lunes, 30 de octubre de 2017

Siete días de octubre...




Y cada uno está donde su coraje le ha llevado... o donde su cobardía le ha dejado.
(Anónimo)


Ha pasado solo un año desde que el parlamento catalán proclamara la fantasmagórica República Catalana pero, realmente, pareciera haber pasado veinte. Aun recuerdo aquellos días... De golpe, lo que parecía iba a ser un caos, anarquía pura y dura... una revolución similar a la francesa del siglo XVIII, por su colosal efecto mediático se quedó en nada, mucho ruido y pocas nueces...
Y es que la montaña parió un ratón. Cuando todos esperábamos, al menos, algaradas en las calles y miles de jovenzuelos de la CUP, palo en mano, haciendo estragos en las tiendas de la Diagonal despotricando por el 155, resulta que nos encontramos con un lunes (día siguiente) normalito, como todos, y con los ciudadanos en sus quehaceres, ejercitando sus habituales y anodinas vidas. Y así siguen...
Cuando todo el mundo estábamos en ascuas pendientes de los acontecimientos en Cataluña y la atroz repuesta que se suponía nos preparaban los indepes; en fin, algo parecido a la Barcelona ardiendo por los cuatro costados de la Semana Trágica de principios del siglo XX, en donde se contabilizaron mas de doscientos muertos, resulta que bastó solo que el sosete de Rajoy desde su atril de Moncloa proclamara serenamente las cuatro medidas elementales… y, mano de santo... aquí no pasó nada.
Imagino que todos, (o muchos) se temían lo peor; o cuanto menos algo de resistencia activa en las calles, ¡y mira por donde! Solo con la aplicación suave del 155,... y el golpe se descabezó. Que conste que algunos vaticinábamos poca obstinación y rebeldía. Y es que la mayoría de ellos son gente que han sufrido poco; revolucionarios de pacotilla y de moqueta. Muchos niños de papás malcriados y caprichosos que han tenido de todo. Para éstos tipos, todo ha sido como un juego virtual que han ganado siempre y sin apenas despeinarse por las circunstancias que todos sabemos, pero que en cuanto toca mojarse de veras, se mojan sí, pero de orina en los pantalones.
Los otros, los urdidores del llamado Procés, la oligarquía catalana del barrio de Grácia esperaban que la cosa fuese más sencilla. Estos, que tiraban la piedra y escondían la mano, se equivocaron el día que contemplaron atónitos cómo un millón y medio de vociferantes manifestantes en la Diada, atosigados por la crisis reclamaban los derechos de siempre. Entendieron que les daba vía libre para proclamar la independencia, y de paso se tapaban las fechorías económicas que habían cometido sus dirigentes. Pero la jugada les salió mal, no contaban con la unanimidad europea entorno a la democracia española. Ahora están viendo estupefactos el destrozo económico que se les avecina.
Espero con ahínco que con todo en contra no muestren demasiada resistencia, más bien al contrario, confío con denuedo que supliquen por lo bajines una vuelta a la normalidad cuanto antes y, donde dije digo, digo Diego... Otra vez será... Pero ¡claro! para que sigamos ganando esta guerra soterrada no debemos darles cancha ni ser blandos con ellos a cambio de permanecer unos días más en la Moncloa... ¡Ni se nos ocurra!...
Para el resto, (es decir para casi todos los españoles) que estuvimos sumidos aquellos fatídicos días en la tristeza y la amargura por tal deslealtad, el desenlace final supuso un espaldarazo a nuestra democracia. De todas maneras, y tal y como dijo recientemente un periodista, algo hemos ganado, antes pedían la independencia de Cataluña, ahora solo piden el indulto para los presos.
Y es que, nosotros, que hemos padecido golpes de estado militares, severas crisis económicas con desempleo desorbitado, una banda terrorista que nos asesinaban sin piedad, y surgimientos de partidos políticos rupturistas y aprovechados como Podemos, solo nos faltaba un episodio de secesión de una parte del territorio para acabar de curtirnos en fortaleza democrática. La ficticia y malograda independencia de Cataluña nos debe servir para protegernos de toda clase de males, exactamente igual que nos inmunizamos cuando nos vacunamos contra el sarampión o la viruela; o eso espero...
La penúltima vez que se declaró la independencia de Cataluña en 1934, el acto se saldó con cuarenta muertos y la república catalana apenas dos días en vigor. Esta vez ha sido peor, la cosa terminó con una carcajada general, unos cuantos políticos sediciosos en la cárcel, y Puigdemont, el jefe del cotarro, en Flandes pidiendo asilo. El ejercito ni se inmutó, no hizo falta…
Dicho queda…
                                                                                 Joaquín Yerga


domingo, 29 de octubre de 2017

La mano que mece la cuna



Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis conocer el carácter de un hombre, dadle poder.
          A. Lincoln


Ahora que estamos todos soliviantados y aturdidos con esto de Cataluña, quizás sea el momento propicio para prestar atención a asuntos que antes, o nos eran desconocidos o nos parecía poco interesantes. Digo todo esto porque, según leo en El Mundo, la mayoría de los empresarios que han financiado todo este tinglado independentista son a su vez los que mas contratos y prebendas ha recibido y reciben de la Generalidad catalana.
A medida que me voy adentrando en el reportaje del periódico me indigno mas si cabe ante la supina ignorancia de la que hacemos gala los españoles. Resulta que entre estos pájaros sostenedores del independentismo, y por lo tanto culpables del continuo desprecio a lo español, hay gente que su negocio principal lo hacen en el resto de España. Sabíamos de muchas marcas comerciales como Gallina Blanca o la joyería Tous que sus dueños son independentistas descarados y aun así campan tan ricamente por el mercado español sin sufrir apenas merma sus ventas. Pero ahora también nos sorprenden empresarios audiovisuales, tan simpáticos ellos para todos nosotros, y tan desleales, también, con todos nosotros.
Incide de manera especial el rotativo en la productora de Buenafuente. Un tipo de origen almeriense pero equidistante con esto de la independencia como tantos otros, es decir pone una vela a Dios para los sentimientos y otra al Diablo para los dineros. Pero el caso más sangrante de todos es el empresario, (catalán de pura cepa), Roures, el dueño de la Sexta y de los derechos de la liga española de fútbol. Éste y otros más como él son los verdaderos urdidores de todo este desaguisado. Ellos son los que han movido los importantes hilos del tinglado y por tanto los mayores responsables de que hayamos llegado hasta aquí. Sin sus dineros e influencias nunca esos miles de conversos de última hora hubieran, por su cuenta y riesgo, y engañados, haber aceptado ese catalanismo tan irredento y excluyente. Hay que tener en cuenta que ellos, estos burgueses y privilegiados inquilinos del barrio de Grácia de Barcelona, son los que a lo largo de treinta años han creado esa maraña de organizaciones tan bien regadas con sus dineros y el de todos nosotros para hacernos daño. Y que tan bien introducidas están, por cierto, en todos los ámbitos decisorios de la sociedad catalana.
Éste pájaro multimillonario de Roures, (un independentista de toda la vida) es el que puso su despacho a disposición del secretario de Esquerra Republicana, Junqueras para que se reuniera con “el héroe” de la revuelta Puigdemont y con nuestro insigne Pablito Iglesias (la salsa de todas las sopas) con la aviesa intención de urdir algún plan malévolo que nos llevara a todos los españoles a la anarquía. Sus resultados y beneficios, si les hubiera salido bien la cosa serían: Roures inflarse más de dinero y quedar cómo el Rockefeller de Cataluña. Junqueras y Puigdemont como los paladines de la independencia. Con nada veríamos sus estatuas ecuestres alzadas en medio de la Plaza de Cataluña. ¿Y el tontolabas de Pablito Iglesias que sacaría? Pues mucho me temo que esperaba llevarnos a la ruina económica y social para así él, en el caos, erigirse como el Lenin español y salvarnos a todos cual Maduro en Venezuela.
Visto lo visto y después de los últimos acontecimientos, sospecho que la cosa no ha salido como esperaban los conspiradores. Hemos vuelto a recuperar el control político de la región. Esperemos a ver qué pasa los próximos días. Mientras tanto que cada cual saque sus propias conclusiones.
Dicho queda…
                                  Joaquin Yerga

