La única mujer a la que jamás le diría toda la verdad

                                                                                     

    

La vi pasar con otro, risueña y arrogante.

Me pareció más bella, más gallarda... No sé.

Sólo sé que de nuevo la amé en aquel instante,

más que cuando fue mía, si es que entonces la amé...

--J. A. Buesa--

Podría deciros que me confesé con ella aquella tarde. Aunque no le dije toda la verdad. La había conocido días atrás en la Cafetería España, de Zafra, de casualidad. Los dos tomábamos un café en la barra, no había nadie más. Entablamos una conversación tonta. Quedamos en vernos dos días más tarde. 

Ahora estábamos en la cama, en la habitación del pequeño Hotel Plaza Grande, en el centro, y acabábamos de hacer el amor. 

Cigarrillo en mano le decía:

---Yo también cometí un error, cariño, quizás el más grande de mi vida, pero las circunstancias mandan, como siempre.

Ella se dio la vuelta, me miró con ojos lánguidos y me dijo muy seria:

---¿Y quién no ha cometido errores, Joaquín?. .Ya has oído los míos.

Cierto, según me contaba, no había sido fácil su vida. Un rato antes habíamos hablado de todo eso, y he de confesaros que pocas mujeres he conocido en mi vida con un pasado tan complicado como el suyo. Lo malo es que yo pretendía complicárselo aún más. 

Exhalé una bocanada de humo hacia el techo y proseguí con mis confidencias:

---Fíjate que cúmulo de desgracias---le dije intentando justificar la maldad que iba a cometer con ella---cumplía cuarenta y cinco años cuando quedé sin empleo; mi mujer trabajaba a media jornada y el resto del tiempo lo dedicaba a sus amigas, con lo que con ella no podía contar. Además, enseguida me lo dejó bien clarito: “Joaquín, no voy a cambiar mi vida por estas circunstancias tuyas”. El resto te lo puedes imaginar, mis hijos mayores, sin amigos. En fin, la tormenta perfecta.

Me contestó rápido. Noté en su mirada cierta benevolencia:

---No, si te comprendo. Ya te he dicho que algo parecido me pasó a mi

Luego me pidió un cigarro. Saqué uno de la pitillera y se lo encendí. Se lo puse en los labios. Y proseguí con mis cuitas:

---Ahora te confesaré mi pecado---insistí decidido---aguanté cuatro o cinco semanas pero, indefectiblemente empecé a venirme abajo. Me tiraba las horas muertas viendo la tele, con el ordenador, leyendo, escuchando radio, paseando solo.. Una tarde vi un anuncio de un club de amigos online, y me apunté. Di mis datos y colgué una foto (la que creí más favorecedora), a los dos días, Luisa, una chica divorciada quería conocerme.

---¿Esa es la Luisa de la que me hablaste el otro día en la cafetería?---me preguntó mi compañera de cama

---Esa misma---le dije---chateamos a través de mensajes durante un tiempo; mi vida empezó a cambiar, me animé. Te juro que mis intenciones eran limpias, hablar y tener amigos era todo lo buscaba. Pero Luisa se empeñó en oír mi voz, y le di el teléfono, y hablamos, y quedamos.. Se enamoró de mi, que no yo de ella.

---Vaya, Joaquín, lo siento---se sorprendió---me duele oírte decir eso, pero prefiero que seas sincero y no me mientas. Estoy asqueada de mentirosos---concluyó muy seria mientras aplastaba la colilla sobre el cenicero de su mesilla.

---Por ahí no me vas a pillar---contraataqué---una vez cometí un error y no se repetirá jamás. Dos meses duró lo mío con Luisa---proseguí---hasta que un día se enteró mi mujer. Le juré y perjuré que apenas era una aventura circunstancial, que no había nada entre nosotros. Con Luisa rompí, pero lo de mi mujer fue a más, me refiero a su enfado. Así que ya lo sabes, enfadados seguimos. Cinco meses lleva sin hablarme, y sin esperanza de que lo haga algún día---concluí

A mi nueva amiga le mentía sólo a medias. Ella lo sabe todo de mi, que estoy casado y sigo con mi mujer, pero cree que no tardaremos en romper, y he ahí mi crueldad. No obstante, los dos estamos necesitados de cariño, y ella muy mosqueada con los hombres. 

Llevamos unos meses viéndonos a escondidas en habitaciones de hoteles de mala muerte por los alrededores de Fuente de Cantos. Por cierto, no le he hablado de futuro. No lo tendremos.. 

