martes, 31 de marzo de 2020

La chica a la que le iban mal las cosas




Ahora que pasó el temporal de lo nuestro

y las aguas bajan ya calmadas,

me pregunto si quizás fuera mejor así,

porque a ti te seducen las miradas indiscretas

y yo fui un iluso que pretendí que fueras

sólo para mi..

--Joaquín--



--Hace tiempo que no me divierto ojeando mi horóscopo---me dijo un día preocupada---llevo una temporada que todo me sale mal y no me atrevo---reiteró 

Yo le animé, y como sé que a pesar de su desgana le gusta los temas esotéricos, le dije que quizás en el fondo lo que esperaba ella no fuera otra cosa que un golpe de suerte que resolviera todos sus problemas, y le fui enumerando una serie de ciencias semi-ocultas de las que podía echar mano:

--Con la quiromancia---le sugerí--- te pueden predecir el futuro mirando las líneas de la mano. En la  clarividencia se utilizan las famosas bolas de cristal, y en catoptromancia te buscan las respuestas en las imágenes reflejadas en los cristales después de estar concentrado en la llama de una vela. 

Ella se extrañó por lo que le decía, y me animó a seguir

--¿Y qué me dices de la piromancia?---insistí---estos adivinadores ven figuras abstractas en el fuego de, por ejemplo una chimenea. Según las formas y los colores que tengan estas figuras así será tu futuro. Muy negro lo veo yo, le bromeé---y me carcajeé. 

Ella río también a su pesar, y yo volví a la carga:

--Lo de echar las cartas del tarot está ya muy trillado---le dije sonriendo---¿a quién no se las han echado alguna vez? A mi no desde luego, jajaja, pánico le tengo a éstas cosas. A estos jueguecitos le llaman cartomancia

Ella, con mis nuevas tonterías, no sabía ahora si reír o llorar. No obstante me dejó continuar con mis mancias.

--También puedes echar mano de la hidromancia, que no es más que adivinar el futuro viendo las ondas que forman el agua del rocío de la mañana en una palangana---reiteré---O la ovomancia---proseguí ya en plan cansino---una patochada que consiste en cascarse un huevo, jajaja. pero no te alarmes, puede ser uno de gallina---le advertí riendo---el papanatas, también llamado cliente, lleva un huevo al adivino, éste lo casca y según la disposición de la yema y la clara, dependerá su suerte. 

---¡Jajaja, para para, Joaquín, no me canses más, me vuelvo a mi horóscopo! ¡lo tengo claro!---me suplicó riendo. 

Yo seguí con la matraca de las mancias, hasta que conseguí aburrirle, pero al menos la hice reír.

Joaquín






No perdamos la cabeza...



Amiga:
¡Qué sabes tú del verdadero amor!.
Quizás si del amor fugaz
que llega, degusta y huye.
O de ese otro que impronta,
seduce y engaña.
Y hasta del amor sereno que tarda,
arraiga y muere..
Pero nada sabes del que hiere,
del que duele, del que arde en tus manos
y no puedes soltar.
Ni del amor insoportable que invade tu alma
y te llega a matar..
--Joaquin--


Todos sabemos que no podemos vivir sin cabeza, eso es obvio pero, exactamente durante cuánto tiempo puede una cabeza palpitar después de ser cortada de un tajo. Pues aunque no se lo crean se han hecho estudios para eso. Durante la Revolución Francesa que se decapitó a miles de personas llegaron a la conclusión que entre tres y siete segundos puede el cerebro seguir funcionando. Y no crean que es fácil hacer desprender la cabeza del resto del cuerpo, por ejemplo la reina Maria Estuardo de Escocia necesitó tres hachazos, y eso que era de cuello delicado. Algunos observadores de ejecuciones afirmaban haber presenciado signos de consciencia en cabezas recién cortadas. Se decía que Charlotte Corday, guillotinada en París por haber asesinado al líder revolucionario Marat, mostró una expresión de furia y mala leche cuando el verdugo alzó su cabeza ante los vítores de la multitud enfervorizada; ¿se lo imaginan?..
Barnad Davies fue un medico que se hizo muy famoso en el siglo XIX por ser un estudioso de cráneos y cerebros humanos; escribió varios libros sobre sus conclusiones. Llegó a estudiar y coleccionar más de 1.800 cabezas de gente de todo el planeta. Pero el tío era un racista de tomo y lomo, aunque en aquella época casi todos los europeos del centro y norte lo eran. La ambición de Davies era demostrar que las personas de tez oscura tenían un cráneo diferente a los nórdicos. Y hasta se empeñó en que las hendiduras cerebrales eran diferentes. A la tumba se fue, el pavo, con ese error.
Otro que tal baila fue el francés Pierre Paul Broca. Éste se hizo muy famoso por descubrir la parte del cerebro donde encuentra el centro del habla. Incluso a esa zona del cerebro le llaman el Área de Broca, en su honor. Este buen hombre se tiró toda su vida asegurando que el cerebro de las mujeres, el de los criminales y el de los extranjeros de piel oscura eran más pequeños que los del resto. Nunca le dio por pensar que las mujeres son más pequeñas que los hombres y por lo tanto su cerebro también pesa menos. Los alemanes, "siempre tan humildes", le replicaban que el cerebro de un alemán pesaba 100 gramos más que el de un francés.. En fin, como era tan famoso, cuando murió le pesaron el suyo y resulta que era más pequeño que la media.. Evidentemente hoy sabemos que la inteligencia no se mide por el tamaño de la cabeza (entonces yo sería Einstein), sino por la cantidad y calidad de las conexiones neuronales..
Menos mal que llegó Darwin y nos sacó de duda. Vino a decirnos que todas las personas, independientemente de su raza, comparten una herencia común. Darwin también descubrió lo que todos los bebés saben de manera instintiva, que el rostro humano es extremadamente expresivo e instantáneamente cautivador. Podemos tener del orden de 5.000 expresiones diferentes. Más de cuarenta músculos intervienen en la expresión facial, ¡ahí es nada!.. Tenemos regiones enteras del cerebro dedicadas exclusivamente a reconocer rostros..
En la década de los sesenta Paul Ekman, profesor de la Universidad de California decidió probar si las expresiones faciales eran universales, habiendo pueblos en el planeta que jamás habían contactado unos con otros, y llegó a la conclusión que seis eran las universales. Es decir, absolutamente todos utilizamos para los mismos fines: el miedo, la ira, la sorpresa, el placer, la repugnancia y la tristeza. La mas universal de todas es la sonrisa. Nunca se ha encontrado una sociedad que no responda a la sonrisa del mismo modo. La sonrisa es la única expresión genuina que no podemos fingir. Podemos hacer que la boca sonría, pero no que los ojos brillen con fingida alegría.
Y más cosas.. En comparación con otros primates nuestra cabeza es extraña. Tenemos la cara plana, la frente alta y nariz protuberante. Las cejas, tan pequeñas, más que para evitar que nos entre el sudor en los ojos están ahí para transmitir sentimientos. La de cosas que podemos expresar con las cejas. 