                                   29/10/2017

viernes, 27 de octubre de 2017

Que no me digan que fue un sueño





Hay puñales en la sonrisa de los hombres; cuanto mas cercanos son, más sangrientos.
Shakespeare


Ya sois independientes vuestro sueño anhelado durante décadas. Pero dudo si este último paso que acabáis de dar os servirá para algo útil. Creo que es la tercera vez que lo hacéis en la historia y sospecho que aquello de.. a la tercera va la vencida, os viene grande, pues mucho me temo que a medida que pasen los años tendremos lamentablemente, una cuarta vez, y una quinta... lo que querrá decir que seguiremos juntos, pese a quien pese.
Sois muy listos, o no tanto, simplemente lleváis años estudiando la forma de incordiar, y además bien remunerados por ello, así que no me extraña que de vez en cuando nos sorprendáis al resto con vuestras iniciativas... Bueno, en cuanto a lo de listos a veces lo pongo en duda, porque visto lo visto, de momento apenas ganáis nada más bien al contrario, estáis perdiendo y mucho. ¿Mira que si después de sacarnos la pasta durante décadas haciéndoos las victimas ahora lo perdéis todo de golpe por ir demasiado lejos en el órdago al estado?. ¿Y si después del fervor nacionalista en las calles bailando sardanas despendolados por la indepe, os la tenéis que envainar porque no puede ser y ademas es imposible? Imagino que vuestra frustración será enorme, pero conste que me alegraré un montón, y conmigo millones de españoles.
De momento tenéis por delante un largo fin de semana o quizás algo más para despotricar y creeros republicanos, pero como suele suele decirse, ya vendrá el tío Paco con las rebajas. En éste caso el tío Paco aparecerá disfrazado de 155 y dispuesto a cobrarse gastos y perjuicios. Los platos rotos lo pagaréis vosotros, de hecho ya lo estáis pagando.
Tal vez penséis que mereció la pena esta gloria tan efímera. O digáis aquello de: bueno fue mientras duró. Si eso tan banal os reconforta y colma vuestros sentimientos patrióticos allá vosotros, pero que sepáis que nos habéis dejado al resto muy cabreados. Los españoles, en general, os hemos dejado hacer pensando siempre que éste tinglado es cosa de políticos y que como tal ellos tenían que resolverlo. Ahora sin embargo, a calado hondo vuestra traición y un gran sentimiento de desengaño y decepción se ha apoderado de todos nosotros. Temo que costará mucho esfuerzo salir de esta.
Muchos... gente a la que jamas le ha interesado la política miran ahora atónitos y sin entender nada cómo estos días transmiten en directo y minuto a minuto vuestra deslealtad con España. Gente normal sorprendida por vuestro atrevimiento porque pensaban que solo queríais tensar la cuerda para pedir más, como siempre. Gente sencilla cuyo gesto mas agresivo para mostrar su disconformidad con ésta separación forzosa fue colocar la bandera en sus balcones.
Millones de compatriotas, que acomplejados durante años por vuestra superioridad cultural y económica, se hacen ahora angustiosas preguntas ¿Porqué todo esto? ¿Qué le hemos hecho si han sido siempre los niños bonitos del país? Me temo que no habéis calibrado bien nuestros sentimientos. Y en vuestro ensoberbecimiento habéis infravalorado nuestra firmeza y empeño.
Estoy seguro que aquí no gana nadie, pero unos perderán mas que otros. Y no me caben dudas quienes van ser. Disfrutad de vuestra supuesta supremacía y dejad que el dinero embote vuestras entendederas. Nosotros aquí os esperamos, en el mismo sitio de siempre, y a la misma hora. Seguro que volveréis.
                                       

                                   Joaquín Yerga
                                    27/10/2017



miércoles, 25 de octubre de 2017

Volverán las sufridas banderas en mi balcón colgar.





Un apaciguador es alguien que alimenta al cocodrilo, esperando que se coma a otro antes que a él.
W. Churchill


Uno de los efectos colaterales que está provocando el conflicto catalán en el resto de España, (también allí) es que las posturas se radicalizan. Llegados hasta aquí ya no valen medias tintas ni ambigüedades, o se está con España y sus leyes, (que nos dimos todos por cierto) o se está en contra y a favor de los insurgentes, no queda otra.
Los independentistas además de saltarse las leyes juegan a tergiversar el lenguaje, también los de Podemos lo hacen. Nos hablan de democracia como si ellos fueran los verdaderos demócratas y nosotros simples fachas sobrevenidos. Nos dicen, eso sí afablemente y con caras de buenas personas, que votar no es malo y por lo tanto somos furibundos represores porque no los dejamos hacer. Y el caso es que por más que se les diga que no se trata de votar sino de cumplir las leyes, no hay manera… ellos a lo suyo intentando convencer a los incautos. De sobra saben ellos que no hay democracia sin leyes. Y las nuestras, pese a lo que digan, son las que son porque así lo quisimos todos. Ya lo dijo alguien “Dichosos los ciudadanos que son esclavos de sus leyes libres”.
Ellos, los indepes, al igual que sus protectores podemitas, invocan constantemente al pueblo como si el resto cuando votamos las veces que sean necesarias y elegimos lo que nos da la gana, fuésemos del planeta Marte. Pero esa es su estrategia, confundir.
Lo que está meridianamente claro (al igual que haría cualquier país del mundo que se precie) es que nos hemos dado todos una Constitución, después de mucho sufrimiento y eso es sagrado. Nuestra magna decisión debe ser respetada, cuando no grabada a fuego sobre imaginarios paneles de titanio imborrable. Si alguien quiere o necesita cambiar algún articulo de ella, debe hacerlo con mi consentimiento y con el todos y cada uno de mis compatriotas. De no ser así, exijo no mover ni una coma de ella.
Decía la principio que si algo positivo debemos sacar de todo esto, lo es también la desinhibición de nuestros sentimientos patrios. Y entre ellos la proliferación de banderas españolas en los balcones de nuestras calles. ¿Es posible que algo esté cambiando? O solo es un espejismo pasajero. Tal vez solo sea esto último, pero bienvenido sea. Significa que cuando alguien ataca nuestra integridad de nación nos indignamos y sabemos como defendernos. Últimamente tenía serias dudas sobre si estábamos hechos de una pasta diferente al resto de los mortales. Quiero recordar que llevamos décadas sufriendo improperios y vejaciones a nuestros símbolos y costumbres que nos ha llevado irremisiblemente a llegar a avergonzarnos de ellos.
Jamás he tenido necesidad de tener una bandera de España guardada en un cajón. Y nunca he considerado la opción de enarbolar ninguna en cualquiera de las concentraciones o manifestaciones a la que he asistido (aunque reconozco que han sido pocas) porque no había necesidad. Allá donde fui siempre eran españoles los que había, por lo tanto nada tenia que confrontar... Ahora el panorama ha cambiado.
Ante la deslealtad de nuestros enemigos también yo quiero poner mi bandera en el balcón. Los independentistas y sus acólitos, con su traición, han despertado mi patriotismo tanto tiempo larvado. Quiero colaborar, sentirme partícipe y ser miembro activo a favor de mi país, aunque sea de ésta manera simbólica. De nada tengo que avergonzarme pues soy ciudadano libre de un país libre y democrático como el que más y no una dictadura como algunos con mala fe nos quieren hacer creer.
A partir de mañana con nada que sople el viento ondeará mi bandera con orgullo en mi balcón. Y seré uno más de entre todos los que se han molestado en hacerlo antes que yo. A partir de mañana, también yo haré presión con mi gesto para que se aplique de manera precisa el articulo 155,. Y que de una vez por todas pongamos arreglo en aquella querida tierra española.
Bienvenido sea el efecto colateral del que hablaba al principio si ha servido para unificar nuestro criterio. Y de paso nos ayude a renacer de las cenizas el depauperado sentimiento de español. Falta nos hace...
Dicho queda…
                                   Joaquín Yerga
                                   25/10/2017



