sábado, 25 de diciembre de 2021

Verónica que estás en los cielos..

                                                                                  



La muerte está en todas partes. 

Por un favor insigne de los dioses

si cualquiera puede arrancarle al hombre 

la vida, ninguno empero puede arrancarle

la muerte; mil caminos conducen a esta meta.”

--Séneca--


"Mi madre vino a dar luz. No se ha ido, solo está en otra habitación. No tiene cuerpo, pero su energía está más presente que nunca, porque ahora es omnipresente. Cuando necesito un abrazo se lo pido, tú puedes hacerlo también..

Ella me enseñó que la muerte no existe, que la reencarnación sí; que el cuerpo humano es solo eso, un cuerpo, que transporta lo que realmente somos y viaja infinitamente por el universo. La muerte es un nacimiento a la siguiente fase, no es el fin..

Ahora mi madre está conmigo y con todos los que la aman. Te siento, y nos vemos pronto, en la siguiente etapa, porque la vida dura un segundo. ¿Por qué alguien no puede acabar con su vida, si es suya? Quién mejor que uno mismo para decidir que no quiere seguir más"



Esta carta de arriba la escribió la hija de Verónica Forqué intentando quitar intensidad a su dolorido corazón.. Es muy parecida a la carta que San Agustín envió a una amiga rota de dolor por la muerte de su hijo..

Para los creyentes es un consuelo pensar que todo es pasajero y que un día habrá reencuentro en otro lugar con todos los seres queridos y tan llorados. Para los fieles a la reencarnación, como debe ser el caso de María Iborra, hija de Verónica, también tienen asidero donde mitigar su amargura..

Verónica era una mujer desesperada por una injusta depresión, pero son hombres los que más se suicidan en España... tres mil lo hicieron el año pasado ..¿Causas? De muchos tipos.. por divorcio, por desamor, por ruina económica y por enfermedad mental, que de todo hay.. ¿Mujeres?.. mil aproximadamente, y por los mismos motivos..

Por cierto, el candidato ideal a quitarse voluntariamente la vida: varón, de entre 35 a 65 años...

Y desde luego, como dice la hija de Verónica, cada uno es libre de acabar con su vida como quiera, pero qué tristeza infinita no para el que se va, sino para sus más cercanos allegados que se quedan..

En fin..

Joaquín



No hay comentarios:

Publicar un comentario