predicciones
fallen y solo sea una falsa alarma, pero no las tengo todas conmigo.
Viernes
6 de septiembre.
Anoche leí en alguna parte de la
existencia de un ramal de la placa tectónica africana en el subsuelo de Fuente de Cantos, y hasta la posibilidad de
que ésta choque con la placa europea, lo que provocaría un gran
terremoto y erupción de volcanes. Pero aún soy optimista, quiero creer que ese humo que veo
desde hace unos días, se deba a otras circunstancias.
Sábado
7 de Septiembre.
Mis peores augurios se están
cumpliendo, existe un volcán dormido desde hace miles de años bajo el suelo del Cerro Gordo. Lo he leído en un libro de geología. Incluso creo
que puede reventar de un momento a otro.
Domingo
8 de septiembre.
Esta mañana he madrugado y me he acercado a la
zona. Acabo de ver ya una gran columna de humo negro.. Es dantesca
la visión. Me he asustado. Voy ahora mismo al Ayuntamiento a avisar
de esta terrible circunstancias. Aunque la gente, celebrando la
festividad de la Hermosa como está, poco caso me va hacer.
Lunes
9 de septiembre.
A pesar de todo, anoche se celebró la Puja, pero noté cierta preocupación entre la gente. Hoy todo el pueblo está avisado y expectante.
Algunos aún no se creen lo terrible de la situación y achacan lo del humo negro a una antigua mina de carbón.
Martes
10 de septiembre.
Esta noche mientras dormíamos, un cráter,
cerrado e inadvertido posiblemente durante milenios, ha abierto un
boquete por el norte y la lava rodea ya al pueblo. ¡No tenemos
posibilidad de escapar!.. ¡Estamos todos asustados,
atemorizados!.. La humareda que envuelve al pueblo hace imposible
que nadie llegue a rescatarnos, ni por tierra ni por aire.. ¡Las
telecomunicaciones han fallado!... ¡¡Dios nos ampare, estamos aislados!!..
Martes
10 de septiembre, diez de la mañana.
Las campanas de la
torre tocan a arrebato sin cesar desde bien temprano.. Tañen el bronce con sonido a muerto.. Las
cenizas han formado una fina capa sobre calles y tejados; el ambiente
en el pueblo es lúgubre, siniestro.. triste..
Martes
10 de septiembre, cinco de la tarde.
Me cuentan de mujeres y hombres
abrazados a sus hijos llorando desesperadamente en sus casas. Las
puertas de la Parroquia y de la Hermosa están
abiertas de par en par, mientras decenas de mujeres enlutadas entran
y salen con la cara de espanto reflejadas en sus rostros. Desde
el púlpito, el cura arenga a la multitud congregada. Con el ceño
fruncido señala y amenaza con su dedo índice a los asustados
feligreses; les conmina a rezar y pedir perdón por los muchos
pecados cometidos; a ellos culpa del desastre.
Martes
10 septiembre, ocho de la noche.
Recitando cánticos religiosos sube por la calle Llerena una
procesión con el Cristo Crucificado. Un grupo de hombres atemorizados portan la efigie. Se cruzan a la altura del Zaguan
de la Plata con otra de mujeres que baja con la Virgen
de la Hermosa a cuestas. Suplican piedad a la Madre de Dios.
Algunas, visiblemente afectadas, se rasgan sus vestidos mientras
gritan al unísono ¡¡Misericordia!!.¡¡Misericordia!!..
Martes
10 de septiembre, nueve de la noche.
¡¡Esto es el fin!!. por calles, oscurecidas por el humo, de Cuatro Caminos y
por callejones solitarios del Caño y
del Canal, grupos de jóvenes casi borrachos y
“ciegos” de mariguana han dejado su último Botellón y se
entregan a orgías desenfrenadas; fornican sin parar, ¡y discuten!,
¡y pelean!, ¡y se apalizan!. Son conscientes del poco tiempo que
les queda y quieren aprovechar..
Martes
10 de septiembre, diez de la noche.
¡El pueblo permanece efervescente, trágico!; ¡Ya no hay tiempo! ¡No hay
solución! ¡¡Esto se acaba!!. ¡¡El volcán amenaza!!.. A lo lejos, en la
carretera, oigo derrapar un coche de alta gama; posiblemente robado a
su legítimo dueño. Alguien que intenta una imposible huida después
de cometer alguna fechoría.. En el Calvario algún
pendenciero que se la tenia jurada aprovecha el dislate y acaba de
matar a palos a un odiado vecino. Me lo acaban de comunicar.
Martes
10 de septiembre, once de la noche.
Los bares y las tiendas están
saqueadas. Algunos glotones henchidos de gula zampan los manjares que
soñaron, y robaron ¡Ya da igual engordar.! ¡Y hasta algún depravado violador acecha en la oscuridad de la Plaza o la
calle Martínez, a asustadas chicas que, gritando,
buscan a sus madres en la Iglesia o en la procesión.. ¡¡Dios, qué terrible situación!! ¡¡El Apocalipsis!!..
Martes
10 de septiembre, doce de la noche.
Hace ya unas horas que los
policías municipales han huido a sus casas a proteger a sus
familias, ¡No hay control ni seguridad!.. Incluso los guardias
civiles, desbordados por el terror, han desertado del cuartelillo. ¡Nada hay ya que proteger!.
Miércoles
11 de septiembre, una de la madrugada.
¡¡Dios mío, lo veo lo
veo!!, ¡¡Desde mi azotea veo al volcán vomitar lava a lo bestia!!
¡¡Mirad, mirad el volcán, el humo alcanza el cielo!!.. ¡Se presagia el final!. ¡¡Está a
punto de estallar!!. ¡¡¡Qué horror!!!...
Miércoles
11 de septiembre, una y media de la madrugada. .....
Postdata..
Este
de arriba es el diario de Joaquín Yerga. Se encontró entre las
escasas pertenencias que pudieron rescatar sus familiares. Fue
después de anunciar una hecatombe a producir por un supuesto volcán
"Cerro Gordo". Sus paisanos, en masa, entraron en su
casa y le sacudieron de lo lindo. Se desconoce su paradero..