¿Volveré? ¡Quién lo sabe! Me acompaña
por el largo sendero recorrido
la muda soledad del frío polo.
¿Qué me importa vivir en tierra extraña
o en la patria infeliz en que he nacido,
si en cualquier parte he de encontrarse solo?
--Julián del Casal--
José era honesto, y pensó mucho en una historia que le contaron, la creyó repetirse en él cuando la mujer de su patrón le pidió hacer el amor.
Fue horrible ¡menuda papeleta!, porque su patrón se había portado maravillosamente con él. Le había dado toda la confianza del mundo, poderes absolutos para administrar su casa y sus bienes y, ¡Ay!, ahora su mujer, hermosa y aún joven, se ha enamorado y desea acostarse él!. ¿qué puede hacer?
Un día se le declaró, le dijo, que era muy guapo y apuesto y que ella, como dueña de todo lo de su marido, tenía autoridad para hacer lo que quisiera, incluso acostarse con su sirviente.
Ella estaba muy apetecible, qué duda cabe, y temió contradecirla, pero no podía hacer el amor con ella, ¡qué diría su señor si se enterara!, ¡le cuesta la vida!. Así que se negó a los deseos de la mujer..
Pero ella insiste, provoca, acosa, se desnuda delante de él y, ¡él no puede más, huye!.
Y ocurre lo peor; se repite la historia que le habían contado. Despechada acude a su marido y le cuenta que José ha querido violentarla hasta el punto de desgarrarle la ropa.
El amo se enfada, se indigna, mete en la cárcel a José. Aunque, bien podría haberlo hecho ejecutar y no lo hizo, ¿Por qué? ¿Señal de que no se fiaba de su mujer?. Al final se supo la verdad. No tardó José en salir de la cárcel.
Por cierto, ésta es una historia sacada de la Biblia, pero existe un síndrome sexual llamado "Síndrome de la mujer de Putifar". Putifar es el amo de José.. Se da cuando una mujer casada acosa a otro hombre..
Joaquín
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