lunes, 31 de octubre de 2016

El que se mueva no sale en la foto


          
     
¡Ah de la vida!... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La fortuna mis tiempos ha mordido,
las horas mis locuras las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni a dónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido
y no hay calamidad que no me ronde.
(Quevedo)

Soy consciente que la historia no es un tema que levante pasiones. No obstante, saber un poco de la nuestra aunque sea a trazos gruesos, o por lo menos refrescársela a los que algo conocen de ella es una tarea  que me apetece hacerles llegar.
Afortunadamente los españoles tenemos una historia muy larga y prolífica en acontecimientos. Por supuesto la que pienso contar estará especialmente resumida. Aun así contendrá datos tan sugestivos que seguro harán las delicias del que se atreva echarle un vistazo.
Decía Albert Einstein que es más fácil deshacer la estructura de un átomo que un prejuicio o tópico, y no le faltaba razón, además es una buena premisa para abordar el asunto del que quiero hablar porque...
Si le preguntáramos a cualquier español por el origen étnico de los andaluces, posiblemente nos diría que tienen una rara mezcla de: moros, gitanos y cristianos, ¡No lo dudéis…!  Si a la pregunta le cambiamos al andaluz por un castellano, contestará que son cristianos de toda la vida; vamos, españoles de pura cepa. Y por ir terminando con los ejemplos, si le colocamos un gallego, que son celtas sin dudar nos replicará. Pues bien, según recientes y sesudos estudios internacionales basados en estructuras genéticas de la población hispana confirman que, los españoles tenemos  todos una base genética homogénea en todo el país. Es decir, somos todos iguales (además de ante la ley). Y mejor no buscar diferencias porque nos podemos encontrar sorpresas como la que sigue... 
Resulta que recogiendo muestras de ADN de dieciocho zonas equitativamente repartidas del todo el territorio dan como resultado que: uno de cada cinco españoles tiene ascendencia judía y uno de cada diez norteafricana. Curiosamente el 22% de los castellanos y el 20 de los gallegos tiene sangre mora. Y pásmense, tan solo el 5% de los andaluces... 
Según el despliegue de datos del estudio hay más descendientes de bereberes en la plaza mayor de Salamanca o en el centro de Orense que en el Albaicín granadino. En el estudio no se incluye, por supuesto, a los siete millones de inmigrantes llegados a nuestro país recientemente. Por poner alguna fecha de inicio a partir de la cual queremos arrancar con nuestros orígenes, podemos decir que…
Los Iberos, pueblo tan nuestro y base de nuestra estirpe, aparecieron para la historia sobre el cuarto milenio a.c. por la franja oriental del país. Según las últimas investigaciones eran tribus que habían tenido contacto con culturas orientales mucho más desarrolladas. Los vascos parece ser, fue una tribu íbera de las muchas que se asentaron por toda la zona oriental el país. Con las nuevas teorías basadas en el ADN, estarán los nacionalistas más satisfechos, pues la que había dominado hasta hace poco era la que afirmaba que procedían del norte africano y tenían similitudes, por tanto, con los bereberes. Menuda gracia le hacía a los Arzallus y Urkullus de turno, tan modernos y diferentes ellos, que hasta creen descender directamente del Abraham bíblico. 
De los celtas tenemos clara su procedencia, atravesaron los pirineos hacia el siglo VIII A.c. Venían de centroeuropa y acabaron por instalarse en la mitad oeste de la península. Si los Íberos eran agricultores éstos fueron pastores y más belicosos. Culturalmente estaban más atrasados. Pasado el tiempo los dos pueblos, como era de esperar, hicieron buenas migas y se fueron mezclando y de ahí surgieron los Celtiberos, soporte principal del sustrato español.
En esa estaban nuestros ancestros (aunque no solo hubo idilio, también se zurraban de lo lindo unos con otros) cuando aparecieron los griegos allá por las costas catalanas (aún no existía Catalunya, por si acaso… ni Puigdemont se había echado al monte). Los helenos venían buscando nuevas tierras donde instalarse y poder comerciar. Para ello trapichearon y timaron todo lo pudieron a nuestros incautos indígenas con toda clase de botijos y tinajas. Eso sí, primorosamente decoradas. Realmente fueron pocos, la huella que nos dejaron fue más cultural que de sangre.
Por la misma fecha aprox. también se dejaron ver por sureste, los fenicios. Éstos eran como los chinos actuales, a cambio de metales nos endilgaban montones de cachivaches baratos y todos contentos. Bueno, no todo fue malo, también nos enseñaron a fabricar salazones de pescado y a colorear nuestros taparrabos. Entre otras ciudades, fundaron Málaga o Cádiz, la ciudad más antigua de España, aunque eso es difícil de demostrar.
Los bisnietos de los fenicios, los cartagineses, sí entraron a saco poco después, (270 a.c) masacrando tribus y ocupando ellos su lugar. Venían huyendo de los romanos que se las tenían jurada. Los romanos los habían expulsado de Sicília en la llamada Primera Guerra Púnica, y para seguir abasteciendo de materias primas a su capital, Cartago, (actual Túnez) pretendieron, y casi lo consiguen, explotar a nuestros aborígenes exprimiendo tierras, minas y personas.
Con los romanos fue diferente. Éstos si dejaron huella de todo tipo en nuestra piel de toro. Por supuesto les costó domeñarnos (doscientos años) pero le debemos mucho. Los romanos nos desasnaron, nos dieron cultura y leyes y lo más importante de todo y que aún perdura, nos legaron  el latín. Todas nuestras lenguas patrias descienden de este idioma, excepto el vascuence, que como indiqué antes tiene origen íbero, es decir prerromano.
Llegado el siglo X, (ya d.c.) contando, pues, con los cuatro millones y medio de hispanos romanos que habitaban la península y después de las nuevas invasiones bárbaras, visigodos, suevos, vándalos y alanos procedentes del norte y centroeuropa, es decir, rubitos y con las niñas de los ojos tan azules como el añil de los fenicios (en ningún caso rebasaron mas 450.000 individuos) y la posterior musulmana (mayoritariamente bereberes) estos sí, morenitos como el carbón (según muchos historiadores tampoco superó nunca el medio millón) la masa genética hispánica, después de haberse mezclado, agitado y asentado, estaba ya formada. Y desde entonces no ha sufrido variación relevante.
Teniendo en cuenta también el importante componente judío, (que había entrado en España durante la diáspora de ellos por el mundo que provocó el emperador romano Tito al destruir Jerusalén) se podría asegurar la siguiente componenda genética hispana: 40% íbero, 30% celta, 2% fenicio, 2%griego, 10% bereber, 11% judía y 5% otros. Es decir, los españoles actuales descendemos de un totum revolutum de multitud de pueblos diversos. Y ése sustrato genético, además, repartido de manera homogénea a lo largo y ancho del territorio.
Cuando llegó la reconquista en la que se expulsó a los moros, el ADN hispano se redistribuyó de manera homogénea, pues a medida que se desalojaba a los musulmanes se iba repoblando con gentes procedentes de Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco, en la parte occidental, incluyendo toda Andalucía que se repobló en su totalidad, pues apenas quedaron familias árabes después de la expulsión.
En la zona oriental ocurrió lo mismo, repoblándose con aragoneses y catalanes. Hay que tener en cuenta que los moriscos que quedaron (después de ser expulsados gran parte de ellos a Marruecos durante la conquista de Granada) fueron obligados a abandonar el país. Una pequeñísima proporción de ellos se dispersó entre Galicia y Castilla. Los judíos, y por causas religiosas parecidas, también fueron expulsados en 1492 d.c, aunque solo se fueron la mitad; la otra se reconvirtió, con más o menos ímpetu, al cristianismo.
En definitiva, recopilando todos estos datos nos da como resultado, que todos los españoles tenemos un mismo origen étnico vivamos donde vivamos, desde catalanes a extremeños y desde gallegos a andaluces; todos estamos mezclados. Si acaso una pequeñísima parte de vascos aguantaron con menos mezcla en algún valle perdido pirenaico y conservan un poco más que el resto su esencia Íbera, o lo que es lo mismo, son más auténticamente españoles. O que en los gallegos predomine un pelin la sangre de los suevos, pueblo germánico que se asentó en esa parte y por eso, también, son un poco más rubios que es resto. Y si me apuran, algo más de ADN francés, (porque entraron estos en masa en los condados pirenaicos) los catalanes, pero poco más. Asunto aparte es el tema cultural y lingüístico. Pero eso es otra historia...
Dicho queda…
cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