No sé si lo saben pero el misterio de la Mona Lisa de Leonardo se da precisamente porque la moza no tiene cejas. Las pestañas no sólo pueden evitar que entre polvo en los ojos, quizás sea otro rasgo de belleza y atracción. ¿Y la nariz? Lo normal sería que tuviéramos hocico como todos los primates y sin embargo la tenemos prominente y redondeada; también es otro aspecto atrayente y exclusivo de los humanos, además de servirnos para evitar sobrecalentamientos al correr largas distancias. 

Por cierto, lo del mentón es reconocido por la ciencia que no nos vale para nada, sólo es una parte más de la belleza que buscamos. En general toda nuestra cara está diseñada para gustarnos unos a otros; cosa que al resto de animales les importa un pepino; ellos se atraen por otras cosas.. En fin..
Joaquín


lunes, 30 de marzo de 2020

Muertes estúpidas..




¿Recuerdas que querías ser una Margarita
Gautier?.. Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá.

Tus labios escarlata de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita,
<Si... no... si...no> ¡y sabías que te adoraba ya!

Después ¡oh flor de histeria! llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías.

Y en una tarde triste de los más dulces días,
la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
¡como a una margarita de amor, de deshojó!
(Rubén Darío)

Si algo debe irritar especialmente (a los familiares, porque uno no se va a enterar) es morirte por un golpe de mala suerte, o a causa de alguna pequeña negligencia, incluso insignificante negligencia. Supongo que debe dar una impotencia atroz..
Millones de personas habrán habido en el mundo que se han ido al más allá por culpa de chorradas, por tonterías. Y muchas otras se irán por lo mismo en el futuro. Pero, claro, tenemos constancia de muertes extrañas, cuando no curiosas, sólo de tipos importantes y famosos, del resto de la gente, por desgracia, la noticia se queda sólo para sus allegados..
Uno de los que más mala suerte tuvo para morir fue el famoso autor de tragedias Esquilo. Éste dramaturgo griego vivió en Atenas sobre el siglo V a.c. Escribió entre otras obras las Replicantes o la Orestiada (aún se representan en teatros de todo el mundo). Esquilo visitó el oráculo que le vaticinó que moriría aplastado por una casa. El hombre, preocupado porque se cumpliera la terrible profecía que pendía sobre su cabeza, se fue a vivir al campo, con tan mala suerte de que no mucho después un caparazón de tortuga que llevaba en el pico un águila se desprendió desde las alturas y fue a caerle justamente en su cabeza; murió al instante. Quizás sería acertado que cuando creamos tener mala suerte pensemos en Esquilo..
Y qué me dicen del Papa Adriano IV, (ocupó el Solio del Vaticano en el siglo XII). Este hombre ha sido el único Papa de la historia de nacionalidad inglesa. Un día de verano volvía a su palacio después de pronunciar un acalorado discurso en contra del emperador Federico I Barbarroja, incluso le había amenazado de excomunión. Como tenia sed, paró a beber agua de una fuente cercana que encontró en su camino, con tan mala suerte que una mosca entró en su garganta y se le quedó alojada. Los médicos que fueron llamados enseguida para atenderle nada pudieron hacer por salvarle la vida; murió asfixiado.
Otro que tampoco tuvo suerte a la hora de morir fue el gran astrónomo danés Tycho Brahe (siglo XVI) Está considerado uno de más eminentes científicos de la historia. Observó infinidad de estrellas nuevas en el cosmos y elaboró la tabla astronómica más completa hasta entonces sobre el cielo. Fue también Astrónomo Real de numerosas monarquías europeas. Bien, pues este sabio murió de una manera estúpida. Invitado a una cena de gala por gente importante de la nobleza, por no ser descortés con los invitados no quiso levantarse en toda la velada a orinar, y eso que llevaba horas meándose. Habían comido y bebido mucho durante toda la noche y estaba a reventar. Tanto aguantó, el tío, que cuando terminó el banquete tenia la vejiga destrozada. Falleció dos días después de una insuficiencia renal, claro.
Son muchos los personajes que han muerto de la manera más estúpida y no hay espacio para contar sus historias. Ahí van unos cuantos más... Conocido es que Isadora Duncan, la gran bailarina norteamericana murió estrangulada. Su bufanda se le enganchó en la rueda del coche al subir en él. 

