viernes, 6 de noviembre de 2020

El diablo interceptó aquella carta..

                                                                                    



No te atraigan las sombras del abismo.

¿Qué importa a dónde vas, de dónde vienes?

No busques nada fuera de ti mismo;

todo en tu propio corazón lo tienes.

--Ricardo León--


Mirad qué cosa leí una vez: “La hermosura es una carta de recomendación escrita por Dios y leída y admirada por todos los corazones”. Lo malo es que de vez en cuando el diablo la intercepta furtivamente y cambia la dirección. Y así, la hermosura destinada a un discreto o discreta, llega a manos del torpe o de la mentecata; con lo que el idilio se convierte en pedantería o arrogancia...

¿Me creerán si les digo que de todos los bienes naturales, el más excelso y envidiable es la belleza corporal?. Don gratuito de la vida; no exige cultivo ni trabajo; se impone y cautiva a todos sin discusión. Los demás dones todos tienen sus quiebras: el talento exige un intenso trabajo, la palabra mucha práctica y mucha vida y el resto de la virtudes a veces son contraproducentes. En cambio la hermosura triunfa e impera con sólo exhibirse.

Decía aquel compasivo refrán que “la suerte de las feas las guapas la desean”, Supongo que se ideó por echar una mano a las pocos agraciadas. Sí, porque dichosos y dichosas las que ya de fábrica vengan al mundo con ese don que es la belleza. Ellos y ellas tendrán las puertas abiertas, casi sin molestarse, al éxito en la vida con poco más que pongan de su parte. El resto de los mortales seguiremos batallando por conseguir cosas sin la bicoca de una cara bonita.. Bueno, siempre nos quedará la belleza interior, que dicen de uno cuando es más feo que Picio.. En fin..

Joaquín

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