sábado, 29 de octubre de 2016

En tu casa o en la mía.






El clavel de tus labios

brindaba miel de besos

y fue mi boca ardiente

abejas de sus pétalos.


Me abrasaban tus ojos

me quemaba tu aliento

y apagó las palabras

el rumor de los besos

--E. de Mesa--

´

Antes de visitar cualquier lugar fuera de nuestras fronteras habría que patearse bien España. Sí, yo aconsejaría empaparnos bien de nuestras excelencias nacionales, y después el resto.

Yo he traspasado en escasas ocasiones nuestras fronteras. Sólo cinco o seis países conozco, pero si he colmado suficientemente mi retentiva visual con las esencias de nuestro país.

De la España peninsular me jacto de haber estado en todas y cada una de nuestras regiones. Alardeo incluso de conocer todas las capitales provinciales y sus pueblos más importantes, no en vano he dedicado muchas etapas de mi vida a visitarlos. Con este bagaje, explorador y viajero, me creo con la autoridad suficiente como para reafirmar la belleza de nuestra diversidad y contar lo siguiente...

Puedo y debo ratificar la peculiaridad y el exotismo andaluz como algo único en Europa, en donde sus costumbres y tradiciones han sido tan atractivas que han impregnado de ellas (a ojos de cualquier extranjero) a todo el país entero. En cualquier parte de Europa, por no decir del mundo, identifican a toda España con las tradiciones más genuinas andaluzas. Esto lamentablemente no siempre es bien entendido por los habitantes de otras regiones; a algunos les repatea identificarse con ello; imagino que no hace falta decir quienes…

Me gusta Cataluña y su principal ciudad, Barcelona, a rabiar. Reconozco a ésta última como una de las más atractivas del mundo; sus millones de visitantes así lo corroboran. Si me dieran a elegir yo la situaría como la más espectacular de nuestro país en todos los sentidos, a la par con Madrid. Nunca le estarán los catalanes suficientemente agradecidos a Gaudí, por lo mucho que hizo éste por ellos.

Del País Vasco conozco sus tres provincias y sé que no sorprendo a nadie si alabo sus bellos paisajes y sus recoletos puertos pesqueros, porque todo el mundo es sabedor de ello. De aquí me quedo con Bilbao, su mayor ciudad, y por la metamorfosis que ha tenido ésta últimamente. Han transformando sus anquilosados muelles y unos astilleros herrumbrosos en una sorprendente zona moderna, adornada con museos como el Guggenheim, avenidas como su Gran Vía, y mejorado su espectacular ría. Otros habrán que prefieran  San Sebastián (La Bella Easo). Y es que ya se sabe, sobre gustos...

Castilla y León, la más vasta región de España, y también de Europa, tiene suficiente extensión como para ser muy diversa. Me quedo con sus nueve capitales provinciales. Quizás son las que poseen más "Monumentos Patrimonio," del país. Sus catedrales góticas y sus numerosas pequeñas iglesias románicas las hacen únicas. Puesto a escoger, sin dudarlo, me decido por Salamanca en lo urbano, y con el paisaje de León. Aunque por motivos familiares me apetece significar también a Zamora, la que más he pateado.

De las regiones más desconocidas tal vez Aragón sea la que más de todas. Geográficamente extendida de norte a sur la hace, por tanto, tomar paisaje y clima del centro peninsular pero también del norte pirenaico. Aquí todo se lo lleva Zaragoza de manera apabullante. La mitad de la escasa población de la autonomía se concentra en ella. 

Zaragoza climatológicamente es dura, pues va de los fríos y ventosos inviernos a las tórridas canículas veraniegas. Ésta, si no hermosa pero si interesante, ciudad hace la número cinco en importancia económica y poblacional de España.

Todos pensaremos, y creo no equivocarme que Galicia sea una de las zonas más singulares del país. El acervo cultural y lingüístico de sus habitantes, su masa forestal y paisajística, y la dualidad costa-interior la hace peculiar. La campiña orensana y la ciudad de La Coruña, acapararían  mis preferencias.

