domingo, 31 de enero de 2021

Ilusiones y esperanzas..

                                                                                    



¿Dónde volaron, ¡ay! aquellas horas

de juventud, de amor y de aventura,

regaladas de músicas sonoras,

adornadas de luz y de hermosura?

¡Ilusiones que llora el alma mía!

¡Oh, cuán suave resonó en mi oído

el bullicio del mundo y su ruido!.

Los años de la ilusión pasaron,

las dulces esperanzas que trajeron

con sus blancos ensueños se llevaron,

y el porvenir de oscuridad vistieron.

--Espronceda--



Dijo una vez, Eduard Douwes, un buen escritor holandés del siglo XIX: “Las ilusiones perdidas son verdades halladas”. Y hablando de ilusiones perdidas, no sé ustedes, pero yo constantemente me las voy creando, y perdiendo poco después (la realidad se impone) y, aunque suelen ser de poca envergadura, las necesito para ir tirando...

Entiendo que todos y cada uno de nosotros hagamos lo mismo, es decir, cada cual se agarrará a sus pequeñas satisfacciones y gozos que compensen los continuos disgustos cotidianos. No comprendería que algunos no tuviesen las suyas por muy mediocres que fueran...

Es obvio que no debemos tener ilusiones desmedidas y confiar en ellas a rabiar, porque luego si no se cumplen, y aunque se cumplan, nos venimos abajo emocionalmente. Supongo que el secreto es no dejarse hundir en la desesperanza e ir a por otras que compensen, porque haberlas siempre haylas...

Las ilusiones perdidas son hojas, ¡ay!, desprendidas del árbol el corazón” Esto lo decía nuestro paisano Espronceda, pero, ¡claro! él era el paradigma supremo del romanticismo y todo lo veía con ojos sensibles de romántico enamorado. Por cierto, su mayor ilusión era ser correspondido por Teresa, su amante. Sin embargo ésta, a pesar de haber tenido a una hija clandestina con él, le abandonó por su legitimo marido. A la muerte de Teresa, y pasado el desconsuelo por su desaparición, le dedicó uno de los más sublimes cantos románticos de nuestra literatura, “A Teresa”... No tardó demasiado en reunirse con ella, allá, en el Paraíso de los amantes despechados..

Fijaros qué recomendación nos dio alguien una vez: “Nace y vive con ilusiones, pero muere con recuerdos, no con sueños” Personalmente creo haber entrado ya en está última fase.

Joaquín



Cuando éramos alguien...

                                                                                 



He cometido el peor de los pecados

que un hombre puede cometer. No he sido

feliz. Que los glaciales del olvido

me arrastren y me pierdan, despiadados.


Mis padres me engendraron para el juego

arriesgado y hermoso de la vida,

para la tierra, el agua, el aire, el fuego.

Los defraudé. No fui feliz...

--Borges--



El embajador español pidió audiencia al Papa Gregorio XIV para tratar unos asuntos.

Gregorio XIV era un tipo desabrido y vanidoso, apenas prestaba atención a lo que nuestro diplomático le decía con ahínco y preocupación.. ¡Nada, nada, el tipo perdía el tiempo manoseando un valioso gatito de angora y mirando las musarañas!..

El embajador, D. Francisco de Álava para más señas, irritado por la descortesía del Sumo Pontífice, cogió al gato con determinación y lo tiró al suelo.. 

--¡Oh, cómo se atreve!--

El Papa, cabreado, le arrojó una campanilla de oro macizo que tenia sobre la mesa. 

D. Francisco. con aplomo y sin inmutarse se la devolvió después de haberla besado, diciéndole: Algún día ésta campanilla tendrá que pregonar nuestra fama en el mundo.. E inmediatamente abandonó la audiencia. 

Dicen que el Papa, pasmado, ante tal osadía, soltó por lo bajines: ¡No se puede negar que éste hombre los tiene bien puestos!... 

Claro, que les hablo del siglo XVI, cuando éramos alguien en el mundo..

Joaquín




sábado, 30 de enero de 2021

Un lugar en Fuente de Cantos..

                                                                                 



Acaso en la primavera

no florezcan los rosales,

pero florecerán en la otra primavera.

Acaso en la otra primavera

todavía no florezcan los rosales...

Pero florecerán en la otra primavera.

--Dulce María Loinaz--



La de vueltas que da la vida. Digo esto y, aunque lo soltamos a menudo sin mucha convicción, es una verdad como un templo. Lo que hoy es una cosa ayer fue otra muy distinta y mañana lo será aún más si cabe. Me estaba acordando, mientras pensaba en esta manida frase, en el devenir de las personas y en lo que se cambia en unos pocos años Sí, lo sabéis, se cambia en salud, en riqueza, en bienestar, en el amor, en la manera de pensar o en las prioridades; en fin, en todo. Y no digamos en éste último año..

Pero si cambiamos la personas cómo no va a cambiar el mundo, y los países, y la ciudades y hasta los pueblos, aunque parezcan inamovibles e imperturbables. Por ejemplo, Fuente de Cantos, pareciera que toda la vida ha sido como es, y eso que, en general, al ser un pueblo ha cambiado menos que las grandes ciudades.

