jueves, 26 de noviembre de 2020

Se me enfadó porque olvidé felicitarle la Navidad

                                                                           



--¡Hola, Linda!..

--¿A quién le dices linda?

--Amor, ella se llama así

--¡Me importa un carajo, llámala por su apellido!



Decía D. Santiago Ramón y Cajal que, en general, las personas no son absolutamente tan malvadas como creemos que son, sino más bien flojas, olvidadizas, mal-informadas, perezosas y tardas en el cumplimiento de sus deberes. 

Y es verdad, ¿De cuántas faltas es responsable la pereza?. ¿Cuántas maledicencias y odios proporciona la desgana? ¿Y la apatía, cuántos distanciamientos genera?--- Pensadlo, mucha culpa tiene toda esta dejadez..

Fijaos: por olvidos en contestar una llamada de teléfono o felicitar un cumpleaños, o la misma Navidad, se han roto amistades eternas. Y no digamos si en el Facebook no clicleamos un “Me gusta” a las fotos, eslóganes y demás zarandajas colgadas en la red por los que habitualmente interactuamos. Despidámonos entonces de compañeros y conocidos.

Por cierto, ni se os ocurra no cliquear el "Me gusta" a este escrito mío. Y si puede ser con "Me encanta" mejor. 😅😅😅Es una broma.. 

En fin, somos como niños, sorprendentes.

Joaquín





 






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