Asturias patria querida. Un buen himno seria para el conjunto del país. Seguro que en esto nos pondríamos todos de acuerdo. Qué decir de sus verdes praderas y sus hermosas ciudades, sobre todo Oviedo… Como dicen ellos: Asturias es España, el resto tierra conquistada.

Cantabria, cuna de la España verde. Zona castellana de toda la vida que, sin embargo, la nueva distribución geográfica dispuesta durante la transición la separaron de la vieja Castilla y la hicieron autonomía uniprovincial. Santander y su bahía  es una de las más valiosas joyas de las que debemos presumir.

Dura es la insistencia de los vascos nacionalistas por incorporar Navarra a su zona de influencia. Qué duda cabe que la parte occidental de ésta es euskalduna, pero de ahí a querer monopolizarla toda va un trecho. Lo mejor de ella: sus valles pirenaicos,  y Pamplona, la ciudad fundada por el general romano Pompeyo. Por cierto, tan española que nada mas autentico Made Spain que sus San Fermines. No obstante, ahora gobernada por los radicales aberzales, intentarán desespañolizarla a marchas forzadas, tal y como han hecho con Bilbao otras fuerzas nacionalistas.

La cuna del castellano que fue el monasterio de S. Millán de la Cogolla, (ahí moraba el primer poeta conocido en nuestra lengua, Gonzalo de Berceo) está ubicada ahora en otra miniautonomía, La Rioja. Ésta al igual que Cantabria, había sido castellana desde siempre, pero, azares de la vida, ahora es independiente de ella... Claro, que su población cabe toda ella en el madrileño barrio Del Pilar. Me pido Logroño, y  una copa de su, “bon vino”, como diría Berceo en su castellano antiguo.

Valencia, un autentico y entrañable tesoro más de nuestras Españas. A lo largo de sus tres provincias se cuenta y no se acaba de su magnificencia. Sus costas albergan un ramillete de pueblos y ciudades vacacionales tan extraordinarios que hacen la delicias de foráneos y foráneas; sobre todo las de pelo rubio como la cerveza y ojos azules como su mar. ¡Que no me toquen Benidorm!... Tampoco Valencia capital, la tercera y bien merecida urbe nacional. Y mira si las quiero a todas que por quedarme  me quedo hasta con Torrevieja, ¡qué ya son ganas!.. 

Un poco más abajo de la anterior y pegada a ella deslumbra Murcia; la huerta española de toda la vida; ahora quizás superada por el cultivo bajo plástico de su vecina Almería. Murcia lo tiene todo menos agua dulce. Posee buenas playas, buena tierra y bonitos pueblos. ¡Qué harían aquí si hubiese funcionado el trasvase del Ebro!... De escoger alguna ciudad me quedo con Cartagena, la antigua "Cartago Nova" de los cartagineses (los fenicios africanos). Qué historia más apasionante tiene esta bonita  ciudad, de 2.500 años de antigüedad.

Castilla la Mancha, asociada a Cervantes y su Don Quijote, a pesar de haber nacido éste en Alcalá de Henares. La antigua Castilla la Nueva, por ser la última que arrebatamos a los moros. ¡Cuánto habría que hablar de ella!.. De toda, destaca nuestro Toledo, la ciudad monumental, la primera capital de España con los visigodos. Toledo es una reliquia arquitectónica que nos sobrevive. El Toletum romano y medieval fue ejemplo de convivencia de las tres culturas occidentales: la cristiana, la judía y la musulmana.

Madrid rompeolas de todas las Españas. La conozco bien y por opinar de esta región podría decir maravillas. Tan solo aconsejar que la visiten en profundidad porque tiene tesoros arquitectónicos, museísticos y urbanos, increíbles, y que la mayoría de españoles desconocen, por cierto. Con decir que aquí se ha creado, gestado, urdido, atesorado o solventado, todo lo medianamente importante que nos ha sucedido a los españoles durante los últimos quinientos años es suficiente, o no. 

Extremadura tierra de conquistadores. nuestra tierra. Por cierto, procedían de aquí la mayoría de ellos porque ya en esa época tan lejana estaba en marcha la emigración masiva. Tal vez sea la nuestra la tierra mas olvidada de nuestro país. Por ser cuna de latifundios junto a Andalucía, pero con menos privilegios naturales que ésta, (no tenemos mar) hemos estado condenados al subdesarrollo más significativo. Ahora que priva lo sano, lo puro, lo virgen, y huimos de la masificación, esperemos sacar rédito a nuestras bellezas naturales aun inexploradas pero que son bien hermosas. Me quedo con la maravilla medieval de Cáceres, la romana Mérida y con nuestras inacabables dehesas. Fuente de Cantos merece un capitulo aparte, por supuesto..

En fin. tenemos un país maravilloso; otra cosa son alguna de sus gente..

Joaquín Yerga







domingo, 23 de octubre de 2016

Auténticos españoles

                                                                                       




En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa.

--A. Machado--


Decía un conocido periodista que, a diferencia de lo que solemos creer, los vascos son los más españoles de todosPrecisamente esa insistencia en querer ser diferentes al resto los define como la mejor manera de ser español. Y es que (aunque ellos no se lo crean) lo son y, de la manera más genuina. ¿Los catalanes son harina de otro costal?.

Los vascos han sido siempre gente muy conservadora, mantienen a machamartillo sus fueros y costumbres y, por ende, los más carpetovetónicos y auténticos españoles pero, ¿y los catalanes?

¡Uy, los catalanes!, ellos que han pasado por ser los más modernos y europeos, pioneros en España en industria, cultura y tantas singularidades más y todas vanguardistas, dudo ahora de su diferencia con el resto de nosotros.

Sí, dudo y mucho de su famoso y sobrevalorado seny catalán (sentido común) porque al igual que los vascos, se empeñan en ser ibéricos puros, es decir, actúan como los españoles de toda la vida: excluyentes, independientes, marrulleros, trúhanes, pícaros, y todos los defectillos más que nos queramos añadir.

Y es que, al final nos pasa lo que nos pasa porque, a fuerza de querer ser únicos y diferentes, resulta que somos todos muy iguales; nos pasa que preferimos ser cabeza de ratón a cola de león, y nos pasa que en cuanto nos hacemos guapos y ricos no queremos compartir con nadie nuestras prebendas recién adquiridas.

Yo lo siento por los que se hacen llamar nacionalistas o independentistas (de cualquier pelaje y color), se esfuerzan ellos en no querer ser españoles y resulta que sin saberlo son los más auténticos. 

