sábado, 27 de septiembre de 2014

Gallardón y otras cosas


  

                            El progreso democrático no es bajar a la élite al nivel de la masa
                            sino elevar el nivel de la masa al de la élite.
                             ( G.Le Bron)




El ya ex ministro Gallardón ha pasado, en un par de años, de ser el miembro del PP más progre, (según el  periódico el país) cuando era alcalde de Madrid, a ser ultraconservador entre otras razones por ser el impulsador principal de la  elaboración de la nueva ley del aborto que quiso poner en marcha y que al final no vio la luz.
    Este país nuestro es incorregible, todavía, después de la copiosa historia que poseemos y habiendo vivido  ya treinta y cinco años en plena democracia, seguimos sin saber que queremos ser de mayor. En cualquier país occidental que se precie las grandes líneas maestras que estructuran la nación están bien delimitadas y con acuerdo total entre las principales fuerzas políticas, aquí no, aquí nos cuestionamos absolutamente todo.
    Lo de la ley del aborto es otro motivo más para tirarnos los trastos a la cabeza. Fue en tiempos de Felipe González cuando se promulgo la primera ley, necesaria entonces,  pues veníamos de una dictadura refrendada por la iglesia católica. Se legalizó sin la aprobación del PP, que después de llegar al poder no la derogó y acabaron de alguna manera por aceptarla pues el pueblo la consintió sin aspavientos. Vino después Zapatero que como en todo quiso darle la vuelta como un calcetín a lo establecido y sin ningún tipo de consenso saco una nueva norma, discutible en algunos aspectos (como lo de poder abortar niñas de dieciséis años sin el consentimiento de sus padres) y ahora el gobierno actual afortunadamente con buen criterio a mi entender, ha rectificado  y aunque haya una fuerte intención  electoral en ello ha paralizado las nuevas modificaciones que pensaba hacer de la ley, excepto lo de las niñas de dieciséis años, yo creo que acertó aunque le haya costado  el cargo a Gallardón, qué le vamos a hacer.
   Seguimos sin aprender de los errores y perseveramos en la manía o marrullería cortoplacista de gobernar solo para los ciudadanos que nos votan y no para todo el país como seria lo natural. Aquí en cuanto llega un nuevo partido al poder, saca sus leyes  según su ideología, las aprueba y están en vigor solo los cuatro años que dura la legislatura porque en cuanto llega al gobierno el otro partido lo primero que hace es derogarlas, y así nos va, continuamente de mudanzas y la población sin saber a qué atenerse.
   Yo apostaría a que uno de los males, esenciales, que nos aflige a los españoles y  que nos impide ser europeos modernos de primera es la fuerte carga ideológica que derrochamos para todo. Hay asuntos, capitales por cierto, en los que no  apreciamos  mas colores que el blanco o el negro, nada de grises, eso no va con nosotros, aunque también he de decir que quizás estas actitudes extremas se den  más en las clases dirigentes que en el pueblo,  luego este se deja llevar sin profundizar en las diferentes materias, solo a base de eslóganes vacuos.
    Si hablamos del aborto, como he señalado arriba, o todo o nada, encontramos rápidamente dos posturas irreconciliables derecha NO o izquierda libre total y además se hace fuerte proselitismo a favor o en contra ¿Que impide aprobar unas leyes de consenso que contenten a todos o por la menos a una mayoría de españoles para que nunca más se vuelva a tocar el tema ¿
    De la corrupción política que decir, ya sabemos, si el que comete la fechoría  es del partido contrario lo machacamos sin contemplaciones y extendemos la podredumbre a todo el partido, eso sí, si el mangante es del propio, corremos un tupido velo y tratamos de exonerarlo.