Todos guardamos en la retina la imagen panorámica del pueblo, con nuestra Iglesia de la Granada, inmensa mole, y la elegante Torre de granito, con sus cuatro campanas en las alturas presidiendo el paisaje urbano, y las cigüeñas, ¡claro!, pero no siempre fue así.

Esa foto fija que tenemos en la mente los fuentecanteños de nuestro pueblo, es así sólo desde mitad del siglo XVIII. En esa fecha se agrandó la iglesia y se levantó la Torre que vemos ahora, pero hasta ése siglo teníamos una iglesia más bien modesta en comparación, y digo modesta por no decir raquítica. 

Mirad: aquella vieja iglesia, que estaba bajo la advocación de Santa María, constaba de tres naves no muy grandes con techos de cantería y madera. A los pies, una tribuna de madera, un órgano y la pila de bautismo. Por el lado que daba a la plaza sobresalía un portal elevado cubierto, de ladrillos, y al lado un campanario y una Torre, muy bajita y de ladrillo también. Eso si tenia dos campanas y un esquilón. En su interior cuatro altares en medio de la capilla central. Las principales y más reverenciadas imágenes eran: Santa María del Antigua, Santa Catalina, San Juan y San Bartolomé. La talla de San Isidro, ni estaba ni se le esperaba, todavía. En ésa lejana época aún no se le había ni santificado, y menos ser patrón de los labradores..

Pero si esa era la iglesia principal, imaginaros el otro gran símbolo del pueblo, la Ermita de la Hermosa. Pues qué decirles de cómo era antes de ese siglo; una capillita de poca monta a las afueras. Constaba de un edificio modesto precedido de un corral descubierto. El cuerpo de la iglesia era de tres naves pequeñas con arcos de ladrillos y techo de madera y tejas. Luego, el pueblo creció y tuvieron que designarla parroquia, junto a la de abajo, para atender a tantos fieles. Mas tarde volvió a ser ermita. Eso sí, la imagen de la virgen siempre ha sido muy venerada..

Coquetas ermitas teníamos entonces para dar y tomar. La de los Mártires, al final de la calle del mismo nombre, estaba bajo la advocación de los santos San Sebastián San Fabián. No era muy grande y estaba precedida por un corral tapiado. Constaba de cuatro modestas naves con techo de madera y tejas y con varios altares en su interior.. Las paredes estaban pintadas con historias de la Biblia. Se mantenía a base de limosnas.

Ermita de la Misericordia, aún existe el habitáculo. En un inventario de 1852, el interior constaba de un altar de madera con el apostolado pintado de rojo y sobre él la imagen de Ntra. Sra. del Candelero. Parte del retablo se trasladó a la Parroquia.

Otra ermita era la de San Benito, en el camino de Valencia del Ventoso. Tenia una longitud de cinco tramos y una enorme puerta de madera de roble daba acceso al interior, donde existían tres altares.

La ermita de San Julián y San Blas, también era de modesta construcción. Al lado de ella sobresalía la casita del ermitaño encargado de su mantenimiento, un pequeño cementerio y pegado a él un huerto. Estaba situada al final de la calle San Julián. 

La ermita del Santo Cristo, en la calle Olmo fue arrasada en la guerra civil y sus restos repartidos luego entre el convento, la Parroquia y San Isidro (púlpito y campana). 

De la ermita de la Aurora aún nos queda su espadaña, tan vistosa. y de la ermita de la  Esperanza, en la calle del mismo nombre, sus objetos sacros se repartieron por otras instituciones religiosas.

La ermita de Santa Lucía y Santa Victoria tenia dos altares uno para cada santa. Estaba dentro del pueblo, en lo ahora es la calle Santa Lucía y constaba de tres recoletas naves precedida por un corral.

La ermita de Santa Ana, en la actual calle Olmo, era una antigua sinagoga judía. Al ser expulsados de los judíos de España en 1492, un grupo de vecinos, por su cuenta y a base de limosnas, la transformaron en iglesia.

La ermita de San Marcos situada a la entrada del camino de Segura de León, tampoco se trataba de una gran construcción. Con el tiempo se declaró en ruinas por falta de atención y en su lugar se levantó el convento de San Diego.

La ermita de San Juan de Letrán fue de las más nuevas en el tiempo. Se fundó en el siglo XVI, en el camino de Calzadilla de los Barros. Sin embargo la que vemos ahora es sólo la capilla del convento de las monjas franciscanas concepcionistas que hicieron en el lugar, que luego se trasladaron a lo que ahora es la casa de cultura y el ambulatorio, para más tarde desaparecer con la desamortización.

