Lo que es la vida; tú y yo que nos quisimos tanto
disimulamos en secreto nuestro pasado.
Nosotros, tan prudentes delante de la gente,
fuimos volcanes en erupción en otro tiempo.
¡Ay, si supieran las veces que amaneciste
en mis brazos!..
¡Si entendieran la necesidad que tenía
de tus besos!..
Pero... aparentemos discreción. ¡Qué saben ellos!..
--Joaquín-
Mirad qué preguntas. ¿Existe realmente el pasado?. Pues lo siento, no puedo ayudaros, no lo sé. Es verdad que a veces se nos olvida, y otras llegamos a recordar sólo lo que nos interesa. ¿Y el futuro?. Pues tampoco. Bueno, quizás exista, pero sólo en nuestra imaginación. El presente es lo único real y verificable que podemos constatar..
Si preguntáramos a cualquiera --qué es el tiempo-- seguro que no sabría qué decirnos, Decía San Agustín cuando alguien sacaba el tema a colación: “Si nadie me lo pregunta, lo sé; si deseo explicarlo a quien me lo pregunta, no lo sé” Y no le faltaba ni pizca de razón al bueno de San Agustín; difícil y peliagudo asunto éste.
Por cierto, si tuviésemos que adivinar el futuro de Fuente de Cantos, supongo que nadie se atrevería a decirnos los detalles de las cosas que iban a cambiar. Del pasado si, de éste si podemos conocer, al menos, lo que está escrito en los documentos. Siempre conseguiremos echar mano de ellos y recordarlo con nitidez preclara..
Os cuento una anécdota de éste pasado nuestro: Uno de los varios hornos de tejas y ladrillos que existían en el pueblo entonces, el de Manuel Lorenzana, tenia un eslogan para vender más ladrillos; fijaros qué ocurrente: “No viva como los grillos, haga su casa de tejas y ladrillos” Esto nos da una idea del material que mayoritariamente usaban en la construcción y reformas de sus casas los pobres de las afueras, (barro y piedras)..
Pero sigamos rebuscando un poco más en nuestro pasado, porque lo del futuro mejor no tocarlo: uno de nuestros grandes problemas desde que empezó la huida en masa de nuestra gente hacia las grandes ciudades es lo sobre-dimensionado de nuestro pueblo para los pocos que somos ya. Tenemos más de 25 kilómetros de vías urbanas repartidas entre 120 calles, muchas de ellas semi-vacías, y eso hace muy costoso su mantenimiento. Aunque es verdad que, para mi gusto, también esto lo hace único, amable, silencioso, placido, fascinante, atrayente, apacible, tranquilo, sugestivo, sereno, misterioso, y hasta evocador por las noches..
Y por no salir del pasado, ahí van un par de datos...
No crean que nuestras palmeras de la Plaza llevan ahí toda la vida, ¡que va!, se plantaron en 1937 (plena guerra civil). Ahora, para nuestra desdicha, se están pochando..
En 1961 se pusieron las primeras señales de trafico en el pueblo, y nueve meses después se tramitan la primeras multas. Hoy tened mucho cuidado dónde dejáis el coche..
Y por acabar, apenas un 10% de las casas disponían de cuarto de baño todavía en 1975. Luego, en unos pocos años, lo pusimos todos. Por cierto, el reloj de la torre tal y como lo vemos ahora, se debe al joyero Yuste de Zafra, que vino a reformar las esferas allá por 1945..
En fin, mañana más
Joaquín
calle Real (carretera)
la Iglesia
cruce calle Martínez & Huelva
calle Almendralejo
calle Misericordiael Caño
No hay comentarios:
Publicar un comentario