    De la cuestión de la unidad nacional, más de lo mismo, el PP mas centralismo y menos autonomías; los partidos de izquierda justo lo contrario. He de recalcar que en este tema curiosamente se han invertido las tendencias,  pues desde  siempre, (ya lo propuso Marx, el ideólogo del comunismo) y en todos los países a lo largo de la historia ha sido así, la izquierda  ha deseado  países fuertemente  centralizados para poder administrarlos mejor  y así  repartir luego equitativamente los bienes y de paso  evitar privilegios de todo  tipo, bueno, pues curiosamente aquí  los que parecen ser partidarios de la desigualdad  territorial son los partidos que llevan en su ADN el lema:  Uníos Hermanos Proletarios  y no digo que esto último sea lo mejor , lo que si pido es que en estos asuntos tan importantes para la igualdad de todos los españoles, las principales organizaciones políticas, sindicales, empresariales y en general todos los ciudadanos tuviéramos meridianamente claro que la unidad del país es innegociable porque nos va la libertad, la igualdad y el bienestar en ello, magnitudes  esenciales por las que tanto hemos luchado. Si fuese así ningún nacionalista se atrevería a desafiar al estado, nuestro estado.  ETA asesinó vilmente a más de mil españoles de todo signo político al querer  imponer  sus teorías independentistas  al resto, no lo consiguió a pesar de que tampoco aquí estuvimos todo lo unidos que deberíamos haber estado, no vamos a decaer ahora por muchos cientos de miles de nacionalistas catalanes que  salgan a la diagonal con sus banderitas al viento.
   Las leyes de educación que hemos engendrado desde la transición  tampoco han permanecido estables mucho tiempo, constantemente andamos reformándolas por motivos ideológicos mas que pedagógicos, como en todo; me temo que quizás tenga esto algo que ver con que ocupemos un pésimo lugar en la lista que elabora  la OCDE y el informe Pisa.
  Podría seguir así con muchos más temas( aunque aburriría) porque es una evidencia que en cualquier asunto que toquemos ponemos una fuerte carga ideológica y esto provoca  grandes disputas, deberíamos  ser más pragmáticos y entender que un gobierno,( también nuestro raciocinio), debe mirar nuestro bienestar, el de todos, de manera técnica, es decir contando con los recursos que tenemos y dentro del sistema capitalista que impera en el mundo civilizado actuar de la mejor manera posible, siempre con acuerdos , no hay tantas diferencias entre unos y otros, sobretodo dentro del estrecho margen de maniobra que nos deja la UE y nuestros  aliados. Va siendo hora ya de dejar la actitud, resumida en la simpleza de llamar Fachas a unos a la mínima  o el manido principio de… ser de izquierdas de toda la vida y hasta la muerte, entre otras razones porque no es práctico, tampoco lo contrario.
   Una manera inteligente y madura de proceder en la vida es actuar siempre de acuerdo con el momento que le toque a uno vivir y la circunstancia, sin olvidar por supuesto ciertos principios como seres humanos avanzados que somos. Cambiar de parecer con el tiempo es de personas sabias, lo mismo que rectificar si fuese necesario. Cuando se es más joven  e inexperto se piensa y  se actúa de cierta manera, quizás utópica, a medida que se va cumpliendo años por lógica y debido a las vicisitudes de la vida y a la experiencia se modifica  el pensamiento y las prioridades. Por todo esto me causa cierta desazón encontrar gente inamovible de pensamiento, admirándose de sus ideas fijas. Envidio la manera de actuar de los anglosajones en estos menesteres, son mucho más prácticos y menos idealistas que nosotros, ellos van a lo que más le conviene y no a los sacrosantos principios malentendidos , si hay que votar al partido laborista ( izquierda) se vota, por intereses del momento, si en las próximas elecciones hay que depositar la papeleta del partido conservador , pues no pasa nada, eso sí Inglaterra por encima de todo, ahí sí que se mojan y tiene sentido pues le va en ello su país que es lo mismo que decir todo y a las pruebas hay que remitirse, estas virtudes hace del país uno de los mas sólidos y prósperos del mundo y en donde sus habitantes tienen mayor nivel de vida, que es lo que importa al fin y al cabo;  podríamos poner otros ejemplos Australia, Canadá etc.
   Una de las aficiones favoritas nuestras es despedazamos entre nosotros  mientras nuestros  enemigos, de todo tipo, (internacionales, nacionalistas, económicos, de imagen etc.)  si  tienen claro de cómo actuar y aprovecharse de nuestras debilidades, véase el caso catalán.
                                                                                                            Joaquín Yerga
                                                                                                             27/09/2014

viernes, 19 de septiembre de 2014

A ella...