Y más.., el arquitecto catalán Gaudí, que tanto hizo por Barcelona, lo atropelló un tranvía. A Jean Baptiste Lully, considerado uno de los mejores compositores franceses de todos los tiempos, se le cayó en el pie la batuta de hierro mientras dirigía la orquesta. Ni que decir tiene, que se le infectó la pequeña herida que se hizo y murió de gangrena. 

Y qué me dicen de la absurda muerte del Premio Nobel de literatura francés Albert Camus, que murió atropellado en su bicicleta. El caso es que apenas dos días antes de su fallecimiento calificó el accidente de trafico del ciclista Fausto Coppi, como “la manera más idiota de morir”.. 

En fin.. No soy supersticioso, pero nunca sabemos dónde la tiene uno. Toquemos madera..
Joaquin Yerga

domingo, 29 de marzo de 2020

Cuando todo acabe..




Amiga...
Hoy mi cielo es más azul.
Las nubes negras que, amenazantes,
cubrían este horizonte otoñal, 
las percibo como espuma blanca
que acurrucan mis fantasías..
Esta mañana me he cruzado contigo, 
y no me has vuelto la cara..
--Joaquín--


Cuando acabe esta pesadilla que a más de medio mundo nos tiene tan preocupados, además de recluidos en nuestras casas, muchos miles de personas se habrán ido con ella. Por desgracia no pocos tendremos amigos, familiares y vecinos entre los fallecidos. Tampoco faltarán famosos de todas las disciplinas a la cita con esta injusta y masiva muerte..
De tanto asimilar las cifras de muertos diarios, casi nos estamos acostumbrando a esta espeluznante rutina. Sobre las doce de la mañana de cada día, sin faltar a la cita, sabremos que otros cuantos centenares de compatriotas habrán dejado de existir y engrosado, por tanto, la abultada lista de muertos anónimos. Y lo que es aún más dramático, la mayoría de ellos habrán muerto solos, sin sus seres queridos a su lado; peor imposible..
Si hace sólo unas semanas hubiéramos sabido por los medios informativos de un grave accidente de tren o de autobús en el que hubieran perecido ochenta o cien personas que venían de unas vacaciones del Inserso, el impacto emocional hubiera sido brutal. Comisiones de investigación, lloros por doquier, días de luto, escándalo por el mal estado de las vías del tren o carencias de cinturones de seguridad del autobús hubiera sido la tónica dominante en la opinión publica durante semanas, como mínimo.. Bien, hoy por la mañana digeriremos con una facilidad pasmosa que 900 españoles más han muerto en el día de ayer por un virus. Y lo asumiremos con paciente resignación. Y no sólo eso, sino que mañana otros 900 morirán; ya están en la UCI apunto de dar el paso definitivo. Mientras tanto el resto de los que aquí seguimos creyéndonos unos héroes porque no podremos salir a la calle en unos días..
Cuando todo esto termine será como cuando un violento tornado acaba de pasar por un pueblo del centro-oeste americano y la gente sale a la calle por primera vez a comprobar qué ha quedado en pie. Quizás nosotros tengamos que hacer lo mismo. Iremos a la plaza del pueblo y pasaremos lista uno por uno a comprobar quienes faltan. Apuesto que nos llevaríamos grandes sorpresas al ver la enorme cantidad de vecinos y conocidos que ya nos están entre nosotros. Y lloraríamos apenados, porque ya no los veremos con sus parejas bailando un pasodoble en el Ninot, o en el Golden de Gran Vía, ni sentados en el banco de la plaza discutiendo amigablemente de política. Por mi parte no volveré a ver a Pablo sudando la gota gorda los viernes por la noche moviéndose al ritmo de un merengue, ni a Esteban y Guadalupe bien agarraditos y compenetrados marcándose un tango que tan bien lo hacían.
Ignoro a cuántos más me tocará echar de menos; esto no ha hecho más que empezar. Sólo una cosa tengo clara, miedo me da retomar la normalidad y volver a nuestras salas de fiestas. Ahí, cuando empiece a mirar a un lado y a otro y los vea vacíos, entonces seré verdaderamente consciente de la tragedia, mi tragedia..
Joaquin



sábado, 28 de marzo de 2020

¡Dios mio, lo que hay que tragar!..




Amiga..
Tú, que sabes del amor y con los dos hablas,
no le digas nada de mi sufrimiento.
Sé que te incomoda mi dolor
y le suplicarás que vuelva
a mi lado; que muero por ella.
Comprendo tus ansias de ayudar;
has visto la ruina de un hombre herido.
Pero no puedo rogarle más.
Sanaré mis heridas en silencio,

