Permíteme explorar tus pensamientos
y escalar a la cima de tus secretos.
Te prometo a cambio perfilar en tu corazón
el camino al Paraíso..
Si me dejas vadear los ríos de tu desconfianza
y alcanzar las profundidades de tus más íntimos deseos,
te buscaré una estrella, y la inscribiré en el
registro de los cielos, para ti.
--Joaquín--
Dice la escritora, Irene Vallejo, en su nuevo libro, lo perfecto que son algunos utensilios inventados por el hombre hace milenos. Si, algunas cosas, por pura sencillez en sus diseños, no admiten cambios sustanciales en ellos, si acaso en los materiales de los que están hechos; ponía como ejemplo la cuchara, la silla, las tijeras, el vaso, la rueda, o el libro..
Miles de años llevan entre nosotros estos artilugios y aún rondan por nuestros cajones. Y no sólo eso, sino que los utilizamos un montón de veces al día, casi a cada instante. Son tan perfectos en su simplicidad y tan útiles en nuestras vidas que difícilmente cambiarán nunca..
Si un egipcio, o un griego, o un hispano-romano de hace dos mil años resucitara y los volviera a ver, apuesto que no tendría la mas mínima duda saber para que utilizarlos. Y encima no hay que pagar patente por ellos.
Al resto de las cosas: al automóvil, al ordenador, a la tele o a la maquinilla de afeitar no le cojáis mucho cariño y apego, porque os lo cambiarán constantemente, de formato, de material, de diseño, y de precio..
En fin..
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario