lunes, 28 de junio de 2021

Disparos en el alma.

                                                                                    



¿Por qué, por qué a la tumba,

insaciable de víctimas, tu esposo

antes que tú no descendió, señora?

¿Por qué al menos contigo

la memoria fatal no te llevaste,

que es un tormento irresistible ahora?.

¿Qué mármol hay que pueda

en tan acerba angustia los aciagos

recuerdos resistir el bien perdido?

--Juan N. Gallego--



A pesar de no ser muy frecuentado por transeúntes y paseantes, el Paseo del Prado de Madrid es uno de los lugares más bellos de la ciudad. Aquí se ubican dos de los museos más importantes, amén de otros muchos encantos. Precisamente por uno de ellos pasábamos en ese momento, por el Thyssen, y justo al ladito se erige el soberbio edificio del hotel Palace. Fue mirarlo y aproveché para decirle a mi acompañante..

--Uy, si  tú supieras, amiga, la de gente famosa que se ha alojado aquí, te caerías de espaldas--

--Me lo imagino, Joaquín, nada menos que el Palace, ¡oh! famoso en el mundo entero-- --me respondió ella con una sonrisa irónica--

Veníamos andando desde la plaza de Colón. Allí habíamos dejado el coche, aparcado en zona azul, con la intención de caminar hasta Atocha, luego subir por Alfonso XII y volver por Serrano. Mi amiga, conociéndome, se temía una charla histórica de las mías, por eso lo la ironía.

--Jajaja, no te rías-- --le regañé de broma-- --Ahí donde lo ves fue el hotel más grande de Europa, y en sus habitaciones han dormido Michael Jackson, Gary Grant, Ava Gadner, Grace Kelly, Picasso, y hasta la Mata Hari--

--Ummmm, la Mata Hari, la más famosa espía de la historia-- --exhaló ella-- --no sé mucho de lo que hizo, pero si lo justo para entender algo su vida y sus circunstancias--

Nos habíamos parado en la Plaza de Neptuno, frente a la estatua del dios romano, lugar, como sabéis, de las celebraciones del Atlético de Madrid cuando consiguen algún título. Desde allí mirábamos el hotel y desde allí yo le señalaba y explicaba a mi amiga..

--Yo sí sé lo que hizo porque he leído hace poco su biografía-- --le dije poniéndole al día-- --Margarita Gertrudis se llamaba la moza, y lo de Mata Hari, no significa otra cosa que “Ojo del amanecer” en malayo. Fue todo un personaje en la Segunda Guerra Mundial--

De pronto me cogió la mano y me animó a seguir caminando, había mucho que andar, me dijo. Cruzamos la carrera de San Jerónimo y enfilamos por la acera izquierda camino de Atocha, pero seguíamos hablando de la Mata Hari. Me preguntó que cómo se hizo espía.

--Pues no sé-- --le respondí-- --supongo que, como era tan guapa y con un cuerpazo espectacular, la captarían para la causa. Había triunfado como bailarina en París y enamorado a muchos tipos importantes. La Mata Hari espió primero para los franceses, y luego la engatusaron los alemanes, lo que la convirtió en espía doble. Y fue precisamente en Madrid y en ese hotel que hemos visto donde los franceses se dieron cuenta de su traición. Si, amiga-- --insistí-- --en las confortables habitaciones del Palace entre revolcones con artistas y toreros fue detenida un día, enviada a París y allí fusilada por alta traición a Francia-- --concluí--

Mientras andábamos y perdíamos de vista el Palace, iba notando más y más el interés de mi amiga por la espía, incluso vi que sabía más del tema de lo que yo creí en un principio, por eso no me extraño que me dijera...

--Leí una vez que los soldados franceses que la fusilaron tuvieron que taparle la cara porque se negaban ejecutar a semejante belleza. Ignoro si fue verdad, Joaquín, pero de todos los disparos que realizaron, sólo uno le alcanzó. Eso sí, fue justo en el corazón--

Acabamos por exprimir el tema de Mata Hari. Al llegar a la calle Atocha cambiamos de asunto, le hablé de una discoteca famosa de mis tiempos de juventud que frecuentaba, Consulado, desaparecida ya y que estaba un poco más arriba de donde estábamos. Allí conocí a..., pero, bueno, eso es otro tema que no viene a cuento. Ya os contaré otro día..

Joaquin..

                                                                           

                                                     Mata Hari, la femme fatale

                                                                        

        el hotel Palace visto desde la plaza de Neptuno. A la dcha. el museo Thyssen

                                     


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