viernes, 20 de octubre de 2017

Jaque mate a una impostura






Dios mio dame paciencia. Porque si me das fuerza los reviento!!
M. Rajoy


A día de hoy, viernes 20 de octubre, el asunto catalán pareciera haberse convertido en una aburrida y monótona partida de ajedrez. El gobierno da un penúltimo ultimátum, y Puigdemont le replica con otro. Así podríamos estar meses. Y mientras tanto el descrédito español y la bancarrota económica sigue su curso.
Entiendo que todo lo que ocurre, con sus plazos y advertencias, tiene su razón de ser. Porque por una parte el gobierno catalán con el tontainas de Puigdemont al frente parece no enterarse del destrozo infringido a su comunidad y sigue como Don Tancredo, esperando que el toro se lo lleve inevitablemente por delante. Y por el otro tenemos a Rajoy y a su gobierno, pecando según muchos de una pasividad manifiesta.
Está claro que somos muchos los españoles que pedimos a nuestras autoridades mano dura contra esta gente, pues cada vez se hace más insoportable la afrenta y chulería de las que hacen gala. Aunque estoy seguro que quizás todo esto no sea mas que un signo de debilidad de ellos, que intentan provocar para que entremos a trapo. Ellos necesitan sangre, sea ésta real o ficticia, para así atraer la máxima atención del mundo. 
Sin embargo nosotros deberemos tener la cabeza fría, aunque el corazón explote y la sangre hierva. Debemos hacer méritos y cargarnos de razones para actuar después con la esperanza puesta en que sean mínimos los daños colaterales causados, que a buen seguro se producirán. Apuesto lo que sea, y espero no equivocarme, que nuestra principal arma a blandir sea nuestra unión. Con los tres partidos principales juntos y entregados a la defensa de la Constitución, estoy seguro que ganamos la importante batalla de la legalidad y de la opinión oficial europea, más importante de lo que parece. Hay que tener en cuenta que unidos conformamos el 75% de los votantes. Por supuesto a Podemos ni está ni se le espera, se han echado en brazos de nuestros enemigos.
Si seguimos nuestra legalidad, (sin coger atajos que sean dudosos de constitucionalidad), y aunque vayamos mas lentos, al final la maquinaria de la democracia y de la justicia se pondrá en marcha y entonces no habrá quien nos pare; deberemos llegar al final.
Mucho de lo que nos pase en los próximos meses dependerá de nuestra capacidad de aguante, porque ellos una vez echados al monte irán a por todas y no le harán ascos servirse de mentiras, traiciones y victimismos. Ésta es una guerra que, entiendo no se va a librar en las calles como muchos piensan, ni en las fabricas haciendo huelgas, si acaso algún amago pero tiene fecha de caducidad pues se viene apreciando cierta fatiga de materiales. Con todo en contra, sobre todo los gobiernos europeos, tienen perdida batalla y la guerra. Yo deduzco que si el gobierno se hace con el mando de los centros oficiales, la televisión catalana y la policía, solo nos restaría: un par de meses en el tiempo; fortaleza para aguantar hasta el final... y elecciones autonómicas.
El haber soportado incólumes todo el agravio sufrido sin intervenir, ha servido para hacer recapacitar a muchos nacionalistas templados. En solo dos semanas les han visto las orejas al lobo de la ruina. Ellos, que pensaban que era pan comido y que iban a ser felices y comer perdices están viendo estupefactos la gran marcha de empresas de las que muchas no volverán. Ellos, que apelaban al seny catalán cuando fueran indepes, comprueban con estupor que están en manos de la CUP, unos majaderos pijos que se aburren y en vez de aliviar su hastío siendo hinchas de algún club de fútbol marrullero se meten en política para importunar.
Ahora visto lo visto no dudo que una gran parte de esa burguesía catalana, que sin duda alguna han financiado éste cotarro, se lo estén pensando de veras y en vista de su ruinosa aventura estén en la intimidad, (ademas de hablar catalán como Aznar en su mejor época) suplicando sibilinamente que vayamos a rescatarlos.
Dicho queda…
                              Joaquín Yerga

                              20/10/2107

miércoles, 18 de octubre de 2017

La música de la vida.