y aguardaré al milagro del olvido..
--Joaquín--


En la primavera de 1843, el gran ingeniero inglés Isambard Kingdom, jugando con su hijo pequeño a hacer magia se tragó sin querer una moneda de medio soberano (que viene a ser como la de un euro) Tuvo mala suerte, se le quedó atravesada en la tráquea. No le dolía, pero su inquietud fue descomunal como es lógico, pues la moneda ni salia ni entraba para dentro y en cualquier momento le podía asfixiar.
Isambard hizo virguerias para expulsar la moneda pero no había manera, Llamaron urgentemente a amigos y colegas para que le ayudaran a sacársela, y entre todos hicieron lo imposible, pero nada. Como era ingeniero él mismo diseñó un artilugio para agarrarse con las manos, colocarse boca a bajo, y así, realizando ímprobos esfuerzos echarla, sin embargo la moneda no salia ni a la de tres. Llegaron a temerse lo peor. Un medico amigo sugirió hacerle una traqueotomía, aún no se habían inventado los anestésicos y había que hacerlo a pelo, pero se intentó. Le hizo una incisión en la garganta y trató de extraerle la moneda accediendo a las vías respiratorias, pero Isambard se puso a toser con violencia y temiendo por su vida hubo que suspender el intento.
Por supuesto el incidente fue la comidilla de todo el país. Los periódicos hablaban del caso; Isambard era muy conocido,. Todo el mundo estaba pendiente del ingeniero y de la moneda. Así pasaron seis semanas hasta que por fin volvió a utilizar el artilugio que inventó, y poniéndose boca abajo y después de muchos intentos expulsó la moneda. Me imagino la alegría del buen hombre. Esa misma tarde el conocido historiador Macauley irrumpía en el Club Ateneo de Londres gritando ¡Ha salido!. Por supuesto todo el mundo se alegró, de sobra sabían a qué se refería..
Esta historia viene a cuento para recalcar el hecho de la importancia de atragantarse. Apenas le prestamos atención, pero ¿saben la cantidad de gente que muere atragantada al año? Sólo en los Estados Unidos (según un libro del que extraigo todo esto) se producen más de 5.000 muertes por atragantamientos; es la cuarta causa de muerte accidental. Supongo que en España tendremos nuestras buenas cifras también.
La solución más universal y aceptada a una crisis de atragantamiento es la llamada Maniobra de Heimlich (conocida así por el médico alemán que la inventó). Consiste en abrazar por detrás a la victima del atragantamiento y realizar una serie de fuertes y breves comprensiones abdominales, justo por encima del ombligo para forzar a salir el objeto que obstruye la respiración, como un corcho de botella. Esto ha salvado miles de vidas en todo el mundo..
Pero el mayor experto de todos los tiempos en este peculiar asunto fue el médico norteamericano Chevalier Jackson, que murió a mitad del siglo pasado. Está calificado como el padre de la broncoesofagoscopia mundial. Su obsesión eran los objetos extraños que habían sido tragados o inhalados. En el curso de su larga carrera profesional, Jackson se especializó en diseñar instrumentos y perfeccionar métodos para recuperar tales objetos. 

Al doctor Jackson le dio por guardar y coleccionar todo lo que extraía, él y otros colegas suyos. Así reunió en su casa, y ahora se exponen en la sede del Colegio de Médicos de Pennsilvania, más de 2.400 objetos ingeridos imprudentemente. Entre estos objetos hay de todo: una trompeta de juguete, una llave de radiador, unos binoculares de miniatura, un crucifijo, varias cucharas, y hasta fichas de póker. Este curioso medico extraía todo esto con sus pacientes vivos a los que salvaba a vida, pero también a los muertos que no tuvieron suerte. En fin, hay gente pa'to como diría el torero Domingo Ortega..

Joaquín

viernes, 27 de marzo de 2020

Lo que está por venir..




Hojas repletas de versos.
Poesías de amor en ellas
a ti dedicadas.
Estériles suspiros por un amor perdido.
Ensueños de mundos imposibles
y mil besos por dar;
Amiga, mi libro eras tú..
--Joaquin--


No sé si a la gente nos interesa ahora otra cosa que no sea lo que tenga que ver con el coronavirus y la reclusión general de todos en casa. Supongo que como yo todos estamos expectantes esperando el milagro. Si, el milagro de que algún laboratorio o algún país anuncie que por fin ha encontrado el ansiado retro-virus que aliviará a los enfermos. Lo de la vacuna ya es un hecho, pero hasta el otoño no se podrá suministrar.
¿Se imaginan qué mundo más fantasmagórico estos días? Estoy por apostar que los que tenemos ya cierta edad jamás volveremos a vivir algo parecido.. Porque conocemos y lamentamos la soledad de nuestras calles, de nuestros pueblos, de las antaño concurridas avenidas de nuestra capital, pero, ¿y Nueva York, la ciudad que nunca duerme? ¿Y Londres? ¿Y París?, que también están en cuarentena. Y no digamos la India, nada menos que 1.300 millones de personas están en este país recluidos en sus casas. Claro, que habrá que ver cuántos los cumplen. 
Y miren, curiosamente China, que es donde empezó esta miseria, está ahora a pleno rendimiento fabricando productos sanitarios para el resto del mundo; ¡ah!, y apunto de cerrar fronteras para que no entre nadie, ¡qué les parece!. Y nosotros nos las cogíamos con papel de fumar para no cerrarlas., Por cierto, los Estados Unidos y Nueva York particularmente se van a convertir en dos días en el verdadero infierno de esta pandemia. Algunos lo vaticinaban y se está cumpliendo a rajatabla..
Una cosa está clara (quién nos lo iba a decir hace unas décadas) ahora todos dependemos de China. Tiene narices que en Europa o en los Estados Unidos agonicen miles de personas por falta de mascarillas o guantes y no seamos capaces de fabricarlos aquí. Supongo que cuando acabe esto tendremos replantearnos proteger determinadas industrias imprescindibles para nuestra salud, igual que hacemos con el gas, el agua o el petroleo..
No se asusten, pero ayer leí que las cifras de contagiados en España son engañosas. Algunos estudios hablan de 400.000. Sólo en Madrid, según decía el consejero de sanidad, podemos estar infectados, no los 17.000 que dicen las cifras oficiales, sino 100.000 personas, porque hay miles con síntomas leves que permanecen en casa aun sin diagnosticar por falta de test. Y no crean, hemos llegado al punto tal en el que ya casi todos conocemos a algún enfermo. Incluso algún fallecido cercano, cosa que nos hunde en la miseria emocional.
No se entiende el por qué de esas cifras tan altas de muertos en nuestro país. Ignoro qué ha pasado para que tantos viejos hayan desaparecido en cuatros días. Sólo en residencias de Madrid son 1.000 los muertos, ¡ahí es nada!. ¿Qué han hecho en Alemania, Suecia, Noruega, Corea del Sur o Japón para que, igual de expuestos o más que nosotros al virus, tengan tan escaso número de muertos? Tan solo Italia lo ha hecho peor que nosotros, y esperad que acabe todo esto, porque igual le superamos en desorden..
Voluntad, heroísmo y solidaridad nos sobra a los españoles, pero nos falta previsión y buenos gestores. No hay duda de que esta inmensa desgracia va a pasar una factura muy gorda a muchos, emocional y quizás penal, pero deberemos depurar responsabilidades; no queda otra..
Joaquín