Fuera del pueblo, más alejadas, aún contábamos con las ermitas de San Juan de la Puebla, situada en lo que es la dehesa de la Mata; la ermita de San Bartolomé del Villar, a media legua, en el camino a Medina de las Torres (Sabemos de ésta que a su alrededor había unas casas y unas viñas que pertenecían al misma ermita,) y la ermita de San Bartolomé de Aguilar, de dimensiones reducidas y con un cementerio a su lado. Como ven, lugares de culto no faltaban en Fuente de Cantos, pero eran cosas de otros tiempos. Ahora los parroquianos nos solemos reunir en otros lugares que en vez de altares tienen mostradores, y se llaman bares.. En fin..

Joaquín




Aquellos jóvenes fuentecanteños...

                                                                                   




Atiborrado de filosofía,

por culpa del afán que me devora,

yo, que ya me sabía

dos gramos de vivir, nada sé ahora.


De tanto preguntar

el camino a los sabios que pasaban,

me quedé sin llegar,

mientras tantos imbéciles llegaban.

--Amado Nervo--



Hay una cita muy famosa atribuida al gran filosofo Sócrates, el padre de todos los filósofos que en el mundo han sido, que dice: “En cuanto a mí, sólo sé que no sé nada”.. Tremenda frase. Contiene ésta en sí misma un mundo de sabiduría y humildad. 

Sócrates estaba considerado el hombre más sabio de su tiempo, el tipo al que todos escuchaban con atención; al que más tenían en cuenta a la hora de aceptar y reconocer sus consejos, pero...

Sócrates, en su humildad, a pesar de estar en sapiencia muy por encima de los demás, se consideraba un individuo que no sabía apenas nada. Es decir, era consciente que un sólo hombre, en comparación con el universo, inmenso y desconocido; con la naturaleza y sus misterios indescifrables y ante la mente humana, tan compleja, es una mota de polvo, un ciego, un sordo a bordo de una barquichuela al albur de una tempestad en medio del océano.

Sandra Carey, famosa escritora norteamericana asegura.. “No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir”...

Quizás acierten cuando dicen que tenemos la generación de jóvenes mejor preparada de la historia, es posible, pero yo les sigo echando en falta conocimientos generales e inocencia, mucha inocencia..

Los jóvenes fuentecanteños de mi época, es verdad que social y culturalmente estábamos a años luz de los ahora, apenas habíamos viajado y sólo nos comunicábamos con los del entorno, sin embargo estábamos sobrados de inocencia, de respeto a los mayores y de ansias de trabajar.. 

¿Sabéis cual era nuestro sueño?.. buscarnos la vida, crear una familia, y darles todo el cariño y bienestar que nosotros no tuvimos.. Y lo hicimos, y además muy jóvenes..

Joaquin Yerga



San Agustín pasó por Fuente de Cantos..

                                                                               



Cuando hombres y fortuna me abandonan,

lloro en la solead de mi destierro,

y al cielo sordo con mis quejas canso

y maldigo al mirar mi desventura,


A pesar de que casi me desprecio,

pienso en ti y soy feliz y mi alma entonces,

como al amanecer la alondra, se alza

de la tierra sombría y canta al cielo:


poder recordar tu amor es tal fortuna

que no cambio mi estado por cosa alguna.

--Shakespeare



Estamos a final del otoño.. un malvado ladrón está a punto de cometer un terrible asesinato en la calle Romanones de Fuente de Cantos, a las afueras del pueblo. 

Son las doce de la noche, y un joven que vive al final de esa larga calle, vuelve a casa tras haber dejado a su novia en la plaza del Olmo.. 

El ladrón con la intención de robarle las cuatro perras y el móvil, saca un cuchillo de grandes dimensiones y fuera ya del escondrijo, entre las sombras de una esquina, se dispone a asestarle el golpe mortal y traicionero ¡asesino!, ¡qué horror!.. 

¿Y por qué Dios consiente este acto tan horrible, tan injusto? ¿Por qué permite a este asesino truncar la vida de un fuentecanteño honrado con toda una vida por delante? ¿No es Dios todopoderoso? ¿No lo sabe todo de todos? Entonces.. ¡¡por qué no hace que el ladrón se arrepienta en el ultimo momento y suspenda su execrable crimen!!.. 

No sé, quizás nos hubiera sacado de dudas San Agustín.. Él era un cristiano convencido y tampoco entendía cómo Dios, omnipotente, todopoderoso, supremo, creador de todo lo visible e invisible, posibilitara que tantas desgracias acaecieran a los hombres en la tierra..

Me consta que ésta negativa de Dios a solventar todos los males también traía a San Agustín por la calle de la amargura..

Pero una noche, pensando, San Agustín dio con la tecla.. ¡resulta que Dios no tiene el poder absoluto!.. Llegó a la conclusión de que el bien proviene del alma y el mal del cuerpo, con todas sus debilidades, sus deseos y su tendencia a descarriarse. 

Esto explicaría por qué la gente comete maldades.. Con esta idea tenemos resuelto el enigma de las desgracias humanas y del por qué Dios no puede solucionar todo lo malo que sucede en el mundo.

El dilema del bien y el mal en el mundo lo interpretó San Agustín identificándolos como Dios y el Demonio.. Pero entendió que esa lucha interminable de ambas fuerzas no era del todo lo que Dios había dispuesto, así que llegó a la conclusión del libre albedrío de los hombres en la tierra.