En fin.. 

Joaquín




                              


miércoles, 19 de octubre de 2016

¡Lo que hay que ver...!

Un egoísta es una persona que piensa más en sí mismo que en mí.
(A.Bierce)

  El tipo que tengo enfrente y que me mira, yo diría que no tiene mal aspecto…por la disposición y cantidad de arrugas de su rostro calculo que apenas rebasará  los cincuenta y siete… --Yo no apostaría más--.
  Quizás de estatura media,  teniendo en cuenta… ¡claro!, los suculentos tacones de sus zapatos,  aunque,  por su complexión, más bien robusta, tal vez parezca menos de lo que mide realmente.
  Los tres o cuatro kg de peso de más que soporta su armazón --al menos eso aparenta-- no merma  en absoluto  su moderada complexión atlética, a pesar de que una tímida pero incipiente barriga va haciendo acto de presencia en su,--imagino-- antaño firme abdomen… Acorde con su cuerpo, en su considerable y desproporcionada cabeza, una amplia zona central de la misma, desprovista ya de cabellos, denota una paulatina desaparición de estos, el resto se debaten entre blanquecer o continuar en su color castaño  original  --Me temo y,  él debe saberlo,  que los primeros se impongan a los segundos en un breve espacio de tiempo--
  En un momento dado le vi arrugar su frente y arquear las cejas,  --me consta que suele hacerlo a veces, cuando se mira al espejo, quizás con la inútil pretensión de parecer más varonil--  --Sé de gente de su entorno inmediato que se  burlaron de él  por este chulesco gesto, muy al estilo del actor Clark Gable--  Posteriormente, para completar la pose, con su mano derecha se acarició la cara  palpando y sintiendo gratamente cómo una incipiente barba señoreaba su rostro tras varios días de soberano albedrio --creo que le gusta mostrarse así, con barba descuidada, porque de esa manera, y según su desconcertante parecer, disimula el semblante rojizo de su piel-- --De sobra sabe que cuando está rasurada afloran un sinfín de penosas imperfecciones--  --posiblemente ésta maniática anomalía tenga su origen en su ya lejana, y todavía no superada, conflictiva adolescencia  --Sospecho que de siempre  ha odiado el aspecto aniñado de su cara--
  Visiblemente satisfecho, tanto de su compostura como de su  apariencia física, le observé acercar su cara, al más que anticuado espejo del cuarto de baño, y fijar por unos instantes sus marrones y vivaces ojillos, --con una mirada contrariada, por cierto-- a una pequeña protuberancia que acababa de descubrir justo en la punta de su más que prominente  y colorada nariz, pero no le dio demasiada  importancia, por el contrario,   prestó toda su atención al nudo de su corbata intentando ajustarlo a su recio cuello… Mientras,  al margen de su ardua tarea de acicalamiento,  y con los labios fruncidos, intentaba silbar una canción de Joaquín Sabina  que inconscientemente, --parece ser-- se había alojado en su cerebro, y que ahora, de manera reiterativa canturreaba desde hacía días.
 Una vez que hubo comprobado, bien orgulloso frente al espejo, cómo su rostro, a pesar de las consabidas arrugas, su tosca nariz, y sus apenas imperceptibles labios,  aún mantenía un lozano aspecto, le vi coger el cepillo redondo de rígidas  púas que suele utilizar, y darle  un último retoque coqueto a su exiguo flequillo… al mismo tiempo y de manera espontánea  echó una mirada al rólex de imitación que en una ocasión, y durante un momento de debilidad se dejó regalar…Después aceleró los preparativos finales, y así estar a punto para esa cena y baile, que me consta estaba citado, y a la cual ansía  acudir.
 Un poco antes de perderle de vista  observé cómo se ceñía y ajustaba el cinturón negro que había elegido de su guardarropa, a juego sin duda, con sus oscuros zapatos  Martinelli,  recién adquiridos… Lo último que hizo para terminar de ataviarse  fue coger su chaqueta que pendía del picaporte de la puerta y comprobar bien a gusto, una vez colocada en su torso, lo irresistible de su porte y figura  --Y es que  recordé por un momento que,  el personaje que no paraba de mirarme, hacia ya años que se quedó sin abuelas--
  Dispuesto ya a salir del baño, y apagar la luz, echó una última mirada al espejo tocador que le había servido de cómplice,  y este le devolvió nítidamente la imagen de su figura, pulcra y bien acicalada.
  Complacido, y  tarareando la contumaz melodía de Sabina, abandonó el aseo  --por cierto, curiosamente la imagen que reflectaba el espejo era la… mía--  ¡Qué cosas!...


                                                                                                Joaquín Yerga          

                                                                                                   17/10/2016


lunes, 17 de octubre de 2016

Haciendo amigos...




Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo al contrario.
(J.K.Galbraith)