Joaquín

Conozco a un tipo así

                                                                                    

¿Qué más puedo decirte? Serás la esposa honesta

que abanica al marido cuando ronca su siesta;

y tras fregar los platos y destender las camas,

te pasarás las noches sacando crucigramas...

Y así, años y años, hasta que, finalmente,

te morirás un día, como toda la gente.

Y voces que aún no existen sollozarán tu nombre.

Y cerrarán tus ojos los hijos de otro hombre.

---J. A. Buesa--

---¡Ah, que no sabías que no es lo mismo un psicópata que un sociópata! Pues hay diferencias y muy importantes---le enfaticé---un sociópata es un tipo antisocial y su defecto proviene de factores externos, digamos que le cuesta hace amigos.

---¡Vamos, alguien casi como yo, inofensivo, jajaja!---rio él---claro que, sabiéndolo, prefiero ser sociópata que psicópata---remató

---De todas todas---repliqué yo---a mi tampoco me gustaría ser un psicópata, un tipo sin sentimientos. ¡Uy, sería lo peor que me pudiera pasar!.. Yo que me emociono con cualquier tontería.

Ni sé cómo empezó la conversación. Bueno, sí, creo que veíamos en la tele el debate de investidura, pero no recuerdo a santo de qué lo relacionamos con lo de la psicopatía, o sí. El caso es que nos enfrascamos en el tema. Mi amigo y yo solemos discrepar en casi todo, pero en esto coincidimos. Enseguida me detalló las características de un psicópata.

---Joaquín, a ver si reconoces a algún psicópata con lo que te voy a describir, jajaja---me explicó entre risas. Y continuó---tienen capacidad de persuasión, son encantadores, egocéntricos y mentirosos, y saben como hacer sentir importante a alguien. Además suelen ir muy bien vestidos, impecables. Otro punto importante es la mirada, rehúyen la del otro.

---Es verdad, algo he leído de eso---le interrumpí---pero siempre relacionamos a los psicópatas con asesinos, y no tiene por qué ser así; psicópatas hay muchos, y no son tan peligrosos, o sí, depende jajaja

Mi amigo me miró y asintió con la cabeza. Luego miramos la tele, el debate en el congreso continuaba, y sonreímos. Sin dejar de mirar me siguió explicando:

---Además del aspecto físico que te he descrito, los psicópatas no tienen escrúpulos. No conocen la empatía y tienen la autoestima exagerada. Se creen que son fuertes, cuando lo único que saben hacer es utilizar a los demás en beneficio propio ¿conoces a alguien así?, jajaja.

Yo reí también, y le señalé la pantalla. En ese momento le tocaba el turno de réplica al líder del otro partido. No apareció, puso a otro en su lugar, pero vimos su cara. Los dos nos carcajeamos con ganas. 

La mujer que apunto estuvo de confesarme su secreto

                                                                                     

       

Seremos dos extraños desde este mismo instante

Y pasarán los meses, y tendrás otro amante;

y, como eres bonita, sentimental y fiel,

quizás, andando el tiempo, te casarás con él.

Y ya, más que un esposo, será como un amigo,

aunque nunca le dirás que has soñado conmigo,

y aunque, tras tu sonrisa de mujer satisfecha,

se te empañen los ojos, al llegar una fecha...

--J. A. Buesa--

---¿Un secreto? ¿Qué es un secreto, me preguntas? Pues espera que le eche un vistazo al diccionario. ¡Ah, sí, aquí lo dice!---le respondí mirando la Wikipedia en el móvil---es la práctica de compartir información entre un grupo de personas, en la que se esconde información a individuos que no están en el grupo. Espera que dice más cosas; que los hay de tres tipos: Secreto Natural, Secreto Prometido y  Secreto Confiado.

---Vale vale, Joaquín, tampoco quería saber tanto, era una simple pregunta para entrar en conversación, jajaja

---Jajaja, es que has tocado un tema muy interesante---me carcajeé---pero te adelanto que los secretos naturales son los más interesantes y de estos---insistí---los íntimos son los que producen más morbo, porque, a ver dime, quién no tiene algún secretillo que no le contará ni a su padre, jajaja

En un terreno resbaladizo nos habíamos metido mi amiga y yo. Y lo digo porque siempre pensé que no éramos totalmente sinceros el uno con otro, al menos por mi parte. Tras un largo rato callada y mientras le daba un sorbo a su café, me confesó:

---Yo reconozco tener secretos no confesables que a nadie revelaré jamás, y digo a nadie, y no pasa nada. Que no me obliguen a ser como un libro abierto de par en par, por favor, prefiero guardar algo. Incluso creo que una persona con secretillos es más atractiva, jajaja

---Ummmm, qué interesante se pone esto---exclamé---te doy la razón, amiga, el que diga que no tiene secretos miente. Los secretos no tienen por qué ser sólo de carácter sexual, ni de cuernos, ni incluso terribles, que no todo el mundo los tiene por qué tener, los secretos pueden ser íntimos y de pensamiento, y de estos, me temo, todos ocultamos algo---concluí morboso. 