         A veces nuestros labios, como locas
mariposas de amor, se perseguían;
los tuyos de los míos siempre huían,
y siempre se juntaban nuestras bocas.
Los míos murmuraban: -¡Me provocas!
Los tuyos: -¡Me amedrentas!, respondían;
y aunque siempre a la fuga se atenían,
las veces que fugaron fueron pocas.
(M. Ugarte)

Y ahora ella, que soportó sus impertinencias y bobadas tantos años ha llegado al límite. Y aunque sufrió serena y paciente noches de soledades e indiferencias, y aguantó por amor demasiadas disculpas y cientos de peregrinas excusas, tira la toalla.
Él sabe que la vida de su amada no ha sido un camino de rosas. Y sabe que que ella aún es joven, aunque a sus espaldas acumule ya periodos de dureza inusitada con otros más livianos y soportables. Y conoce su historia, marcada de alguna manera por la tierra en que la vio nacer y por sus tristes e inevitables circunstancias.
La vio llorar muchas veces, y desesperar, pero es consciente que esos sentimientos están asumidos y forman parte ya de la desventurada existencia que le tocó vivir. Y sabe de ella de su disposición y fortaleza para superar carencias de la vida y aflicciones de todo tipo y condición.
Y por ella supo que la vida no regala nada, que lo poco que se consigue hay que ganarlo a pulso. Evidentemente el destino con ella no iba hacer ninguna excepción... No, no fue indulgente... y luchó, trabajo, sufrió, perseveró y mintió y también se engañó. Y disfrutó y se enamoró, todo con pasión, como es ella…
Vivió con ella, ya mujer, avatares poco amables de la vida. Y comprobó su fortaleza, y cómo soportó impávida sus duras consecuencias, sin queja. Y es que ella pertenece, sin duda, a una de las generaciones más sólidas de mujeres que hemos tenido la suerte de atesorar en nuestro país. Porque ellas, que fueron hijas ejemplares que adoraban y respetaban a sus madres, son ahora madres sufridas e impecables entregadas a sus afortunados hijos.
Pero, no, aun no es tarde, él lo sabe y va a intentarlo todo porque se trata de su propia vida. La quiere más que nadie pero no supo hacérselo saber ni comprender. Y aunque es cierto que nunca un detalle, nunca un, "te quiero", ella lo es todo para él. Va a insistir, va rogar, va a cambiar sus prioridades absolutamente, porque...
Ésa mujer que vive que siente y que brega con la vida, trabajadora incansable, admirable madre y que a veces le dice que está harta de todo y de todos, es su compañera y amiga, A ésa señora, que le debe más de treinta años de dedicación exclusiva, sin embargo no ha sabido hacerla lo feliz que ella se merece. 
Ésa mujer, que a veces se aflige porque no se divierte lo que debiera, y que sueña, anhelando ser la amada de aquel bolero, es la madre de sus hijos. A ésa mujer, aún no sabe cómo decirle que lo siente, por sus torpezas, por su egoísmo, pero que es la mujer de su vida y aunque no sepa quererla de la forma que a ella le gustaría, siempre la querrá con todo su corazón. Y ambiciona, como diría el poeta, a que le ame cuando menos se lo merezca, porque posiblemente será cuando más la necesite.
Joaquín 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

La ciudad si es para mí


                                                 Dios hizo el campo, y el hombre la ciudad.
                                                                           ( W.Cowper) 