Las grandes obras las sueñan los genios, las ejecutan los luchadores, las disfrutan los cuerdos y las critican los inútiles.
(S. Ramón y Cajal)

Lo de llamar música culta a lo que normalmente denominamos clásica se entiende perfectamente sin necesitad de extenuantes razonamientos. Y es cierto que no suele tener demasiado seguidores, quizás debido al fatigoso trabajo a realizar para comprenderla. Tal vez Mozart fue el que mejor entendió éste tipo de música, pues no en vano ya desde los tres años hacia sus primeros pinitos con ella.
Wolfgang Amadeus Mozart, nació en Salzburgo, una bonita ciudad de Austria de pequeño tamaño y rodeada de un paisaje de ensueño. Ahora se ha convertido gracias a él en paraíso y meta de todos los melómanos que en el mundo son.
Según su contrastada biografía, Mozart fue un niño prodigio, pero de un tamaño descomunal. Con solo tres años ya manejaba partituras, con cinco empezó a componer, y pásmense, con siete tiernos añitos ya alcanzó su madurez interpretativa... No se puede pedir más.
Su padre, Leopold, viendo astutamente el filón de fama y prosperidad que le esperaba en la vida, explotó todo lo que pudo y más al pequeño. ¡Ríanse del padre de Messi, o del de Neymar!
Leopold era un carcamal de tomo y lomo, incluso para esa época. Vestía al niño con ropa pasada de moda y le hacía codearse con gente mayor, a ser posible de ambientes cortesanos, cuando él apenas tenia dos perras. Mientras vivió le dio a Amadeus una vida lamentable y trabajosa de ensayos y exhibiciones continuas; sacando un penoso provecho de sus extraordinarias aptitudes artísticas.
Ni que decir tiene que a los trece años el jovenzuelo Mozart era ya reconocido en los ambientes musicales y palaciegos como un genio. Y eso lo confirmaban nada menos que los mejores maestros de la época, como Haynd o Schubert. Uno de éstos maestros, Johan Hasse, llegó a decir de él “Ha hecho cosas que para su edad resultan de veras incomprensibles, y que serian ya asombrosas en el caso de un adulto”.
Mozart, y ahí esta su música para la posteridad y nuestro regocijo, compuso de todo, óperas, música de cámara, sinfonías para piano etc. Y todas maravillosas. También era proverbial la rapidez con la que escribía las partituras. Lo que a cualquier buen compositor le pudiera llevar años él lo realizaba en días. Sin ir más lejos la sinfonía 41, “Júpiter” la compuso en dieseis días y la obertura de su grandiosa ópera “Don Giovanni” la creó la víspera de su estreno.
Siendo un magnífico compositor como era no anduvo precisamente muy sobrado de dinero y fama. Estuvo protegido por diferentes mecenas, (la mayoría reyes o duques que se entusiasmaban con su música) como era habitual en esa época, pero le asignaban sueldos ajustadisimos. De su su vida personal habría que destacar que siempre fue una mezcla de seriedad en el trabajo y carácter juguetón en sus relaciones.
La imagen que casi todos de nosotros tenemos del jóven Mozart es la que nos proporcionó la pelicula “Amadeus” del director Milos Forman (obtuvo el Óscar a la mejor película en 1985) En ella nos presenta a un Mozart casquivano, travieso y muy aniñado, y es posible que fuese algo parecido, pues parece ser que tuvo un espíritu extravagante e infantil. Para corroborar todo esto no hay mas que leer sus cartas. En una de ellas dirigida a su primer amor, le dice a la chica: Que tengas buenas noches y te cagues en la cama hasta que crujas” Y en otra: “Duerme profundamente, mi amor; en la boca te meterás el culo” Según algunos de las decenas de psicólogos que han analizado estas cartas, esta actitud se debe a un síndrome llamado, de Tourette, según el cual genera un cierto grado de inmadurez relacionado con el lenguaje (fonía) y la psicomotricidad. Vete a saber...
Primero con su padre y después de casado con su mujer, Mozart vivió siempre por encima de sus posibilidades, aunque es falsa la imagen de que murió en la mas absoluta indigencia. Es verdad que no fueron muchos amigos a su funeral, pero es que tampoco los tuvo nunca. Murió demasiado joven y no precisamente envenenado por su rival, el malévolo compositor italiano Salinieri como nos quiere hacer entender la película y los bulos que circulan de vez en cuando. Todo apunta que su partida de este mundo se debió a unas fiebres reumáticas las que le empujaron al mas allá.
Wolfgang Amadeus Mozart, falleció a los 36 años y sin un duro, a pesar de que, posiblemente, haya sido el músico y compositor mas genial que han dado los tiempos. Hoy en día tan solo con sus derechos de autor sería, como mínimo, tan multimillonario como Amancio Ortega (el de Zara).. Lo que son las cosas...
Dicho queda…
                           Joaquín Yerga
                        





martes, 17 de octubre de 2017

Si me das a elegir...





Oigo, patria, tu aflicción,
y no entiendo porqué callas,
viendo a traidores canallas
despedazar la nación.

Lloras porque te engañaron
los que lealtad prometieron
los mismos que te aplaudieron
y la ley corroboraron.
(B. L. García)


Según una reciente encuesta el 44% de los españoles estaría dispuesto a quitarle poder a las autonomías; consideran excesivo el gasto y grande el estropicio. Y es que...
Nosotros que nos quisimos tanto ¿debemos separarnos por una insensatez? Esperemos no llegar al propósito de la letra de este conocido bolero de Los Panchos. Y es que en medio de esta vorágine política que todo lo ocupa, y donde solo transluce lo peor de nosotros mismos, se me ocurre hacer una pequeña reflexión. Se trata de una reflexión que entiendo muy necesaria, y que nos ayudará, por cierto, reconsiderar el futuro, aun con la vista puesta en el retrovisor de nuestro pasado.
Quizás nuestra manera de ser latina influya en todo esto, pues tampoco se salva de esta disgregadora estupidez los italianos. Somos, qué duda cabe, de sangre caliente y nos puede la emoción y los sentimientos, no obstante tendríamos que hacérnoslo mirar, por excesivos.
Llevamos juntos como país toda una vida y sé que cada uno de nosotros, (como región o autonomía, llamémosle como queramos) tiene sus particularidades, pocos dudan de eso. Y aunque no tengamos la suerte que tienen otros de conformar una sociedad uniforme en costumbres y lenguas, que nadie se equivoque, lo que nos une a todos es muy sólido. Estamos ensamblados por una argamasa irrompible de sentimientos, de afectos, y de una incuestionable y fraternal historia común.
Con nada que nos miremos de soslayo nos daremos cuenta que nos comportamos como una familia mal avenida que se tira los trastos a la cabeza, pero que ante la adversidad de una calamidad suprema no dudaremos ni un instante en recomponer los vínculos que nunca debimos romper. Y es que, ¿Alguien duda de la satisfacción que produce encontrarse a unos españoles en China, en Angola o Pernambuco de vacaciones, sean estos gallegos, catalanes o madrileños? ¿Sentiríamos el mismo regocijo si fuesen alemanes o franceses?.
Con nada que nos despojáramos de orgullos, medias verdades o bastardos intereses veríamos con asombro inusitado a un país estupendo. Tenemos la suerte de ser diverso en naturaleza, clima y fauna. La gente que lo habitamos no necesariamente deberemos ser homogénea (aunque esto precisamente es la razón de nuestra zozobra) pues creo rotundamente que en la diversidad está el gusto. Advierto que no hay cosa mas monótona y aburrida que todo en un territorio sea similar o idéntico; nos llevaría irremisiblemente a la depresión y a la melancolía.
Cualquiera en nuestro caso se sentiría orgulloso y encantado de nuestra pluralidad de caracteres. Y que por eso precisamente debemos aceptar: que un catalán sea emprendedor y tacaño a la vez pero que lidere nuestra modernidad. O que un andaluz además de simpático siga representando la más genuina tradición española... Y que los valencianos sean bilingües sin recato y con honestidad, sin renunciar a nada. Lo mismo que los noblotes vascos, o los circunspectos y apañados gallegos, allá en su tierra verde..
Y necesitaremos, también, admirar a los austeros castellanos y aplaudir su fecundo pasado... Y valorar como se merece el amor a su tierra de los aragoneses porque no tienen empacho armonizarlo con el de España. Y lleguemos a su vez a comprender la disconformidad de los canarios, tan lejos, o la dura insularidad de los mallorquines, enriquecidos.
Y a comprender para ello, como no, a los sufridos extremeños, tan olvidados; lo mismo que amparamos a los singulares asturianos en su deriva industrial. Y saciaremos la sed de los murcianos, con solidaridad inusitada. Y hasta nos beberemos el vino riojano, si fuese menester, para que progresen.
Pocos países en el globo conforman un crisol tan diverso de tradiciones y usanzas como el nuestro. Mirémoslo, pues, como algo digno, sin aprovechar las diferencias para atacarnos. Y recemos para que jamás añoremos “El paraíso perdido” por nuestra estulticia.
Alabemos, pues, éste país por su variedad tan extraordinaria, no en vano somos el segundo mas visitado del mundo. Y estemos, en definitiva, bien orgullosos de él porque realmente, estoy seguro... ¡No sabemos lo que tenemos!..
Algún día vendrá en que cada cual en su papel de su pequeño terruño contribuya al engrandecimiento de esta hermosa nación. Un país al que más pronto que tarde llamaremos todos sin pudor y con emoción.. España.
Dicho queda...
                                                                        Joaquín Yerga

