domingo, 30 de septiembre de 2018

Algunas cosas que me quedaron por decirte...



Si tú me dices ¡ven! lo dejo todo...
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada...
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz sea mi poderosa llamada.
(Amado Nervo)

Reunida por segunda vez en una semana la Asamblea de sabios judíos (Sanedrín) se disponían, pues, a debatir el asunto que les traían tan preocupados. Todos los miembros estaban ya debidamente informados de los entresijos del caso, que no era otro que: Qué hacer con ése impostor procedente de Galilea y que dice ser El Mesías.
Comenzada la sesión, el Sumo Sacerdote ordenó guardar silencio a todos los miembros; e inmediatamente un mutismo total embargó la sala de reunión. Indignado y con la cara descompuesta de rabia fue informando uno a uno los antecedentes y fechorías cometidas por el falso profeta, también del punto de vista del prefecto romano de la provincia, Poncio Pilato, que parecía no querer inmiscuirse demasiado en el tema aludiendo no ser de competencia romana. Sin sin duda, por las cabezas de los ancianos consejeros pasarían la bochornosa imagen de ése hombre, Hijo de Dios, según él, arrastrando masas de gente por las ciudades de la región.
Acabada la reunión y después de un intenso debate se acordó por unanimidad dar muerte al impostor. A pesar de que el Sumo Sacerdote había propuesto la lapidación como mejor manera de hacerlo, por ser costumbre judía muy arraigada, se determinó que ése embustero peligroso fuese ejecutado a la costumbre romana , es decir, crucificado...
Esto de arriba, imagino, sería la manera en que se desarrollaron aquellos hechos tan trascendentales de la muerte de Jesucristo. Apuesto lo que sea que si todo éste tinglado de emociones, creencias y enseñanzas (cristianismo) legado por Jesucristo a su muerte lo hubieran dejado en manos sólo de los apóstoles, y con ellos San Pedro, estoy seguro que no hubiera pasado de ser una secta más de las muchas que pululaban por el mundo judío, exactamente igual que los Esenios o los Fariseos, por decir algunas; incluso hubiera tenido los días contados... Pero amigo, llegó San Pablo, que con una visión de consejero delegado de una gran multinacional se propuso hacer del cristianismo la religión total. Él fue el que propuso convertir a todo el mundo, judíos y gentiles, y no solo a los primeros, como querían los apóstoles y tal vez San Pedro.
Los últimos serán los primeros”, ésta celebrada y famosa frase que pronunció Jesucristo se la aplicó bien el cristianismo, porque resulta que ellos mismos pasaron en tres siglos, de ser una religión prohibida, perseguida y atacados con saña sus miembros, a convertirse en la religión predominante, a estar “a partir un piñón” con el poder, e incluso, ser ellos los perseguidores e inquisidores de paganos.
El cristianismo empezó con Cristo, evidentemente, y de la nada como tantas grandes cosas que fueron luego trascendentales, sin embargo el que se haya convertido en la religión predominante en el mundo, a pesar de la poquita cosa que era (estaba circunscrita al mundo judío que eran “cuatro gatos”) se lo debemos a un tipo, también judío como Cristo pero que al vivir en Siria era a su vez ciudadano romano, y eso le daba ciertas prerrogativas; hablo de San Pablo, que fue el verdadero segundo padre del cristianismo.
La mejor herramienta que podía tener la nueva religión para prosperar y convencer a todo el mundo de la “Buena Nueva” era tener unos argumentos sólidos y bien definidos, y a partir de ahí comerse el mundo. ¿Y qué mejor arma que el mismo testimonio de Cristo recopilados en un mismo tomo? Es decir “El Nuevo Testamento”...
Pero como toda gran institución que crece muy deprisa, al cristianismo enseguida le salieron grandes problemas, a esto se le suele llamar “crisis de crecimiento”, le pasó también, (guardando las enormes distancias) al ínclito partido político “Podemos”.
La primera gran crisis les pasó al poco de nacer, sobre el siglo IV. Un obispo de Siria, Arrio, se empeñó en negar el carácter divino de Jesucristo, sólo aceptaba el humano. A esta corriente se le llamó Arrianismo. Tuvo muchos seguidores y tuvieron que condenarlo en el concilio de Nicea, aunque el asunto siguió por mucho tiempo. Hubo muchas más herejías, por supuesto...
Sobre el año 1000 aprox. las dos zonas en las que se dividía la civilización cristiana, Roma y Constantinopla, se tiraban los trastos a la cabeza por ver quién mandaba más. Al final hubo divorcio por mutuo acuerdo, ellos (los ortodoxos, que quiere decir, más o menos, los puros) se quedaron con sus Patriarcas en la zona oriental de Europa. Y nosotros nos quedamos con Roma y sus Papas.
Pero no quedó ahí la cosa, más adelante, pasados los siglos se produjo otra partición de la zona, digamos heterodoxa, (la nuestra). En 1517 el obispo alemán Martín Lutero clavó un panfleto en la puerta de la iglesia de su pueblo, Wittenberg, despotricando de la Iglesia Católica. A éste buen hombre le habían invitado a Roma, a ver la ciudad y de paso dar unas conferencias, pero al pasar por el Vaticano y ver aquel derroche de lujo, fiestas y desmadres de los cardenales, además de las indulgencias que se le daban a los ricos a cambio de dinero, se echó las manos a la cabeza y escandalizado promulgó sus famosas tesis, que fue el inicio del Protestantismo. Ni que decir tiene que media Europa se fue con él. Todo el norte, los más ricos y desarrollados se hicieron protestantes de la noche a la mañana, y nos quedamos a “dos velas” los del sur, más solos que la una con nuestro catolicismo, y con nuestros Papas, ¡claro!..
Y es que lo que nació como una nueva religión: grande, única, transversal, que ideara en su gran cabeza San Pablo, ha resultado ser una amalgama de creencias, todas parecidas pero diferentes. Porque miren... Si todos los cristianos creen en Jesucristo y tienen a la Biblia como la esencia y palabra de Dios, ¿Cómo es posible que subsistan ortodoxos, católicos, anglicanos, anabaptistas, evangelistas, congregacionistas, presbiterianos, metodistas, cuáqueros, adventistas del séptimo día, pentecontalistas, coptos, testigos de Jehová, amish, y un largo etcétera?... En fin, ya son ganas. Que Dios nos coja confesados, pero... eso sí, ¿En cuál de ellas lo hacemos?...
Que conste en acta...

cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

sábado, 29 de septiembre de 2018

El hermano olvidado




Dime por favor donde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.
(Borges)


Los ojos secos y ya sin lágrimas de Manuel miraban con pena infinita cómo introducían en sendos féretros los cuerpos sin vida de su madre y de su hermano. Cansado por el largo viaje desde Madrid a ese olvidado pueblo francés en los confines ya del Mediterráneo, apenas le quedaban fuerzas para esparcir unas flores silvestres sobre el destartalado ataúd de pino. Una vez sepultados bajo la tierra húmeda del otoño, y desierto ya el triste cementerio, rezó un último "Padre Nuestro" por sus almas, y regresó a Madrid...
Si, ya sé que el conocido, el deseado, el especial, el bueno, incluso, el mejor, fue su hermano pequeño Antonio, pero, ¡qué duda cabe! también él hizo muy buenas poesías. Manuel Machado, el hermano olvidado, al igual que el resto de sus hermanos, nació en un patio donde florecía el limonero, es decir en el Palacio de Dueñas, de Sevilla. Si, ése que pertenece a los adinerados Duques de Alba y que es ahora su residencia oficial en la capital andaluza Pero no crean que él tenía nada que ver con esa casa nobiliaria tan esplendorosa y de la que dicen, tiene más títulos que la Reina de Inglaterra, ¡qué va! Es que en aquellos tiempos, final del siglo XIX, los duques arrendaban estancias de su palacete a gente común. ¡Estos tíos sacan dinero de las piedras!..
Con tan solo cinco añitos se traslada con toda la familia a Madrid al conseguir su abuelo cátedra en la Universidad Central. Se pone a estudiar en cuanto tiene edad de hacerlo en la famosa Institución Libre de Enseñanza que acababa de fundar Francisco Giner de los Ríos (El único centro privado que no regían los curas) y empieza a codearse ya de jovenzuelo, y junto a su hermano Antonio, con lo mas granado de la intelectualidad madrileña. Así, conoce y se codea con Amado Nervo, Juan Ramón Jiménez o Rubén Darío, incluso colabora con algunas revistas y periódicos de la capital.
Con veintipocos años se va a París y ejerce de traductor de francés; idioma que conoce muy bien. Allí en la capital francesa se tira la vida padre cortejando a jovencitas y no tan jovencitas galas; es decir, pendonea todo lo que puede y más hasta el punto de coger una bien merecida fama de mujeriego.
Pero a pesar de los frecuentes y bien aprovechados viajes a París o Barcelona y de su estancia en Madrid, él no pierde contacto con su tierra andaluza en general y con Sevilla en particular. Se casa, aquí en Sevilla, con una andaluza de postín, Eulalia Caceres, a los 36 años, y deja atrás definitivamente su antaño libertina vida.
Como en casi todas las familias españolas en aquella penosa etapa de preguerra civil, también la política separó a los dos hermanos Machado, a pesar de haber sido inseparables de por vida y de tenerse un cariño infinito. 
Antonio, como es publico y notorio, se vinculó muy pronto con la República y los partidos de izquierdas, hasta el punto de morir en el exilio. Manuel, si bien llegó a ser simpatizante comunista, después de ver lo que acontecía en Europa en aquellos primeros años treinta, acabó defraudado y abrazó el golpe de estado de Franco. Al enterarse de la muerte de su hermano Antonio, y de su madre un día después, en el exilio, viajó Francia, desconsolado, a darle un último adiós a ambos. Murió de Madrid a los 74 años. Está enterrado en el cementerio de la Almudena.
Escribió algunas obras de teatro, como “La Lola se va a los puertos” o “La Duquesa de Benamejí” y sobre todo poesía y aunque no es muy extensa rezuma toda ella un genuino sabor andaluz.
Ahí va una pequeña muestra...

Esta es mi cara y ésta es mi alma: leed.
Unos ojos de hastío y una boca de sed...
Lo demás, nada... Vida... Cosas... Lo que se sabe...
Calaveradas, amoríos... Nada grave,

Un poco de locura, un algo de poesía,
una gota del vino de la melancolía…
¿Vicios? Todos. Ninguno... Jugador, no lo he sido;
ni gozo lo ganado, ni siento lo perdido.

Bebo, por no negar mi tierra de Sevilla,
media docena de cañas de manzanilla.
Las mujeres... -sin ser un tenorio, ¡eso no!-,
tengo una que me quiere y otra a quien quiero yo.

