Ella, miembro del jurado. Él, testigo. Resultado: tórrido romance

                                                                                          

Yo sé que tú eres de otro, y a pesar de eso espero,

y espero sonriente, porque yo sé que un día,

como en el amor el último vale más que el primero,

tú tendrás que ser mía.

--J. A. Buesa--

Se juzgaba por robo y altercados entre bandas juveniles a un chico del barrio de Harlem, en Nueva York.

El juez llama al estrado como testigo a Gary (de la banda rival) para que contara lo que sabía... Éste responde una a una con llamativa serenidad a las preguntas del fiscal. 

Katy, (miembro del jurado) se mantiene muy atenta a sus palabras. Sin perder un detalle del rostro anguloso e impenetrable de Gary, nota cómo el corazón le va latiendo más deprisa a medida que avanza el interrogatorio..

Y no se lo explica, pero se siente poderosamente atraída por Gary.. ¡Ha sido verlo y oírlo un instante, y se ha enamorado perdidamente!.. ¡Es increíble!.. ¡Algo muy dentro de sus entrañas se le ha removido!.. Algo le dice que va a ser el hombre de su vida..

Y hace algo ilegal, prohibido.. no lo puede evitar.. le pasa una nota en la que le manifiesta su deseo de hablar con él. En la nota le detalla que de todos los del jurado, es la rubia de la coleta, la de los ojos azules.. Debajo le apunta su número de teléfono..

Poco le importaba ya a Katy infringir la ley, bordear sus vericuetos.. ¡¡Se había enamorado incomprensiblemente de Gary en apenas unos minutos!!..

A Gary le llegó el mensaje. Miró hacia hacia arriba y la vio, era muy atractiva. Sorprendido por la rareza del asunto, creyó que era una broma. Pero al terminar el juicio se vieron... y se amaron esa misma noche. Dos meses más tarde estaban casados..

El acusado fue condenado a cinco años de prisión por pertenencia a banda criminal y algunas cosas más.. Y del romance de Katy y Gary nadie supo.. Hasta que: 

Un soplo puso en guardia al abogado defensor del condenado, que enseguida averiguó que Katy y Gary se habían enamorado durante el juicio.. El juez ordenó repetirlo..

Katy y Gary no habían hecho nada malo, pero sí ilegal: un miembro del jurado NO PUEDE TENER RELACIONES DE NINGÚN TIPO CON NINGÚN TESTIGO.. 

El amor de los dos jóvenes y su efervescente y tórrido comienzo para nada influyó en el veredicto final, pero la ley es la ley.. 

A pesar del revuelo montado en Nueva York, del escándalo judicial y la de repetición del juicio, Katy y Gary siguieron adelante en su matrimonio. Aún siguen más enamorados que nunca..

Joaquín