domingo, 15 de octubre de 2017

Prefiero pasar miedo que vergüenza.







Si un día para mi mal viene a buscarme la parca...Empujad al mar mi barca con un levante otoñal y dejad que el temporal desguace sus alas blancas. Y a mí enterradme sin duelo, entre la playa y el cielo. Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista. Cerca del mar, porque yo nací en el Mediterráneo.
Serrat


En estos días tristes, en donde las posiciones sociales y políticas de los catalanes en particular y de los españoles en general obligan a decantarse hacia los polos más extremos de la opinión, es de agradecer que Joan Manuel Serrat lo haya hecho por la legalidad constitucional. Su criterio es muy importante, pues seguramente es el catalán vivo mas universal que tenemos. Tampoco su posición es fácil teniendo en cuenta que él vive allí y allí están sus raíces, su familia y su futuro. Aunque amigos y admiradores los tenga repartidos por muchas partes del mundo y especialmente por el resto de España.
Es curioso, cuanto menos, que un tipo que se jugó la opción de dar con sus huesos en la cárcel cuando el franquismo aun gozaba de fortaleza (y todos sabemos que voluntad no les faltaban) sea acusado ahora de traidor por los suyos y por muchos de los recién llegados.
Él, que se negó a cantar en castellano en el todopoderoso Festival de Eurovisión de entonces, alegando acoso y hostigamiento al idioma catalán. Y que por eso fue apartado del mismo por las autoridades artísticas del momento, sea ahora rechazado por los suyos por blando o desertor.
En este maremágnum político catalán de acosos, posturas, miedos y cobardes silencios, hay muchos oriundos que han sabido nadar y guardar la ropa. Ejemplos haylos para todos los gustos los más señalados: presentadores televisivos, periodistas, deportistas etc. Es cierto que ellos tienen que vivir allí el día después... y todos los siguientes. Y que ante la incertidumbre de saber qué idea prevalecerá prefieren callar o actuar con ambigüedades. Entre éstas últimas está la consabida y reiterada expresión: “Estoy de acuerdo con el referéndum pero votaría no a la independencia”. Es decir estar en misa y repicando. 
Los partidarios de esa última frase (la mayoría de los catalanes famosillos recurren a ella cuando se les pregunta) juegan con la odiosa ventaja de ganar siempre, ocurra lo que ocurra. Y como su medio de vida dependería del resto de España, así se curan en salud. Apuesto que muchos de estos, en el supuesto de jubilación o cese de su actividad y por lo tanto ya no dependieran de España para sobrevivir, se volverían irredentos independentistas. Casos conocidos tenemos, me acordaba del insigne Guardiola o del actór Juanjo Puigcorbé. Al primero le han asignado a su hermana un cargo en el exterior muy bien remunerado por cierto (150.000 euros anuales). El segundo se ha postulado como alcalde de Barcelona. Él, que nos ha representado como el españolito medio en tantas películas copiosamente subvencionadas.
Y es que los verdaderos valientes son los pioneros en denunciar la injusticia. Cuando todo lo impregna ese espíritu combativo y asfixiante de uniformidad, donde cualquier disentimiento o desacuerdo es mirado como traición y su autor lapidado en la plaza pública de las redes sociales, es entonces cuando martirio y valentía tiene sentido. Que nadie olvide estos días a Albert Boadella, líder del grupo Els Joglars. Él fue el primero en rebelarse ante la imposición nacionalista que invade Cataluña desde hace treinta años. Y ha pagado muy caro su osadía. Fue por eso criticado, insultado o tratado cuanto menos de traidor a los suyos, pero jamás se retractó. Incluso ha seguido denunciando el adoctrinamiento y la imposición de esos perversos ideales.
La posición de Serrat, no ha sido tan rotunda como la de Albert, pero es de premiar. Y nos da una idea de hasta que punto ha llegado el grado de estulticia de muchos catalanes sobrevenidos de última hora. Gente venidas de fuera hace cuatro días y que ahora se dicen mas catalanes que Boadella o Serrat. Incluso aseguran sin pudor que quieren la independencia. ¿Habrán escuchado decir al vicepresidente de la Generalidad Junqueras que los catalanes son étnicamente diferentes al resto de españoles? ¿Y que son más parecidos a los franceses que a los portugueses, lo cual les hacen mas inteligentes? Escribí una vez, de broma, que la burguesía catalana ha persuadido y convencido a los llegados de fuera, que sus abuelas lo que bailaban de jóvenes allá en el pueblo era la sardana y no las jotas extremeñas o sevillanas corraleras. Ahora me temo que la cosa no era broma. Se lo han creído.
Dicho queda…
                               Joaquín Yerga

                                15/10/2017

sábado, 14 de octubre de 2017

Novedades en el frente catalán.