Me acuso de no amar sino muy vagamente
una porción de cosas que encantan a la gente...
La agilidad, el tino, la gracia, la destreza,
más que la voluntad, la fuerza, la grandeza...

Mi elegancia es buscada, rebuscada. Prefiero,
a olor helénico y puro, lo "chic" y lo torero.
Un destello de sol y una risa oportuna
amo más que las languideces de la luna

Medio gitano y medio parisién -dice el vulgo-,
Con Montmartre y con la Macarena comulgo...
Y antes que un tal poeta, mi deseo primero
hubiera sido ser un buen banderillero.

Es tarde... Voy de prisa por la vida. Y mi risa
es alegre, aunque no niego que llevo prisa.

                                                                   Joaquin Yerga

                                                          

miércoles, 26 de septiembre de 2018

¡Ojo!, se acerca el Fin del Mundo..




Amiga..

Apenas sé cómo te fue la vida.

Me cuentan que no como tú esperabas.

Hace unos años me hubiera alegrado saberlo;

hoy lamento tu mala suerte...

Yo he ido por ahí, dando tumbos.

Quizás un poco perdido, eso es verdad,

pero lo voy superando.

Ahora más que nunca tiene sentido

aquello que te dije tantas veces:

Conmigo si hubieras sido dichosa.

Te quería tanto que sólo a eso me iba a dedicar;

a hacerte feliz..

--Joaquín--



A principios del año 1806, mientras aquí en España estábamos apunto de empezar la guerra de la Independencia contra Napoleón, en un pueblo del norte de Inglaterra, Leeds, se propagó el rumor de que una gallina había puesto un huevo con una misteriosa leyenda impresa en su cascarón “Llega Jesucristo”, señal, según muchos, de que el Fin del Mundo se acercaba. Las reacciones no se hicieron esperar, salieron por doquier santones, profetas y predicadores anunciando: ¡Dios mío, esto es la hecatombe! ¡El Apocalipsis ha llegado!.

El día 1 de abril de ése mismo año unas 20.000 personas habían salido huyendo de Londres. El Prior del convento de San Bartolomé había construido un refugio para ellos en una colina, en el que había dispuesto alimentos suficientes para dos meses. El motivo era que los astrólogos habían predicho un gran diluvio universal para ése fatídico día. Los 20.000 asustados londinenses, sin embargo, disfrutaron de un hermoso día en el que no cayó ni una gota de agua. 

Unos días después, el 20 de abril, el astrólogo alemán Johanes Stoeffler predijo otro diluvio universal y, efectivamente llovió mucho ese día, pero nada más. En 1807 volvió a hacer otra predicción semejante, pero ya nadie le creyó. Esto que he contado son simples anécdotas que se dieron, y mucho, en relación con el final de la humanidad, pero la cosa fue mucho más seria...

Pero, ¿Qué entendemos por el Fin del Mundo...? ¡Se ha escrito tanto sobre el tema!... Desde que el ser humano adquirió entendederas pende sobre sus cabezas la “Espada de Damocles” de una hecatombe universal. Ha habido épocas en las que el miedo se abatía sobre la humanidad y la gente despavorida se temía lo peor Por ejemplo en los preludios del mítico año 1.000. Mucha gente pensaba que con la entrada de ese fatídico año el mundo dejaría de existir, que grandes terremotos y atroces volcanes entrarían en erupción al unísono sobre la tierra para acabar con todo signo de vida en ella. Mucha culpa de estos males lo tenia la iglesia que creía que con amenazas del Fin del Mundo la gente entraría por el aro de la bondad y la bonhomía, y los templos se llenarían de asustados y acojonados fieles.

Es verdad que han habido muchos momentos de verdadero pánico relacionado con el Fin del Mundo, y que aprovechados, dementes o fanáticos de todo pelaje predecían y vaticinaban de manera profusa malos presagios y cataclismos de toda índole que muchos seguidores ignorantes creían después a pies juntillas. Incluso Nostradamus, el famoso médico y astrólogo francés del siglo XVI, predijo varias veces la hecatombe final; aun siguen algunos intentando relacionar esos augurios con catástrofes y calamidades actuales.

No obstante, de acabarse el mundo, de acaecer el desastre final, no se producirá precisamente por las fanfarronadas de estos, digamos falsos profetas, sino por algo tan natural como es el colapso final del Universo por razones naturales.

Antes del Big Bang el Universo se reducía a una masa del tamaño de una canica de las que jugábamos de niños; créanselo... Eso sí, imagínense qué grado de densidad tendría que albergaba en su interior la materia prima de los trillones de galaxias y estrellas que hoy conocemos: bien, pues una vez producida la Gran Explosión (Big Bang) sólo hay dos caminos a seguir: o el Universo sigue expandiéndose como lo hace ahora, y acabaremos despareciendo por inanición; o se contrae sobre sí mismo por efecto de la gravedad y terminará con su historia por colapso. 

En cualquiera de los dos casos citados acabaremos desapareciendo. Pero, tranquilos, no tengan miedo, esto va para rato, estamos hablando de... sólo unos cuántos miles de millones de años. Y para entonces todos calvos... Bueno, algunos lo estamos ya...

Dicho queda...

Joaquin




martes, 25 de septiembre de 2018

Apuesto que a nadie se le hubiera ocurrido






¿Versos autobiográficos? Ahí están mis canciones,

allí están mis poemas: yo, como las naciones

venturosas y, a ejemplo de la mujer honrada,

no tengo historia: nunca me ha sucedido nada,

¡oh, noble amiga ignota!, qué pudiera contarte.