762 homicidios se contabilizaron en Chicago (la tercera ciudad más poblada de los Estados Unidos) el pasado año 2017 (en Madrid 32). Bien es verdad que la cifra se ha incrementado en relación a otros años, pero esto nos da una idea de la manera tan peculiar de vivir que tienen los americanos del norte; también de morir. Digo esto, porque esta hermosa ciudad es cuna de las más prestigiosas universidades del mundo. Tiene, también, museos para aburrir, es sede de gran parte de las empresas más importantes del planeta y muchas más cosas dignas todas de figurar en el top ten mundial. Por supuesto el nivel de vida ¡Ya nos gustaría a nosotros!… Estas paradojas viene a cuento de lo siguiente…
Comenta, Elvira Lindo, en su último libro “Noches sin dormir”, lo dura y complicada que es la vida en Nueva York… Ella ha vivido unos cuantos años allí y sabe de lo que habla. Dura, porque es una urbe inmensa y en toda gran ciudad se da lo más extremo de la conducta humana, lo excelente, y como no lo mas lo perverso. Y complicada, porque entienden la convivencia de forma muy diferente a nosotros, me explico...
Estados Unidos se formó como país con dos principales características. Por una parte la religiosa; los primeros colonos eran protestantes ingleses que huían de la relativa permisividad para con los católicos en su país. Y por la otra la inmensidad de las nuevas tierras a colonizar.
En lo religioso todavía se nota un cierto substrato puritano en algunos sectores de la población. En la América profunda, es decir, en los pueblos de los estados más rurales, las distintas prédicas protestantes aun tienen mucho que decir. Una vez (no hace mucho) leí una encuesta en la que aseguraban que una parte importante de la gente creía a pies juntillas todo lo que la biblia nos cuenta, sin matices… Admitían sin reparos la verosimilitud del Diluvio Universal o el Jardín del Edén, con Adán y Eva haciendo de las suyas. Por supuesto, estos mismos y otros muchos desdeñan con ahínco la teoría de la evolución de Darwin…Y también, a mi parecer, el sentido común.
Al ser tan extensas las tierras en donde los primeros colonizadores del medio y lejano oeste se asentaron no tuvieron más remedio que apañarse ellos mismos de la seguridad de sus personas y haciendas. Debido a esto se vieron obligados a portar y utilizar armas de fuego para su defensa si fuese necesario. Esto explica, en parte, el uso excesivo de todo tipo de armas que aun hoy exhiben. Y que a nosotros, los europeos, nos parece tan extravagante y peligroso.
El modo individualista y emprendedor de coexistir que tienen los americanos del norte le viene de los anglosajones europeos. Decía el escritor y filosofo, Max Weber, que la religión tiene mucho que ver en la forma de ser y progresar de los seres humanos individualmente y también agrupados en colectividad, y me lo creo…
A los que nos ha tocado la suerte (buena o mala, según gustos) de heredar una fuerte tradición católica y apostólica, tenemos que conformarnos con ser mediocres en cuanto al desarrollo industrial y tecnológico. En esta modalidad religiosa estaba mal visto ser empresario y rico… Para alcanzar el reino de los cielos había que ser pobre. O por lo menos aparentarlo. De hecho, y sobre todo en España, se odia a los que triunfan… ¿Quizás envidia, nuestro gran pecado?.. Y sin embargo a las primeras de cambio nos solidarizamos con los pobres, ¿Los admiramos?.. Con estos antecedentes, de ahí aquellos orgullosos hidalgos de antaño, que no tenían un duro pero no le daban un palo al agua.
En el otro lado estaban los calvinistas y protestantes en general, del centro y norte de Europa (allí triunfó la Reforma, de Lutero). Y entre sus dogmas está muy arraigado el hecho de que el trabajo dignifica, que tener dinero no es nada malo por lo tanto se pueden y deben esforzar para tenerlo. Tampoco el ahorro y la acumulación de caudales son impedimentos para alcanzar el Reino de los cielos.
Con estas diferencias en la manera de entender la vida no es de extrañar que ellos (los anglosajones) hayan prosperado tanto en todos los sentidos, y es que una cosa lleva a la otra. Con mas dinero hay más progreso, con mas progreso más cultura. Y la cultura nos lleva irremediablemente a la democracia y educación.
Nosotros los católicos nos hemos empeñado más en otros aspectos del ser humano (digamos más intangibles) como es salvar su alma más que en hacer dinero. Allá donde pusimos los pies nos esmeramos especialmente en convertir nativos al catolicismo, los ingleses, sin embargo, en hacer negocio.
No hace mucho salió a la luz una encuesta en donde el ochenta por ciento de los jóvenes americanos tenían como meta montar su propio negocio. En España la misma encuesta dio como resultado justo lo contrario, el ochenta por ciento de los jóvenes tiene en su mente opositar para ser funcionario.
La renta media de los yanquis son aproximadamente 55.000 dólares… En nuestro país no llega a la mitad. Allí el despido laboral es casi libre con lo que es muy fácil crear o cerrar una empresa. Aquí sería inimaginable, aunque vamos camino de ello. Allí es extremadamente sencillo montar un negocio porque apenas hay burocracia, aquí cuesta Dios y ayuda.
La protección que el estado proporciona a los americanos es mínima, cada cual tiene que costearse sus estudios y sanidad. A cambio se pagan muy pocos impuestos. Esto último, unido a los altos salarios y una mínima tasa de paro, no ofrece ninguna complicación para la inmensa mayoría de la población que engloba, por cierto, la llamada clase media.
Esta manera tan diferente a nosotros de organizarse implica que cada individuo se tiene que esforzar en buscarse la vida y hace que la innovación y el emprendimiento esté a la orden del día. Ningún país del mundo tiene el nivel tecnológico y tantas empresas competitivas como los Estados Unidos. Las mayores y más rentables compañías del mundo están en USA… No hay más que echar un vistazo al ranking… Apple, Amazon, Microsoft, Ford, IBM, Boeing, Yahoo, Google, Wikipedia, Wassap, Instagram, YouTube, Winston, Mc Donald, Paramount, Coca Cola… ¿sigo?...
Es el país con más laboratorios independientes. Y en donde más vacunas y medicinas curativas se conciben. Por cierto, de estas innovaciones que tanta salud y bienestar nos proporcionan terminamos beneficiándonos los habitantes de todo el planeta.
Tal vez mucha gente no eche cuentas, pero lo que aporta tan solo dos magnates americanos de ayuda al tercer mundo, Warren Buffett  y Bill Gates, supone bastante mas que la suma de España e Italia juntas.
La American of life  way (manera de vivir) comparada con la nuestra es dura y afanosa, y de alguna forma justa porque cada cual se paga lo suyo. Se da en menor medida que haraganes y aprovechados se beneficien de una estructura igualitaria como la nuestra. El punto débil de este sistema, no obstante, lo sufren los desfavorecidos reales que haberlos haylos y en cierta proporción.
Es la tierra del capitalismo casi puro en donde impera lo individual y la propiedad privada. Allí el estado se inmiscuye lo justo en la vida personal de cada uno. Es la tierra, también, de la libertad de culto. Y al fin y al cabo de la democracia pues no en vano llevan con ella más de trescientos años.
Los españoles somos los europeos más anti-norteamericanos y no alcanzo a comprender el porqué, máxime teniendo en cuenta que todo lo que viene de allí lo acogemos con mucho agrado. El día que algo provechoso para la humanidad, bien sea de carácter tecnológico, de entretenimiento, o de salud, provenga de algún país con régimen comunista o análogo me replantearé mis preferencias. Mientras llega ese improbable momento juzguen ustedes...
Dicho queda…
                                       Joaquin Yerga
                                        16/10/216


jueves, 13 de octubre de 2016

A un paso de la verdad...