Se animó la conversación. Siempre quise llevarla a ese terreno y tirarle de la lengua. He de confesaros que me atraía sexualmente, pero está casada y nunca me atreví, claro. 

---Cierto, Joaquín---se atrevió ella---los secretos más seductores son los íntimos, y mientras más íntimo mejor, ¡Ay, si nuestra pareja lo supiera todo de nosotros! Ufffff. ¡O los amigos conocer realmente qué pensamos de ellos!. 

Lo de esto último me desarboló, ¡Dios! ¿Me estaba confesando que mentía a su marido? ¿Qué yo, como amigo suyo, le gustaba?. No pude salir de dudas porque se presentó, Fernando, su marido, al que esperábamos desde hacía una hora. Eso sí, a partir de ahí me puse como loco a buscar otra ocasión para poder charlar y retomar la conversación 

Joaquín

La mujer que tenía un plan B

                                                                                             

Y un día indiferente,

ya en olvido total sobre mi vida,

recordaré tus ojos de repente,

viendo pasar a una desconocida...

--J. A. Buesa--

Los ricos de España, también los del resto del mundo, en vista de que todo este tinglado capitalista que gestiona la economía se va a ir al carajo, están diseñando un plan B y, ¿sabéis en qué consiste ese plan B?. Bien, pues según la vicepresidenta el gobierno de España, Yolanda Diaz, resulta que todos los millonarios que en el mundo son, están organizando viajes interestelares para irse a vivir a otro planeta en cohetes diseñados para la ocasión; la luna no está descartada.

No es broma, ayer lo publicaron diferentes medios. El que esto escribe escuchó esas palabras tal cual de sus labios. Y digo yo: ¿Es posible semejante boutade de labios de toda una vicepresidenta?. En fin..

Por cierto, aprovechando esta tontería de la vice, os pregunto a vosotros: ¿Os creéis algunas de las teorías conspirativas que por ahí proliferan? Conste que las hay y muchas, y muy inverosímiles; las tenemos extravagantes, paranoicas, de risa, sin fundamento etc. etc.

Una de las teorías más extendidas, de las sin fundamento, es esa que nos sugiere que los ricos del mundo se confabulan para joder la vida a los pobres. Sí, seguro que algo sabéis de ella. Muchos piensan que todo corresponde a un plan calculado, que millonarios (rechonchos, con bigotito, levita, sombrero, y puro) reunidos en un confortable despacho planean qué hacer para que los pobres del mundo las sigan pasando canutas, y no es broma.

En fin, os aseguro que yo conozco mucha gente que creen en estas peregrinas teorías a pies juntillas; como esa de que el hombre jamás ha llegado a la luna, que sólo es un truco de los americanos, dicen.. 😅😅😅

Lo dicho, ¡qué tropa de crédulos!

Joaquín

Las dudas de mi vecina

                                                                                   

Desde este mismo instante seremos dos extraños.

Por estos poco días, quién sabe cuantos años...

Yo seré en tu recuerdo como un libro prohibido

uno de esos que nadie confiesa haber leído.

Y así, mañana, al vernos en la calle, al ocaso,

tú bajarás los ojos y apretarás el paso-

--J. A. Buesa--

---¿Crees en Dios, Joaquín?---me preguntó la otra mañana mi amiga Luisa

Debió ser que al pasar por la Parroquia de mi pueblo se le ocurrió decirme eso. No entramos, estaba cerrada la puerta, pero nos quedamos un rato mirando la fachada. Fue dejar la iglesia atrás y seguir caminando cuando me hizo la pregunta.

---¡Uy!---exclamé yo---creo en Dios, pero a mi manera. Me gustaría creer más, estar seguro de que existe, de que es tal y como me lo han contado siempre. Sería maravilloso saber que me espera allí, en ese idílico lugar que llamamos Cielo, y que sigue mis pasos.

