Amiga...
No debería pedírtelo, no eres libre,
pero me gustaría verte de nuevo
y conversar largamente de aquello,
y cenar una noche en un lugar tranquilo,
y pasear después a la luz de la luna.
Lo siguiente lo dejo a tu elección,
por si te vuelvo a seducir.
Lo siento, no pasa nada por soñar.
¡Fue tan bonito lo nuestro!..
--Joaquín--
En el famoso cuadro de Leonardo D'vinci “La última cena”, que como todos sabemos es un mural de 5 metros de alto por 9 de largo y que está pintado en una pared en la iglesia Santa María de la Gracia en Milán, los alimentos que llenan los platos de los apóstoles son todos de origen vegetal.. Claro, que siendo Leonardo vegetariano no es de extrañar que “barriera para casa”. Sin embargo contradice las normas de los judíos.. Recordad que tanto Jesús como todos los que aparecen en el cuadro son judíos y estos tenían claro que el cordero no podía faltar en sus tradicionales cenas de celebración.
Leonardo se mostraba en contra de sacrificar animales para saciar el hambre humana. No sé si esta estricta dieta le sirvió para mejorar la salud y longevidad; murió a los 67 años, quizás demasiado viejo para la época, aunque Miguel Angel o Tiziano, contemporáneos suyo, aún cometiendo excesos estiraron la pata a los noventa....
Comprendo que con los adelantos alimentarios de hoy en día no haría falta comer mucha carne puesto que nos venden infinidad de platos que la sustituyen en proteínas y sabor, pero me parece excesivo privarse de unas chuletitas de cordero.. Porque resulta que al final, año arriba año abajo, todos acabaremos tiesos, ¿entonces? ¡Qué necesidad de privarse de algunos placeres que nos proporciona nuestra madre naturaleza aunque sea en forma de chuletón de ternera a la parrilla!..
Según los antropólogos, los seres humanos, cuando dejamos de ser monos y empezamos a andar erguidos, a dos patas, el cerebro se nos desarrolló rápidamente pues se nos presentaba ante nosotros un mundo de sensaciones nuevas, pues bien, la única manera de darle de comer a ése insaciable cerebro que consumía él solito el 25% de las proteínas de todo el cuerpo era a base de carne, y nos hicimos carnívoros..
De esa soberbia evolución del cerebro han pasado ya dos millones de años, y así hemos llegado hasta aquí, cada vez más ágiles y guapos, ¿entonces?.. ¡A qué andar haciendo tonterías!... Que me perdonen los vegetarianos, pero conmigo que no cuenten para sus experimentos.. Mi cerebro necesita mucha glucosa y donde más hay, creo, es en un buen entrecot de buey, vuelta y vuelta o en una racioncita de jamón ibérico del nuestro, tan rico.. En fin..
Joaquín Yerga
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