Cuidado con los miedos, les encanta robar sueños…
Anónimo


Era costumbre (muy arraigada por cierto en el imperio persa) aquella en la que cuando moría un rey, a su heredero le hacían esperar cinco antes de hacerle jurar el cargo. Y dejaban al pueblo libre, a su albedrío... sin autoridad. Pasado ese tiempo era tal el caos y la anarquía que se había apoderado de las ciudades y aldeas, en donde se sucedían de manera desmesurada los asesinatos, robos, saqueos etc. que la mayoría del pueblo suplicaba que volviera cuanto antes el nuevo rey e implantara la autoridad. Con esto la monarquía se aseguraba el cariño de la gente. Se llamó a este proceder “El Manifiesto de los persas”, y ha sido requerido varias veces en distintos lugares del mundo, aquí también.
Me preguntaba si esta severa y arriesgada costumbre pudiérase aplicar en Cataluña. A bote pronto y sin mucho reflexionar, se me ocurre que tal vez fuese una idea acertada y pudiéramos recoger mas pronto que tarde algunos de sus suculentos frutos. Y es que han bastado tan solo unos días para que el negro panorama que teníamos se diera la vuelta como un calcetín y seamos ahora nosotros, los españoles, los que llevemos ventaja en este reto en el que tanto nos jugamos.
Si antes de mover un dedo resulta que los catalanes no nacionalistas (un millón) se han manifestado en masa por las calles de Barcelona. Cosa antes impensable pues jamás se habían juntado más de un par de miles en las calles, es que algo está cambiando.
Si resulta que antes de empezar a movernos, las que si lo han hecho son precisamente las casi seiscientas empresas que de allí han cambiado de domicilio social a otras partes del país. Y si con ello está haciendo temblar a todas las capas sociales de la región, sobre todo a la poderosa burguesía, que está replanteándose seriamente si fue un acierto apostar por la independencia, es que vamos por buen camino.
Si resulta que ésta gente se están enterando, por fin, que nadie en el mundo les va a apoyar, salvo cuatro chalados como Maduro en Venezuela y algún majadero que otro como Willy Toledo, o el insigne defensor de la oligarquía catalana, Pablito Iglesias, es que algo hemos hecho bien.
Si todo esto está ocurriendo aun sin trazas de aplicar el famoso articulo 155 de la Constitución, mucho me temo que se nos está cumpliendo a rajatabla el espíritu y la letra del, "Manifiesto de los persas" antes aludido. Y es que, tan solo han bastado unos días para que, dejándolos hacer se devoren entre ellos mismos.
Pero incluso voy más allá, si resulta que a pesar de nuestra sonada dejadez en estos asuntos, pero gracias, tanto a la traición de los nacionalistas como al continuo desprecio de estos a todo lo español estamos recuperando nuestro orgullo patrio perdido, pues miel sobre hojuelas.
Y si resulta que éste lamentable episodio de deslealtad nos va a servir a los españoles para comprobar definitivamente quién es quien y donde está cada cual en la alta política nacional, lo daremos por bueno. Incluso de los peores momentos se extraen conclusiones positivas.
Posiblemente nos veremos obligados a aplicar el famoso articulo 155 para que las aguas vuelvan a su cauce porque ésta gente ha ido demasiado lejos y ya no pueden retroceder, salvo a exponerse a quedar con el culo al aire. Y es que, como hacían con la plebe los reyes pesas, en el fondo y por lo bajines esta huida suya hacia delante denotaría un grito de súplica para que vayamos a rescatarlos cuanto antes. Y de paso poner orden y decencia en ésa parte de nuestro querido país. Apuesto lo que sea...
Dicho queda…
                                 Joaquín Yerga

                                 14/10/2017

martes, 10 de octubre de 2017

Último parte de guerra





Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo. Y no estoy realmente seguro de lo segundo.
Einstein

En ascuas estamos todos; esperando a que el tontaina este de Puigdemont declare esta tarde la independencia unilateral de Cataluña. Quizás después de tanto manosearlo hemos banalizado un poco el término independencia, pero con nada que pensemos un poco llegaremos a la conclusión de la barbaridad con B de Barcelona que estos irresponsables nos quieren llevar a todos. Primero a los propios catalanes, pero también al resto de españoles.
¿Cómo es posible que debajo de la abundante pelambrera de éste insensato de Puigdemont no haya más que simpleza y obstinación?. Primero convoca un referéndum a todas luces ilegal, y después (todos hemos sido testigos) de su chapucera celebración, dice que como han votado el 40%, eso le da pie para declarar la independencia ¡Como el que se toma un café con churros, vamos!
Este cafre, que lo pusieron ahí precisamente por ser el mas fanático y tontolaba de la clase, pretende ni más ni menos él sólito y otros energúmenos como él, tirar por la borda quinientos años de historia en común ¡Casi nada! ¿Alguien se imagina por un momento a España sin Barcelona?.. Yo no desde luego.
Conozco algo nuestra historia. Y sé que en toda ella está implicada Cataluña hasta la trancas, al igual que cualquier otra región del país. Desde los visigodos y la importancia de Barcino (Barcelona), pasando por los árabes y el reino de taifa de Tortosa. Y hasta el saqueo de Barcelona por Almanzor, toda fue idéntica a la nuestra. Luego vinieron los condados medievales catalanes y aragoneses, y su unión formando el Reino de Aragón. Después la fusión voluntaria con Castilla y la formación de este gran país que llamamos España.
Cataluña participó activamente en la guerra de la independencia para echar a los franceses. Y muchos gerundenses dieron su vida para evitar que su capital fuera anexionada a Francia por Napoleón. Catalanes fueron, también, gran parte de los diputados en las primeras cortes de Cadiz de 1812. Y ellos colaboraron activamente en la Constitución, llamada la Pepa. Y fueron muchos los catalanes, (como el resto de españoles), los que emigraron a América para buscar una vida mejor y fundar empresas. Y bien que se aprovecharon después, en la primera industrialización del textil, obligando al resto de españoles a comprar sus productos, (bastantes más caros), porque el gobierno central así nos lo imponían, a base de aranceles. Ése fue el comienzo, por cierto, de su riqueza y prosperidad, lo demás hasta llegar a la opulencia en la que viven hoy vino por pura inercia.
Durante el franquismo las numerosas familias burguesas catalanas (las que ahora financian el llamado Procés) y otros millones de catalanes apoyaron con fervor inusitado a Franco, que les recompensó con la instalación allí de la gran fábrica de Seat, germen de la gran industria auxiliar que vino después. Y llegó la transición. Y todos hicimos un pacto de concordia y solidaridad entre los pueblos de España... hasta ahora, que traicionando nuestra ingenuidad han conspirado activamente para denigrarnos.
Es mucho lo que nos une, que duda cabe. Tenemos un pasado juntos que no se entendería sin ellos. Y el de ellos sin nosotros. ¿Pondrán el marcador de la historia a cero en caso de secesión? ¿Empezarán a contar a partir de hoy? ¿Guardarán bajo siete llaves nuestra prolífica historia común por vergonzante?..
¿Y en cinematografía ? ¿Y en literatura? Que alguien me explique qué hacemos con las cientos de películas rodadas en Barcelona, con argumentos propios y actores nacionales. ¿Considero extranjeros a: Sazatornil, Nuria Espert, Victor Valverde etc. etc.? No existe, por más que se empeñen, un cine catalán medianamente serio. Si acaso ahora, de un lustro para acá, hay algo pero puro snobismo y de calidad ínfima.
Tampoco me hago a la idea de una literatura española sin Marsé, y sin Zafón, o sin Diaz Plaja, Ana Maria Matute, Mendoza, Montaban, Mercé Redoreda, Terence Moix, etc.etc. Todos ellos forman parte de mi niñez.
¿Y qué me dicen de la música? ¿Paso de Isaac Albéniz, de Granados o de Pau Casals, por decir algunos, por ser todos ellos catalanes? ¿Hago añicos los discos de Serrat, y los de Sergio Dalma ? ¿Y los del Dúo Dinámico por ser extranjeros?. Y hasta los de Peret y Dyango si me apuran, a pesar de que estos dos papanatas decían no sentirse españoles.
¿Y del deporte que tanto nos ha unido y enternecido? ¿Considerarán ellos un despropósito las Olimpiadas del 92? ¿Y eso a pesar del pastón que nos costó y el empeño que pusimos todos los españoles? ¿Y los triunfos del Juventud de Badalona y del Barsa? ¿Romperán las vitrinas con las copas por deberse a una historia indigna junto a nosotros?
Imagino que todo esto no es más que un sueño del que no tardaremos en despertar. Un mal sueño a convertir posiblemente en pesadilla y que nos va a dejar a todos, sin duda, muchas secuelas y una resaca muy difícil de superar.
El daño está ya hecho, pero no ha empezado hoy ni tan siquiera estos últimos días; hace ya treinta años que se incubó esta infección. Hoy sencillamente han empezado a aflorar los primeros síntomas, con fiebre alta incluida. Me temo que solo nos quede amputar.
Dicho queda...
                              Joaquin Yerga
                               10/10/2017