---Bueno bueno, pero en esto o se cree o no se cree, no hay medias tintas---respondió ella

---Cierto, pero permíteme que dude, Luisa---le dije yo---no quiero, pero dudo, por eso te digo que creo a mi manera, que es creer por tradición, por costumbre, y hasta por cierto temor. Creería en Dios con los brazos abiertos si este me hiciera una señal clara de su existencia.

---¿Deliras?---se extrañó---¿cómo te va hacer una señal? ¿a ti solo? jajaja

---Sí sí, ríete---repliqué---no quiero hacerte renegar de tus ideas, pero, ¿por qué Dios tan poderoso y omnipotente como es, no se deja ver en un lugar público para que todos lo veamos y no tengamos que especular sobre si existe o no existe?..

Luisa se puso seria. Debió ser que mis palabras le hicieron pensar. No obstante no se amilanó, y atacó enseguida.

---Pero, precisamente eso es la fe, Joaquín, creer sin ver.

---¿Y qué necesidad tiene Dios en andar así?---insistí---¿y por qué manda a su hijo a nacer y morir en un lugar apartado del mundo y que a todos nos cueste siglos saber que ha existido?. ¡Demonios, pero si con sólo una señal suya rotunda todo el mundo creeríamos a pies juntillas!

---¡Vaya, conociéndote, cómo se me ocurriría hacerte esa pregunta!, jajaja---se carcajeó---ahora me quedas en la duda, igual que la tuya---concluyó

Me reí con ella. Terminamos la conversación a la vez que nos despedíamos. Iba a pasarse por la farmacia, me dijo. Pero antes del adiós me sinceré con ella. Le dije:

---¿Sabes una cosa? Envidio a los muy creyentes. Me encantaría ser un uno de ellos. Sí, estar convencido de la existencia de Dios; mi vida entonces tendría más sentido.

Quedamos para otro día y retomar la conversación. Por cierto, Luisa es vecina y muy buena amiga. No habíamos encontrado de vuelta a casa, por casualidad.

Joaquín

 

El tipo que regresó a la adolescencia

                                                                                   

      

           

Acaso nos veremos un día, casualmente,

al cruzar una calle, y nos saludaremos.

Yo pensaré, quizás: "Qué linda es, todavía".

Tú, quizás pensarás: "Se está poniendo viejo".

Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo, o con otra.

O tu irás con un hijo que debiera ser nuestro.

Y seguirá muriendo la vida, año tras año,

--J. A. Buesa--

Sufrió un desmayo en el baño Cayó mientras se cepillaba los dientes y se golpeó en la nuca con la puerta. Pero eso lo supo después..

Cuando despertó estaba solo en su cama, pero, ¡Dios, qué locura! al abrir los ojos una extraña sensación le asaltó de súbito, ¡No era su cama habitual!, ¡ni su habitación! ¡Era su cama de soltero, en casa de su madre, en el pueblo!!, 

---¡Qué coño es esto qué es!---gritó

Tardó una eternidad en reaccionar. Se restregó los ojos mil veces, se pellizcó ¿Soñaba? No sé, el caso es que sin saber cómo había vuelto a su adolescencia. Todo estaba tal cual lo dejó hacía más de cuarenta años. 

Tuve que hacerme a la idea aún desconcertado porque entró mi madre en la habitación, y la vi, vivita y coleando. Lloré y la abracé hasta hacerle daño.. Se extrañó.. me dijo que a qué venía ese abrazo, que si la fiebre que me produjo la gripe me hacía delirar.. ¡Qué os parece!

Y así pasé el día, confundido. Luego llegó mi padre del trabajo, como si no hubieran pasado los años, y mis hermanas, y hasta a mi abuela la vi enlutada como siempre haciendo punto junto al brasero. Era como volver del futuro. No podía creerlo, había retrocedido cuarenta y cinco años de golpe y nadie era consciente de ello, sólo yo.

Poco a poco me fui habituando a mi nueva vida, que era la misma que ya había vivido cuatro décadas atrás.

Qué sensación más extraña, qué inverosímil... ¡pero era feliz, por dios!. Por supuesto no dejaba de pensar en mi mujer y en mis hijas, allá, en mi otra vida, pero... qué iba hacer, volvía a revivir la etapa más feliz de mi vida. ¡¡Ay, resultaba que yo era un joven de diecisiete años manejado por la mente de un tipo de sesenta!..