miércoles, 25 de marzo de 2020

Aquí el más tonto hace relojes..




Amiga... 
¿Que por qué te amo?. ¡Y por qué no! .
No sé..  Dime: 
¿por qué brillan las estrellas, tan lejos?
¿Por qué ansiamos la luz del Sol?.
Irradias ondas de seducción tan poderosas 
que anula mi voluntad y me haces caer 
irresistiblemente al abismo de tus desvaríos.
¿Acaso te mides con Dios? 
¿Nada temes, pues?..
--Joaquín--

No, si cuando nuestros padres y abuelos nos decían aquello de: no te pases de listo, hijo, que metes la pata, y luego se ríen de ti, como siempre acertaban de lleno.. Ahora nos parece un poco fuera de onda, pero en el fondo casi todo de lo que nos advertían nuestros mayores tiene cierta base científica, además de lógica; aunque entonces nos pareciera antediluviano, por lo antiguo..
Viene esto a cuento de un articulo que acabo de leer; decía que muchos genios famosos también han cometido grandes pifias. Incluso algunos más grandes que muchas de las personas normales. Es decir, a grandes genios grandes errores, y pone de ejemplos algunos tipos importantisimos por su inteligencia que cometieron errores inimaginables, garrafales..
El clásico tipo que se cree más listo que nadie, tal vez en la creencia de que todo le sale bien por su inteligencia y bien hacer, se confía y, claro, nadie es infalible, mete la pata.. Las personas más formadas tienden a pensar que saben todo lo que hay que saber de cualquier tema y les resulta difícil reconocer que hay aspectos a los que no llegan.. Decía, Moliere, el gran dramaturgo francés, que un tonto ilustrado es más tonto que un tonto ignorante. Supongo que el primero además de tonto es pedante y otras muchas más cosas desagradables, mientras que el tonto a secas, con su tontuna va que chuta..
Hace mención el articulo a Antonio Marina, nuestro gran filósofo patrio, que en una entrevista contaba que un tipo inteligente debe tener: por supuesto información, manejarla bien, gestionar su emociones y ejercitar las virtudes de la acción, es decir, perseverancia, resistencia a la frustración y selección de metas... Todo esto es la inteligencia, y no eso que miden los test que todos hemos hecho alguna vez, 
Ahora está muy de moda eso que llaman Inteligencia Emocional, y hace pleno en ella un tipo que sabe perdonar cuando es preciso, se muestra humilde y atento en su relaciones sociales y no alardea de sus grandes conocimientos. Porque de poco vale ser muy listo y tener un coeficiente de inteligencia superior a la media, si en relaciones humanas eres una nulidad; lo que te lleva a la larga a ser un frustrado..
Newton, el tío más sabio que ha existido nunca, que descubrió él solito la inmensa ley de la gravedad era un petardo como persona. Además se tiró, el tío, los últimos diez años de su vida de alquimista, intentando conseguir oro puro mezclando minerales, ¡ya ven qué bobada!..  
Pero hay más, Steve Job, el famoso fundador de Apple, la empresa más rentable que jamás ha existido, dejó de tratarse el cáncer que padecía para someterse a sesiones de acupuntura y zumoterapia, murió al poco tiempo, claro... Linus Pauling, premio nobel de física, un científico super-inteligente; se tiró años asegurando que los complementos vitamínicos curaban el cáncer; ¡qué chorrada!.. 
Y del mismísimo Edison, el inventor de la lámpara eléctrica y de tantas cosas, qué me dicen, pues que se le fue la olla insistiendo en la obsoleta corriente continua en vez de la alterna. Bueno, y no digamos de Arthur Conan Doyle, el padre del literario Sherlock Holmes, tan sagaz, y que se hizo millonario con su personaje; pues, el menda los últimos quince años de su vida los dedicó al espiritismo y la magia negra, creyendo en el más allá.. 
En fin, que los sabios también la cagan, con perdón.. Lo que no sé es si esto es un consuelo para la gente corriente como nosotros que la cagamos cada tres por cuatro... No sé, no sé..
Joaquin



Veinte días de marzo..