Con el libre albedrío al que tanto le costó llegar San Agustín, solventamos este grave misterio y desazón de los hombres con Dios.. 

Dios nos creo libres para que nosotros eligiéramos el camino a seguir; y allá nosotros con nuestras decisiones.. Podemos ser buenos y luego nos acogerá en su seno.. O malos y seguir al Demonio, y perdernos definitivamente en el infierno.. 

Agustín sostenía que era mucho mejor que Dios nos permitiera elegir. De otro modo seriamos como marionetas con las que manejaría nuestros hilos para que nos portáramos bien.

Supongo que, para los creyentes, estas ideas de San Agustín os ayudarán a soportar tantas desgracias. Me consta que lo sobrellevaréis mejor, al menos tenéis a alguien superior a quien pedir cuentas. 

 El resto (ateos) tendréis que resignaros a los designios de la naturaleza.

Joaquín




viernes, 29 de enero de 2021

Secretos de ella que me contaron

                                                                                   



Verano

Mayo recoge el virginal tesoro;

desciñe Flora su gentil guirnalda;

la sombra busca el manantial sonoro

del alto monte en la risueña falda;

campos son ya de púrpura y de oro

los que fueron de rosa y esmeralda;

y apenas riza su corriente el río

a los primeros soplos del Estío

--José Selgas-- 



Isabel no era muy alta. Sí rubia y de ojos azules. Estos rasgos nórdicos lo heredó de su madre que era guapísima.. ¡Ah!, y esa fama de cochina que le pusieron quitárosla de la cabeza, jamás lo fue.

Para guarro su marido, Fernando. Uffff si yo os contara. ¡Que se lo digan a ella cómo era en la intimidad y en lo del sexo!, un descuidado de cojones....

Ya que estoy, os lo cuento todo: ¡y mujeriego!.. Si, dispuso el mamón de amantes a su antojo; incluso tuvo hijos con otras, lo sé.... Cuando ella se enteraba que le había puesto los cuernos, se enfadaba con él durante semanas sin hablarle y sin permitirle nada de sexo. A dos velas lo tenía mientras le duraba el enfado... de poco le servía, ni puto caso le hacía el muy cabrito..

Por cierto, cuando la enfermedad se adueñó de ella y murió, (lo sé porque yo la cuidé hasta el final) ¿Sabéis cuánto la echó de menos Fernando? ¡Ni pizca!. La sobrevivió doce años y siguió el capullo dale que te pego con otras obsesionado con lo del sexo.

Yo ya no pude verlo porque me fui de su lado en cuanto murió Isabel, pero sé que a Fernando le  buscaron una jovencita, Germana, para “pelar la pava”. Se casó con ella, pero no pudieron tener hijos. Lo siento por lo que voy a decir, pero yo sé que Isabel se alegraría desde el más allá: "al viejo verde ya no se le empinaba ni a la de tres".. Y no será porque no le dieron ungüentos, pócimas y demás jarabes para preñarla, pero nada, aquello ya no se levantaba como antes.

Y lamento contaros esto también, porque no quiero que me llaméis cotilla, pero en su familia se dio hasta un caso de incesto. Si, y menos mal que ella ya no vivía para verlo. Su nieto, Carlos (16 años) hijo de su hija Juana, que no estaba tan loca como han dicho por ahí, siendo mozalbete todavía se acostaba con su abuelastra Germana (29 años), incluso parieron una hija, Isabel le pusieron. ¡Tuvieron la desfachatez de llamada igual que ella!.

No sé si os he dicho que yo soy Beatriz de Bobadilla, consejera y amiga íntima de Isabel de Castilla, que pasó a la historia como Isabel la Católica, y junto al golferas de su marido Fernando, los Reyes Católicos. 

Perdonadme por sacar a relucir los trapos sucios de la familia, pero sigo muy cabreada con el tipo ese, Fernando, que tan mal se portó con mi amiga Isabel..

Joaquín 

                                                                          

                                                            Isabel la Católica



jueves, 28 de enero de 2021

El minuto de silencio..

                                                                                    



Cuando muera quiero que me recuerdes con

alegría, sin llanto,

que me hables normalmente, sin susurros

sin frases entrecortadas,

sin largas pausas, como si estuviera frente a ti

sin guardar silencio, y que tus ojos vean

el horizonte

sin enjugar lagrimas, que se traben en la garganta.

Cuando muera no me des flores, dame besos

y abrazos

y cada noche mira mi fotografía, imagina

que te veo.

--GBL--



Llevo años cuidándola, hija, y lo sabes. Años contemplando su imparable deterioro, y no puedo más. 

Ayer me confirmó el médico los días que me quedan, y no son muchos, por eso voy hacer lo que de un tiempo a esta parte tenía pensado... Primero voy a dormirla a ella definitivamente y luego lo haré yo..