Comprended que estuviera exultante. Durante muchos días volvía a salir de juerga con mis amigos, a fumar el paquete de Ducados de siempre, a tomar vinos por los bares del pueblo, a saludar a mis vecinas con más efusividad que nunca; todas estaban allí..

Una noche me acerqué a la discoteca, y la vi... vi a Encarni, la chica por la que bebía los vientos entonces. Aún no salíamos juntos, eso fue después, y después fue también cuando me puso los cuernos. Al verla quise hablarle y pedirle explicaciones por todo aquello, pero preferí esperar, quizás me tildara de fantasioso si le aventurara el futuro.

Y así, como flotando en una nube, como un chiquillo que ha encontrado su juguete perdido, transcurrían mis días y mis noches, y era inmensamente feliz con los míos. De repente una mañana me desperté y, ¡joder, volví a estar en 2024!..

Aturdido me levanté de la cama. Los rayos de sol traspasaban los visillos de la ventana. Los corrí y me asomé a la calle; los enormes edificios de diez plantas que rodean al mío y que a lo largo de la mañana me taparán la luz los vi de frente, como siempre. Efectivamente, volvía a estar en Madrid.

A nadie he contado esto, ¿Qué pensaréis que dirían? Lo cuento hoy aquí porque he leído algo sobre la tele-portación de cuerpos y todo encaja.  En cualquier caso fue un bonito sueño del que no hubiera querido despertar..

Joaquín

La mujer que dijo de mi cosas inverosímiles

                                                                                     

Y pasarán los días favorables o adversos

y nacerán las rosas que nacen porque sí

Yo no sabré nunca si has leído estos versos

ni tu sabrás, tampoco, que los hice por ti

–J. A. Buesa--

No sé vosotras, pero yo alguna vez me he hecho la clásica pregunta: ¿Me conozco realmente? Pues he de deciros que tengo dudas. 

Sí, tengo dudas porque no siempre controlo mis emociones; por ejemplo, no pocas veces la política me ha robado sueño, de impotencia, y hasta con un mal partido de mi equipo favorito me costó conciliarlo, y así con multitud de cosas imprevisibles y, ¿qué necesidad tengo yo a mi edad de esos malos ratos?.

Decía Sócrates que la mejor manera de alcanzar la felicidad es conocerse uno mismo para así controlar sus impulsos. Pero, claro, y cómo lo hago

Miro la Wikipedia y me dice que si algún día consigo conocerme me evitará no pocos sufrimientos.

Hablando el otro día con una amiga que le gusta estas cosas me dijo sin dudar: 

---Joaquín, apunta:

Haz una lista de tus puntos fuertes y tus puntos débiles, luego analiza tu propósito en la vida, y si has sido feliz alguna vez y por qué, y qué cualidades debe tener una persona para que disfrutes pasando el tiempo con ella, y sobre todo, pídele a dos o tres amigos que te definan cómo eres. Luego veremos los resultados---me dijo 

Lo hice. Le di el informe y se lo llevó para estudiarlo. Hace dos días me llamó y me dio el resultado. 

---Joaquín, de los  cuatro tipos psicológicos descubiertos recientemente, tú estás más cerca del llamado Modelos a seguir, los otros tres son: En la media, Reservados y Egocéntricos

---¿Y qué personalidad me da ese tipo psicológico?---le pregunté intrigado

---Los del tipo Modelos a seguir sois extrovertidos---me explicó---amabilidad y responsabilidad no os falta, y tenéis bajo grado de neuroticismo. Además sois muy abiertos en todos los sentidos y escrupulosos. Os interesan y tenéis en cuenta lo que dicen los demás. Sois líderes, emocionalmente estables y trabajadores, sensibles, románticos, y muy sinceros. Echa un vistazo más profundo a las características de este grupo psicológico y sabrás muchas más cosas más de ti---concluyó

Le di las gracias a mi amiga, pero no creáis que me quedé muy satisfecho. Seguí mirando.

Joaquín

     

                 

Cómo entontecer al personal

                                                                                     

Quizás así de pronto te acordarás un día

de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.

Tu rosal preferido se secará en el huerto

como para decirte que aquel hombre se ha muerto.

Él andará en la sombra con su sonrisa triste

y únicamente entonces sabrás que lo quisiste.

