miércoles, 30 de enero de 2019

El destino en tus manos

                                                                             





Muchos siglos van corridos

desde que hay suicidados

amantes menospreciados

y jugadores perdidos.


Tengo por mal argumento

para quitar la vida

el citar algún suicida

de valor o de talento.


Por uno se encuentra ciento

de la más ilustre fama

que terminaron su drama

enfermos, asesinados,

borrachos, apaleados

en la horca y en la cama.


Lector, si fuera a exponerte

tantos ejemplos diversos

llegaría haciendo versos

a la hora de mi muerte.


Citaré algunos, y advierte

que no quiero fastidiarte,

ve leyendo hasta cansarte,

y así que estés muy cansado

descansa, lector amado,

no vayas a suicidarte. 


--José Batres--



Decía San Agustín refiriéndose al tiempo: ¿Qué qué es el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien que me lo pregunta, no lo sé.

Buena respuesta para una pregunta imposible, pero... Si en vez del tiempo le pudiéramos preguntar: ¿Qué es el destino?-

Ignoro qué nos diría San Agustín, al respecto, pero si sabemos lo que dijo Kafka, el gran escritor checo: Todo lo que puede suceder sucede, pero sólo puede suceder lo que sucede. Desde luego, un galimatías incontestable.

Pero el destino no siempre es infalible ni fortuito ni casual, nosotros podemos modificarlo con medidas preventivas. Decía Albert Einstein: tendremos el destino que nos hayamos merecido.

El destino como tal es una idea o pensamiento abstracto, casi literario, que suple a la palabra futuro que parece más técnica y tangible. Destino suena a fatalidad; a veces a fortuna o ventura, incluso a maldición si me apuran, y es que nos volvemos locos por usar conceptos románticos y rimbombantes para dejar ese halo de enigma y misterio en nuestro imaginario.

Mirad si tiene juego esto del destino, que tenemos también la parte de infalibilidad, de certeza, de.. seguro que no falla, que por más que hagamos nos va a devorar... Ahora es el dramaturgo griego Esquilo, el que nos advierte: “Ni aun permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino”.

Entonces qué hacemos.. ¿Permanecemos impávidos, puesto que aunque nos escondamos el destino no va a pillar, o le ponemos alfombra roja para que venga de la mejor manera posible?. 

En fin..

Joaquín Yerga



Sobre ilusiones y esperanzas...




Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si se extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales , coseché siempre rosas,

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno.
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!.

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan solo noches buenas,
y en cambio tuve algunas realmente serenas.

Amé fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
(Amado Nervo)


Había una vez escritor holandés del siglo XIX, Eduard Douwes se llamaba, que dejó la cómoda carrera de funcionario del gobierno de su país para dedicarse de lleno a la literatura. Él sabia de su incertidumbre económica y laboral que a partir de entonces se le iba a presentar, pero lo hizo. Afortunadamente para sus lectores, sobre todo los holandeses, perdieron a un anodino funcionario de carrera, pero ganaron un magnifico escritor; hoy en día está muy considerado en su país...
El hecho de mencionarlo hoy no es por haber leído alguna de sus obras, que jamás lo hice, sino por unas cuantas frases que se le atribuyen que acabo de ver, y que a nada que se le eche una pensada tienen mucho sentido, por ejemplo dijo una vez, “Las ilusiones perdidas son verdades halladas”..., porque, hablando de ilusiones perdidas, no sé ustedes, pero yo constantemente me las voy creando, y perdiendo poco después (la realidad se impone) y, aunque suelen ser de poca envergadura las necesito para ir tirando...
Entiendo que todos y cada uno de nosotros hagamos lo mismo, es decir, cada cual se agarrará a sus pequeñas satisfacciones o gozos que compensen los severos y continuos disgustos cotidianos. No comprendería que algunos no tuviesen las suyas por muy mediocres que fueran...
Ya sabemos que no debemos tener ilusiones desmedidas y confiar en ellas a rabiar, porque luego si no se cumplen, y aunque se cumplan, nos venimos abajo emocionalmente, pero son imprescindibles para muchos; el secreto es no dejarse hundir en la desesperanza e ir a por otras que compensen, porque haberlas siempre haylas...
Las ilusiones perdidas son hojas, ay, desprendidas del árbol el corazón” Esto lo decía mi paisano Espronceda, pero.. ¡claro! él era el paradigma supremo del romanticismo y todo lo veía con ojos super-sensibles de romántico enamorado. Por cierto, su mayor ilusión era ser correspondido por Teresa, su amante. Sin embargo ésta, a pesar de haber tenido a una hija clandestina con él, Blanca, le abandonó por su legitimo marido. A la muerte de Teresa, y pasado el desconsuelo por su desaparición, le dedicó uno de los más sublimes cantos románticos de nuestra literatura, “A Teresa”... No tardó demasiado en reunirse con ella, allá, en el Paraíso de los amantes...
Fijense qué recomendación nos dio alguien una vez, pero del cual hemos olvidado su nombre: “Nace y vive con ilusiones, pero muere con recuerdos, no con sueños” personalmente creo haber entrado ya en está última fase... Por cierto, el escritor holandés del que hablaba al principio tenía como seudónimo, y por el que era verdaderamente conocido, "Multatuli", es una palabra latina y significa "mucho he sufrido"..., pero ignoro la vida privada de este buen hombre..
Dicho queda...
Joaquin Yerga



lunes, 28 de enero de 2019

Sobre héroes y tumbas...