    Hace poco más de un par de semanas que regresé a Madrid, terminaron, sin indulgencia, las habituales vacaciones estivales en el pueblo, mi pueblo. Allí nací y  allí vuelvo todos los años aunque he decir que no tanto como antaño y no porque ya me guste menos  o me aburra mas sino por otras razones; quizás un poco por pereza y otro, aprovechando el tiempo libre, visitar también otras ciudades, sin olvidar claro está, unos días de playa.
    En otros tiempos, recién llegado a la capital visitaba mi lugar de nacimiento con frecuencia, varias veces a lo largo del año, la familia, los amigos y también los recuerdos me empujaban irresistiblemente al punto de partida, hoy treinta y cuatro años después se me ha moderado ese impulso.
    De la familia, con la desaparición de mis padres se rompió el lazo más fuerte de unión entre nosotros, el imán que atraía y agrupaba al resto, por suerte aun tengo la presencia y el cariño de mis hermanas. De los amigos, cada vez son más escasos y con estos, el inevitable paso del tiempo y la distancia enfriaron nuestros vínculos. Me queda por tanto eso tan subjetivo y etéreo que llamamos recuerdos, las fotografías en blanco y negro de mis vivencias  juveniles almacenadas  en ese pendrive neuronal tan sofisticado que llamamos  cerebro, esos recuerdos por fortuna siguen perennes aunque algunos ya desdibujados.
   Vivir en el pueblo tiene su encanto, la tranquilidad quizás sea lo más preciado. Allí la vida transcurre mucho más despacio que en la gran ciudad, se anda más y los medios de locomoción no son imprescindibles para el quehacer diario. Otra excelencia: se vive de manera horizontal, cosa no menor y que se agradece después de sufrir diariamente en la ciudad la servidumbre de patear escaleras o el claustrofóbico  ascensor el resto del año.
   Una de las situaciones que siempre odié de joven y que ayudó a incrementar el deseo que siempre tuve por residir  en una gran ciudad era la inevitabilidad de ser reconocido por todos. Buscaba a menudo el anonimato, nada se podía hacer sin que los vecinos lo supieran, llegar muy tarde casa, la forma de vestir, (reconozco extravagante pero propia de la época y de la edad) o dejarse el pelo largo se convertía en la comidilla del vecindario; ahora,  tres décadas y media después, no solo lo soporto sino que me apetece.
  Después de tantos años ausente empapándome de esa manera de vivir que he mencionado, como es por ejemplo pasar desapercibido entre la gran multitud de la urbe, (curioso cambio de parecer), agradezco hoy en día reconocer a la gente por la calle. Ver que convecinos  que compartieron conmigo escuela, fiestas o juegos infantiles y que aun me saludan en la calle y recuerdan mi nombre, me emociona…..cosas de los años, reconozco que  en esto de la sociabilidad he cambiado bastante, afortunadamente, creo.
  A pesar de mi genuina disposición para la vida en la ciudad aprecio los muchos parabienes que nos brindan las poblaciones no tan grandes al menos durante un par de meses al año. Alterar los hábitos diarios tras once meses de rutina es muy saludable; mis gustos y esperanzas las tengo puestas en que en un futuro no muy lejano poder alternar meses en Madrid y en el pueblo. Los meses cálidos, por lo ya comentado y por otras muchas  razones me apetece vivir en el pueblo, las calles accesibles y serenas, el ambiente nocturno fresco y distendido, el cielo estrellado  y una residencia espaciosa, idónea para practicar con tiempo ilimitado y espíritu relajado cualquier sacrificio que uno se proponga con el bricolaje, son propicios para ello.