--J. A. Buesa--

Resulta que algunas personas con un principio de deterioro cognitivo leve, es decir, a las que le empieza a fallar la memoria y pueden llegar a creerse Napoleón, es más que probable que tengan dificultad para encontrar palabras relacionadas con la excelencia (democracia, constitución) o con la virtud (honestidad). Curiosamente le afloran con fluidez palabras que se usan para referirse a lo más grotesco (trágala, ruedas de molino) o nombres de individuos (Puigdemont, Junqueras).

Los afectados por ese mal suelen provocar una incrédula confusión mental a todos los que les escuchan. Tal es así que le hace creer oír constantemente: pinganillos, Cataluña, independencia, indultos, amnistía, donde dije Diego, más dinero, asimetría fiscal, desigualdad, no pasa nada, consulta pactada, o España no se rompe.

Según la AEI (Asociación de Españoles Indignados) el único fármaco capaz de minimizar los perversos efectos de la oratoria de tales desmemoriados individuos, es el, olvidanzin supositorios, que, aunque presenta ciertas contraindicaciones (como disgregación, pasmo, irritación general, rotura perimetral, estupefacción o depresión) debidamente introducido  por vía anal, hace que la población afectada quede bien jodida o entontecida, según naturaleza.. 😨😨😨

Joaquín

El tipo que podría ser su padre

                                                                               

Te acordarás un día de aquel extraño amante,

profesor de horas lentas, con alma de estudiante.

hombre lejano que volvió del olvido

solo para quererte como nadie te ha querido.

Aquel que fue ceniza de todas las hogueras

y te cubrió de rosas sin que tú lo supieras

--J. A. Buesa--

Dicen que el amor no entiende de matemáticas. Se refiere la cosa a no contar los años de diferencia entre los miembros de la pareja.

Lo sabéis igual que yo, cuando se trata de parejas con mucha diferencia de edad, lo habitual es que sea un hombre mayor con una mujer mucho más joven, salvo excepciones, o cuando ella es famosa o tiene mucha pasta. Ahí tenemos a la cantante Cher (77 años) y su último pretendiente, un imberbe de apenas 36.

Pero seamos sinceros, en esas relaciones tan dispares, lo normal es lo de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones, es decir, él mayor y con unos veinte o veinticinco años de diferencia, ¡pecata minuta, vamos!..

Claro que, en estos heterogéneos matrimonios de joven, veinticinco años de diferencia se sobrelleva bien, pero a los ochenta, ufffff es ya muy complicado...

Yo estoy a favor de todo. Allá cada cual. Además me encanta ver cada vez más parejas interraciales: por ejemplo, él, sesenta años, separado o viudo, español, jubilado o a punto de estarlo, con su pisito pagado, buena paguilla y unos ahorros. Ella, dominicana o colombiana, treinta años, con media vida hecha en su país, recién llegada a España, sin un duro, pero con ganas de seguridad económica y de ayudar a los suyos, muy necesitados allá, por cierto.

En fin, nada malo hay en esa relación, ambos se complementan y ambos aportan lo que le sobra; a uno dinero, a la otra juventud. Y me valdría igual si la cosa fuera al revés.

En fin

Joaquín

Aprovechó la ausencia de su marido para contarme un secreto

                                                                                     

Te acordarás un día de aquel amante extraño

que te besó en la frente para no hacerte daño.

Aquel que iba en la sombra con la mano vacía,

porque te quiso tanto que no te lo decía.

Aquel amante loco que era como un amigo

y que se fue con otra para soñar contigo

–J. A. Buesa--

Nos quedamos solos ella y yo en la mesa del restaurante. Su marido y mi mujer habían salido a fumar; estábamos en los postres. 

Noté en Laura ganas de contarme cosas, incluso creo que, con impaciencia, esperó el momento justo para hacerlo. Habíamos hablado todos de relaciones de pareja y de felicidad.

Terminé de decirle a ella que había que comprenderse y hasta respetar cierta independencia de cada uno: 

---Estoy de acuerdo, Joaquín---me respondió---la mejor manera de vivir feliz con la persona amada es no pretender modificarla.

---Por eso te lo decía, Laura---insistí yo acercando mi boca a su oído, ya que el bullicio en el local obligaba hablar muy alto---querer cambiar la manera de ser y de pensar de tu pareja es un error; un error que te lleva irremisiblemente al divorcio, a la melancolía o a la infelicidad, aunque es verdad que todos queremos influir en el otro.