¡Seis meses ya de muerta! Y en vano he pretendido
un beso, una palabra, un hálito, un sonido...
y, a pesar de mi fe, cada día evidencio
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio...

Si yo me hubiese muerto, ¡qué mar, qué cataclismos,
qué vértices, qué nieblas, qué cimas ni qué abismos
burlarían mi deseo febril y omnipotente
de venir por las noches a besarte en la frente,
de bajar con la luz de un astro zahorí
a decirte al oído: No te olvides de mi.

Y tú que me querías quizás más que te amé,
callas inexorable, de suerte que no sé
sino dudar de todo, del alma, del destino
¡y ponerme a llorar en mitad del camino!
Pues con desolación infinita evidencio
que detrás de la tumba ya no hay más que silencio.
(Amado Nervo)


Es publico y notorio que los hay con suerte en esta vida; tipos que pasan por este mundo sin muchos altibajos; trabajan, quizás con la suerte de no tener que haber cambiado nunca de lugar, disfrutan de una vida más o menos relajada, y luego mueren sin grandes padecimientos, aunque toda muerte por si misma es cruel; yo soy uno de ellos. Pero hay otros, inquietos, aventureros, trotamundos, incapaces de pernoctar mucho tiempo en el mismo sitio, sin duda a muchos de estos últimos les debe la humanidad gran parte del progreso, porque son ellos los que se arriesgan y descubren, el resto solemos aprovecharnos de su osadía.
Entre éstos últimos se encontraría el conquistador extremeño Pedro de Valdivia, un tipo audaz y con carisma que logró conquistar todo Chile para la corona de Castilla. Pero no voy a hablar de su vida y aventuras que, aunque copiosas y apasionantes, no tendría tiempo ni lugar, sólo de su muerte ocurrida de manera espeluznante me oirán contarles.
Algo tendría éste corpulento aventurero español para que una distinguida dama, Inés Suárez, fuese capaz de hacerse pasar por su criada cuando en realidad era su amante, y vendiera sus muchas y costosas joyas para financiar las campañas de su apuesto enamorado. Esas campañas eran, nada menos, que el descubrimiento y colonización de ese enorme y gran país que es Chile.
La conquista de un territorio tan grande como dos veces España y con unas distancias descomunales de norte a sur, (nada menos que 4300 kilómetros, con cinco husos horarios y habitado por indios feroces) no fue nada fácil, costó tiempo, mucho trabajo y demasiadas vidas de soldados españoles, incluida la del propio capitán Pedro de Valdivia. Antes de morir ya había fundado las principales ciudades que actualmente dan lustre y prestigio a Chile, como La Serena, (en honor a su tierra de nacimiento) Valdivia (como su apellido) o la misma capital del país, Santiago de Chile, acordándose del patrón de España que ya lo era entonces, Santiago El Mayor...
Sin embargo, a pesar de la atrevida vida, peripecias y las grandes hazañas de nuestro protagonista, como dije antes, sólo quiero esmerarme en su muerte, que fue atroz; miren sino...
Durante la campaña de conquista, poco antes de terminar de pacificar el país, un grupo numeroso de indios araucanos (de los más indómitos y fieros de todo el continente) les hicieron una emboscada, a él y a unos cuantos españoles que volvían a Santiago. Los españoles se defendieron y aguantaron lo indecible, pero fue imposible salvarse, eran demasiados. A Valdivia, por ser el jefe, le cortaron los brazos con conchas marinas afiladas, los asaron vuelta y vuelta, y se los comieron allí mismo delante de él aun vivo. El martirio fue terrorífico, aguantó tres días con los brazo amputados hasta que le sacaron el corazón a carne viva, siendo después devorado por los jefes de la tribu. Con su cráneo y los de sus compañeros brindaron alegremente llenándolos de chicha, una bebida amarga propia de esos indios.
Este es un caso extraordinario de un tipo colosal por lo carismático y valiente, pero la historia en esa brillante época está llena de españoles que, como Pedro de Valdivia, fueron capaces con sólo un puñado de hombres conquistar para la corona de Castilla un territorio de unos 17 millones de kilómetros cuadrados, es decir, casi una sexta parte el mundo conocido. Y todo eso nos lo legaron a nosotros; qué pena que no fuimos capaces de administrarlo a perpetuidad...
Joaquin Yerga

domingo, 27 de enero de 2019

Nosotros ya no somos los mismos..



Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí porqué se llora,
y entonces comprendí porqué se mata!

Pasó la nube de dolor... Con pena,
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.
(Bécquer)