Mi psiquiatra me dijo que estaba loco y pedí una segunda opinión… Me dijo que también era feo.
(Por empezar con una sonrisa antes de que lloren)

Cochina envídia...
No cochina precisamente, pero si sana envidia, eso es lo que me provoca la tranquilidad política y el bienestar económico y social de los países del centro y norte de Europa. Y es que...
Envidio, sí, y a rabiar sus anodinas cotidianidades, y su alto grado de educación cívica. Envidio, también, y hasta irritarme, su baja tasa de paro, su exiguo nivel de corruptelas, el alto índice de lectura de sus habitantes y sus abultados sueldos. Y envidio cómo no, su alta calidad democrática, capaces de gobernar en coalición: liberales-conservadores y socialdemócratas, sin ningún pudor, cuando la situación lo requiere.
Estos países, ubicados casi todos en la Europa mas septentrional, han conseguido que sus habitantes sean personas formadas e instruidas, y con un grado de progreso técnico envidiable que los hace, por otra parte, menos ideologizados políticamente que en los del sur del continente. Es esta una suerte de desarrollo humano que pocas zonas del mundo poseen.
Hay que entender a todo esto que, el que una persona sea en cierta medida adecuadamente ilustrada, no solo le vale para saber más, leer más libros, o interesarse por asuntos, digamos más peliagudos; le vale también para ser más tolerante, entender la democracia en su justa medida, huir de extremos, o incluso sacar mejor partido a su vida. ¿Será por esto último que las personas cultivadas viven más?. No lo digo yo lo dicen estudios recientes.
Tener la suerte de pertenecer a un país con gente suficientemente preparada es una bicoca como ser humano. En un país así sus ciudadanos no se dejan engañar por falsos profetas o demagogos que surgen como hongos en tiempos turbulentos haciendo ofrecimientos imposibles de realizar y que luego pagan todos con creces. Tampoco tiranos o dictadores encuentran en ese tipo de naciones su campo mejor abonado.
Un país así, en donde la mayoría del pueblo son gente suficientemente preparada tiene todas las de ganar. Los privilegiados habitantes de él saben lo que mejor le conviene a medio y largo plazo y no se dejan embaucar por cantos de sirena cortoplacistas o con promesas de recibir todo tipo de prebendas que nunca se cumplirían y que posiblemente le llevaría al desastre en no demasiado tiempo… Un país así es lo que necesitamos.
Perdonen mi insistencia pero esa forma de vida la tienen y disfrutan, tan solo unos pocos, aunque bien es verdad que son pequeños en tamaño y población, con lo que se administran mejor. Estos, envidiados estados llevan muchas décadas en democracia y sus ciudadanos elijen siempre a partidos moderados para que les gobiernen, porque saben que los radicales les llevan al abismo. Son modelos en tolerancia para con el prójimo, en sociabilidad y respeto al medio ambiente, y saben que con poco que ponga cada uno de su parte el beneficio comunitario es enorme.
Sus economías son variadas. No disponen de grandes empresas pero tienen muy diversificada su producción. El PIB de cada uno de ellos es muy alto y la renta per cápita, por tanto, bastante elevada (dobla la nuestra) En consonancia con todo esto los sueldos son importantes y el salario mínimo ronda los dos mil euros.
Al hilo de los derechos de sus gentes, que son cuantiosos, debemos resaltar también los deberes, que no son nada despreciables. Éste chollo lo tienen porque los productos manufacturados que elaboran y exportan están muy mecanizados y la productividad es muy alta, con lo que las empresas se lo pueden permitir. Al mismo tiempo la masa trabajadora es muy competente y especializada.
La mayoría de estos países se han forjado y prosperado en el modelo socialdemócratalo que conlleva impuestos muy elevados, pero reciben grandes prestaciones del estado. Este sistema merma un poco el emprendimiento y la innovación al desmotivar a actuales y futuros empresarios, pero lo suplen con la alta cualificación de su sector productivo.
El sistema político que tienen casi todos ellos es la monarquía parlamentaria (igual que el nuestro) es decir, el rey es pura figura simbólica con escaso poder. La composición de las cámaras y conjunto de leyes, no obstante, es variada y difiere en cada uno de ellos.
Este escaso elenco de naciones han sido los más tolerantes, respetuosos y democráticos del mundo y por ello son envidiados. Ellos han sido los inventores del Estado del Bienestar, y ellos llegaron a la bendita conclusión, según la cual, es más digno y más humano el que toda la gente tenga acceso a los servicios esenciales y a las mismas oportunidades, y no solo unos cuantos. Aunque bien es verdad que con la globalización y llegada, por tanto, de nuevos países a la modernidad occidental, el sistema está en franco retroceso, lamentablemente.
Me apetece enumerar, por si a alguien se le escapa alguno, la lista de estos, verdaderos paraísos de convivencia para los seres humanos: Suecia, es el paradigma y el más conocido de todos, pero no se quedan a la zaga: Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica y Luxemburgo, países todos con monarquías parlamentarias…ni tampoco
Austria, Finlandia o Islandia… estos son repúblicas.
Suiza, merece mención aparte porque su modelo político es una república confederada de regiones. Muy duros en cuanto a permitir la entrada de inmigrantes y muy rico (la renta per cápita más alta de Europa, 82.000 euros; la de España es 28.000) Este pequeño país centroeuropeo ha conseguido mucho económicamente al ser sede de muchos bancos, depositarios gran parte de ellos de grandes  fortunas mundiales de dudoso proceder.
Suiza se jacta de haber sido siempre neutral, con lo que está al margen de cualquier organismo de cariz político (está fuera del mercado común europeo y del euro). Posee también unas cuantas de las mayores empresas mundiales. Por cierto, en su seno alberga cuatro idiomas bien distintos (alemán, francés, italiano y romanche) y se llevan de maravillas. No lo usan para dividir como hacemos aquí, sino todo lo contrario.
Fuera de Europa a esta lista se le pueden añadir: Nueva Zelanda, Australia y Canadá, pero algunos de ellos entran ya en la categoría de grandes países, y eso merece una segunda entrega.
Dicho queda...

                                              Joaquín Yerga
                                      


domingo, 9 de octubre de 2016

Donde el corazón nos lleve.




Patria es la tierra donde se ha sufrido,
patria es la tierra donde se ha soñado,
patria es la tierra donde se ha luchado,
patria es la tierra donde se ha amado.

