El tipo que era feliz con lo justo

         ¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo

deseo de dormir!... ¿Sabes?: el sueño

es un estado de divinidad.

El que duerme es un Dios...

Despiertos vemos todos lo mismo:

vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,

las criaturas efímeras... dormidos

cada uno está en su mundo:

hermético, cerrado a ajenos ojos,

a ajenas almas; cada mente hila

su propio ensueño, o su verdad: ¡quién sabe!.

--Amado Nervo--

El tipo se presentó en la plaza pública de la ciudad con un farol en la mano, a plena luz del día. La gente, asombrada, le preguntaba; ¿Qué haces?, ¿Qué buscas?. Y el respondía: “busco a un hombre honesto”. 

El tipo era un provocador, decía esas cosas convencido de que no encontraría un hombre totalmente honesto. Según su parecer, todos estaban degenerados por la civilización y el progreso. Conste que esto pasaba hace 2.300 años. Qué pensaría ahora este buen hombre.

En realidad, fue un personaje increible. Pretendía vivir en consonancia con la madre naturaleza. Por ejemplo, negaba la posesión de bienes materiales, hacía sus necesidades en plena calle, se masturbaba si fuese menester delante de todos, y lo que es más chocante, abogaba por el incesto como forma natural de relaciones sexuales, ¡qué os parece!.

Sí, este hombre que llegó a decir frases tan extraordinarias como: "La verdadera riqueza del hombre está en su alma y no en su casa", que vagaba por las calles de la ciudad intentando convencer a todo quisqui de las bondades de sus teorías, y que lo hacia desnudo y descalzo, se deshizo de sus propiedades y vivió en un tonel de madera el resto de sus días.

Por cierto, hablo de Diogenes, el filósofo, que se metía con todo el mundo intentando mofarse de la gente, ridiculizando, sus pretenciosas actitudes y sus afanes de acaparar bienes materiales. Fue el creador de la llamada filosofía cínica, una de las corrientes más conocidas y seguidas a lo largo de la historia. Lo de cinismo, que aún tanto utilizamos, viene de Can (perro) que es como llamaban a los seguidores de Diogenes.

Y hasta lo del, Síndrome de Diógenes, esa manía que tienen algunos de acumular cosas, viene de éste hombre, porque se servía de lo estrictamente necesario para vivir. Resulta que los enfermos de éste mal, gente trastornada, todo lo que pillan lo ven necesario..

Joaquín