Ando leyendo estos días un libro la mar de interesante; el autor es un judío muy de moda llamado Yuval Noah, el titulo, "Homo Deus". Es un ensayo sobre cómo hemos evolucionado la humanidad desde los inicios hasta la actualidad. 
Dice Yual Noah, entre otras muchas cosas pues acabo de empezar el libro, que los seres humanos actuales hemos derivado con los siglos hacia la filosofía del Epicureismo. La base fundamental que plantea esta corriente filosófica es el alejamiento en la creencia de los Dioses, el poco temor a la muerte, un materialismo nato y un ansia de vivir en el placer. Y yo creo que acierta de pleno, porque así veo yo también a la humanidad.
Pues sepan que antes no fue así la cosa. Con nada que miremos el pasado nos daremos cuenta que las prioridades humanas eran muy diferentes a las actuales. Por ejemplo ésta sociedad que tenemos ahora tan descreída de la religión, si exceptuamos el islam que aun va “in crescendo”, el resto apenas poco o nada le interesa. Antes no era así, claro..
Lo del poco miedo a la muerte (otras de las novedades de este siglo) no me extraña que así sea; nada queremos saber de ella. Pero recuerden a nuestros antepasados y qué íntimamente ligados estaban con ella. No en vano cada poco moría alguien de la familia... 
¿Y lo del placer? No me negarán que eso es lo que buscamos constantemente. Todo nuestro afán en esta vida es pasarlo bien y disfrutar de ella sea como sea. También les digo que ésta bicoca antiguamente era impensable, ¿Quien se iba a preocupar de divertirse (salvo los ociosos ricos de siempre) si apenas había tiempo para sobrevivir?...
Por último está lo de la razón Y digo yo, si al siglo XVIII se le llamó el "siglo de las luces" o de la razón, precisamente porque se abandonó la superstición, el ocultismo, el miedo al más allá, la brujería etc. como culpables de todo lo que pasaba, qué no se llamará a este incipiente siglo XXI.
Creemos todos, y con razón, que los hombres actuales en nuestro endiosamiento y soberbia evolución hacia la excelencia estamos exterminando la vida salvaje y el espacio natural de la tierra, pero esta aniquilación no es nueva, en cuanto aparecimos allá por el África oriental hace 250 000 años comenzamos la destrucción.  
Fíjense que cifras hemos modificado los hombres. De todos los grandes mamíferos que había en el mundo sólo sobrevivieron apenas un 30%, en cuanto fuimos capaces de organizarnos. Y eso ya antes de inventar la agricultura. 
Miren qué ejemplo nos pone el autor del libro: en Alemania, que fue donde se ideó lo de Caperucita Roja, y el Lobo feroz, (de allí eran sus autores, los hermanos Grimn) apenas quedan unas docenas de lobos. Pero eso sí, hay la friolera de 7 millones de perros domesticados. 
Y sigue con las paradojas. Tan solo unos 35.000 leones subsisten en libertad en la tierra; a cambio tenemos 600 millones de gatos. 700.000 búfalos salvajes en la tierra frente a 1.500 millones de vacas. O unos cuantos millones de pingüinos y la friolera de 20.000 millones de gallinas. En fin, se ve que nos hemos movido, y no para bien precisamente en estos pocos milenios que llevamos en el planeta. Menos mal que acabamos de abrir los ojos y ya estamos haciendo mejor las cosas.
Joaquin 

A Venezuela con amor...



Te desnudas igual que si estuvieras sola
y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frio!

Te pones a flirtearme como a un desconocido
y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y cómo nos queremos entonces en la risa
de hallarnos solos en el amor prohibido!.
Después, cuando pasó, te tengo miedo
y siento un escalofrío.
(Sabines)

Está por ver si lo de Venezuela va en serio y triunfa por fin la verdadera democracia o se queda otra vez en el intento. Aun hay dudas sobre si la oposición, (unida ahora más que nunca) es capaz de hacer prevalecer sus tesis y se convocan elecciones verdaderamente libres y democráticas. Normalmente los opositores a Maduro y su dictadura suelen estar muy desunidos, y es que son una amalgama de partidos de todas las tendencias que hasta la fecha han sido incapaces de actuar como un solo bloque.
Estarán conmigo que lo de Venezuela es un caso lamentable; es la pura constatación de hasta donde son capaces de hundir a un país unos tipos con unas ideas trasnochadas que en aras de una supuesta igualdad destrozan al país, y de paso se llenan ellos los bolsillos.
Venezuela era un gran país que lo tenia todo para ser próspero y feliz; dispone de materias primas suculentas, naturaleza exuberante, y no demasiada población, sin embargo el desmantelamiento de las estructuras liberales y privadas llevada a cabo por el gobierno, primero de Hugo Chavez y después por su delfín Maduro, han destrozado la producción. Allí no queda nada que fabricar, nada que elaborar; sólo viven de lo que sacan del petroleo cada vez más mermado y en manos de los chinos (ninguna empresa occidental se hace cargo por la insolvencia del gobierno) y del reparto discrecional de paquetes con comida que generosamente distribuyen entre sus incondicionales.
En Venezuela pasó lo que pudo haber pasado aquí en nuestro país hace ya casi una década. Una mala época de crisis económica unida a una corrupción nunca vista antes, hizo que la gente, cabreada, votasen a los primeros que pasaban por aquí y prometiesen poner todo patas arriba diciendo lo que la gente quería oír. Evidentemente la cosa no es tan fácil como estos tíos quieren hacer creer. Nos libramos de chiripa; de haber triunfado el partido de los embajadores de Maduro en España en aquellas elecciones o siguientes, veríamos ahora un país destrozado y con millones de compatriotas, maleta en ristre, camino a traspasar los Pirineos. Afortunadamente todo fue un espejismo, máxime después de ver los verdaderos ideales de su dirigentes y comprobar estupefactos que se comportan exactamente igual que los tanto criticaban.
En el mundo, decía Churchill, hay muchos sistemas de gobierno y todos son regulares, es muy difícil contentar a todos, sin embargo la democracia es el menos malo, pues permite una participación masiva de la población.. Imagínen que en todas partes la gente (políticamente hablando) se divide en dos bandos; los conservadores, que encarnan valores liberales, y toman la disciplina, el orden y la propiedad privada como bandera, y los progresistas o socialdemócratas, cuyo afán, entre otros, es cambiar el estatus actual dando mas poder al feminismo o haciendo más hincapié en combatir la desigualdad, pues bien, la única manera de conciliar ambas tendencias es hacer un pacto entre todos para que gobierne el más votado, con la posibilidad de que en las próximas elecciones pudiera ganar los otros, y así sucesivamente. A éste pacto le llamamos democracia y es la forma mas justa de convivir entre todos.
Nunca entenderé que se le ponga pegas ni adjetivos a la democracia, tampoco entiendo que nadie se arrogue el derecho a dirigir el destino de todo un pueblo sin tener permiso de, al menos, más de la mitad de ése pueblo. Es injusto que unos tipos que se creen poseídos de un don divino quieran llevar sus intenciones hasta las últimas consecuencias. Parecía que estas actitudes eran cosas del pasado, pero lamentablemente aun quedan tipos como Maduro y su camarilla que temen la opinión de su pueblo y les hace pasar las de Cain.. ¡Para qué coño quiero yo revolución, igualdad, patria, solidaridad, y más conceptos rimbombantes si las voy a pasar canutas, si voy a pasar hambre, si no me pueden operar porque no hay medios, y conmigo la mayoría!.. En fin, para cuatro días que vive uno.. Juzguen ustedes..
Joaquin Yerga