-He sufrido, como todos, y he amado

¿Mucho?

-Lo suficiente para ser perdonado...

--Amado Nervo--



Uy, si yo os preguntara así, a bote pronto, qué tres inventos ideados por el hombre han sido los más importantes por su repercusión en la historia, no se sí todos diríais las mismas cosas. 

Pero es más que probable que el resto sí coincidamos en alguno de los tres que voy a citar... el fuego, la escritura y la rueda. No sé si os habré defraudado, pero no me negaréis que sin ellos no hubiésemos llegado hasta el grado de desarrollo actual.

¡Oh, la Rueda!, ése descubrimiento aparentemente sencillo, que visto con mentalidad de hoy en día seguro que todos pensamos que ha cualquiera se nos hubiera ocurrido inventarlo. Pero no creáis que ha sido fácil. Os recuerdo que un montón de civilizaciones, sobre todo en América, no la conocían, a pesar de estar muy desarrollados en otras cosas..

¿Sabíais que los Mayas eran tan despabilados para los temas astronómicos que incluso hacían cartas astrales muy sofisticadas? Y qué me decís de las inmensas pirámides que construyeron, de docenas de metros de altura y perfectamente diseñadas.. Y sin embargo no conocían la rueda ¿Es posible?.. Pues que sepáis que fuimos nosotros, los españoles, los que se las enseñamos cuando llegamos a América..

Dice una leyenda china que la rueda la inventaros ellos, pues hubo una vez un filósofo chino que tras contemplar el movimiento rotatorio de la corola de una flor movida por el viento ideó un artilugio al que llamó rueda. Tal vez sea cierta, no olvidemos que los chinos fueron grandes inventores en el pasado.

Mirad si fue importante en la historia de la humanidad la rueda que muchas civilizaciones la tomaron como símbolo cultural, mítico o legendario. 

Por ejemplo, La Rueda de Fuego, utilizada durante el solsticio de primavera. Se le hacía rodar por la montaña para animar al Sol en su camino, alejar así al invierno, y de paso huir de la muerte. 

Tenemos también la Rueda de la Fortuna, que simboliza la fortuna humana. 

El budismo usó La Rueda de la Ley, la Verdad y la Vida como símbolo de buena suerte. 

Bueno, ahora también tenemos la Rueda de la Suerte, en Antena3, pero eso es una historia menor. 😂😂😂

Joaquín..


                                                                      

domingo, 23 de septiembre de 2018

¡Dios mío, por cuál me decido!...





Ni tú ni yo estamos 

en disposición 

de encontrarnos. 

Tú... por lo que ya sabes. 

¡Yo la he querido tanto!

(Lorca) 



"No os dejéis guiar por la autoridad de los textos religiosos ni por la simple lógica. Cuando vosotros mismos reconozcáis que ciertas cosas son desfavorables, falsas y malas, entonces renunciad a ella....Y cuando vosotros mismos reconozcáis ciertas cosas como favorables y buenas entonces aceptarlas y seguidlas". 

Éste de arriba es un sabio consejo de Buda bastante excepcional en la historia de las religiones, porque no trata de imponer su propia doctrina como verdadera y única como suele ocurrir, sino que la deja a la valoración de la gente.

Fijaros: si sumáramos: los cristianos (católicos y protestantes) los musulmanes, (chiies, y sunnies) los judíos, los hinduistas, los budistas, los taoistas y los confucionistas, resulta que juntos formamos el 75% de la población de la tierra. El resto serán los ateos y otras religiones menores. Bien, pues toda esa disparidad de creencias tienen algo en común, todas tienen y basan su ideología religiosa en sus libros sagrados, porque todas y cada una de ellas tienen el suyo...

La más antigua de las religiones actuales, aunque no tienen demasiados seguidores (12 millones de fieles) es el judaismo, y aunque ellos exageran un poco, los primeros escritos suyos datan del siglo XII a.c. Es decir, un poco antes de los reinados de David, y Salomón. El grueso de sus dogmas están recogidos en el “Pentateuco”, que se incluye en nuestro Antiguo Testamento. Ellos le llaman la “Torah”, y sería la palabra revelada por Dios. También disponen del Talmud, que es el libro donde se guardan las tradiciones orales.

El budismo con más de 600 millones de seguidores (ahora de moda) también tiene ya sus añitos. Buda lo ideó allá por el siglo V a.c. pero sus textos escritos quedaron fijados en el año 32 a.c.. Toda su doctrina está recopilada en tres libros al que llaman ellos el “Tripitaka”. Sus enseñanzas, que algo sabemos de ellas, nos dice que, por ejemplo, la meditación es un puntal fundamental para el bienestar personal.

El taoismo y confucionismo (unos 200 millones de fieles) van de la mano en China. Las dos son, digamos dos maneras de entender una vida feliz más que una religión, que no lo es. Realmente son un conjunto de consejos y pedagogía para conseguir una vida plena. No difieren mucho del budismo. En ninguna hay un Dios al que adorar. También las dos tienen un conjunto de libros sagrados que datan de los primeros años antes de Cristo.

