miércoles, 3 de marzo de 2021

Sin duda, nuestro mejor amigo

                                                                                      





Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino

que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

Amé fui amado, el sol acarició mi faz.

¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

--Amado Nervo--



Por cierto, ¿Sabíais que el sonido y la luz nos llegan al cerebro a velocidades distintas? Acordaos que la luz (300.000 kilómetros por segundo) es infinitamente más veloz que el sonido (340 metros por segundo). Lo podemos comprobar con el rayo y el trueno; bien, pues el menda (cerebro) es capaz de eliminar las enormes diferencias y hacer que todo, imagen y sonido, nos llegue a la vez, ¡¡Qué tío!!..

Otra cosa descojonante es cómo almacena el cerebro nuestra memoria; es extrañamente peculiar e inconexo. Nuestra mente descompone cada recuerdo en sus partes integrantes, es decir lo desguaza en: nombres, caras, ubicaciones, contextos, cómo se percibe el tacto, el olor etc. etc. y envía dichas partes a lugares distintos; luego, cuando volvemos a necesitar el conjunto, las recupera y reagrupa. 

Es decir, que un solo pensamiento o recuerdo fugaz puede movilizar a millones de neuronas dispersas por el cerebro. No es de extrañar, pues, que a veces confundamos los detalles. 

El resultado de todo esto es que la memoria no es algo inmutable y fijo sino que la podemos alterar cada vez que recordamos. Conste que también esto lo hace, el tipo (cerebro) en beneficio nuestro; pretende dulcificar los recuerdos.. 

En fin, qué cosas. 

Joaquín







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