Qué te puedo decir que no sepas, hija mía, ¡ella es mi vida!. Tu madre y yo nos vamos a ir de este mundo con tristeza, pero firmes y decididos. Y no quiero que tengas remordimientos por lo que va a pasar, tú has hecho todo lo posible. Has ayudado, has sufrido mucho viendo a tu madre en estas condiciones, pero sólo en mis manos está el final.

Sí, yo soy el responsable de los dos, también de ella porque desde el día que lo supe, desde aquel desgraciado día en el que le diagnosticaron la terrible enfermedad me prometí a mí mismo ligar su vida a la mía; y eso lo voy cumplir a rajatabla, y será lo último que haga en la vida. Lo que piensen los demás me importa poco. Habrá de todo; algunos comprenderán, otros me tildarán de loco. Allá ellos. Si de alguna cosa estoy convencido es que ella me perdonará por lo que voy hacer. Si fuera al revés ella haría lo mismo

Quizás mañana en los informativos aparecerá la noticia: “Un nuevo crimen machista sacude el pueblo". "Un anciano perturbado mata a su mujer y luego se suicida". Y de nuevo los funcionarios guardarán un minuto de silencio en la escalinata del Ayuntamiento. Y algunos pensarán: "¡Otro salvaje que ha matado a su mujer!" Y volverán a sus casas satisfechos por su minuto solidario. Al menos me consuela el hecho de que tú sabes la verdad...

He echado un vistazo al fondo de la habitación. Las puertas están abiertas como siempre para mirarla. Allí está ella, yace en su cama ausente, ensimismada en sus irracionales pensamientos.. ¡Ya me queda poco! ¡Qué ganas tengo de acabar!.

De su mano pende su retrato favorito. Ahí se lo he puesto. Acuérdate, aquel de la boda, ése en el que estamos los dos ante el altar. En él aparece su cara, joven y guapa, y sus ojos enamorados; toda ella era hermosa, ¡y era sólo mía!..

Despacio me acerco a su cama y me siento a su lado. Cojo de la mesilla el frasco con el veneno que he preparado minuciosamente desde hace tiempo y desenrosco el tapón.. Ya casi está todo.. El corazón me palpita desbocado.. 

Poco a poco me aproximo a ella y compruebo que respira tranquila. Con mucho cuidado le abro la boca y le doy de beber una buena porción del cianuro. Ahora la abrazo fuerte y le doy un último beso.. Me tumbo a su lado y le cojo la mano bien apretada. Me bebo yo el resto del liquido.. Con la otra mano me pongo la foto de nuestra boda en el pecho y me dejo llevar.. Si, me dejo llevar.. ¡Por fin, ya está hecho!--

Mientras espero el momento final extraños pensamientos acuden a mi mente. Me veo como en sueños.. De pronto retazos de mi vida pasan uno tras otros a velocidad de vértigo por mi mente. Apenas veo ya nada, sólo sueño. La inconsciencia me hace ir caminando con tu madre de la mano; ¡no la soltaré jamás!. Vamos despacio, muy despacio, a cámara lenta. Al fondo, entre espesas nebulosas azules veo unas luces blancas que parpadean; parece que nos llaman, nos atraen..  es un lugar desconocido, extraño, pero apetecible, deseado.., 

Dejo ya de escribir, no puedo más, hija... ¡Te quiero!..

Joaquín





miércoles, 27 de enero de 2021

Cinco días de vida..

 




¿Qué por qué te amo?..

¡Y por qué no!.

No sé.., dime:

Por qué brillan las estrellas,

tan lejos..

Por qué ansiamos la luz

del Sol..

Amiga, inexplicable el amor;

apenas me haces maldito caso

y yo aún muero por tus besos.

--Joaquín--



Pásmense, no es broma, para el año 2084 seguramente ya se habrá ido el virus que nos asola, pero resulta que el 23 de septiembre de ése año, un asteroide de tamaño medio puede que impacte contra la Tierra.. Se trata de una roca de unos catorce metros de diámetro que vaga errante por el espacio infinito dando vueltas alrededor del Sol en una órbita gigantesca.. Cada cientos de años pasa cerquita de nosotros y, puede que alguna vez, quizás la próxima, se desvié por efecto de la gravedad terrestre y choque contra nuestro planeta.. ¡Dios nos coja confesados!.. Claro que a los de mi generación nos da un poco igual, ya no estaremos aquí..

Según los astrónomos que siguen el caso las posibilidades del impacto son de 147 a una. Pues no crean que es poco sabiendo lo que nos jugamos.. No es que sea muy grande el meteorito pero la velocidad que trae puede causar estragos..

Por cierto, ¿se imaginan que sepamos de la llegada de un gran asteroide a chocar contra la tierra sin posibilidades de salvarnos? No lo he pensado, pero debe ser horrible.. ¿Qué haríamos entonces los 8.500 millones de seres que habitamos este sufrido planeta? Apuesto que nos olvidaríamos de las diferencias étnicas, económicas, políticas y sociales que tanto nos fascinan.