sábado, 26 de enero de 2019

Réquiem por un ángel dormido



Duerme , duerme, hijo mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
(Gabriela Mistral)


Hay noticias que no por esperadas son menos crueles; la certeza y confirmación de la muerte del pequeño Julen es sin duda una de ellas. Esta mañana todo el país se ha levantado un poco más triste que se acostó ayer; los periódicos, los informativos, las redes bullen con mensajes tristes y de apoyo a esos afligidos padres. Algunos aun después de trece días, en la ilusoria fe de lo imposible, aguardaban esperanzados el milagro, a pesar de los pesares... Pero no pudo ser...
En España nos estamos habituando a que cada cierto tiempo, (cada vez en intervalos más cortos) algún suceso sacuda nuestras conciencias.. Una niña violada y asesinada cuyo cuerpo tarda en ser descubierto, un niño desaparecido y después encontrado, habiendo sido asesinado por su madrastra, o la ignominia de unos jóvenes mal criados que se niegan a reconfortar a unos desesperados padres cuyo único propósito ya en ésta vida es tener los restos de su hija reposando en un cementerio...
El caso de Julen es distinto. Ha sido cuestión de mala suerte, de infortunio; un despiste de sus padres y un agujero letal y asesino se han confabulado para lo peor. Nosotros, es decir, el resto del país, ya cumplimos con nuestro deber, hemos llorados con ellos, nos hemos solidarizado, y hemos ayudado a costear el rescate, poco más podemos hacer; pasado mañana lunes otras impactantes noticias reclamaran nuestra atención. Sin embargo para sus afligidos padres es ahora cuando empieza su calvario particular. A partir de ahora al inmenso vacío de la ausencia de su hijo se unirá la inquietud por el enorme complejo de culpa por no haber sabido cuidar bien a su pequeño.
No hay duda que los españoles somos un pueblo singular, exclusivo; bordamos lo bueno cuando nos lo proponemos, aunque también afinamos en lo malo si insistimos en ello. Basta un llamamiento social por una necesidad para que todo un país se vuelque y antepongamos nuestros sentimientos y solidaridad a cualquier actividad o pensamiento que estemos realizando. A partir de ahí ya nada cuenta, ya nada vale, ni disputas políticas, ni desavenencias sociales requieren nuestra más mínima valoración e interés... sólo importa el asunto en cuestión..
Y así es la maldita actualidad; por unos días Totalán se ha hecho famosa en el mundo entero muy a su pesar, pero mañana quedará inerte, vacía; los equipos de rescate retornaran a sus bases, las cámaras y las docenas de periodistas buscaran otros lares donde enfocar sus objetivos y el pueblo quedará solo como una amarga fecha, como un lugar y un recordatorio donde una vez ocurrieron unos hechos que espantaron al país. Y en los anales de los casos trágicos de España, junto a Níjar (Almería) Pobla do Caramiñal (La Coruña), o Córdoba (donde fueron quemados los niños Ruth y José por su padre), aparecerá, también, Totalán, para desdicha de su apenados vecinos...
Joaquin Yerga

viernes, 25 de enero de 2019

A dos peldaños del cielo...





No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mi, mas rueda y juega el dado.

Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,
y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, más me tienes toda,
tú, que nunca serás del todo mio.
(Alfonsina Storni)


Sabido, pues, que la prodigalidad de lenguas o idiomas diferentes que en el mundo son fue debido a la desmesurada ambición de los hombres que enfadaron a Dios cuando una vez pretendieron ser como él. Recuerden, según el génesis, unos tipos en Babilonia, la mítica ciudad de los jardines colgantes, se empeñaron en hacer una torre que alcanzara el cielo y, ¡claro!, Dios no iba a permitir semejante osadía... Como castigo les hizo confundir haciendo que cada uno hablara un lenguaje diferente al de su compañero; y todo fue un caos, la enorme construcción proyectada no pudo terminarse...
Pero digo yo, y esto es broma, si ahora con la globalización en cualquier obra de cierta envergadura los obreros que la construyen son originarios de multitud de países del mundo y apenas se entienden entre ellos ¿Cómo es posible concluirlas?. Y no sólo eso, no sabemos la altura que tendría la Torre de Babel de haberse acabado y que cabreó tanto a Dios pero, hoy en día hay edificios tan altos en el mundo que la de Babel palidecería de vergüenza al verlos.
Actualmente el edificio más alto de la tierra es uno que se inauguró en 2010 en Dubai; ya saben en los Emiratos Árabes. Mide, desde la base a la cúpula, la enormidad de 828 metros de altura, es decir casi un kilómetro en vertical. Para que se hagan una idea, la torre más alta de España es una que está en el Paseo de la Castellana, en Madrid, es colosal, causa impresión verla de cerca... Bueno, pues ésta nuestra tiene 52 plantas y 250 metros de altura, así que no quiero imaginar cómo será la de Dubai porque, ¡pásmense!, sería como si cuatro de la nuestra la colocaran una encima de la otra..
El segundo edificio campeón del mundo en altura lo están construyendo en la ciudad china de Shenzhen. Están a punto de finalizar las obras, pero éste es un pelin más modesto, sólo tiene 112 plantas y 660 metros hasta el techo, ¡ahí es nada!... Decirles también que de los siete u ocho edificios mas elevados de la tierra todos están en Asia, lo que quiere decir que éste continente nos está sobrepasando en modernidad, ingeniería y también en economía a los europeos y norteamericanos que éramos los únicos capaces de hacer estas moles.
Hasta hace cuatros días, como aquel que dice, los únicos rascacielos que existían de cierta altura en el mundo estaban todos en América del Norte, (Nueva York y Chicago); ahora hay ciudades en Asia que tienen más que Nueva York. También en los países del golfo, financiados tan ricamente por el petroleo, están desmadrados haciendo decenas de hoteles de cinco estrellas, centros comerciales y mamotretos tan pavorosos por su altura y lujo como los de Manhattan y Chicago.
En esto de los rascacielos, Europa no ha sido especialmente propensa a construirlos. En Londres, en París o en Berlín no  hay más que cuatro mal contados, y es que se a priorizado edificios de mas baja altura, hechos con materiales nobles y fachadas con pedigrí. En España no íbamos a ser menos que en nuestro continente, tampoco aquí le hemos tenido apego a las altas torres de cristal y cemento. Tan solo en Madrid, al ser la ciudad más grande, han habido algunos de cierta consideración.
El primer rascacielos, y no demasiado grande, construido en España fue el edificio de la Telefónica, en Gran Vía. Mide este mamotreto 90 metros de altura y se erigió (parecido a los que había la 5ª Avenida de Nueva York) en 1927, es decir, antes de la Guerra Civil. Bastante después, en 1957, se levantaron los de la Plaza de España, también en Madrid, luego vinieron otros hasta culminar las cuatro torres más grandes de la Castellana, con una altura media de 250 metros cada uno.
Pero no solo en la capital de España tenemos rascacielos, Benidorm es la ciudad europea con mas edificios altos por metro cuadrado. Bilbao quiso tener el suyo e hizo la torre Iberdrola junto a la ria; Sevilla el suyo ¡como no! junto al Guadalquivir, feo como él solo y que apenas hace sombra a la Giralda. En Barcelona hay algunos aunque menos que en Madrid; la llamada torre Agbar, el supositorio le dicen, es el más espectacular... En fin, no hay ciudad por pequeña que sea que no anhele tener su rascacielito..
No obstante, todos estos se van a quedar enanos cuando levanten los proyectados en la llamada, "Castellana Norte", en donde, en un principio se van a ver algunos de hasta 70 plantas; bueno, algo es algo... Yo por mi parte me alegro porque me gustan. Además desde mi casa veo a lo lejos esas moles inmensas de la Castellana...
Joaquin Yerga



jueves, 24 de enero de 2019

Tengo una duda razonable...



Me ha herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello y por la espalda
partióme a sangre fría el corazón.

Y ella prosigue alegre su camino
feliz, risueña, impávida. ¿Y porqué?
Porque no brota sangre de la herida.
Porque el muerto está en pie.
(Bécquer)

