domingo, 4 de julio de 2021

La inocencia por bandera..

                                                                                      



Pensarás, convencida,

que nada vale ya para ti

que nada tiene sentido sin él.

Y soñarás sus besos como

lejanos e inalcanzables

Y creerás con certeza

no ser digna del castigo

que te impuso el destino

Y te preguntarás...

¿Por qué a ti? ¿Por qué él?

Y no hallarás respuestas...

--Joaquín--



He visto un par de veces la película protagonizada por Charlton Heston dedicada al genio, pero también he leído algo de ello y sé del revuelo que se formó cuando Miguel Ángel descorrió las lonas que las tapabas y dejó ver a la gente allí presente sus pinturas de la Capilla Sixtina..

Cuando le tocó mostrar el Juicio Final, apoteósicas fueron las exclamaciones de sorpresa, incredulidad y escandalo que provocaron entre los cardenales allí presentes, incluso al mismo Papa. Evidentemente no estaban preparados para semejante naturalidad, además de belleza..

Los protagonistas del Juicio Final eran, y son, personajes del Antiguo Testamento.. San Pedro, San Pablo o San Andrés salen tal cual vinieron al mundo, con sus culos al aire, sus testículos, sus cositas al viento, y claro, ¡cómo iban a consentir tamaña atrocidad aquellos pacatos prelados de entonces!.. 

No tardaron mucho en colocarles taparrabos a las figuras. La suerte es que, entre que se los pongo o que no, Miguel Ángel ya no vivió para verlo. Capaz era de volverlos a borrar ¡Menudo era!..

Joaquín

                                                                          


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