¿Y si ya no hubiera solución? ¡Piénsenlo, nos quedan sólo cinco días de vida!: gente desesperada, lloros, gritos por doquier. Las iglesias abarrotadas de gente suplicando, los santos en las calles tras los cuales millones de personas en procesión constante y con velas irían cantando e implorando perdón al creador. Y más..

Otros habría que, conscientes del poco tiempo de vida, fornicarían sin parar. Los habría pendencieros que asesinarían a odiados enemigos, y millones de familias recogidas en sus casas abrazados unos a otros esperando el final. Y también, cómo no, glotones henchidos de gula zampando los manjares que siempre soñaron, y violadores, y psicópatas y ladrones a su albedrío porque, ni habría policías en la calles ni habría ya justicia... En fin, que horror...

Joaquín Yerga



Os propongo dos modelos; elegid..





La dejé marcharse sola...
y, sin embargo, tenía
para evitar mi agonía
la piedad de una pistola.

¿Por qué no morir? --pensé--
¿Por qué no librarme de esta
tortura?¿Ya qué me resta
después que ella se me fue?

Pero el resabio cristiano
me insinuó con voces graves:
¡pobre necio, tú que sabes!
Y paralizó mi mano

Tuve miedo, es la verdad;
miedo sí, de ya no verla,
miedo inmenso de perderla
por toda una eternidad.
--Amado Nervo-- 
                                                         --Torre de Babel--

 

Dice la Biblia, en el Génesis, que al principio de los tiempos en toda la tierra se hablaba la misma lengua. Ningún problema de comunicación había entre sus habitantes, todos usaban las mismas palabras. Esto fue así hasta que unos descendientes de Noé, (el del Diluvio Universal) decidieron instalarse en lo que ahora es el norte de Irak, y fundaran allí una ciudad a la que llamaron, Babilonia.
Cuando Babilonia prosperó, sus gobernantes, enriquecidos, quisieron hacer una proeza para que todo el mundo supieran de su grandeza y osadía. Y planearon construir una gran Torre que tocara el cielo en su cúspide.
Bajó, Dios, un día a ver lo que hacían sus siervos babilónicos, y se llevó las manos a la cabeza al contemplar semejante insolencia ¡Cómo se atrevían a desafiar a Dios!. Como castigo y para que desistieran de sus propósitos les hizo confundir haciendo que cada uno hablara una lengua diferente. Por supuesto el caos entre ellos fue apoteósico, no teniendo más remedio que dejar la Torre a medio hacer. Desde entonces andamos por el mundo con traductores. 
Ésta que os he contado es la parte idealizada y legendaria del asunto. La otra, la verdadera y real es muy diferente. Mirad..
Los judíos, que fueron los que escribieron el Antiguo Testamento y por tanto también el pasaje que acabo de describir arriba, estuvieron cautivos en manos de los Babilónicos. Babilonia era entonces la ciudad mas deslumbrante de aquel mundo. Poseía multitud de soberbios templos y palacios, jardines esplendorosos y estatuas de mármol repartidas por sus plazas. La vida social allí era agitadisima; las prostitutas hacían el amor por las calles sin ningún recato y sus habitantes adoraban a un montón de dioses a cual más permisivo. Era también una ciudad moderna en arquitectura y rebosante de lujo y perversión. ¡La vida en Babilonia era sencillamente maravillosa!..
Para los judíos, presos allí durante muchos años y tan piadosos ellos, Babilonia era, no obstante, la encarnación de Lucifer, la ciudad del mal, la pecadora. Su referente era la mítica y devota Jerusalén. Bien, pues cuando fueron liberados de la esclavitud y volvieron a su patria, no tardaron mucho sus escribas y profetas en inventarse historias para denigrar a la odiada Babilonia. Entre estas historias estaba la de la Torre de Babel..
Y sí, realmente en Babilonia había una torre alta, maciza y ancha, sobre la que se levantaba otra, y sobre esta otra, y luego otra, y así hasta configurar una enorme construcción de ocho torres superpuestas.. No sabemos su altura. Heródoto, el considerado padre de la historia que anduvo por allí no nos lo dice, pero tuvo que ser impresionante..
Pero lo que si nos cuenta ése gran historiador griego es que a la torre la rodeaba una rampa que permitía subir a la cima.. Cada noche escogían a una joven de la ciudad que subía hasta arriba y, desnuda, se tumbaba en una cama de oro macizo allí colocada hasta que el dios Marduk bajaba y la poseía. ¡Claro!, que yo supongo, y aunque Heródoto nada dijera al respecto, que la mujer, soñolienta por los efectos de algún alucinógeno, sería poseída por algún despabilado santón religioso del lugar. En fin..
Está claro que el nombre de Babel viene de Babilonia, ciudad a la que los judíos, por razones obvias, odiaban a muerte. Babilonia significa en su idioma “la verja del cielo” y era la antítesis de Jerusalén, la ciudad santa..
Y fijaros: una (Babilonia) era: moderna, libertina, corrupta, apasionante, divertida, humana, sobornable; ¡vamos!, algo así como Las Vegas o Benidorm. La otra (Jerusalén): santurrona, callada, piadosa, aburrida, inflexible, ordenada, devota, digamos que similar a Teherán o Pionyang, la capital comunista de Corea del Norte.. Y digo yo, ¿Dónde viviríais si pudieseis elegir?.. Yo lo tengo clarísimo, en.....
Joaquín




martes, 26 de enero de 2021

El enemigo de Fuente de Cantos...