Patria es la selva, el oscuro nido,
la cruz del cementerio abandonado.
Patria es el airón de la bandera
que ciñe con relámpagos de oro
el sol, como hermosa cabellera.

(L. Diaz)

Ayer tarde bajando por la Castellana observé los preparativos previos al desfile militar por lo del Día de la Hispanidad, a celebrar hoy, 12 de octubre. Y me acordé...
Sí, me acordé, aunque ya iba tarde, de aportar mi granito de arena y contribuir de paso a avivar la polémica sobre si debemos celebrar o no nuestra fiesta nacional. Sí, justamente ésta de hoy, y que denominamos por motivos obvios, de la Hispanidad.
Advierto que el día de autos no se prestaba especialmente a ello. Era ya muy tarde cuando me dispuse a escribir sobre el tema. Y era, por cierto, una noche fresca y desapacible más propia para melancolías. No obstante, si me demoro más se disiparía el último resuello del debate y entonces no habría lugar.
Por empezar por algo, y aunque esto lo sabemos todos, insisto en ello, creo que el franquismo hizo a España mucho daño en nuestras estructuras identitarias; bastante más de lo que creemos. Ya sabemos lo que supuso los más de cuarenta años de dictadura en todos los ámbitos de nuestras vidas; a los que la vivimos y padecimos directamente, pero también a los que sufren sus efectos retroactivos  ya en democracia. Me explico…
Franco dio un golpe de estado desmesuradamente cruento en victimas y exageradamente largo en el tiempo; duró tres largos años. Extraña forma de ésta de contar nuestra  guerra civil, dirán algunos. Durante los años de dictadura (demasiados) el régimen abusó de nuestros símbolos ancestrales y los hizo suyos. Se apoderaron sin pudor de la bandera, del himno, de nuestros héroes, en definitiva de nuestros sentimientos. Sin embargo, siendo consciente de todo lo anterior no debo ir más allá; todo pertenece al pasado. Hace ya setenta y cinco años que terminó nuestra guerra civil y más de cuarenta que murió Franco. La mitad de la población española ha nacido en democracia, por lo tanto es hora ya de recomponer nuestro armazón sentimental.
Al igual que con nuestros símbolos con las fiestas nacionales pasa algo parecido. El día de la hispanidad, o día de España, conmemoramos de alguna manera el descubrimiento de América por nuestros antepasados. Así fue y así pasó, es pura historia.
Cuando Colón pisó la isla que ahora es parte de la República Dominicana (La Española) corría, a punto de acabar ya, el siglo XV. Lo que hicieron y cómo se comportaron los españoles de entonces era propio de esos tiempos, nosotros, sus descendientes, ninguna culpa tenemos de los excesos cometidos por aquellos. Porque ahora, quinientos años después y doscientos desde que se independizaron de nosotros ni los exterminamos, ni mucho menos, como sugieren algunos. Ahora hablan nuestro idioma, gozamos de culturas similares y los acogemos con agrado cuando vienen a buscarse el sustento a nuestro país.
En América central y del sur hay países en donde la población autóctona o indígena son mayoría aplastante: Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Bolivia etc. Hubo personajes españoles como Bartolomé de las Casas que defendieron con ahínco sus derechos. Algo inaudito en aquella época, por lo tanto, motivos para celebrar a pesar de los excesos, haylos, y muchos...
Hoy formamos una gran comunidad de países hispano-hablantes de más de 570 millones de personas, y aunque fuera solo por eso sería digno de elogiar y aplaudir. Por otra parte es inconcebible pensar ni por un momento que en países de la talla de: Inglaterra, Francia o incluso Estados Unidos, haya nacionales que no estén orgullosos de su historia, a pesar de los estragos que hicieron sus antepasados en muchas zonas del mundo. Porque miren…
Qué podemos decir de Inglaterra y las barbaridades que hicieron con los indios americanos. O en la india, África y en Oriente Medio, en donde dividían países como el que juega al monopoli. Y no se rasgan sus vestiduras, aún veneran  el “God save the Queen...”
¿Y los Franceses? con sus Napoleones y la invasión de media Europa. Y sus saqueos y sus fusilamientos famosos, así como sus desmanes en media África… Y ahí siguen, orgullosos de la “Grandeur  Francaise,” cantando enhiestos como un solo hombre, La Marsellesa.
¿Y los Norteamericanos y su exterminio de indios? ¿Y la segregación racial con los negros hasta antes de ayer.? Y que nadie les toque su forma de vivir, su bandera y su raquítica historia.
O los Alemanes, que estos sí que la liaron parda en las dos guerras mundiales con sus millones de muertos y su holocausto de judíos, Y ahí siguen, más unidos que nunca y apuesto que de puertas para dentro bien orgullosos de su patria y estirpe.
Y hasta los Italianos y su fecunda  historia. Ya desde tiempo de los romanos liquidaron pueblos y tribus enteras. Y más recientemente su nefasto comportamiento en Etiopía y en Libia. Y ahí están, más orgullosos que nosotros.  Y  que nadie les toque sus símbolos.
Los españoles debemos estar en un periodo involutivo, porque no se explica el comportamiento de muchos aborreciendo nuestro pasado. Nuestra historia fue la que fue y hay que, si no idolatrarla al menos respetarla y aceptarla, porque eran otros tiempos.
En la cuestión de los símbolos debemos llegar a un gran acuerdo para que todos estemos satisfechos y orgullosos con nuestro país y su historia. Y porque todo nuestro pasado a derivado, al final, en una España democrática, próspera y moderna a la que admiran, sin duda, más fuera que nosotros dentro. Esto no va de derechas o izquierdas, porque no es normal que en concentraciones de la primera ondeen banderas rojigualdas... y en la segunda la tricolor republicana… es de locos.
Que se sepa…
                                                                           Joaquín Yerga


jueves, 6 de octubre de 2016

Pasaba por aquí...