viernes, 6 de octubre de 2017

¡Es la economía, estúpidos!




Cuando las naciones son fuertes no siempre son justas, y cuando desean ser justas, ya no son fuertes.
W.Churchill


Como todo asunto que se sale de madre, (y este salió hace tiempo) las noticias que nos llegan de Cataluña van cambiando minuto a minuto. Y es normal que así sea, pues los acontecimientos son de tal envergadura que se pueden catalogar de extrema gravedad. Y es que ahora, por fin estamos todos comprobando, aunque tarde, lo mucho que nos jugamos en Cataluña. Pero incluso en esta deriva podemos sacar algo de positivo de todo esto: el realce del depauperado sentimiento español.
Decía lo del cambio porque precisamente hasta ayer por la tarde, incluso esta misma mañana, pensaba con absoluta convicción que al final de todo nos veríamos obligados a ver los tanques del ejército español entrar por la Avenida Diagonal de Barcelona camino del Parlament. Pues bien, en vista de los recientes acontecimientos he cambiado de opinión. Ahora lo que veo es una larga fila, pero no de tanques precisamente, sino de empresas catalanas desfilando en sentido contrario por una virtual Nacional II, camino de asentar su sedes en otros lugares de España.
Hasta ayer, insisto, creía a pies juntillas que para meter en cintura a esta gente haría falta, cuanto menos, además del discurso del Rey, jueces valientes, personal militar y mucho coraje, pero afortunadamente la cosa va a ser mas sencilla, me temo que con un adecuado manejo de la pasta será suficiente.
Con nada que leamos las portadas de los dos periódicos catalanes principales, propensos ambos al nacionalismo, nos daremos cuenta de que están muy asustados. Están llegando a pensar que lo que iba a ser una simple desobediencia y barullo, se les está yendo de las manos. Y es que el éxodo masivo de empresas que está en vía de producirse les está haciendo recapacitar. De paso, para nosotros se nos presenta como una efectiva y extraordinaria arma de ataque. Todos sabíamos que el punto débil del catalán mas genuino es su cartera, pero con el ruido de la revuelta lo habíamos olvidado. Por fortuna estamos comprobando que los tópicos, a veces, también se cumplen.
El gobierno español, (astuto y sagaz al menos en este caso) y a la vista de los acontecimientos, se ha dado prisa en sacar un decreto para facilitar la salida de esas compañías y de paso meterle miedo en el cuerpo a la poderosa burguesía catalana, colaboradora cuando no inductora de todo este desaguisado. La Caixa y el Banco de Sabadell, han abierto el camino, aunque ayer ya lo hicieron otras.
Olvidémonos pues de la necesidad de: sangre, sudor y lágrimas, que pedía Churchill a los ingleses en la Segunda Guerra Mundial. Para resolver el problema iremos tan solo a lo elemental, con tocarles debidamente los bolsillos las ovejas volverán al redil. Algunos habrá, entre ellos los mas exaltados de la CUP, que aun pidan guerra, pero sin el apoyo de la privilegiada y acomodada burguesía, la cosa nos dura dos días, y medio
Ellos, que esperaban mártires ataviados con senyeras ensangrentadas para implicar al mundo en su locura y desvarío. Y que ansiaban gestos agresivos de nuestros guardias para manipular imágenes y hacer creer a los pusilánimes medios informativos de la maldad intrínseca de los españoles; ellos, los valientes revolucionarios, se baten en retirada simplemente, por el maldito parné.
De todas maneras y por el bien de todos, bienvenido sea el espíritu fenicio de estos alborotadores de pacotilla. Gracias a ese alma mercantil que los caracteriza, si todo sale como parece, y las ganas y necesidad de salir huyendo de allí se expande, démonos por vencedores. Habremos ganado la guerra sin pegar un tiro. Y es que como toda sociedad opulenta y mimada que se precie, han preferido el brillo de los euros a la dureza de las balas. Y yo que me alegro.. 
Dicho queda...

P.D. El titulo del articulo alude a una famosa frase de un asesor del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.
       
                                    Joaquín Yerga

                                    06/10/2017

miércoles, 4 de octubre de 2017

Fin del cuento (La trilogía catalana)




La primera vez que me engañes, sera culpa tuya. La segunda será culpa mía.
Proverbio árabe