No sé por qué, pero intuí que Laura lo que pretendía realmente era hablarme de su mala relación con su marido. Algo me había adelantado días atrás, así que se metió de lleno:

Mira, Joaquín, sé que Andrés es amigo tuyo y quizás no te guste lo que voy a decirte---me soltó de golpe muy sería---pero es que nada de lo que hace y dice me gusta, y estoy empezando a hartarme. A veces---reiteró---es tan insoportable que no inmiscuirme en su manera de pensar, en su manera de reírse, de vestir, de comer, de pensar, y hasta de hablar, es un suplicio. 

La cosa se ponía interesante, pero dura. Me estaba enterando de cosas que ni por asomo hubiera pensado de ellos. Siempre los creí felices. Yo intenté apaciguar lo que pude. Le dije preocupado:

---Déjame que te cuente algo, Laura. Conocí a un tipo muy inteligente, culto, comedido, prudente, considerado... en resumidas cuentas, un tipo encantador que causaba admiración allá donde iba. Su mujer, sin embargo, era todo lo contrario, guapa eso sí, pero frívola, ignorante, ostentosa... Hacían muy mala pareja; todos murmuraban en cuanto se daban la vuelta:

---¡Vaya, y cómo es posible que este hombre aguantara a esa mujer horrible!---exclamó ella impaciente

---Pues aguantó el tío---le dije rotundo---jamás le dijo nada ni le recriminó nada, la dejó hacer. Con decirte que ambos murieron muy viejos, unidos y felices, te lo digo todo. Al menos esa es la imagen que transmitían. 

---Puede pasar, Joaquín, no digo que no---me respondió ella no muy convencida---no porque tu pareja sea un pendejo debemos pagarlo los dos; la gente sabe distinguir, pero, ¡es tan difícil no decir nada, al menos en mi caso!---concluyó

Supongo que le hice pensar un poco esa noche, pero no las siguientes, porque dos meses más tarde me vino diciendo que se iba a divorciar de Andrés, su marido. Son muy distintos los dos, lo reconozco. Lo que no sé es cómo ha aguantado tanto.

Por cierto, el tipo de la historia que le conté lo conocí bastante, su mujer, la frívola, era mi tía.. 

Joaquín

Mi último deseo

                                                                                   

 

                                                               

          Y te digo que es bella, porque es bella,

pero no sé decir, cuando lo digo,

si pienso en ella porque estoy contigo

o estoy contigo por pensar en ella.

--J. A. Buesa--

--Frank Sinatra pidió que introdujesen en su ataúd su mechero favorito, además de una botella de whisky y 10 centavos de dólar, por si necesitaba realizar alguna llamada de emergencia desde el más allá.

-- Ramiro Oliveros, el viudo de Concha Márquez Piquer perdió el móvil en el entierro. Su hija llamó al teléfono para ver si sonaba, y comprobaron que estaba dentro del ataúd, junto al cuerpo de Concha, y decidió quedarlo allí.

--Augusto Algueró (primer marido de Carmen Sevilla) quiso ser enterrado envuelto en la bandera del Barcelona club de fútbol. Era un hincha acérrimo de ese equipo. 

Bien, ¿Y algo más fuerte?.. Pues ahí va..

--Fredric John Baur fue un químico norteamericano que diseñó del paquete en forma de tubo de la famosa marca de patatas fritas Pringles, en 1970. Bien, pues el tipo se sentía tan orgulloso de su invento, que cuando murió pidió ser incinerado y enterrado en un bote de Pringles original. Sus hijos colocaron sus cenizas en uno de estos envases  y lo colocaron en la tumba.

--Joaquín Yerga, es decir el que esto escribe, cuando muera no quiero nada. Si acaso debajo del: Aquí yace.... que pongan en mi lápida: "No hizo daño a nadie, al menos conscientemente". 

En fin.,

Joaquín

Una aventura extramatrimonial tardía

                                                                                      

Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,

casi aburridamente, sobre un tema vulgar.

Puedo decir tu nombre con voz indiferente...

y puedo olvidar.

Puedo estar a tu lado como si no estuviera,

y encontrarte cien veces, así, como al azar...

Puedo verte con otro, sin suspirar siquiera.

y no te puedo olvidar.

--J. A. Buesa--

Conocí a un tipo, en realidad era casi amigo, casado, que, ansioso de aventuras extramatrimoniales tardías, no se le ocurrió otra cosa que frecuentar en Madrid discotecas vespertinas y echarse una amante. El muy bobo se creyó George Clooney... ¿Cómo creéis que acabó la cosa?.. 