   Sin embargo también he de indicar que durante los largos y desapacibles inviernos el pueblo se torna duro y áspero, lo que en el estío me parece acogedor y placentero, en invierno, tedioso y aburrido. Por esto y reconociendo aunque un poco tarde las bondades que nos ofrecen los pueblos en ciertas temporadas, soy más urbanita que otra cosa, la ciudad , sobre todo si esta es muy grande me ofrece muchas más oportunidades de ocio y diversión, y para mí,  a mis años y en mi situación, es tema capital. Cuando uno ha rebasado ya cierta edad, con los hijos emancipados y con mucho tiempo libre busca algo más que, impertérrito, contemplar  el transcurrir del tiempo. La ciudad nos pone a su alcance multitud de tentaciones de toda índole, teatros, cines, museos y múltiples acontecimientos. Ejemplos pongo:
   A veces, pasar una tarde de sábado extasiándose con una buena comedia en cualquiera de las más de veinticinco salas de teatros de Madrid, otras pasear contemplando los incalculables y soberbios edificios o palacios que jalonan las históricas calles del centro, también aprovechar el privilegio de mirar piezas únicas en alguno de los muchos museos nacionales como La Dama de Elche en el Arqueológico, Las Meninas en el Prado o cualquiera de los cuadros del Thyssen, o porqué no, darse el gustazo de presenciar en directo alguno de los…. “muchos partidos del siglo” que se juegan cada año, en cualquiera de los dos campos de futbol más históricos e importantes del país, todo esto está al alcance de los que tenemos la suerte de vivir dentro de una gran zona metropolitana como es Madrid.
   Por estos… amenos argumentos  los que tenemos la suerte de vivir en Madrid pero a la vez  el privilegio de haber nacido en un pueblo tenemos doble motivo  para estar de suerte. Antes, hace años proceder de una zona rural y venir a trabajar a la ciudad era razón para la mofa  o el menosprecio por parte de los nativos de la capital (aunque  estos eran pocos)  por asuntos que todos conocemos, hoy en día cualquier zona del país esta tan avanzada o atrasada como las ciudades, apenas hay cambios perceptibles entre ambas bien sea en las vanguardias de las modas, en las tecnologías de la comunicación o en las costumbres, hasta en el uso del lenguaje apenas hay diferencias.
   Una de las consecuencias de la globalización a nivel nacional es la uniformidad en todos los aspectos en la vida de todos los españoles. Vayamos a Olot (Gerona), el Ejido (Almería) Zafra (Badajoz)  Zamora, Madrid o Sevilla  en todas ellas encontramos la misma disposición de todo lo básico, me explico, todas tienen un pequeño o grande casco históric con sus bares y tabernas y una calle principal peatonal con las consabidas tiendas de Zara , Blanco,H&M  y Mango., en las afueras un centro comercial con sus minicines y su zona de restauración en donde podemos comer una hamburguesa de McDonald’s o un par de diminutos bocadillos en los “100 Montaditos”, y lo que es espectacular para la vertebración del país cualquier pueblo de España por pequeño que sea , salvo raras excepciones, tienen a poco más de veinte minutos todas estas…excelencias. Y no quiero pasar por alto los efectos de las nuevas tecnologías en la homogeneidad de toda la población como son las  televisiones interactivas, internet, teléfonos móviles etc. que nos iguala a todos en oportunidades y también, por qué no, nos crean nuevas servidumbres.
                                                                                                                        

