Sobre la falda tenia
el libro abierto;
mi mejilla tocaba
sus rizos negros;
no veíamos letras
ninguno, creo;
más guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
mas que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
¡y sonó un beso!
--Bécquer--
Difícil definir la belleza.
Decía el sabio chino, Confucio: “en el mundo cada cosa tiene su belleza pero no todos pueden verla”...
Como no sabemos definirla con exactitud quizás por eso aún se mantiene el eterno debate sobre ella.
En cuanto a la belleza física no creo exagerar si les digo que existe unos cánones de belleza universales, unas normas, cambiantes según civilizaciones y épocas, pero que se cumplen.
Acuérdense de las famosas “Tres Gracias” que pintó el magnifico Rubens, y los rosados y orondos cuerpos de las mujeres allí retratadas. Esa exhibición de la belleza de entonces, plasmada en los cuadros de Rubens, hoy en día serian "carne de cañón" de dietistas y clínicas de adelgazamiento.
La percepción de la belleza empezó a cambiar en Francia a finales del siglo XIX con la irrupción de corrientes artísticas como, el expresionismo, el cubismo o el surrealismo.
Sí, porque, ya no sólo era bello lo real y perfecto, sino que entró en escena lo raro, lo extraordinario.
Decía el famoso poeta maldito Baudelaire: La irregularidad, lo inesperado, la sorpresa, lo asombroso, constituye una parte esencial y característico de la belleza.
En esto consiste precisamente pinturas como el cubismo, sino ya me dirán, porque, ¡a ver quién es el guapo que encuentra la belleza en un lienzo de Miró!..
Pensándolo bien, tal vez “la belleza sea un estado de ánimo”, que dijo una vez Emile Zola, famoso escritor y periodista francés del siglo XIX, sea la definición correcta, porque es verdad que estando uno de buen ánimo todo nos parece bello.
Por cierto, no hace falta estar de buen ánimo para apreciar la belleza de Fuente de Cantos. Aunque nuestro entorno, reconozcámoslo, no sea merecedor de ser.. Patrimonio Natural de la Humanidad..
No, la periferia no es bucólica.. no tenemos un rio caudaloso de aguas cristalinas, ni montañas nevadas que forman valles umbríos y hermosos, pero si un casco urbano aceptable que da gusto pasearlo..
Fue el nuestro un pueblo grande y muy poblado, muy importante hace unas cuantas décadas; y quien tuvo retuvo, que dice el dicho.. así que, aquí nos han quedado, elegantes calles flanqueadas de hermosas casas que pocas localidades tienen..
Y es verdad que tenemos ahora una ciudad sobredimensionada.. calles desiertas.. casas vacías.. una inmensa mole parroquial y señera torre, desorbitadas para las necesidades actuales, pero eso nos da un plus de exclusividad que pocos tienen.
Nada, nada, descartemos vanas ilusiones de volver a ser un pueblo pujante, bullicioso, similar a Zafra, eso ya no es posible.
Conformémonos con mantener lo que tenemos y disfrutemos de nuestras bellas... melancolía y soledad..
Joaquín
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