Heme aquí junto a tu sepultura,
Hermegarda,
para llorar tu carne pobre y pura
que nadie de nosotros vio pudrirse.
Otros vendrán lúcidos y enlutados,
sin embargo yo vengo borracho,
Hermegarda, yo vengo borracho.
Y si mañana encuentran la cruz de tu tumba
caída en el suelo,
no fue la noche, Hermegarda,
ni fue el viento.
Fui yo.
Quise amparar mi ebriedad en tu cruz
y rodé por el suelo donde reposas
cubierta de margaritas, triste todavía.
Heme aquí junto a tu tumba,
Hermegarda,
para llorar nuestro amor de siempre.
No es la noche, Hermegarda, ni es el viento.
Soy yo
--Ledo Ivo--
Fue en la madrugada del 23 de abril...
Una turba de gente armada hasta los dientes con palos, piedras y demás objetos contundentes asaltaba el palacio del comendador. Dos guardias y los catorce criados de D. Fernán de Guzmán, el comendador, les hicieron frente. Hubo pelea a muerte..
Poco pudieron hacer, la muchedumbre, tal vez miles de cabreados y vociferantes vecinos del pueblo arrasaron el palacio, degollaron a los defensores y se cepillaron al comendador, que acabó mutilado y sus restos esparcidos por las suntuosas estancias..
Pero la historia había empezado años antes, cuando el comendador tomó posesión del cargo.
Era D. Fernán de Guzmán un tipo odioso, arrogante, inhumano, tirano.. abusaba del cargo a lo bestia. Traía frito a los campesinos con los impuestos, había violado a varias jovencitas de la localidad y maltratado a jóvenes...
Pero todo tiene un límite...
D. Fernán le había echado el ojo a Laurencia, la más bella moza del lugar. Ésta había esquivado las insinuaciones del tipo, y se casaba con Frondoso, su novio de toda la vida.
D. Fernán no iba a consentir semejante osadía, así que secuestró a la chica y ordenó apresar al novio.
Fue la gota que colmó el vaso..
Harto ya de las tropelías del comendador el pueblo se indignó y levantó como un sólo hombre en busca del tirano. El resto ya lo conocéis.
Eso sí, durante el juicio nadie pudo descubrir a los causantes de los crímenes. ¡Fuenteovejuna fue el culpable!.. dijeron todos...
Y...
A ver.. decidme: ¿A quién debemos moler a palos los fuentecanteños como los de Fuenteovejuna a su comendador?.. ¿Quién es el culpable de que Fuente de Cantos esté en los huesos, despues de haberlo tenido todo?..
Porque, ¡claro!, fuimos cabeza de partido judicial, el sexto más poblado de la provincia con 45.000 habitantes. A nosotros pertenecían Atalaya, Bienvenida, Calera, Calzadilla, Monesterio, Montemolín, Pallares, Santa María, Puebla del Maestre, Usagre y Valencia de Ventoso...
Y llegamos a tener:
Juzgado de Instrucción, Juzgado de Primera Instancia, dos Notarías, Oficina de Hipotecas, Registro de la Propiedad, Oficina de Telégrafo y entidades bancarías en una época que muy pocos lo tenían, (entre ellas la propia Caja de Ahorros de Fuente de Cantos), ¡Coño, si tuvimos hasta sede local de todos los partidos gubernativos nacionales!..
Pero a partir de 1956 empezó la hecatombe, todo comenzó a desmantelarse. Poco a poco se fueron disgregando de nosotros algunos pueblos, yéndose a la sombra de Zafra o de Llerena. Y así, hasta que en 1965 nos quitaron la condición de Cabecera de Partido y los juzgados..
El colmo de nuestras desgracias llegó con la creación de la Mancomunidad de Tentudía, encargada del agua, la basura y demás temas turísticos y organizativos en la comarca.. porque, ¡joder!, hasta Monesterio se fue la sede, siendo nosotros el pueblo más importante, más céntrico y más poblado..
En fin.. ¿Alguien da más?..
Joaquin
campo de Fútbol de la U.D. Fuente de Cantos
ermita de San Juan
Calle Fuente Nueva
Magallanes
calle Valencia
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