Todos sabemos de ese conocido refrán que dice, “El que pega primero, pega dos veces” Los independentistas catalanes están a las puertas de aplicarlo con nosotros. Primero, abusando de su mayoría relativa en el Parlament y saltándose sus propias leyes a la torera sacaron la ley de desconexion o transitoriedad. Y segundo, en un par de días dicen que van a declarar la independencia de forma unilateral. Como podemos ver están decididos echarse al monte. De hecho, creo, que por ahí andan hace tiempo.
Ahora nos toca a nosotros responder, pero tenemos la desgracia de tener que ir rebatiendo hechos consumados, y eso nos proporciona gran desventaja. Bien es cierto que están a lo que están. Y que todo el tiempo, dinero y esfuerzos lo gastan en planear la manera de hacernos la puñeta, y ademas saben como hacerlo, son expertos. Para todo eso cuentan con un ejercito de unos cincuenta mil voluntarios decididos a todo y bien introducidos en todas las capas decisorias de la sociedad.
También tienen a su disposición un par de periódicos y sobre todo la televisión catalana Tv3, que nos cuesta un pastón y que está toda ella subvencionada hasta las trancas. Es decir disponen de un batallón bien pertrechado y debidamente untado con dinero publico. Como avanzadilla a llevarse los palos tienen a los tontolabas de la CUP y parte del Podemos catalán, con el apoyo táctico y moral de nuestro tontolaba particular Pablito Iglesias. Por supuesto en la guerra mediática ya librada nos han ganado de calle. No dudo en reconocerles su inteligencia. No hay que olvidar que son los listos de la clase (española).
Nosotros, (que somos la mayoría silenciosa y sufridora) tenemos a nuestro alcance el famoso articulo 155 de la Constitución, que nos dice que podemos hacernos cargo de la autonomía. Es decir quitar de ella a los mandatarios que haga falta (gobierno, parlamentarios, jefes de policía etc.) y colocar a gente no independentista. Pero la cosa no es tan fácil. Me explico…
Los independentistas furibundos están muy introducidos en absolutamente todos los estamentos de la sociedad. Los hay maestros, médicos, patrones, funcionarios, deportistas etc. podemos cortar las siete cabezas de la hidra, pero siempre nos quedarán el cuerpo y las extremidades. También necesitamos la aquiescencia de los jueces y fiscales para meter inmediatamente a estos dirigentes traidores en chirona, pero ésta nuestra es una, “demasiado exquisita democracia” y no se yo si estarán por la labor.
Por supuesto también tenemos que contar con la masa que forman estos pseudorevolucionarios, que inmediatamente nos harían una huelga general indefinida y grandes manifestaciones en las calles, pero eso, imagino que con el ejercito desplegado y toda la policía que hiciera falta, se solucionaría mas pronto que tarde. Ignoro a que estarían dispuestos estos rebeldes de pacotilla, pero presiento que no a mucho sufrimiento. La mayoría son simples niños píjos de papás.
No dudo que al gobierno le ha faltado tacto y sobrado ingenuidad por confiar en los Mossos de Escuadra. Por cierto, otro de los problemas que tenemos que solventar. Si una vez descabezados de sus dirigentes, esta gente en gran parte adoctrinados para la causa, obedezcan a sus nuevos jefes estatales. Si viesen fortaleza en nosotros, no dudo que lo harían.
Si fuésemos capaces de hacer todo esto bien, sin que haya ningún muerto (que lo esperan los nacionalistas como agua de mayo para tener su mártir) y aguantáramos así un par de meses, después se podría convocar nuevas elecciones autonómicas, y a ver que sale.
A todo esto, que nadie olvide al llamado fuego amigo, es decir, sortear los peros y los muchos palos en la rueda que van a poner a estos planes los Podemitas y la parte pusilánime del Psoe. Pero no queda otra. A grandes males grandes remedios, y que dios nos coja confesados…
No se si ya iremos tarde pues esta gente se está organizando. Imagino que el gobierno estará esperando que declaren la independencia unilateral para tener argumentos sólidos y poder meterlos en el trullo. Es lo que decía al principio, a los buenos nos toca siempre ir detrás, al albur de los hechos consumados. Antes no se puede hacer nada. Esperemos, por el bien de todos los españoles, y por nuestra democracia y sus leyes, que todo salga bien y podamos otra vez vivir en paz y sin zozobra. Lo necesitamos…
                             Joaquin Yerga
                              05/10/2017





martes, 3 de octubre de 2017

A Cataluña, con amor...





Con las cenizas de los traidores construiremos la patria de los humildes.
(Eva Perón)



Ignoro si la cosa irá a más y lleguéis algún día a ganar este indigno pulso al estado. A estas alturas ya del llamado “Procés” seguid igual de perversos, incluso ahora ensoberbecidos por los cuatro votos de más conseguidos y la fuerte presión que ejercéis. Pero no os engañéis, toda esta matraca no se debe a que seáis mejores ni más valientes, sino a nuestra ingenuidad de pueblo lleno de complejos.
Tal vez lleguéis a formalizar un estado independiente, cosa que no dudo algún día alcanzareis pues lo tenéis bien organizado desde hace cuarenta años, pero será un estado levantado sobre unos cimientos de mentiras. Y es que no habéis llegado a esto, como suele hacerse en estos casos, a base de revoluciones sangrientas, torturas y sufrimientos, ¡Que va! Lo vuestro ha sido suave como el visón, un juego de niños. Habéis llegado a este punto de envanecimiento por incomparecencia del contrario, es decir el resto de España. Y es que simplemente, después de haber gozado de todos los privilegios propios de un niño mimado, os mostráis crueles y mordéis la mano de los que durante tanto tiempo e ingenuamente os dieron de comer.
Dudo que en ninguna parte del mundo encontréis algo parecido, porque: Vosotros los nacionalistas, que habéis atosigado, fustigado, acorralado, intimidado y amenazado a todo lo que oliera a español en las escuelas o en la sociedad, os declaráis ahora las victimas del conflicto. Y tanto habéis mentido e inventado que os han creído, no solo en ciertos medios, sino que parte de nosotros lo asumimos como cierto... ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Escasez de cultura? ¿Vileza de unos cuantos? Tal vez un poco de todo.
Vosotros los independentistas, que habéis sido los más ricos del país, con autogobierno casi pleno, con policías propios, leyes, parlamento etc. y que habéis gestionado la crisis de manera deplorable y entrampados hasta las cejas, con derroches y mangazos de toda índole, quedáis ahora como los sufridores del cotarro y cargándole el muerto del desastre, a “Madrid”, como a menudo soléis decir con mala fe.
Vosotros, los Torras y Puigdemones de turno, sin duda mas avispados que el resto de españoles, habéis sabido adivinar perfectamente cuales eran vuestros intereses y os habéis aprovechado de la abulia e indiferencia de una mayoría de españoles, desconocedores, por cierto, de sus propios intereses. Y montareis una nación, pero será una nación llena de patrañas, mártires de pacotilla, y con ídolos de plastilina.
Y cuando pase el tiempo y con él esta barahúnda de vocerío y perfomances que organizáis, día sí y otro también, comprobareis que quizás no todo habrá merecido la pena. Habréis creado, de la nada y con engaños, un diminuto estado, (mas o menos rico y con la mitad de la gente cabreada) es cierto, pero habréis perdido, también, un gran país hermano que os admiraba por emprendedores, y que a partir de ahora os mirarán como traidores.
Qué duda cabe que erramos cuando con lo de las autonomías para todos cedimos la educación. Y que eso os ha servido para adoctrinar a favor de vuestros intereses patrios a todos los jóvenes surgidos durante dos generaciones. Incluso que estos a su vez hayan hecho lo propio con sus parientes mayores, muchos de ellos analfabetos venidos de otras partes de la España mas subdesarrollada.
Posiblemente no haya marcha atrás por la septicemia de odio a lo español que os domina. Y que gran parte de esos antiguos extremeños y andaluces que os apoyan (lo que más me duele) se rasgarán las vestiduras cuando pasado el tiempo y el fervor comprueben que no han ganado nada, solo generado mucha tristeza y desolación, entre los suyos.
Cuando los oscuros pronósticos se cumplan y al fin seáis soberanos, nosotros, lamentablemente, seremos más pequeños en extensión, y posiblemente más pobres en economía, de eso no hay duda. Y por mi parte, que había soñado siempre con una España grande, democrática y justa, me conformaré al menos con que los que quedemos permanezcamos unidos de una vez, si bien menguados en riqueza. Espero, también, que entre todos miremos el futuro con orgullo porque no todo en este ingrato mundo es dinero y grandezas, a veces debemos anteponer nuestra dignidad como pueblo para que nadie jamás se atreva otra vez a vilipendiarnos. Aunque me temo que necesitaremos mucha fuerza y determinación para recomponer nuestros despojos.
No obstante, siempre me quedará la historia, para soñar...


                                                                                    Joaquín Yerga