El amor es un no sé qué
que empieza no se sabe cómo y termina
no se sabe cuando..
--Anónimo--
Malatesta de Verrucchio, gran señor de Rímini, tenia cuatro hijos. Giovanni era el mayor, un muchacho inteligente pero enano, feo y jorobado.. Además, y quizás debido a su deformidad, con una mala leche de espanto.. El segundo hijo se llamaba Paolo, joven esbelto y bello, y también valiente y dulce.. Los otros dos eran Malatestino y Pandolfo.
El viejo Malatesta buscaba esposa para su hijo mayor. Le dijeron que en Rávena vivía Francesca, una joven muy hermosa, hija de Guido de Polenta, señor de Rávena. Pero, claro, si mandaba allí a Giovanni, tal vez le repugnaría su aspecto y no querría comprometerse, pensó Malatesta, así que envió en su lugar a Paolo qué, aunque casado, se prestó a hacerle el favor a su hermano.
Malatesta creyó que la chica se imaginaría que.. "si Paolo era un chico muy apuesto, su hermano tampoco debería ser feo", y accedería.. Pero ocurrió lo impensable.. ¡Paolo y Francesca se enamoraron perdidamente en el trayecto de Ravena a Rímini!, donde, ansioso, la esperaba Giovanni.
Cuando Francesca vio a Giovanni creyó morir ¿Aquel monstruo iba a ser su marido?. Pero había dado su palabra y se casaron. Compartieron todos el gran palacio de Rímini.
Paolo y Francesca cada vez estaban más enamorados. Se miraban de manera furtiva y se deseaban.. El viejo Malatesta se dio cuenta del amor de Francesca por su cuñado y quiso cortar de raíz la peligrosa aventura.. Conociendo a su hijo mayor se temía lo peor.. Envió a Paolo y a su mujer lejos, a guardar su fortaleza de Cesenático. Pero ella se aburría y volvieron pronto.
El amor de Paolo y Francesca lejos de enfriarse con la distancia se acrecentó. Un día se encontraron en el jardín y, para disimular su azoramiento se pusieron a leer el libro de Lanzarote del Lago y sus amores con la reina Ginebra. Al llegar al momento en el que Lanzarote se atreve a besar a Ginebra, no lo pudieron resistir y, Paolo, tembloroso, la besó en la boca.. Justo en ese momento entraba Giovanni en el jardín. Al verlos abrazados sacó su espada y los mató a los dos..
Y aquí acaba la historia.
La pareja, Paolo y Francesca, según las costumbres de la época, acabaron en el infierno. Allí se los encontró Dante, el poeta, junto a Cleopatra, la voluptuosa faraona de Egipto, o Aquiles, el héroe de troya. Un día les preguntó que por qué estaban allí, si habían sido buena gente:
---Simplemente porque no tuvimos tiempo de arrepentirnos de la infidelidad que cometimos---contestó Paolo
Al contrario que Romeo y Julieta, esta es una historia basada en hechos reales.
Joaquín
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