                                                                                              Joaquín Yerga                   
                                                                                                  17/09/2014

sábado, 6 de septiembre de 2014

La Diada

                                                                Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
                                                                                                           (J.W.Goethe)

   En los próximos días se celebrará el día (Diada) de Cataluña y un mes después la anunciada consulta para la independencia y  aunque al resto de los españoles, por lo menos a una mayoría de ellos, parece no importarles demasiado yo sí creo que nos jugamos mucho.
   Para no entrar de golpe en materia quiero exponer algunos antecedentes previos. Antes de la revolución francesa los países y los pueblos en general no estaban habitados por ciudadanos sino por súbditos del rey. Eran monarquías más o menos absolutistas y los reyes eran dueños de las personas y sus destinos. Los pueblos y las propiedades pertenecían a diferentes miembros de la nobleza que estaba organizada de manera más o menos jerarquizada y en donde el poder máximo era el rey. Estas posesiones pasaban de padres a hijos de tal forma que siempre permanecían en las mismas manos.      Los reyes y herederos se casaban unos con otros dentro de las cuatro o cinco casas reinantes y así agrandaban o disminuían sus dominios. Los habitantes de estos no contaban para nada y los pueblos en donde residían podían pasar de un imperio a otro sin ellos participar.  A partir de 1789, con la revolución,  hubo un cambio drástico de ordenamiento, las gentes, es decir los habitantes se encontraron con la novedad de ser dueños de sus territorios y en consecuencia de sus países, pasaron a ser ciudadanos de pleno derecho. Todo esto necesito un trámite de años, reivindicaciones y mucho sufrimiento. Actualmente ya nadie discute que los ciudadanos de cada país somos los dueños absolutos del mismo y podemos elegir  quien nos gobierne y que sistema nos interesa más.
   La formación de los diferentes países en el mundo y sobre todo en Europa está determinada y asentada hace muchos años, o siglos en el caso español. Nosotros hemos padecido más que otras naciones de nuestro entorno por diferentes motivos: reyes absolutistas nefastos, exacerbaciones religiosas, guerras civiles etc. todo ello derivó  y contribuyó  a que fuésemos un pueblo atrasado y  acomplejado. Desde hace casi cuarenta años por fin hemos conseguido realizar los sueños de nuestros próceres  más insignes, Jovellanos, Fernando de los ríos, Joaquín Costa, Besteiro, Ortega y Gasset, Marañón y tantos otros que imaginaron una España unida y diversa a la vez, culta y democrática, libre y solidaria, desarrollada y en donde se respeten todas las opciones personales; nosotros somos los privilegiados que casi palpamos esa España soñada.  A pesar de que no todo es perfecto y siendo consciente de que hay gente que lo pasa mal, jamás en nuestra dilatada historia tantos españoles vivimos tan dignamente.
   Justamente ahora que hemos conseguido todo eso, de estar entre las quince o veinte naciones del mundo en donde vivir merezca la pena, un privilegio solo permitido a una parte mínima de la población mundial, surgen territorios en donde sus habitantes egoístamente quieren romper la baraja y volver a las andadas.
  Lo que sea de Cataluña o de cualquier otra región del país lo tenemos que decidir entre todos los españoles, pues afecta a la totalidad. Ese derecho que nos ha costado tanto en conseguir y que es el que siempre han perseguido los sectores más modernos y progresistas, aquí es España desde la constitución de 1812, no podemos perderlo por cuestiones vagas o pseudoprogresistas como es el derecho a decidir que esgrimen los partidos más de izquierdas y los nacionalistas. Lo que sea de esta región será lo que queramos todos, incluidos extremeños, gallegos o murcianos por nombrar algunos.