Bueno, según el tono de la pregunta que os hago, supongo que habéis acertado en pensar mal. Efectivamente, en poco tiempo se quedó sin amante, sin mujer (que supo del romance) y sin hijos. Además. poco más tarde se fue quedando ciego por una rara enfermedad. Se vio, el hombre, más solo que la una. 

La última vez que lo vi fue hace unos años. Iba con un bastón, solo y prematuramente envejecido. Le saludé y le auguré (para mis adentros) poca vida. Creo que ya ha muerto y entiendo que muy arrepentido de su estúpida aventura. 

Fijaos, qué curioso, resulta que tipos y tipas con 45 años son los que más se divorcian, ¿Cómo es posible? Pero si yo pensaba que a esa avanzada edad la gente apenas se separaba ya. Incluso siempre creí que imberbes de veinticinco o treinta eran los primeros en romper relaciones.

Claro que, pensándolo bien con cuarenta y pico años se está de lleno en la crisis de los cuarenta, y uno se viene un poco abajo, y entonces saca pecho, mete barriga, se embadurna el pelo con champú anti-canas y sale a la calle creyéndose Richard Gere. Luego pasa lo que pasa, que te pilla la parienta y divorcio al canto.

Digo yo que pasada esa complicada edad y según se acerca uno a los sesenta, ya está todo el pescado vendido, es decir, uno se acopla a la pareja y viceversa. Y no sólo eso, sino que le vemos las orejas al lobo de la soledad y mejor no correr riesgos innecesarios. 

En fin, pensadlo bien l@s cincuentones y sesentones antes de dar el fatídico paso. Acordaos de mi amiguete, y de su estupidez.

Joaquín

El tipo que pretendía ser feliz a los sesenta

                                                                              

Sí; usted juró, cien veces, ser para siempre mía:

Yo besaba sus labios, pero no lo creía...

Usted sabe - y perdóneme -, que en ese juramento

influye demasiado la dirección del viento.

Por eso no me extraña que ya tenga otro amante,

a quien quizás le jure lo mismo en este instante.

Y como usted, señora, ya aprendió a ser infiel,

a mí, así, de repente... me da pena por él.

--J- A. Buesa--

Una de las ventajas que vamos adquiriendo según caminamos hacía la madurez (si se tiene alguna) es la tranquilidad de espíritu que se va adueñando de nosotros. ¡Qué paz de mente!, ¡Qué reposo de cuerpo cuando ya eludimos responsabilidades!. ¿Me equivoco, sesentones?..😇😇😇

Porque no me negaréis que hasta la madurez la vida es un sin vivir, no paramos. 

Sí, fijaos:

La niñez es una inconsciencia que pasa como el que ve llover. La prueba está en que apenas nos quedan recuerdos de ella. Etapa entrañable sí, pero.. ¡¡es tan breve y concisa!!..😏😏😏

¿La pubertad?.. ¡Buah, qué frenética estupidez! Una memez que se cura con los años. Digamos que es la edad en la que nos acecha los peores males. Es aquí donde empezamos a escribir nuestro epitafio: drogas, alcohol, tabaco, desamor, malas relaciones, y rápida, muy rápida etapa. Salir  entero y sin rasguño de ella es toda una proeza.😌😌😌

¿Los años mozos? ¡Ufffff, que trajín!.. échate novia, cásate, busca casa, ten hijos, mantenlos, trabaja hasta la extenuación... ¡¡quita quita!!..😖😖😖

¿Y qué me decís de los cuarenta? No os la aconsejo. La edad de la decepción por antonomasia. Sí, decepción por todo lo hecho anteriormente o por lo no hecho. Adiós a la lozanía, llega la calvicie, la barriga asoma, las canas, los hijos adolescentes, la rutina, las horas extraordinarias, el paro laboral, el... en fin. Si acaso los acepto es porque, bueno, luego llega la vejez, jejeje 😋😋😋

Sí sí, la vejez, habéis oído bien..

¡Ay, dichosa vejez!. Ya no hay hijos que cuidar ni trabajo que atender. Ya nadie depende de nosotros, nadie nos necesita, qué gusto, qué sosiego, qué de tiempo libre, qué experiencia para disfrutar con enjundia, los ahorros de toda la vida dispuestos a ser gastados, qué.... ¡Uy, perdón que no siga, que llegan mis nietos!.. La madre trabaja y los tengo que cuidar hasta las ocho, hoy no hay cole..😕😕😕

¿Sabéis qué os digo? Olvidaros de todo lo que os he dicho antes, me quedo con la infancia, con la mía, claro...😞😞😞

Joaquín