Me acostumbraste a tu insistencia.
Has conseguido alterar de manera irreversible
la tranquilidad de mi vida.
Te has convertido, acaso a sabiendas,
en pícara cómplice de mi corazón.
Os habéis confabulado los dos
para hacerme adicto a ti.
--Joaquín--
¿Os gusta pensar? ¿Reflexionáis mucho sobre asuntos trascendentales, vitales? ¿Pensáis sobre vuestra vida, sobre el más allá, del qué pintamos aquí?. Me temo que no; tal vez seamos demasiado conformistas, temerosos, perezosos... Si acaso las abundantes y pueriles cotidianidades del día a día absorbe nuestras horas y anhelos... y sólo algún profundo y somero pensamiento que otro..
Porque no me negareis que estamos saturados de información banal. Jamás los seres humanos en toda nuestra historia recibimos tantos datos en tan poco tiempo como lo hacemos hoy en día; medios para hacerlo los hay por docenas, la mayoría audiovisuales.. Sí, pensad...
Apuesto mil contra una que cualquiera de nosotros procesamos más información en sólo un mes que nuestros abuelos en toda su vida. Claro, que una cosa es informarse y otra es la manera de tratar esa información, puesto que gran parte de ella es más falsa que un euro de madera y el resto chorradas evanescentes.
Sólo una pequeña proporción de la que recibimos la podríamos considerar útil o interesante para nuestro interés, lo demás, lo dicho, morralla.
Por cierto, para separar el grano de la paja mediática sería necesario cierto grado de conocimientos, que no todos poseen y, claro, así nos pasa luego..
Joaquín
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