                                                                                  




Blancas manos de ensueño que cuidasteis

del jardín de mis últimos amores,

¿por qué, por qué dejasteis

secar las ramas y morir las flores?.


¡Oh, pobre jardinera,

hoy vagas por el parque silenciosa,

como un fantasma de la primavera

sin tener una rosa

con que adornar tu negra cabellera.

--Francisco Villaespesa--


En esta vida quien no tiene enemigos es muy posible que tampoco tenga amigos. Si nadie te odia tanto como para ser considerado enemigo tuyo es que pintas poco, o apenas sales de casa.

Si uno interactúa medianamente en sociedad, sale, tiene amigos o conocidos y presume de no tener enemigos, entonces es que jamás dice la verdad o no ama la justicia, porque ocasiones habrá tenido de defender apasionadamente causas que él crea justa. 

No hay más que ver en la política la cantidad de amigos que se pierden a la par que enemigos se ganan si uno toma partido por algo.

Tener enemigos llevaderos con los que relacionarse no siempre tiene porqué ser malo. Ya lo dijo Antistenes: “consulta el ojo de tu enemigo, porque es el primero que ve tus defectos”

Los amigos van y vienen pero los enemigos se acumulan, decía también no sé quién. Y es que los enemigos son para siempre. 

En cualquier caso tenemos dos opciones que plantearnos con nuestros más feroces enemigos..

Al enemigo ni agua”, como se dice siempre, o hacer como dijo Oscar Wilde, “Perdona siempre a tu enemigo. No hay cosa que le enfurezca más.”. Desde luego, ésta última es más inteligente..

Por cierto, ¿A quién creéis que podemos considerar el enemigo número uno de Fuente de Cantos?.. Es por decir algo.. Aunque decir rival quizás sería más apropiado.. 

¿A Monesterio? Por cercanía, tamaño y geopolítica lo podríamos considerar nuestro principal competidor, pero realmente es nuestro hermano sufridor. Los mismos problemas que nosotros sufre, despoblación  y cierto abandono, aunque voten de manera diferente..

¿A Zafra?.. Pues sí, a ella le debemos nuestro desierto industrial y comercial.. Tened en cuenta que, por población y tamaño, Fuente de Cantos merecería tener más almacenes, más talleres y más comercios, pero.. amigos, todo se lo lleva esa ciudad insaciable que absorbe todo lo próspero que gira o surge a su alrededor.. 

A Zafra vamos todos a comprar.. ¡Y así no hay manera!..

Joaquín

Las calles de Fuente de Cantos..

                                                                                




Apenas sé cómo te fue la vida.

Me cuentan que no como tú esperabas.

Hace unos años me hubiera alegrado saberlo;

hoy lamento tu mala suerte...

Yo he ido por ahí, dando tumbos.

Quizás un poco perdido sin ti, eso es verdad,

pero lo voy superando.

Ahora más que nunca tiene sentido

aquello que te dije tantas veces:

Conmigo si hubieras sido dichosa.

Te quería tanto que sólo a eso me iba a dedicar;

a hacerte feliz..

--Joaquín--


A final del siglo XIX se implantó en toda España una serie de normas urbanísticas para facilitar la expansión de las ciudades y pueblos de manera ordenada; fue lo que se llamó ensanches. Todos los pueblos y ciudades al ganar población agrandaron su zona urbana de manera más racional a como lo había sido hasta entonces. Barcelona fue pionera con su famoso Ensanche, luego siguió Madrid y algunas ciudades asturianas. Pero, ¿y Fuente de Cantos? ¿Qué hicimos nosotros por esas fechas y en éste asunto?.. Pues muy sencillo; os cuento...

Fuente de Cantos empezó el siglo XX con 9.000 habitantes, casi el doble de los que somos ahora. Para albergar a esa gran población que crecía a buen ritmo hubo que diseñar nuevos espacios urbanos, trazar nuevas calles, ampliar el casco..

Durante la primera década de ése siglo, tiempos de nuestros abuelos, el pueblo contaba con 88 calles y plazas; todas ellas sin asfaltar. Por supuesto, eran pura tierra, y barro cuando llovía. A los viejos del lugar no le descubro nada nuevo con esto, ni les sorprenderá, así las hemos conocido de niños.

Esas 88 calles de principios de siglo estaban ocupadas por 2.224 casas, la mayoría muy modestas y de una sola planta. Para que os hagáis una idea, el 60 % de todas ellas estaban sujetas al pago de la llamada renta mínima, es decir, tres pesetas de las de entonces, que viene a ser unos cuarenta euros de los de ahora. Como es lógico las calles del centro concentraban las casas grandes de dos y tres plantas .

