domingo, 31 de octubre de 2021

El extraño caso de David

                                                                                     




¡Ya pronto anochece!

¡Qué triste está el cielo!

El aire cimbrea

los álamos secos;

ya hay nieve en la cumbre del monte.

La luna amarilla

se refleja en los campos desiertos.

Ya tienden las aves

medrosas el vuelo;

ya chillan los búhos,

¡ya viene el invierno!

Ya empiezan las noches lluviosas,

¡qué largas, qué frías,

las noches del mes de los muertos!.

--Manuel Paso-- 



David se levantó aquel día más cansado de lo habitual.. Se lavó la cara y peinó sus cabellos. 

Mientras esperaba a que sus sirvientes le trajeran el desayuno, salió a la terraza a echar una bocanada del aire fresco de la mañana; le apetecía.

La gente iba y venía por las calles en su ajetreo habitual de la mañana. Se acercó a la balaustrada y se recreó mirando el horizonte de su ciudad desde las alturas de su palacio.. y entonces la vio... De entre decenas de terrazas del conglomerado urbano contempló a una hermosa mujer bañándose en el patio de su casa, y le gustó. ¡Oh, sí, le gustó!. El tipo era un mujeriego de narices..

Ni lo pensó dos veces, llamó a uno de sus guardias y ordenó que inmediatamente la trajeran a su presencia. 

Cuando Betsabé llegó a palacio sorprendió a David por su belleza.. 

--Eres más hermosa de lo que creía---le dijo mirándola a los ojos

Fue una tarde y noche inolvidables la que pasaron. Hablaron, congeniaron, y se acostaron; hicieron el amor.. También ella quedó fascinada por el porte y el poder de seducción de David..

Trece veces se lavó Betsabé sus partes íntimas, ¿trece veces?.. Si, es costumbre judía que la mujer debe lavarse cada vez que tenga relaciones.. Pero, ¿trece veces?..

Trece veces hicieron el amor, tal era la potente atracción mutua que se tuvieron nada más verse..

Y quiso David desposarse cuanto antes con Betsabé. Se había enamorado pero, había un problema, ¡Demonios, Betsabé estaba casada!.. ¡Y con un oficial de su propio ejército, nada menos!..

Urías, además de esposo de Betsabé era un fiel servidor de David, así que no puso objeción alguna cuando le dijeron que tenía que marcharse al frente.. y a primera línea de batalla.. una carta de David así lo ordenaba..

El pobre Urías no tardó en morir por la patria, y por el rey David, lo que dejó el camino libre a David y a Betsabé para sus apetencias amatorias. 

Y se amaron, de veras..

Al poco tuvieron un hijo.. Salomón le pusieron de nombre.. pero eso es otra historia..

Joaquín

        

                                  Betsabé se baña en su terraza. El rey David la mira a lo lejos


                                                                                        

                                                   

                                                                

2 comentarios:

  1. Joder bonito relato pero a la vez triste, acabó con el marido de Betsabè y todo por amor 😍 mencanta ☺️.. buenas tardes Joaquín 🤗

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    1. Gracias, María. Un buen tunante era el rey David, y el caso es que es un personaje crucial del judaísmo y del cristianismo. En fin.. Un besito, amiga. Buenas noches

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