Desde que te fuiste...
¡Ah, si vieras mi huerto! Ya no hay rosas,
ni lirios, ni libélulas de seda,
ni cocuyos de luz, ni mariposas...
Tiemblan las ramas del rosal, medrosas;
el viento sopla, la hojarasca rueda.
--Amado Nervo--
Hay cosas que las tenemos tan asumidas que parecieran haber estado ahí desde siempre. Sí que fueran verdades como puños, pero no siempre ha sido así, desde luego. Mirad sino..
Si yo os contara la versión original del cuento “La Bella Durmiente” os caeríais de espaldas. Ésta obra de Giambattista Basile era en su origen para no dormir en tres meses si os la cuentan a cualquiera de vosotros, y más a los niños, ¡pobres criaturas!.
La bella durmiente se llamaba Talia y yacía no dormida, sino muerta por una astilla envenenada que se había clavado en el bosque. Un noble caballero que la encuentra la viola y huye del lugar (recordad que en la versión dulcificada era un príncipe el que la besa).
Pues en la original ella queda embarazada y da a luz a dos gemelos, Sol y Luna se llaman, sin que por ello llegué a despertar.
Un día el pequeño Sol le chupa el dedo a la madre y le extrae la astilla, con lo que Talia, ¡por fin!, despierta.
Mas tarde, enterada la mujer del caballero violador que los hijos son de su marido. Manda prenderlos, degollarlos y servírselos a su marido de comida, como venganza.
Menos mal que una criada se da cuenta de semejante crueldad y pone en la olla carne de cordero, en vez de los cuerpos de los niños, y estos se salvan.
En fin, cuán diferente son las cosas y las vueltas que le damos hoy en día edulcorándolas para no traumatizar a los niños... ¡angelitos ellos!..
Conste que el resto de cuantos infantiles como La Cenicienta, Caperucita Roja, Los tres cerditos etc. etc. son iguales de crueles..
Joaquín.
calle Calderón de la Barca
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calle Cristo
calle Clavel
calle de la Sangre
Altozano de los coches
calle Carniceros
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