Y mirad que contraste con los tiempos actuales: de todas las casas apenas un 3% estaban deshabitadas y cerradas. ¿Si yo les dijera que hoy tenemos vacías y en venta un 25% se lo creerían? Pues no son cifras oficiales, pero créanselo porque por ahí deben ir los tiros. Pero debemos tener cuidado con okupas y otros aprovechados que todas ellas tienen sus dueños..

Según dice Felipe Lorenzana en su libro "Crónica de un siglo", la verdadera expansión de calles y casas nuevas por el extrarradio del pueblo se produjo precisamente a principios de ése siglo XX. A partir de esa fecha las nuevas calles se trazaban ya a cordel, es decir, bien planificadas, más llanas, más amplias y más rectas. 

El Calvario, zona antaño de huertas y meta final de procesiones y otras ceremonias religiosas de Semana Santa (de ahí su nombre) se allanó y se hicieron las tres calles que conocemos hoy, NuevaCalvario y Zabala

Un poco más al oeste pasó lo mismo con la Fontanilla y sus dos o tres calles del barrio, como Silvela y Fernando Poo. Y en el otro extremo del pueblo, en el sur, ídem de lo mismo con Romanones, Huelva, Gral. Infanta y ampliación de la calle Martínez hasta la carretera de Segura.  Bueno, y alguna más...

A partir de los años cuarenta llegó la emigración y ya no hizo falta ampliar nada, más bien sobraban casas. Y así hasta el año 1982 en el que se diseñó la Plaza de la Estela; luego en 1985, con la urbanización de la antigua cerca de Rastrojo y sus cinco calles nuevas;  más tarde en 1988 con el nacimiento junto a la Fabrica de las dos calles, Camilo José Cela y José Antonio Cortés, y por fin, en 1997 con la calificación a urbana de la cerca rústica del capitán Mata y sus siete calles con nombres de plantas aromáticas. Éstas últimas aún en pleno desarrollo. En fin,.

Joaquín




El año que se vendió Fuente de Cantos..

                                                                              



¿Sabes?.. 

Era la Dama de las Camelias mi ideal

de mujer: delicada, frágil, sensible,

amante enamorada, capaz de morir por amor..

¡Cuántas veces soñé con ella!.

Pues ese amor platónico de juventud

que usurpó quietud en mis noches,

son ahora tus ojos, guías de mi senectud.

--Joaquín--



La maldad humana no tiene límites. Conste que la bondad tampoco.. Los seres humanos copamos los sentimientos y actitudes más dispares que podamos imaginar: o nos queremos a rabiar por encima de todas las cosas o nos hacemos la puñeta hasta extremos inconcebibles... Mirad qué ejemplo..

Hubo una vez un rey en Rumanía llamado Vlad (Vladimiro) al que apodaban “el Empalador”, un tipo de lo más inhumano que os podáis imaginar.. 

El menda empalaba literalmente a sus enemigos. Sí, les metía un palo de tamaño poste de teléfono por semejante parte a los pobres desgraciados que osaban llevarle la contraria.. Después los dejaba al borde de los caminos tiesos mientras expiraban. Así servía de escarmiento para otros.. 

Pero éste siniestro rey ideó además otra barbaridad más cruel... vean..

En guerra contra los turcos, que pretendían arrebatarle parte de sus territorios, no se le ocurrió al pavo otra cosa que reunir a todos los leprosos, tuberculosos, sifilíticos y resto de enfermos contagiosos que pudo de su reino, ponerles ropas turcas, turbantes incluidos, e introducirlos en la capital enemiga, Estambul, para expandir las miasmas entre el enemigo. Es decir, inventó la guerra biológica. ¡Y menos mal que aún no estaba lo del Covid-19!..

Nuestro rey Felipe II, no fue tan inhumano, pero fijaros lo que nos hizo a Fuente de Cantos.. Bueno, a Fuente de Cantos y a los pueblos hermanos de Montemolín, Monesterio, Medina y Bienvenida... 

¡Pues que nos vendió a un tipo de Sevilla!.. Si, lo que oís, por cuatro perras nos compró un tal D. Juan Núñez de Illescas, noble castellano de postín, al que hubo que pagarle los impuestos. En esa época éramos unos 3.000 vecinos y veinte moriscos agrupados en dieciséis calles.

Así que, tomad nota, durante unos años pertenecimos a la Encomienda de Sevilla.. Tierras, casas, iglesias y gente, todo el lote completo pasamos a manos de ese potentado sevillano.. 

Y es que, al taciturno de Felipe II le hacía falta dinero para sus numerosas deudas contraídas.. ¡Y mira por donde aquí estábamos nosotros, ¡¡vendibles!!...

Joaquín

                                                                            

                                                                      calle Pizarro

                                                                            

                                                                     calle Zorrilla

                                                                            

                                                                     calle Canal

                                                                            

                                                                     Plaza del Carmen

                                                                            

                                                             calle Doctor Goyanes

                                                                               

                                                                          Canal

                                                                           

                                                                        Calvario