Amiga...
Ay, el tiempo, tan relativo, tan cambiante..
Despiadado tiempo que fugaz transita cuando te miro.
Efímero tiempo que vuela mientras te pienso.
Insoportable tiempo el que espero ansiando unos besos,
un, te quiero, unas palabras tuyas de amor
que nunca llegan..
--Joaquín--


Es un hecho que, a pesar del coronavirus y sus más que previsibles consecuencias en vidas humanas, desde hace unos años mueren más gente en el mundo por enfermedades no transmisibles como la diabetes, fallo cardíaco o apoplejía, que la suma de todas las enfermedades infecciosas juntas, incluida como digo la del coronavirus; hace unas cuantas décadas era impensable ni siquiera pensarlo, pues la mayor parte de la gente moría de tuberculosis, gripe, malaria, cólera o viruela, por decir las más conocidas.
Si, ya sé que no es un consuelo estadísticas pasadas con la que está cayendo. Pero fíjense qué datos y apenas le hicimos caso. Sólo en la ultima semana de febrero de este mismo año 2020 enfermaron unas 150.000 personas de gripe en nuestro país. Y eso a pesar de las vacunas. Bien, pues de ellas el 40% de los mayores de 65 años que se contagiaron precisaron hospitalización y el 3% fallecieron.
No sé los que morirán por la gripe este año puesto que aun no ha terminado el invierno, está al caer, pero si les puedo dar datos del año pasado, y miren qué cifras.. El año pasado enfermaron de gripe unos 800.000 españoles. ¿Y saben cuantos murieron? Pásmense; nada menos que 15.000 personas; la mayoría gente mayor. Claro, que no lo hicieron en dos semanas como ha ocurrido ahora con los 2.500 que llevamos por el virus chino. Y conste que el año pasado no fue un año especialmente virulento para la gripe, y conste también que las vacunas minimizaron los efectos. 
Pero no quiero engañar, en contra de lo que se pensaba en un principio y según los últimos datos, por gripe mueren el 1,5% de los enfermos, por coronavirus de momento el 5,1%. Es decir es mucho más letal el chino. Pero faltan datos definitivos porque muchos habremos estado infectados por coronavirus y ni nos hemos enterado..
Hoy en día un elevado tanto por ciento de muertes se produce por ataque cardíaco, accidente de trafico o suicidio. Pero la mayoría, el 60% de nosotros morimos de una prolongada decadencia. Vivimos una larga vida, pero también morimos de una larga muerte. Según ciertos cálculos, si mañana se encontrara una cura para todos los tipos de cánceres, sólo se añadiría 3,2 años de vida a la esperanza de vida global, Y si se eliminara la enfermedad cardíaca (primera causa de muerte) se añadiría apenas 5.5 años más. Ello se debe a que la mayoría de las personas que mueren por estas causas son gente de edad avanzada y si no mueren por esto se morirán de cualquier otra cosa..
De todas maneras y a pesar del bajón emocional que todos tenemos estos días, sepan que un tipo nacido en 1945 podía disfrutar unos ocho años de jubilación antes de desaparecer del mapa. Sin embargo, otro nacido en 1971 se puede tirar más de veinte años chupando del Inserso. Esto es estupendo para el beneficiado, pero funesto para las arcas del estado; pero ¡allá el estado y sus cuentas!..
Por cierto, y hablando de arcas del estado; depauperadas van a quedar cuando por fin terminemos con el maldito virus este. Ya están diciendo algunas agencias solventes que España se contraerá un -9.5% del PIB. Esto va a significar un paro desorbitado y una hecatombe económica sin precedentes. Vayámonos preparando para lo peor..
Joaquin



martes, 24 de marzo de 2020

Estar a la altura..



Amiga...
Cuando las flores de nuestros ideales se marchiten
y la oscuridad cubra la luz de la esperanza,
diseñaremos otros planes para un nuevo amanecer.
Y si el miedo llegara a enturbiar las almas,
haciendo insoportable nuestra cotidianidad,
concebiremos ciclópeos principios
que sirvan de base para una nueva sociedad.
--Joaquín--


No sé, me da la nariz que está pasando justo al revés de lo que pensaba. Yo que creí que esta extraordinaria desgracia que sufrimos nos iba a unir más si cabe a los distintos pueblos de España, me temo que me equivoqué de manera estrepitosa. Si, más bien al contrario, veo crecida animadversión contra algunas regiones culpándolas, más o menos, del esparcimiento general de esta peste que nos asola.
Y no, Madrid no tiene la culpa de nada. Aquí todos somos de fuera, y si aquí se dan los más de los casos de contagios es por los días previos al enclaustramiento que no avisaron de la seriedad del asunto, por ser zona de paso y llegar a Barajas pasajeros procedentes de Italia sin control y por la inevitable superpoblación de esta ciudad que hace que se concentren miles de personas en cualquier evento o trasporte público..
Y sí, es cierto de la alegre y ya criticada operación salida de gente con dirección a las playas donde tienen segundas residencias miles de madrileños el primer fin de semana del Estado de Alarma. Pero lo hicieron no porque fueran madrileños precisamente, puesto que gente irresponsable los hay aquí, en Barcelona, Sevilla o Pernambuco. Y, sin embargo, he llegado a leer montones de mensajes en la Red diciendo barbaridades de todos los que aquí habitamos, siendo Madrid la ciudad más acogedora, hospitalaria y solidaria de todas las de España. 
No, no se merece esta sufrida capital tales infamias. Para que se hagan una idea he llegado a ver circular por Facebook estos días cosas como: que había que llevar la capital de España a otra ciudad y a Madrid enterrarla bajo tierra con todos dentro.. Y lo peor es que tuvo infinidad de “Me gusta”.. Que conste en acta que desde la orden gubernativa, la inmensa mayoría de los que vivimos en Madrid, (como el que esto escribe) estamos absolutamente recluidos en casa..
Como todos sabemos, bajo el anonimato de las redes sociales se esconden individuos de toda ralea y condición, y estos días bullen, están en su salsa. Los bulos y las falsas noticias corren como la pólvora de pantalla en pantalla y como siempre estos irresponsables aprovechan cualquier circunstancia por muy calamitosa que sea para malmeter y arrimar las ascuas a su podrida sardina.
No, no son estas horas tristes los momentos más idóneos para intrigar ni de sacar tajada de todo esto. Tiempo habrá de buscar responsabilidades. Ninguna tendencia política ni ideológica debería hurgar en nuestras miserias mientras cientos de viejos y no tan viejos se nos van quedando por el camino. Además creo una supina estupidez reivindicar cualquier tipo de gestión, buena o mala, ni sacar de los archivos de la memoria el “tú más” . Tengan en cuenta que cada uno tiene su propio criterio y ninguna falsa o exagerada noticia sacada de contexto va a hacer cambiar a nadie, quizás solo contentar al ya convencido.
Supongo que aun es hora de arrimar el hombro y de estar todos unidos y a la altura de estas terribles circunstancias. Espero y deseo que una vez acabe esta calamidad y llorado lo que haga falta, podamos levantar la cabeza con orgullo de pensar que al menos lo hicimos lo mejor que pudimos. 
Salir fortalecidos como país, aprender de los errores cometidos y con el deber bien cumplido, quizás sea el mejor homenaje que le podamos hacer a nuestros muertos..
Joaquín



