jueves, 21 de octubre de 2021

Horizontes de grandeza..

                                                                              



No ha de haber abismo que ese amor no ahonde,

y de hallarte. ¿Dónde? ¡No me importa donde!

¿Cuando? ¡No me importa... ¡pero te hallaré!

Si pregunto a un sabio, ¡Qué sé yo!, responde.

Si pregunto a mi alma, me dice, ¡Yo sé!

--Amado Nervo--



Si os fijáis bien, casi todas las grandes construcciones del pasado remoto y no tan remoto (los grandes edificios, los palacios, las pirámides, las catedrales o las suntuosas tumbas) se hicieron durante dictaduras o monarquías absolutas, y esto era así porque el que mandaba quería pasar a la historia como megalómano; y como hacía lo que le daba la gana, ¡pues no hay más que hablar!...

Por circunstancias, las más de las veces de carácter económico, se pudieron construir mamotretos espectaculares y obras increíbles en varias ciudades españolas que las podían haber transformado de arriba abajo, pero se quedaron en el tintero, y esto con monarquías, con dictaduras, y hasta con democracias.

Fijaos algunos ejemplos que hubieran sido la leche de haberse llevado a cabo...

En el Madrid del siglo XIX, el arquitecto Alberto de Palacio, el que diseñó la Estación de Atocha o el Palacio de Cristal del Retiro, propuso a las autoridades erigir en el centro del parque del Retiro un enorme Globo Terráqueo de 200 metros de altura apoyado en una ciclópea base de granito.. Hubiera sido lo más grandioso nunca visto, la Torre Eiffel a su lado sería enana.

En Valencia, al arquitecto Vicente Ferrer casi le dejan transformar la Iglesia de los Desamparados (patrona de la ciudad) en la mayor cúpula de la cristiandad, mayor incluso que la del Vaticano..

El ayuntamiento de Barcelona rechazó, por caro, el proyecto de montar allí, nada menos, que la propia Torre Eiffel. Si la misma; antes de colocarla en París se pensó en Barcelona..

Y en Sevilla, justo al lado del campo de fútbol Sánchez Pizjuán, el arquitecto escocés James Stirling, si no hubiera sido por denuncias urbanísticas, habría construido el mayor centro comercial de Europa, rodeado de torres residenciales de escándalo..

Y no crean que sólo los proyectos faraónicos mencionados hubieran transformado nuestras ciudades, hay más, como.. 

--El plan de hacer navegable el río Tajo hasta Madrid.

--Un cubo de cristal de 100 metros de altura en Bilbao que hubiera hecho palidecer al Guggenheim.

--O las tres torres de cristal blanco, a llamarse: Valencia, Castellón y Alicante, de 300 metros cada una de altura y a levantarse en la ciudad de Valencia..

En fin, lo dicho, gracias a la democracia, porque si hubiera habido dictaduras y con dinero, nuestras urbes más importantes serían, hoy en día, la repera de llamativas..

Joaquin


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