Dice un sabio proverbio griego: “El que nada duda nada sabe”..No me negaran que no es una bonita frase, solo que, quizás sea para enmarcarla y no hacer buen uso de ella puesto que vivimos en una época en la que nadie duda apenas de nada todos estamos seguro de todo..
Cierto es, supongo, que por mucho que sepamos siempre quedarán cosas por saber; es más, incluso a medida que más vamos conociendo más nos queda por descubrir. Esto podemos circunscribirlo al ámbito del saber y conocimiento, pero también al quehacer cotidiano..
No me digan que, al igual que yo, no conocen gente que están tan seguros de si mismos que no vale con ellos discutir. Son tajantes, invencibles, arrogantes, infalibles, no admiten titubeos; hasta un punto tal llevan su convicción que, aunque su interlocutor tenga dudas razonables acerca de lo que hablan y afirman, no se atreven a discrepar con ellos por miedo a indisponerse. Apuesto que muchos le darán la razón como a los tontos para tener la fiesta en paz.
Entiendo, y a medida que me hago mayor más si cabe, que es muy sano dudar de casi todo. Afortunadamente los que tenemos cierta edad ya hemos visto mucho en la vida, y esa experiencia nos dice que nada es definitivo, que no hay enemigo pequeño, que uno puede estar equivocado, que las cosas cambian aunque parezca imposible. ¡Cuántas cosas hemos visto cambiar en política, en lo social, en economía y sobre todo en lo personal!..
Uno de mis filósofos favoritos es el inglés Bertrand Rusell, un tipo genial, liberal, cachondo y tiene unas frases muy ingeniosas..., tampoco es que haya leído docenas de libros suyos, sólo un par de ellos o tres, pero os aseguro que se le entiende a la perfección su pensamiento. Es el filósofo de la lógica y de la analítica, todo lo discurre a base de la pura lógica. Vivió el tío 97 años, y además lo hizo en una época convulsa pues le tocó apechugar con las dos guerras mundiales. Está considerado el filosofo más influyente el siglo XX. Bueno, a lo que voy, en una de las citas más conocidas de éste hombre nos dice: “El problema de este mundo es que los estúpidos están seguro de todo y los inteligentes están llenos de dudas”.. Más claro el agua..
Otra de las actitudes que me solivianta de algunos es el envanecimiento que detentan por no haber cambiado jamás de ideas, y encima hacen alarde de ello. Aseguran que ellos son de palabra, de fiar, firmes porque desde que nacieron piensan así y no han cambiado, ¡y no como otros!.., despotrican. Pues miren lo que decía Winston Churchill, el gran primer ministro inglés: “Mejorar es cambiar; ser perfecto es cambiar a menudo”.. No le faltaba razón al bueno de Churchill, aunque yo no iría tan lejos. Uno puede tener sus ideas básicas e ir depurandolas con el paso del tiempo y la experiencia. Cambiar de ideas a lo largo de una vida es saludable, estar impávido de por vida con ellas es demencial.
Cuentan que uno puede cambiar de todo: de coche, de casa, de mujer o de hombre pero, ¡Ay! amigo, lo que no se cambia jamás es de equipo de fútbol. Esto suele cumplirse. No obstante algunos tampoco cambian de ideas políticas y eso no es bueno. Debemos entender que uno puede y debe cambiar de parecer porque, la vida es cambiante. Pasamos por muchas etapas y con diversas visiones cada una de ellas, por ejemplo, se suele ser utópico, combativo, idealista y con ganas de cambiar el mundo, en su juventud, después, a medida que vamos viendo cómo funciona realmente la sociedad, la política, los intereses personales de cada uno etc.etc es perfectamente razonable evolucionar e ir moderando ese ímpetu... En fin...
Joaquin Yerga



miércoles, 23 de enero de 2019

¿Qué haríais si os tropezarais en la calle, inesperadamente, con un antiguo novio? Mirad..






Hoy la tierra y los cielos me sonríen,

hoy llega al fondo de mi alma el sol,

hoy la he visto...La he visto y me ha mirado...

¡Hoy creo en Dios!..

--Bécquer--



Se vieron por casualidad frente a un escaparate, en la calle más comercial de Zafra. Era verano y ambos estaban de vacaciones en el pueblo.. 

Laura se fijó en él mientras miraba una blusa. Juan ojeaba, junto a su mujer, la misma prenda. El enorme cristal a través del cual los dos miraban la prenda, reflejaba con claridad meridiana sus caras. 

Tardaron en reconocerse, habían cambiado mucho, pero de repente lo hicieron, y un pasado lejano e inolvidable volvió inesperadamente a sus vidas.. La sorpresa fue mayúscula, hacía treinta años que no se veían.. 

Laura soltó la mano de su marido y le llamó la atención:

--¡Hola Juan!, ¿no me reconoces? Soy Laura ¿te acuerdas de mi?.

Juan se puso colorado al reconocerla. La miró, y miró también a su mujer, luego acercó su cara a la de ella y, nervioso, le dio dos de besos en la mejilla, diciéndole:

--¡Laura, qué sorpresa! Qué tiempo hacía que no te veía. No te había reconocido.

Juan no había olvidado a la que fue su gran amor de juventud.. ¡Cómo olvidarla!  ¡tantas veces pensó en ella!. Y ahora que la tenia justo a su lado no sabía qué decirle ni como actuar. Quizás si hubiese ido él sólo y ella sin su marido otro gallo cantaría---pensó para sus adentros.

Lo suyo con Laura había sido mucho más que una historia de amor. Se conocieron muy jóvenes en el pueblo y acabaron de novios tres años. Años inolvidables que marcaron sus vidas. Ambos esperaban hacer de su idilio algo definitivo, pensaron incluso en casarse, pero circunstancias inesperadas los hicieron separarse, y nunca más se vieron, hasta ahora.

Todas las dichas y desdichas de antaño pasaron por su mente como un huracán de amores, pasiones, y huidas.. Sí, huidas; los dos tuvieron que rehacer de nuevo sus vidas. 

Laura no tardó en conocer a un chico y aceptar su proposición de matrimonio. El desconsuelo del amor perdido le hizo apresurar los acontecimientos. Ahora vive en Badajoz, estaba casada y unida a un hombre al que respetará siempre, pero del que nunca estuvo enamorada. Han tenido tres hijos y sin embargo jamás olvidó a Juan.

A instancias de Laura entraron los cuatro en una cafetería cercana a tomar unas copas. Se presentaron con más detenimiento y hablaron de sus vidas y de sus cosas, aunque los dos ocultaron su secreto; nada dijeron de su antiguo noviazgo.