   Si permitimos la consulta corremos el peligro de que gane el sí a la independencia pues ellos han jugado con ventaja, llevan años gastándose el dinero de todos en propaganda insuflando a los jóvenes la falsa idea de que no son españoles y además les robamos.
   Si consiguieran separarse de España ¿qué sería de nosotros ¿ A Cataluña siempre se le ha beneficiado desde el gobierno de turno y desde hace ya varios siglos. Le hemos concedido prebendas, últimamente bajo amenaza de revueltas nacionalistas y todos los expertos coinciden que su riqueza es tal debido a su pertenencia a España desde hace más de quinientos años.
   Sin duda alguna este es el mayor problema que tenemos los españoles desde hace más de setenta años. Si Cataluña fuese independiente, España, nuestro país seria insignificante en Europa y no digo ya en el mundo.
  A pesar de la grave crisis que padecemos, de los más de cinco millones de parados y otros graves problemas, todo esto es coyuntural, algún día pasará siempre ha sido así pero si a un gran país como es el nuestro le permitimos un desgarro de esta magnitud: una cuarta parte de su territorio el más diverso, con casi ocho millones de habitantes, además el mas prospero y desarrollado, el mazazo político, económico y cultural seria apoteósico, no seriamos los mismos y no exagero.
  Además de los problemas de índole económico y estructural esta el psicológico, creo que no seremos conscientes del shock traumático que soportaríamos hasta que ocurriera y después ya no habría marcha atrás. Por eso sería conveniente  que los partidos políticos, que no quieren una Cataluña independiente, pero actúan de manera irresponsable a mí entender, malinterpretando una democracia,  real según ellos, de manera exquisita permitiendo que una parte de españoles decidan por la totalidad, se lo hiciesen mirar.
   No nos equivoquemos, ellos , los nacionalistas, han aprovechado los recursos y poderes que le hemos dado de manera desleal y los han utilizado en contra nuestra de manera mentirosa durante casi cuarenta años y algunos de nosotros con el.. buenismo que nos caracteriza  nos saltamos nuestras propias leyes, le concedemos  la oportunidad de que se vayan con su riqueza y nos dejen tirado en la más absoluta indigencia moral y  económica  basándonos en un supuesto… derecho a decidir de los pueblos, como si el catalán estuviese oprimido.
   Imaginemos por un momento como quedaríamos: treinta y dos millones de hab., un 25%  menos de PIB., tasa de paro 30% aprox. y la media en todos los parámetros de riqueza por los suelos, a nivel de Bulgaria o Rumania, si le permitimos la independencia, al ser la región más prospera con diferencia,  nos quedaría la media bajísima.
   Más consecuencias que percibo: al prescindir de los fondos que traspasa Cataluña a la caja común, y con Madrid no se podría contar de la misma manera al empequeñecer el país, Andalucía y Extremadura sufrirían una merma  de caudales públicos impactante, no podrían financiar la seguridad social ni pensiones, ni llegarían otras ayudas que le permiten ahora subsistir dignamente, esto la población debería saberlo ¿debemos permitir una consulta con estas graves consecuencias , basándonos en una supuesta libertad de decidir ¿ Hasta ese extremo queremos llevar la irresponsabilidad de un país acomplejado por culpa de años de dictadura ¿. Ningún país del mundo permiten sus leyes la separación de una parte de su territorio ¿ Somos nosotros, como tantas otras ocasiones, los más tontos de la clase ¿.  ¿Y después que¿ ¿abrimos la puerta a que se vayan otras regiones?
   Yo me conformaría con que a todo el mundo se le explicara de manera clara y nítida las consecuencias de ser tan buenos y archidemocratas y supieran que los más perjudicados serian los pobres, como siempre, andaluces y extremeños a quien en teoría dicen defender los partidarios de la consulta y después que decidan en consecuencia. Yo lo tengo claro.
                                                                                                            Joaquín Yerga

