Años ha que contemplo las estrellas
en las diáfanas noches españolas
y las encuentro cada vez más bellas.
Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar < Aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama >
--Amado Nervo--
Decía un tal Georg Lichtenberg, pensador y filosofo alemán: “Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios” Y esto lo manifestaba en el siglo XVIII, imagínense qué hubiera dicho de haber vivido en nuestros tiempos.
La frasecita de éste intelectual es contundente; todos sabemos que cualquier tontolaba de hoy en día, en las redes sociales, es capaz de hacer estragos. Cualquier simpleza o “locura” que diría el amigo Georg, colgada en el red, será inmediatamente seguida por millones de internautas de todo el mundo.
Es decir, las bobadas y estupideces dichas por cuatro gañanes, en el descomunal escaparate que es Internet, prende rápidamente en el vacuo pensamiento de la llamada opinión pública. Sin embargo, no hay tiempo ni ganas, ni incluso capacidad de entendederas para escuchar a gente juiciosa y sabia, ni tan siquiera para oír criterios reflexivos y sensatos.
Imagino que todo esto es la consecuencia de apuntarse al carro de la opinión y debate público millones de gente que antes no lo hacía y que posiblemente, aun teniendo todo el derecho el mundo, reconozcámoslo, no están suficientemente preparadas para ello, todavía...
Joaquin
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