Ahora que me
hablas de estrellas;
que las miramos juntos, que suspiras al
verlas brillar,
he de contarte un secreto...
te fui infiel con
la más rutilante de ellas.
¡Sí, mírala!
Aquella que luce un vestido
de amarillo satén; aquella coqueta
que esconde
su rostro dorado tras la luna llena.
Un día le
hablé de ti y ella se ruborizó.
Un consejo le pedí... Sé que
un beso me mandó.
--Joaquín--
Fijaros qué misterios de la naturaleza más insondables; las mujeres estáis bien dotadas de un masivo excedente reproductivo. No deja de ser curioso que toda hembra nazca ya con el suministro de óvulos de toda su vida en su interior. Estos se forman cuando la mujer todavía está en el útero.
El feto de veinte semanas de una futura mujer ya alberga en su interior 6 millones de óvulos; la cifra ya desciende a 1 millón en su nacimiento. Cuando esa chica llega a la edad de ser mujer, ya sólo le quedan unos 180.000 óvulos, y a medida que envejece los va perdiendo a marchas forzadas..
¿Por qué se pierde
tantos óvulos en el camino y, sin embargo, llegáis a la edad fértil
con muchos más de los que necesitaréis nunca? Misterios aún no
descifrados..
Parece mentira tanta sofisticación, tanta
complejidad y perfección para hacer un ser humano, y que luego venga
un bichito oriental diminuto y sin cuerpo siquiera y
nos mate en unos pocos días... Definitivamente, la naturaleza humana
es desconcertante...
Joaquín
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