Qué contar que no sepamos del cristianismo (protestantes, católicos, ortodoxos) además de ser la iglesia más seguida, 2.200 millones adeptos. Pues que es una religión que nació tras la muerte de Cristo y recoge sus enseñanzas. Aceptamos los primeros libros hebreos como justos y verdaderos (Antiguo Testamento) que comprende los escritos de la alianza de Dios (Yaveth) con el pueblo judío. Tengamos en cuenta que Cristo era judío. Sin embargo nos diferencia de ellos el Nuevo Testamento, que son los escritos concernientes a la vida de Jesucristo.

La llamada religión del libro, el Islam, (1600 millones de creyentes) es la más reciente de todas, (siglo VII). Mahoma recibió los dictámenes de Dios a través de unas revelaciones hechas por el arcángel Gabriel. Todo lo que le dijo está recogido en el Corán. A estas revelaciones divinas se añaden oraciones, sermones e indicaciones de índole jurídica y práctica para la vida cotidiana. Corán, en árabe significa “Lo que ha de recitarse” y tiene que ser repetida tal cual, sin la más mínima modificación; es la palabra de Allah (alá) Dios.

Estas que hemos nombrado son las religiones de masas, las que han sabido llegar a más gente en el mundo y han traspasado fronteras, pero hay otras minoritarias que también tienen su libros sagrados, y sus historias. Por ejemplo, el mazdeismo persa y su libro sagrado el Avesta (Sepan que los seguidores de esta religión no entierran a sus muertos, dejan los cadáveres solos en lugares determinados y esperan que los buitres hagan su trabajo) o el sintoismo japonés y su libro máximo el kojiki. Y no olvidemos el libro de los muertos egipcio, y algunos más.

De todas maneras algo está cambiado hoy en día en estos siempre complicados asuntos; yo diría que mucho. Pero aún así tengan en cuenta que todas y cada una de las religiones que en el mundo son, se creen ellas mismas las más justa y verdadera, por lo tanto el resto estarían equivocadas. O lo que es lo mismo, profesemos la religión que profesemos, para el resto siempre seremos infieles..

Yo les aconsejaría que crean tranquilamente en lo que más les apetezca; el mundo ha progresado tanto en libertades personales que incluso existe una iglesia llamada Maradoniana cuyo líder máximo y objeto de culto es, nada menos, que el ínclito jugador de fútbol argentino Diego Armando Maradona, no le digo más...Por cierto, no sé qué harán sus fieles ahora que éste hombre ha muerto.  Y es que como decía aquel: cuando no se cree en Dios se puede llegar a creer en cualquier cosa. 

En fin..

Joaquín



                                                             

sábado, 22 de septiembre de 2018

Miren lo que dice hoy mi horóscopo...







En ti me he silenciado...
el corazón del mundo
está en tus ojos, que se vuelan
mirándome.
(Julia de Burgos)


Pero, ¡mira qué listos eran nuestros antepasados! porque parece mentira pero, por ejemplo, yo que en pleno siglo XXI miro al cielo y siempre veo las mismas estrellas, o eso creo, y sin embargo aquellos tipos de hace 5.000 años, sin medios, sin libros, sin tele... y sin la Wikipedia, ya conocían nuestra Galaxia, y sabían que la Vía Láctea estaba justo en su centro; y sabían, también, de los planetas y sus ciclos... Y habían dividido el cielo en doce partes iguales y las habían nombrado a cada una de ellas según la constelación que ocupara... Y, digo yo, ¿Cómo lo harían? ¿Se tumbarían boca arriba en las largas noches de verano calculando durante horas y horas? ¿Y todo a simple vista?. ¡Claro!, que, imagino que los conocimientos que iban adquiriendo con la simple observación de sus ojos se los irían pasando de padres a hijos. ¡Qué despabilados!...
La Astrología, según el diccionario de la lengua, es un conjunto de creencias según la cual se relaciona directamente la disposición de algunos astros en el firmamento con cosas o actitudes que nos pueden suceder a los humanos aquí en la tierra... ¡Vamos, más o menos!.
Fueron los Babilonios allá en Mesopotamia y hace la friolera de 5.000 años, los primeros que empezaron a descifrar estos fenómenos, pero a nosotros nos ha llegado más la tradición de los egipcios y de los griegos.
Los egipcios ya se dieron cuenta que la Luna, el Sol y el resto de planetas se movían siempre por una franja muy determinada del cielo e hicieron sus cálculos. Los griegos copiaron de ellos y lo perfeccionaron. A esa franja por donde pasaban nuestros astros le llamaron Zodiaco, que quiere decir simplemente “Rueda de Animales”. Este zodiaco lo fraccionaron exactamente en doce porciones para estudiarlo mejor, de unos 30º de longitud cada una de ellas. Como sabemos todas tienen su nombre, generalmente de animales.
No hace falta ser muy listo para darse cuenta que a falta de medios técnicos que le ayudaran a encontrar explicaciones a los distintos fenómenos astronómicos, o incluso soluciones a los muchos males que les acontecían, nuestros antiguos encontraran relación entre las posiciones de los astros, siempre variable, y sus vidas personales. Hoy sabemos que todo eso es pura ficción, patrañas de algún famosete del tipo Rappel dispuesto a sablear a incautos..
Pero, miren qué cosa más extraordinaria; a 13 kilómetros de la ciudad inglesa de Salisbury se yergue Stonehenge, un conjunto de piedras enormes, “La danza de los gigantes” le llaman. A cada una de éstas piedras se le calcula varias toneladas de peso y están dispuestas de tal forma que, dicen ahora los expertos es una verdadera máquina de predecir los eclipses, y estamos hablando de 5.100 años atrás. 
Como en todo, también Stonehenge tiene su leyenda, y lo enlazan directamente con el mago Merlín y el rey Arturo. Sí, ya saben, el jefe de los caballeros de la “Mesa Redonda”. Dice la leyenda que Merlín convenció a Arturo para robar y trasladar esas gigantescas piedras de Irlanda a Inglaterra donde Merlín las volvería a colocar exactamente igual que estaban allí, incluso poco después allí seria enterrado debajo de esas moles, Pendragon , el padre de Arturo. En fin, cosas de los ingleses, que son unos maestros en echarse flores...
O también, según las últimas mediciones de algunas pirámides en Egipto, estaban éstas diseñadas para que el cuerpo el Faraón subiera directamente hacia un tipo de estrellas, las circumpolares, que le harían morar eternamente por el firmamento celestial. Las cuatro caras de las pirámides estaban orientadas hacia los cuatro puntos cardinales con una precisión milimétrica, y la chimenea de ventilación de la cámara real tenía un significado astrológico para facilitar el paso de su alma. Sorprende la exactitud de medidas con tan pocos medios.
Lo dicho, no pensemos que somos ahora más inteligentes que nunca. Tengan en cuenta que si hemos llegado a este grado de sapiencia es porque antes otros hicieron cosas extraordinarias. ¡Ah! Y puestos a comparar, es verdad que ahora hacemos cosas sofisticadas e increíbles, pero disponemos de herramientas para hacerlo; antiguamente sólo se valían de sus ojos y de sus manos, que tiene más mérito.
Dicho queda...
                                                                   Joaquín Yerga
                                                                