A lo largo de la velada hubo risas, recuerdos, y proyectos de futuro compartido, pero por la mente de Laura y en la de Juan rondaban ya sentimientos contrapuestos, morbo y esperanzas, renacidas esperanzas...

Precipitó ya la hora de la despedida. Llegaron los abrazos y los besos, y se dieron los teléfonos con la intención de llamarse pronto y mantener la amistad. No obstante, un cruce de miradas cómplices, esclarecedoras, que sólo dos antiguos amantes podían descifrar, irrumpió sibilinamente en el cargado ambiente del bar... 

Un largo y latente amor dormido volvió a despertar. 

Continuará

Joaquín







lunes, 21 de enero de 2019

Pídanle consejo a éste para ligar...




Pasaba arrolladora en su hermosura
y el paso le dejé;
ni aun a mirarla me volví y, no obstante,
algo a mi oído murmuró: ¡Esa es!..
¿Quién reunió la tarde a la mañana?
Lo ignoro, sólo sé
que en una breve noche de verano
se unieron los crepúsculos, y...fue
(Bécquer)

Si buscan a alguien que haya llevado la vida más escandalosa de todas las que uno se puede imaginar, sobre todo en asuntos carnales, digánmelo, yo les propongo a lord Byron para comparar; apuesto que encontrarían muy pocos que fuera capaces de competir con él...
Reconozco haber leído escasas líneas de lo que escribió éste poeta, pero está considerado el más romántico de todos los que han existido. De todas formas con la poesía pasa que no valen traducciones, es decir, lo que han escrito otros poetas en otras lenguas no es traducible al castellano. Ya saben que los versos tienen que rimar, y así es imposible transcribirlos, además cada idioma tiene sus peculiaridades lingüísticas y emotivas.
Sepan que no estoy hablando de un mindundi, lord Byron es todo un personaje en la literatura inglesa y mundial, aunque yo no puedo juzgar su obra porque, como he dicho, he leído apenas nada de él. De su vida privada si puedo contarles algo de lo mucho que vivió y disfrutó, aunque estuviera en este mundo no demasiados años, solo 36...
Llevó una vida sexual increíble por lo promiscua. Él mismo confesaba que su primera relación sexual fue a sus tiernos 9 añitos; ¡imagínense qué precocidad!.. Lo hizo con su niñera, May Gray de 17 años. También sabemos que entre sus amores juveniles estaban sus primas, Mary Duff y Margaret Parker; sepan que cuando digo amores digo coyunda, aunque suene bestia, pero la verdad es la verdad lo diga Agamenón o su porquero.
Una de las cosas que más le ponía en estos asuntos del fornicio al garañón del Byron, era hacerlo con mujeres casadas, se cuentan por docenas las que le ponían los cuernos a sus maridos como venados por darle gusto al poeta. Pero esto no es todo, éste playboy lo hacia mayoritariamente con féminas, es verdad, pero no crean que le hacían ascos los mozalbetes, ¡que va!.. También yacía con mozuelos si fuese menester. Así era tipo, desinhibido total..
Por todos los lugares por donde pasaba, colegio, universidad, clubes, etc era el centro de las reuniones, atraía con su mucha labia, sus finos ademanes y su, parece ser, belleza masculina, a hombres y mujeres de toda condición que se dejaban seducir por sus encantos. Al finalizar sus estudios realizó un viaje por Portugal, España, Malta y sobre todo Grecia que le cautivó. Como pueden ver todos lugares exóticos entonces. En Grecia se explayó especialmente con la jodienda, se le cuentan, al menos, tres chicas menores de 15 años, Teresa, Mariana y Katinka, y dos chicos, Nicolo y Eustache; hoy sería pederastia, ¡claro!...
De vuelta a su país, Inglaterra, se fue a vivir con él su hermana, Auguste, casada y con tres hijos, quien, tras convivir con él unos meses, marchó embarazada. Luego, y era un no parar, se casa con Isabelle Milbanke, con la que pasó unos meses más sosegado, aunque más pronto que tarde volvió a las andadas al meter a su hermana en su casa junto a su mujer. Contaban vecinos y biógrafos que las juergas que se montaban los tres eran apoteósicas... El “menagé a trois” acabó con la marcha de Auguste y la expulsión de su mujer a casa de su padres. A partir de entonces los comentarios sobre las relaciones incestuosas y adúlteras con su hermana de la que había nacido una niña, Medora, se hicieron insostenibles, y tuvo que exiliarse.
Lo hizo primero Suiza; se fue con un grupo de amigos y amigas, todos escritores, y éstas vivencias dan para escribir un libro, pero no hay tiempo ni lugar. Luego marchó a Grecia a combatir contra los turcos que la habían invadido hacía ya un tiempo, pero mientras tanto le dio sobrado tiempo para acostarse con Clara, con Mary Shelley (autora de Frankenstein), Mariana Segati, Margarita Cogni, la condesa Guiccioli, todas ellas casadas, y también con un montón de hombres como, Loukas de 15 añitos.. No es por nada, pero se me está quedando cara de bobo mientras hago recuento de amantes, ¡será posible!.. ¡Qué les daría éste hombre, además de poesías!... Y digo yo, también escribió hermosas poesías Bécquer y el pobre no se comió una rosca...
A propósito, quizás a la única mujer que odió en su vida, (al resto las amó pues no creo que quedaran muchas sin pasar por su lecho) fue a su madre a la que culpaba de una leve cojera que padeció desde la infancia y que le hizo ser así de excéntrico e hipersensible. Él creía que un encogimiento del tendón de Aquiles de su pierna derecha, motivo de su cojera, se debió al apretado corsé que llevó su madre durante su embarazo.... Y pienso yo, ¡bendito corsé!.. Mi madre debió ir suelta, la pobre..
Dicho queda...
                                                                 Joaquin Yerga


domingo, 20 de enero de 2019

El lado oscuro de los sentimientos





¿A mi me lo decís? Lo sé, es mudable,
es altanera y vana, y caprichosa;
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca

Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada..., pero...
¡es tan hermosa!
(Bécquer)

Imagino una mayoría de gente en nuestra sociedad a la que podríamos catalogar como, "buena gente", es decir, personas normales con buen corazón, incapaces de hacer el mal a nadie así porque si; individuos más o menos sociables y, aunque un poco egoístas como somos todos, pero dispuestos siempre a convivir en comunidad respetando a sus semejantes. Sin duda el mundo funciona, a pesar de los pesares, gracias a ellos. Sin embargo hay otros, pocos afortunadamente, pero que aun en su pequeñez hacen un daño enorme al resto... Me explico con un par de ejemplos...
¿Sabían que uno de los genocidios más espeluznantes de la historia moderna lo perpetró un tipo, un sistema, una camarilla de individuos llamados los Jémeres Rojos? Fueron estos uno grupo de salvajes comunistas, iluminados, que imbuidos por una errónea convicción de igualdad cometieron los más horrendos crímenes que imaginar pudiéramos.
Fue en Camboya, un dolido país del sureste asiático, situado junto a Vietnam y Tailandia y muy recientemente en el tiempo, entre abril de 1975 y enero de 1979, hace ahora justo cuarenta años. Bajo el mandato del más iluminado y sanguinario de todos, el general Pol Pot, se propusieron expropiar todas las propiedades privadas del país, el dinero y hasta acabar con las ciudades; según su estrafalaria imaginación eran centros de vicios y corrupción. Para ello ejecutaron a bayonetazos, o a palos, a decenas de miles de personas simplemente por dormir de día, hacer demasiadas preguntas, tocar música, o estar demasiado bien educado, estos energúmenos entendían que todo esto era signo de burguesía capitalista.
Decía antes que dios nos libre de gente visionaria, de salva-patrias que van a arreglar el país de un plumazo, de tipos que se creen infalibles en sus ideas y pretenden imponerlas a los demás. Por desgracia ya hemos tenido muchos ejemplos en la humanidad, y conocido también los resultados. Puestos a elegir prefiero mil veces como gobernante a un tipo gris, normalito, que hace su trabajo bien y con ideas aceptables y reconocidas, incluso, si me apuran y no tuviese más remedio, lo aceptaría corruptible, aunque solo un poquito, nadie es perfecto... Tengan en cuenta que los Jémeres Rojos masacraron a un tercio de los 8 millones de habitantes el país; echen cuentas, casi tres millones de personas.
Otro tipo de perversión son las de carácter sexual, aunque en estos casos son más llevaderas, y por supuesto menos cruentas en vidas humanas. Y hablando del sexo; ¿sabían que una de las mujeres más libidinosas de la historia fue Mesalina? Algo habrán oído, seguro. Fue una joven romana que se convirtió en emperatriz al casarse a los 15 años con el emperador Claudio... 
Pues bien, mientras su marido, muy enamorado de ella, se dedicaba a las tareas propias del cargo, Mesalina dio rienda suelta a sus apetencias sexuales. Cuando terminó de fornicar, con perdón a todos los jóvenes cortesanos de palacio (a unos los hizo asesinar por acceder a sus lujuriosos deseos y a otros justo por lo contrario, por negarse) decidió salir fuera y frecuentar los burdeles de peor fama de Roma; así era ella...
Cuentan los biógrafos de Mesalina que en los prostíbulos se ponía la peluca color azafrán que distinguía a las prostitutas romanas y copulaba, (otra vez perdón; mecachis qué lengua) con cualquiera que solicitara sus servicios. Se sabe que una vez apostó con una cortesana amiga suya hacer el amor con 25 tipos a la vez, y ganó la apuesta. En palabras del historiador Suetonio (contemporáneo suyo) esta actividad incesante de la emperatriz la dejaba, “cansada, pero no saciada”... ¡Qué tía!..
Como es lógico, con el tiempo y su frenética actividad fornicadora, fue perdiendo lozanía, aunque ella luchó denodadamente contra ese mal a fuerza de retoques, pinturas y demás remiendos. Un amante suyo, Marco Valerio, llegó a decir de ella que las tres cuartas partes de su encanto estaban en su caja tocador; ahí custodiaba todas las noches, dientes, pelucas y, vete a saber cuántas cosas más... Mesalina fue asesinada a instancias del emperador que se cansó de sus golferías, por Narciso, el principal favorito imperial...
En fin, no hay comparación un caso y otro; los unos, comunistas visionarios piraos que cometieron uno de los genocidios más crueles de la historia, y la otra, una ninfómana desenfrenada que también hizo de las suyas, pero ambos son, episodios depravados de la historia...
Dicho queda...
Joaquin Yerga