Decir
adiós.. La vida es eso.
Y
yo te digo adiós y sigo...
Volver
a amar es el castigo
de
los que amaron con exceso.
Amar
y amar toda la vida,
y
arder en esa llama.
Y
no saber por qué se ama...
Y
no saber por qué se olvida.
Coger
las rosas una a una,
beber
un vino y otro vino
y
andar y andar por un camino
que
no conduce a parte alguna.
--José
A. Buesa--
Ningún
fuentecanteño dudará de que nuestro segundo gran símbolo arquitectónico, después
de la Parroquia y su torre, es la Ermita de la Hermosa. Bien, pues que sepáis que hasta mitad del siglo XVIII era una
capillita de poca monta situada a las afueras.
Era
aquella ermita un edificio modesto precedido de un corral
descubierto. El cuerpo de la iglesia era de tres naves pequeñas con
arcos de ladrillos y techo de madera y tejas. Luego el pueblo creció
e hizo las veces hasta de parroquia (junto a la de abajo) para
atender a tantos fieles. Mas tarde volvió a ser ermita.
Pero
recoletas ermitas hemos tenido para dar y tomar.. Fijaos:
La
de los Mártires, al final de la calle del mismo nombre,
estaba bajo la advocación de los santos San Sebastián y San
Fabián. No era muy grande y estaba precedida por un corral
tapiado. Constaba de cuatro modestas naves con techo de madera y
tejas y con varios altares en su interior.. Las paredes estaban
pintadas con historias de la Biblia. Se mantenía a base de limosnas.
Ermita
de la Misericordia, aún existe el habitáculo. Según un
inventario de 1852, el interior constaba de un altar de madera con el
apostolado pintado de rojo y sobre él la imagen de Ntra. Sra. del
Candelero. Parte del retablo se trasladó a la Parroquia.
Otra
ermita era la de San Benito, en la calle del mismo
nombre. Tenia una longitud de cinco tramos y una enorme puerta de
madera de roble daba acceso al interior, donde existían tres
altares.
La
ermita de San Julián y San Blas, también era de modesta
construcción. Al lado de ella sobresalía la casita del ermitaño
encargado de su mantenimiento, un pequeño cementerio y pegado a él
un huerto. Estaba situada al final de la calle San Julián, junto a
la Fuente Sevilla.
La ermita
del Santo Cristo, en la calle Olmo fue arrasada en la guerra
civil y sus restos repartidos luego entre el convento, la Parroquia y
San Isidro (púlpito y campana). Ahora está restaurada..
De
la ermita de la Aurora aún nos queda su espadaña,
tan vistosa. y de la ermita de la Esperanza, en la
calle del mismo nombre, sus objetos sacros se repartieron por otras
instituciones religiosas.
La ermita
de Santa Lucía y Santa Victoria tenia dos altares uno para
cada santa. Estaba en lo que ahora es la calle
Santa Lucía y constaba de tres recoletas naves precedida por un
corral.
La ermita
de Santa Ana, en la actual calle Olmo, era una antigua sinagoga
judía. Al ser expulsados de los judíos de España en 1492, un grupo
de vecinos, por su cuenta y a base de limosnas, la transformaron en
iglesia.
La ermita
de San Marcos situada a la entrada del camino de Segura de
León, tampoco se trataba de una gran construcción. Con el tiempo se
declaró en ruinas por falta de atención y en su lugar se levantó
el convento de San Diego.
La ermita
de San Juan de Letrán fue de las más nuevas en el tiempo.
Se fundó en el siglo XVI, en el camino de Calzadilla de los Barros.
La que vemos ahora es sólo la capilla del convento de las monjas
franciscanas concepcionistas que hicieron en el lugar, y que luego se
trasladaron a lo que ahora es la casa de cultura y el ambulatorio,
para más tarde desaparecer con la desamortización.
Más
alejadas del pueblo aún contábamos con..
La ermita
de San Juan de la Puebla, situada en lo que es la
dehesa de la Mata
La ermita
de San Bartolomé del Villar, a media legua, en el camino a
Medina de las Torres.. Sabemos de ésta que a su alrededor había
unas casas y unas viñas que pertenecían al misma ermita y..
La ermita
de San Bartolomé de Aguilar, de dimensiones reducidas y con
un cementerio a su lado.
Como
veis lugares de culto no faltaban en Fuente de Cantos. Cosas de otros tiempos. Ahora los parroquianos nos solemos
reunir en lugares que, en vez de altares tienen mostradores y se
llaman bares..
Por
cierto, ¿Os imagináis haber conservado los planos de aquellas
ermitas desaparecidas y poder construirlas ahora? ¡Qué puntazo
sería para propios y extraños, un pueblo rodeado de coquetas
ermitas! Además, nos costaría dos perras levantarlas..
En
fin, por soñar...
Joaquín
ermita de la Hermosa
calle Mártires, al final de la calle estaba la antigua ermita dedicada a San Sebastián y San Fabián
calle Misericordia. Aquí se ubicaba la ermita del mismo nombre con la imagen de la Virgen del Candelero
calle San Benito, donde estaba la ermita del mismo nombre
Final de la calle San Julián. Por aquí se situaba la ermita de San Julián y San Blas
Al fondo de la foto, ermita del Cristo, reconstruida.
espadaña de la antigua ermita de la Aurora
calle Esperanza, aquí se situaba la ermita del mismo nombre
calle Santa. Lucía, lugar donde se ubicaba la ermita de Santa Lucía y Santa Victoria
calle Olmo, aquí estaba la ermita de Santa Ana
Al fondo, convento de San Diego, antigua ermita de San Marcos
ermita de San Juan de Letrán
ermita de San Isidro, la más moderna