viernes, 21 de septiembre de 2018

La chispa de la vida...




Amiga...
Repite el sol cada mañana
al asomar, tímido, en lontananza.
Cada atardecer repite el mar y sus mareas,
y anegan los confines de la playa;
y la primavera vuelve a su cita de abril.
Yo quiero repetir mil veces en mis labios
tus besos.
Y amarte otras diez mil madrugadas..
--Joaquín--


¡No hay dudas, éste es el día! –Pensaba Benjamín entusiasmado. Había amanecido muy nublado y un calor insoportable envolvía la ciudad. Todo presagiaba que sobre el mediodía de ése 15 de junio de 1752, una fuerte tormenta iba a descargar sobre la ciudad de Filadelfia, la capital del estado de Pennsilvania, en los Estados Unidos.
Benjamín Franklin hacía tiempo que lo esperaba, no en vano tenia ya preparado su artilugio. Había pasado la noche muy nervioso esperando la primeras luces del día para poner en marcha su invento. Sin duda, ése iba a ser el día definitivo, el esperado, el que tanta ilusión le había generado y por el que había derrochado demasiado tiempo y dinero..
En cuanto oyó los primeros truenos y vio los primeros rayos de la tormenta miró al cielo observando cómo éste se oscurecía por completo y un pesado y eléctrico ambiente cubría su cuerpo hasta hacerle sudar la gota gorda. Sacó raudo de su cochera la cometa que tan trabajosamente había fabricado y la izó hacia el cálido viento de la mañana. No tardó mucho en sacar sus conclusiones y saltar de alegría; un rayo impactó contra la cabeza metálica de la cometa mientras ésta se agitaba en las alturas volteada por la fuerte ventisca. El rayo se deslizó velozmente cuesta abajo sobre la cuerda de la cometa y fue a morir en la pieza de hierro que Franklin había atado en el extremo de la misma. El ruido fue ensordecedor, las chispas que provocó la descarga apunto estuvieron de quemar la cara y las manos de inventor, y provocar, de paso, una gran desgracia. Pero el experimento funcionó y a pesar de lo arriesgado del mismo, Benjamín Franklin, ése gran científico, había inventado el Pararrayos; fue el principio de la electricidad.
Un siglo después del experimento de Franklin, exactamente en 1860, un inglés, Michael Faraday, daba un conferencia en Londres, a cerca de sus descubrimientos sobre la electricidad y magnetismo. Un político presente en la sala le preguntó sobre la utilidad de “eso que llaman electricidad”, a lo que Faraday contestó: “No se preocupe, señor, ya verá como algún día se le puede aplicar algún impuesto”. No me negarán el buen ojo de este sabihondo “guiri”...
La electricidad ése maravilloso y caro invento, que aquí en España a alcanzado estos días su precio máximo, es un asunto difícil de explicar, misterioso, invisible, pero que hoy en día se nos ha vuelto imprescindible, no podríamos vivir sin ella.
No quiero ni debo mentirles, no se lo merecen, es verdad que no tengo ni pajolera idea de la electricidad, pero he leído un reportaje en una revista y se me antoja hacerles un pequeño resumen para ver si lo comprenden o refrescarles la memoria a los que ya lo saben.
A ver cómo empiezo... parece ser que todos los cuerpos vivos o inertes llevamos algo de electricidad en sí mismo, es cuestión de los átomos, electrones y núcleos de los que estamos hechos, pero esto da para una tesis..
El asunto es que la electricidad se manifiesta cuando dos cuerpos al tocarse o rozarse se transfieren entre ellos una cantidad indeterminada de electrones. Se suele poner de ejemplo la descarga eléctrica que sentimos algunas veces cuando bajamos del coche después de haber recorrido alguna distancia. Esto se debe al rozamiento de la carrocería del vehículo con los átomos del aire. Otra cuestión, pero ya de ingeniería, es producirla a grande escala y para eso están los grandes generadores, como son: las centrales hidroeléctricas, nucleares, termosolares etc., ¡Claro! Que para llegar hasta donde hemos llegado ha tenido que pasar mucho tiempo y romperse la cabeza mucha gente extraordinaria, como el mismo Franklin, Faraday, Coulomb, Édison, Volta y algunos más...
Pero según el artículo al que aludo como excusa para hablar de esto, parece ser que hay dos clases de electricidad, la de corriente continua y la de corriente alterna. El primer desarrollo se hizo con la primera y con ella se iluminó la primera ciudad de la historia; bueno, realmente fue un barrio, Pearl Street, en Nueva York, y la hizo el inventor Thómas Alba Édison, uno de los pioneros de esto. Sin embargo, al tener limitaciones y no poder llegar a toda la demanda eléctrica que se requería, ofreció a un empleado suyo Nikola Tesla (un manitas) 50.000 dolares si solucionaba el problema. Tesla lo hizo inventando la corriente alterna, pero el ganso de Édison se desdijo, (como los políticos de ahora) y sólo le subió el sueldo diez dolares al mes, ¡Sería rata, el tío!... 
Pero Nikola Testa se lo montó por su cuenta, se asoció con la empresa Westinghouse y le fue de perlas. En poco tiempo iluminaron un montón de ciudades con la corriente alterna y se forró. En Europa la primera ciudad iluminada con electricidad fue París, ¡Cómo no!.. Por eso se le llamó "la ciudad de la luz". En España he oído decir que fue Jerez de la Frontera, ¡Mira por donde!.. 
La electricidad es un fenómeno sorprendente, su control y difusión ha sido uno de los retos más importante del ser humano. Nuestra calidad de vida depende de ella. 
Dicho queda...