                                                                                                              06/09/2014

martes, 2 de septiembre de 2014

Verano del 14


                                              ¿Mi mejor verano ¿ Sin duda, uno que todavía no he vivido.
                                                                                                                  (P.Roth)


   Se nos fue julio y también su vecino de almanaque y fatigas agosto de este anodino 2014. Aun nos queda septiembre para completar el actual verano pero todo apunta que este rezagado y complementario mes estival pase a la historia sin hechos relevantes, e informativamente hablando sin mayor pena ni gloria.
  Según están las cosas mejor es digerir el tiempo sin grandes acontecimientos de última hora pues como dice el chiste ¡¡que me quede como estaba!! Imagino que siempre habrá sido así, las cosas buenas, a nivel global, no vienen de golpe sino que poco a poco y con el paso de los años las valoramos positivamente sobre todo si mejoran las que tenemos en  ese momento. Las negativas por el contrario se presentan de manera imprevista  y nos hacen cambiar en todos los sentidos de forma brusca y desagradable.
  Es  corriente que durante el verano y más en agosto haya menos noticias del tipo socio-política  en general de las que nos tienen acostumbrados los medios audiovisuales el resto del año; los políticos se cogen vacaciones  así como los periodistas y lamentablemente estamos supeditados a ellos. Ellos deciden cuándo algo es importante y cuando no lo es, de ellos depende poner al país patas arriba o que haya serenidad y normalidad, aunque en este querido país nuestro esto último es muy subjetivo. Precisamente por esta falta de noticias políticas, económicas o sociales que son tan habituales la mayor parte del año surgen otras aparentemente significativas y que a fuerza de aparecer en los medios se convierten en “serpientes de verano” es decir aparecen de golpe, todos hablan de ella y después desaparecen y no que queda rastro de ella, este fenecido verano no ha sido prolijo en ellas pero alguna ha habido.
   Este año se ha hablado lamentablemente de guerras así que más que serpientes han sido monstruos de muchas cabezas. Comenzamos las vacaciones con el eterno conflicto árabe –israelí, mas de mil quinientos muertos, niños heridos o desplazados y destrucción masiva, imágenes en los telediarios a la hora de comer como de costumbre… pues a estas alturas de septiembre parece no haber existido y la misma historia se repite con las guerras de Ucrania y las pavorosas  imágenes de los decapitados en el incipiente estado islámico del norte de Irak.
   De aquí de nuestro país no ha habido mucho que arrascar en cuanto a novedades si acaso el sorprendente “caso Pujol” y su prole con su fabulosa fortuna amasada de manera depredatoria, por cierto este affaire nos viene bien a los partidarios de la unidad de la nación pues ha desactivado o enfriado en cualquier caso de manera clara la fogosidad de muchos partidarios de la independencia de Cataluña que nos tenían prometido un otoño entretenido; estos nacionalistas habían insuflado a la población que allí no tenia cabida la corrupción,... eso era cosa de los españoles.
  El penoso asunto del virus del ébola en África y su posible repercusión en España por el contagio, traslado y posterior fallecimiento  del misionero y colaborador medico Miguel Pajares, también ha llenado páginas de periódicos y horas de tertulias, quizás fue asunto principal durante la primera parte de este.. suave verano, climatológicamente hablando, que se nos escapa,…. ahora ya nadie se acuerda.
   Por lo demás, parece que volvemos a aquellos agostos de antaño, con sus consabidos atascos en las carreteras, con  playas a rebosar y bulliciosas fiestas repartidas generosamente por toda nuestra “piel de toro”. Hablando de todo un poco algo tendremos los españoles además del buen clima para que seamos el tercer país del mundo receptor de turistas y visitantes, casi cincuenta millones pisaran este año nuestro solar patrio, esto nos deja unos caudales equivalente a lo que nos gastamos en petróleo y teniendo en cuenta que somos los más dependientes de este preciado líquido elemento de Europa, pues calculemos.
   Aprovechando el tema veraniego, el binomio verano- vacaciones posiblemente vaya a ser nuestra panacea económica como país. Si aprendemos a hacerlo bien, con el patrimonio cultural que nos han dejado nuestros antepasados, nuestras montañas y nuestras playas  tenemos el futuro casi asegurado. No somos de grandes industrias como los alemanes, ni poseemos  las condiciones socioeconómicas  apropiadas para que surjan muchos Bill Gates o Mark Zuckerberg, (el fundador de Facebook)  , pero sí tenemos la suerte de pertenecer a un país democrático, con un nivel de vida aceptable y con un sistema sanitario envidiable, esto unido a lo que lo que nos ha regalado la naturaleza, hace de España un destino inevitable y envidiable para todos los sufridos, y estos sí, industriosos y emprendedores ciudadanos  europeos.
   Continuando con el asunto, al que he llegado por cierto estrujando al máximo la cara positiva de este sempiterno verano nuestro y habiendo sido testigo directo este agosto pasado en Fuengirola y Marbella de cómo contribuyen ingleses o alemanes a nuestro desarrollo con los parabienes en forma de divisas con que nos obsequian la mayoría de estos turistas (también hay otros por desgracia que solo nos dejan como dádivas ruido y basura) no deberíamos avergonzarnos en basar gran parte de nuestra economía en complacer a estos visitantes, facilitándoles su estancia entre nosotros a través de los numerosos puestos de trabajo generados a tal efecto, eso sí, procurando atraer a un turismo de calidad que conlleven salarios de calidad. No nos debemos acongojar por parecer un país de albañiles y camareros, como peyorativamente nos acusan algunos europeos, ahora que una gran parte de los primeros están en paro por circunstancia que todos conocemos, tendremos que potenciar y mejorar los  puestos de trabajo que nos proporciona el turismo, no queda otra.
   A pesar de que aún colea el  verano, a todos  los efectos comienza ya una nueva temporada y esta se presenta atractiva  en muchos ámbitos, especialmente en el económico, por si se confirma la salida patosa de la crisis, en lo político, se vislumbra ya las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo con la incógnita del fin del bipartidismo y la irrupción de Podemos,  y a más corto plazo el desafío catalán;   umm…. ¡interesante panorama!
                                                                                                            Joaquin Yerga

                                                                                                                                          02/09/2014