lunes, 23 de marzo de 2020

Cosas del corazón




¡Señor! ¡Ya me he cansado de viajar!

¡Ya siento nostalgia, ya ansío descansar muy junto

de los míos!.. Todos rodearan mi asiento

para que les diga mis penas y mis triunfos;

y yo, a la manera del que recorriera

un álbum de cromos, contaré con gusto

las mil y una noche de mis aventuras

y acabaré en esta frase de infortunio:

¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho!

--J. Santos Chocano-- 



El tipo que más trabajó e investigó en todo lo relacionado con la presión de la sangre fue un tal Stephen Hales, un cura anglicano inglés. 

Stephen realizaba las pruebas con caballos viejos. Los inmovilizaba y unía un tubo de vidrio de casi tres metros de largo a la arteria carótida del animal mediante una cánula de cartón. Luego le rajaba la arteria y media la altura que alcanzaba el chorro de sangre en el tubo con cada latido del caballo moribundo

Llegó a sacrificar, Stephen tal número de animales, que tuvieron que llamarle la atención. Aunque luego fue galardonado por la ciencia..

Por cierto, antiguamente se creía que tener la presión sanguínea muy alta significaba un vigoroso flujo sanguíneo. Evidentemente estaban muy equivocados.

Joaquín


sábado, 21 de marzo de 2020

Historia de una ingratitud..




No pudo ser..
Tú que merecías la dorada vejez prometida
por tanto sudor derramado.
Tú que llegaste a la vida en un páramo sediento
y nos dejas ahora un vergel opulento,
qué mal salario te dimos, qué poco caso te hicimos.
Descansa en paz amigo, y perdona nuestra ingratitud.
Ojalá la tierra que te cobije ampare tus méritos.
Tus hijos, incomprensiblemente, te olvidaron..
--Joaquín--

Amigo, no sé cómo te llamas ni sé quién fuiste. Tampoco sé que hiciste, ni tu oficio ni aficiones. ¿Y sabes una cosa? No me importa. Sólo sé que eres un anciano solo y triste: tus arrugas te delatan, tu amargura nos acusa, tu soledad me conmueve..
No, a mi no me importa si fuiste generoso o vanidoso, si eras del Real o del Betis; si a un Don Juan imitabas o no te comiste una rosca en cuanto a amores; te repito, no me importa. Apenas me interesa si la casa es tuya o vives de alquiler, si tienes muchos ahorros en el banco o estás tieso como la mojama y no llegas a fin de mes. Posiblemente esto último sea lo más acertado de lo contrario algunos te rondarían como abejas a la miel, y no veo que vayan por ahí los tiros, precisamente..
Si, sólo sé que ya no puedes con tu alma, que no existes para la gente, que estás viejo y achacoso y nadie te hace maldito caso. Hace años que rebasaste los setenta y cinco, y unos cuantos ya que ella se fue, que te falta, pero que no la puedes olvidar ni un instante ¡Cuántas miradas, ya sin lágrimas en los ojos, a su foto en la mesilla..
¿Recuerdas? Se fue sin avisar, sin decirte cómo vivir.., sin darte siquiera las mínimas instrucciones para seguir.. Tú ni te imaginabas lo que te esperaba. Si ella te viera ahora tan triste, tan desmejorado, tan desaliñado, ¡según eras! Volvería a morirse del disgusto, y de pena..
Dime, ¿cuántas veces has pensado que no merece la pena seguir? Por que sé que aguantaste mientras tus fuerzas te permitían cuidarte, aún echándola de menos. Pero ahora ya no tienes energía ni ganas. Hace tiempo que le pides a Dios que te lleve con ella. No te lo reprocho apenas tienes otra cosa que hacer ni que pensar en este mundo..
Cuéntame: ¿Qué tiempo hace que no entra nadie en tu casa? ¿Quién fue la ultima visita? Ya ni te acuerdas. Quizás aquella vecina de toda la vida antes de que los hijos la llevaran al asilo. Sí, tal vez fuera ella...
Por cierto, ¿qué fue de tus hijos? Acuérdate que tienes dos. Tu pequeña Marí, casada con ese ingeniero y que ahora viven en el Canadá, y un nieto suyo de cuatro años y que aun no conoces, ni crees conocerás jamás. Y luego está Miguel, tu hijo mayor, el que vive en La Coruña, y al que hace ya cinco años que no ves. ¡Sí, lo sé, hace tiempo que estáis enfadados por cabezonerías!. Desde que se fue ella todo ha sido un desastre; te están haciendo pagar muy caro tu osadía de tener vida propia, pero..
Te repito, a mí no me importa tu pasado. Sólo sé que eres muy viejo que estás solo y cansado, y que te ahogas de melancolía.. La soledad está acabando contigo, compañero. Poco a poco te estás quedando en nada; esto se acaba... Mucho me temo, amigo, que serás uno más en lista de ancianos que mueren solos en su casas, abandonados. O quizás ese maldito virus que os ronda con mala uva termine por hacerte el favor que no te hace el destino.
Y cuando encuentren tu cuerpo, inerte, avisado tal vez por el nauseabundo olor que desprendas después de mucho tiempo, quizás algún vecino te recuerde y diga: 
--¡Ah, si, ése viejo huraño que siempre iba solo!.. 
Y posiblemente ni una reseña, ni una mísera nota aparecerá mañana en la prensa de tu triste muerte. Bueno, si, tal vez incrementes la enorme lista de viejos fallecidos por el virus en nuestros país.. Pero eso ya ni te importa..
Joaquín