Joaquín
   



                                                         
                                                               





miércoles, 19 de septiembre de 2018

Que se metan su lengua donde les quepan...




En el oficio de amar 
mil circunstancias acontecen.
Hay amores fatuos que portan 
su caducidad por calles efímeras..
Los hay impetuosos, capaces 
de abrasar sus ansias
en un corto intervalo de besos.
Y amores infinitos que perduran 
su inmortalidad
por los anales de la desmemoria..
--Joaquin--

Antes de la llegada de los romanos a España ya hablábamos aquí un montón de lenguas, ¡Mira tú!.. Así que nada nuevo bajo el Sol. Se hablaban tantas como tríbus habitaban esta sufrida piel de toro; justo igual que ahora. Se oía hablar, por ejemplo, en tartesio (en la esquina suroccidental) también en íbero en toda la orilla del Mediterráneo y, ¡cómo no!, una multitud de lenguas de origen céltico en Castilla, Asturias, Galicia o Extremadura. De todas ellas la única que ha sobrevivido hasta nuestros días, y muy retocada, por cierto, es el vascuence, pero...
Llegaron lo romanos, allá por el año 219 a.c. y nos impusieron a marchamartillo su cultura y su lengua. Eso sí, tardaron en hacerlo nada menos que trescientos años. Y es que ya entonces éramos unos cafres y no había manera de desasnarnos. Pero al final entramos por el aro y todos los hispanorromanos, que no éramos muchos entonces, acabamos por hablar el Latín. ¡Oh! el latín, ése idioma maravilloso! ¡El habla del Imperio! ¡La lengua más culta! Se decía...
Pero pasó el tiempo y el Imperio Romano se vino abajo, y entraron los bárbaros del norte, y todo fue a peor. El progreso que los romanos habían conseguido se fue al garete. Las ciudades, prósperas con ellos, languidecieron y los caminos y calzadas romanas se hicieron intransitables por culpa de los bandidos, así que la sociedad retrocedió y se hizo rural.
Después llegaron los moros, y aquí se quedaron una larga temporada. Y vino la reconquista y los echamos, salvo en el Reino de Granada que se atrincheraron durante tres siglos más. Y según los íbamos barriendo (también su cultura y religión) por todo el territorio, iban surgiendo, a su vez, aquí y allá pequeños condados cristianos que hablaban Latín, pero...
En estas estábamos, es decir, las distintas zonas del país se quedaron aisladas unas de otras, y de ahí proceden todos nuestros males porque, en esos años (siglos IX y X) aparecieron ya lo que serían las primeras regiones con sus peculiaridades... y su fastidio...
Y es que el Latín, al no estar ya sujeto por un Ente Superior como antaño lo estaba por Roma, se fue adulterando y apropiándose de palabras de otros idiomas (barbarismos). Además, como la inmensa mayoría de la gente era inculta y analfabeta pues a medida que pasaba el tiempo peor lo hablaban, y...
Llegó el momento en que, lo que antaño era un idioma único y sólido, se convirtió en unas cuantas y mal-habladas lenguas llamadas Romances, que se afianzaron en cada comarca de una forma diferente... y así surgieron: el castellano, el francés, el catalán o el gallego, cuya base es el Latín, pero que cada uno incorporaban palabras y conceptos diferentes. Sólo los monjes de los monasterios, mucho más cultos y por necesidades religiosas, siguieron empleando en sus escritos el Latín de siempre, que en comparación con los otros más vulgares (de vulgo, pueblo llano) se le llamó, el Latín culto.
Sobre el siglo XIII, Castilla se hizo el condado más poderoso y acabó por absorber al resto de vecinos (León, Asturias, Galicia), y el castellano se impuso en estas zonas. Después, pasado el tiempo, ya sabemos que gracias al matrimonio de Isabel y Fernando (Reyes Católicos) se unió a Aragón y Cataluña (que juntos formaban ya un reino) para unificar otra vez esto que muchos tontainas se avergüenzan de nombrar, siquiera, llamado... España.
Con el paso de los años el castellano se fue consolidando y sustituyó totalmente al Latín, que sólo se hablaba en las misas. Pero aún no tenia reglas gramaticales y todo era confuso y anárquico; hasta que llegó el gran humanista y profesor de la Universidad de Salamanca, Antonio de Nebrija, a poner orden, e hizo nuestra primera “Gramática Castellana” en 1492. A partir de aquí nos convertimos en el gran idioma que es hoy, sobre todo cuando lo llevamos a América.
Hoy en día el castellano es el tercer idioma más hablado el mundo, y el segundo más demandado como segunda lengua. Por cierto, ¿Sabían que el grupo de barbarismos más numeroso nos viene del árabe? Pues ya lo saben, y tenemos nada menos que 4.000 palabras suyas; eso sí, castellanizadas. Ahí tenemos, por ejemplo: tambor, alcachofa, tarea, jarra, azufre, aduana, alcalde, algofifa, etcétera. Y qué me dicen de los topónimos (nombres de ciudades, ríos o montañas) pues que, sobre todo en Andalucía y Valencia, los tenemos a tutiplén: miren si no... Alicante, Benidorm, Almería, Guadalquivir, Baeza, Guadalhorce, etc. etc.
El segundo grupo de barbarismo más importante en nuestra lengua nos viene de Francia (galicismo) También un montón de palabras las copiamos de los franchutes... bricolaje, hotel, menú, restaurante etc. etc. muchas de ellas relacionadas con la comida, que como saben son unos maestros...
En fin, estén bien orgullosos de nuestra lengua que es una de las mejores y más completas del mundo, y si algún bandarra nacionalista despotrica de ella, que se meta la suya por donde le quepa, que al ser diminuta y hablarla sólo cuatro gatos seguro que le cabe. 
Joaquin Yerga