Atormentada piel de toro, turbia y homicida, cuna de Caín.  
(A.P.Reverte)

   Va a resultar que, el antiguo eslogan que nos definía en tiempos de Franco, y que decía aquello de…España, Una, Grande  y Libre, está  en trance de desaparecer por completo… No obstante, si nos fijamos bien, este lema no tiene porqué ser fascista.
  De las cuatros palabras  que contiene,  todas  ellas han estado  en vigor  hasta  fecha reciente…De estas  cuatro palabras del lema,  insisto, cualquier ideología podría apropiárselas, una a una,   sin que fuera contraproducente para  sus dogmas… Digo bien, podría…pero… me temo que no van por ahí las tendencias…no es políticamente correcto hacerlo hoy en día….hoy  todo  se inclina --como la ley del péndulo-- justo a lo contrario, a la disgregación, a deshacer lo construido… Y, es que, si no arrasamos con todo y volvemos a empezar  no estamos a gusto…nos aburrimos… A esto se le  llama Adanismo.
 De la primera palabra del lema… España, salvo que seamos  parte de los seis millones de extranjeros --perdón por la palabra-- residentes aquí, no debiéramos ofendernos,  pues españoles somos…. por cierto, llamaban  ya españoles,  a los que por aquí moraban  desde tiempos inmemoriales.
  Fueron los griegos, o tal vez  los fenicios, los que les dieron a toda nuestra  piel de toro --incluían al País Vasco y Cataluña, lamentablemente para estos--  el bonito nombre de Iberia….Curiosamente este apelativo  no procede como siempre se ha creído del caudaloso  y egoísta  rio Ebro --el que se niega  a dar una ínfima parte de su inmenso caudal  a los sedientos Turia  y Segura--, sino,  de un pequeño riachuelo de la provincia de Huelva antiguamente denominado Iberus…¡lo que son las cosas!
 Más tarde, varios siglos después…los romanos, tan prácticos ellos, nos denominaron Hispania,  y de ahí procede como es lógico España….Es decir,  el  depauperado --hoy en día-- nombre de español,  y del que  algunos  naturales le brotan sarpullidos  vergonzantes  nombrarse o sentirse como tal,  no  lo ha inventado ningún centralista de derechas recalcitrante, sino,  que lo hicieron gentes de fuera  hace la friolera de 3500 años.
 La segunda letra,  Una, nos lleva --si me apuran-- a ideología de izquierda pura y dura….Sino, pregunten a los revolucionarios franceses  de finales  del siglo XVIII qué  entendían ellos por una nación... la única, dirían...la francesa…. Un solo país y una sola nación,  centralizada en Paris,  y desde donde salían todas las normas a seguir. Los jacobinos --ahora serian los de Podemos-- eliminaron todas las antiguas regiones con ínfulas de grandeza o independencia y dividieron el  país en departamentos, todos parecidos en extensión y población…. También,  y según normas marxistas,  todo debería ser uniforme y redistributivo equitativamente…. Lenin y Stalin siguieron al pie de la letra esta consigna.
 Ahora, dicho y explicado lo anterior… ¿Porqué aquí en nuestro país, la palabra Una,  aplicada a una sola nación suena a fascistoide  en boca de algunos?… curioso cuanto menos…. Mucha gente debería  informarse al respecto.
 Qué decir del vocablo Grande…. a nadie le amarga un dulce, incluso, a los más exacerbados nacionalistas vascos y catalanes,  y próximamente valencianos y gallegos, darían un brazo por ser más grandes… ¿Me equivoco?...  Por lo tanto aceptamos que grande nos gustaría ser a todos…. Entonces... ¿porqué rasgarse las vestiduras?... ¿A qué hacer aspavientos  adversos a  que  España sea grande?...  De todas maneras, esto de ser medianamente grande --como somos ahora-- tiene los días contados…. En cuanto pasemos a ser, una especie de confederación, (ese es el camino que llevamos) entraremos  en el tiempo de  emular  a los reinos  de taifas musulmanes  medievales  y nos convertiremos en piezas fáciles de cazar en  todo tipo de agresiones… políticas, sociales o económicas…. Seremos (lo que quede de España) el  eslabón  más débil,  sino,  al tiempo…
 ¿Y del término  Libre?... No me negarán que,  debería ser una palabra  poco ambigua, pues lo es, y mucho….  La expresión Libertad está muy manoseada por gentes que no deberían hacerlo…. Sin ir más lejos, la usaron hasta  aburrir los etarras y los llamados aberzales cuando pedían constantemente libertad para Euskalerria, cuando los que estaban faltos de ella  eran precisamente los llamados constitucionalistas, a los que asesinaban en su nombre.
 Sin ir más lejos,  libertad o libre,  son  parte de los eslóganes más repetidos en las dictaduras de corte comunista. Por lo tanto quedamos que,  la palabra Libre la han usado  más los partidos de izquierdas que los de derechas… No deberíamos sentir congoja, en absoluto,  porque deseemos que España sea libre….  Sí,  libre de radicalismos, de odios revanchistas trasnochados; libres de ignorancia y de nuevos adanes que,  en su afán de deshacerlo todo y empezar de nuevo,  deshacen también nuestro  progreso y convivencia,  con la que también nos ha ido hasta ahora. En estos términos hay que usar la palabra  libertad, porque en asuntos de independencia o sometimiento a otros imperios ya no tiene sentido.
 En resumidas cuentas  he rescatado esta antigua consigna franquista,  tan aplaudida entonces por casi todos, y tan denostada ahora por muchos, porque  presiento  que,  de toda la frase,  a lo que quizás  hemos sido o cuantos menos deseado para nuestro país, ya no va a quedar nada o muy poco.
 Del concepto España --como dijo alguien una vez-- tan solo nos quedaremos,  con verdadero sentimiento  y con el copyright  de  la marca,  los castellanos, andaluces, y unas cuantas regiones más de habla castellana,  del resto, ni están ni se les esperan.
 Del conjunto UNA, habremos parido ocho diminutas naciones, a saber… España, Euskalerria --se incluye a Navarra--, Catalunya, Illes Balears, Galicia, País Valencíà  y Canarias,  y como estado asociado Asturies.
 De… GRANDE, pasaremos a ser insignificantes en todos los sentidos…. Quizás Cataluña,  sino en población,  si en riqueza social  y económica despunte del resto.
 De  la expresión  LIBRE, tal vez nos sobre libertad hasta para regalar….tanta  que,  posiblemente algunos  la vendan a cambio de economía…sobre todo aquellos que se han desgañitado a favor de la…libertad de los pueblos de España y del derecho a decidir,  o cuanto menos han dado su voto a los que eso predican…. Avisados quedan…
                                                                        Joaquín Yerga
                                                                          30/03/2016