Cuando vuelvan las golondrinas..




Amiga...
Yo contemplé campos abiertos.
Y admiré cielos inmensamente azules.
Y oí algarabía de niños en calles remotas.
Y hasta un sinfín de viejos vi, creo recordar,
posando sus doradas senectudes 
en los bancos del parque.
Si, créetelo, yo paseé por avenidas infinitas 
a la luz de la luna.
Incluso hice el amor a la orilla del mar..
¡O quizás lo soñé!..
--Joaquín--


Leí hace un par de días, no sé dónde, que podía uno mismo hacerse un test en casa para saber si estamos infectados por el coronavirus. Lo más efectivo para saberlo es lo que ya aconsejan los médicos, es decir, sufrir dolor de garganta, fiebre alta y sensación de ahogo. Aunque esto último debe ser cuando la cosa está ya avanzada. Bien, pues el test, del que advierto es como el remedio de la abuela, o sea que tampoco hay que hacerle mucho caso, consiste en coger aire abundante en el pecho, y si aguantamos más de veinte segundos sin respirar y sin sufrir ahogos insoportables es que, de momento, no tenemos afectados los pulmones; que como saben es donde primero ataca el virus.. No sé. Yo no me fío mucho de esto, pero el caso es que no paro de hacerlo. Debe ser la paranoia que tiene uno ya después de tantos días encerrado en casa.
Pero ya que estamos con los pulmones, que se han convertido, por cierto, en el órgano a batir por estos bichitos enanos, ¿Sabían que son un complejo de mucosas, fibras y tejidos que tiene unos 2 metros cuadrados de piel y 2.400 kilómetros de vías respiratorias? Otra cosa es que estén comprimidos en la caja torácica y parezcan más pequeños. En total, los pulmones de un adulto medio pesan 1,1 kilos, y ocupan mucho más espacio en nuestro pecho de lo que creemos.
Apuesto que tampoco han pensado que inspiramos y espiramos unas 20.000 veces al cabo del día; dormidos y despiertos, claro. Y ay de nosotros cuando no lo hagamos; mal asunto. Si contáramos lo de un año entero habremos respirado unas 7,5 millones de veces y filtrado 550 millones de litros de aire; ahí es nada.. 
Y miren qué cosa: dicen que un tipo que viva en una ciudad más o menos grande puede inhalar cada día 20.000 millones de partículas extrañas: polvo, humos de los coches, polen etcétera. Gran parte de ese material puede enfermarnos gravemente, pero por regla general no lo hace porque nuestro cuerpo es experto en desafiar a los intrusos. (hasta que llegó el coronavirus).. La mejor arma para eso es el estornudo, y si alguna espora se cuela queda atrapada en la mucosidad que recubre las fosas nasales o bloqueada por los bronquios..
A los humanos se nos da bastante mal contener la respiración; nos cuesta mucho. Nuestros pulmones pueden contener unos 6 litros de aire, pero sólo inspiramos cada vez que lo hacemos medio litro, lo que deja bastante margen de mejora. El récord de tiempo sin respirar lo tiene, curiosamente, un español, el catalán Alex Segura. Aguanta el tío 24 minutos. Batió la marca en 2016, en una piscina de Barcelona. Cuesta creer esa cantidad de tiempo sin respirar, es verdad. Sobre todo teniendo en cuenta que un tipo medio lo hace solo un minuto, no más. El truco está en que el récord lo batió respirando antes oxigeno puro y permaneciendo completamente inmóvil bajo el agua para no gastar energía.. No sé vosotros; hagan la prueba del test y saldrán de dudas. Yo aguanto poco más de un minuto, hasta hoy..
Y una cosa curiosa para terminar, ¿saben por qué nos sentimos tan incómodos al aguantar la respiración mucho tiempo? Pues aun que cueste creerlo no es la falta de oxigeno lo que nos agobia, sino la acumulación de dióxido de carbono. Enseguida damos un resoplido; el cuerpo aborrece tanto del CO2 que necesita expulsarlo ante de inhalar aire nuevo.. En fin..
Joaquín