lunes, 17 de septiembre de 2018

Confieso que he vivido...

                                                                               


        

Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos.
--P. Neruda--

No crean ni por asomo que el título del articulo tiene algo que ver conmigo. Lamentablemente yo he vivido algo, pero mucho menos que los avatares sufrido y/o disfrutado por el gran poeta Pablo Neruda. Una de sus últimas obras son sus, “Memorias” de entre las cuales he sacado este título.. ¡Ya ven!..
Pablo Neruda fue un tío con suerte. Digo lo de suerte porque era un privilegiado del lenguaje poético; lo dominaba con soltura. Con sólo 23 años publicó su mejor y más conocido libro de poemas “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”. A partir de esto su vida fue un continuo trajín de viajes como embajador de su país, y entre medias, publicación tras publicación  de una extensa obra.
Viajó por medio mundo. Fue dos veces a la India de Gandhi, a la China de Mao, a la Rusia de Stalin, a los Estados Unidos, a México, a Francia etc. etc. En España estuvo durante la República, incluso fundó una revista de carácter poético. Llegó a ser intimo amigo de García Lorca y de Alberti.
Neruda fue un autentico cronista de su época. Vivió intensamente todo lo que acontecía en su tiempo. En el año 1971 le dieron el Premio Nobel de literatura y su fama y prestigio hizo, sino crecer. Muy comprometido con la sociedad y con los más débiles, siempre creyó que con la poesía podía cambiar el mundo. Estando de embajador en México se hizo amigo del pintor Rivera que le instigó hacerse miembro del partido comunista; cosa que hizo hasta el final de sus días.
Estando ya en su Chile natal, retirado en la llamada Isla Negra, conoció el golpe de estado de Pinochet y la muerte de su querido amigo Salvador Allende, que se pegó un tiro cuando estaba a punto de caer en manos de los militares golpistas. Él, (Neruda) murió a los 71 años, unos cuantos días después que Allende. Hoy hay serias sospechas sobre si fue envenenado por orden del general Pinochet.
Miren qué cosas tan hermosas escribió, el amigo...

Éste de abajo, posiblemente, dedicado a un amor no correspondido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabia cómo eras. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

Esta esta otra, Neruda sufre de amor...
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.

Aquí encontró un nuevo amor...
Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas que pasa por mi vida
y te decides dejarme en la orilla
del corazón en el que tengo raíces,
piensa que en ese día,
a esa hora levantaré lo brazos
y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.


Éste otro poema es bien bonito...
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Miren lo profundo que puede llegar a ser el amor...
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de tus senos como un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.

Sobre la belleza de la mujer..
Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.


Dedicada a un amiga del alma en la hora de su muerte...
Amiga, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.
Amiga, no te mueras.
Yo soy el que te esperas en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.
Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.
En la noche al espeso perfume de las rosas
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.
Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.
Amiga, no te mueras.

En estos versos de abajo muestra Neruda su inmensa tristeza por no poder estar con su amada...
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Sólo he entresacado un par de sonetos de cada poema. Su obra es enorme y sus versos son de una belleza y naturalidad que apabulla. Les recomiendo que lean algo más de Neruda, seguro que saldrán con los sentimientos a flor de piel y con el alma enardecida por la emoción.
Joaquín