En mi alma, hermana de la tarde, hay contornos,
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aromas ni forma ni color.
¿Ambición? No la tengo ¿Amor? No lo he sentido.
No ardí nunca en un fuego de fe y gratitud.
Un vago afán de arte tuve.., Ya lo he perdido.
Ni el vicio me seduce, ni adoro la virtud..
--M. Machado--
¿Creéis que si Jesucristo no
hubiera muerto en la cruz, sino por causas naturales,
quizás no estaríamos hablando del cristianismo y todo hubiera sido
muy diferente?
Yo siempre he creído en Dios, y en Jesucristo, eso me inculcaron desde niño. Claro que a veces he dudado. Sí, según maduraba y leía, y me adentraba en el mundo de la ciencia, la historia o la filosofía, llegaba a flaquear en mis creencias.
Unos de los argumentos cristianos que más me ha costado aceptar para creer a pies juntillas, es el siguiente: ¿Por qué Dios, omnipotente como es, necesitaba hacer venir a su hijo, Jesucristo al mundo y permitir que los hombres lo maltrataran y crucificaran, cuando de un plumazo podría convencernos a todos de su existencia?.
También tengo argumentos a favor de la existencia de Jesucristo, claro, y eso me permite seguir ahí, a trompicones, pero necesitándole y amparándome de su benevolencia en momentos de zozobra.
La prueba, quizás más clara, de la existencia de Jesús y su mensaje, la tenemos en los apóstoles. Sí, porque si estos le acompañaron, le siguieron, vivieron con él y le conocieron bien, y aún así se dejaron martirizar por expandir la fe de su maestro, es que algo extraordinario verían en él, digo yo..
Fijaos, excepto San Juan, el autor del Apocalipsis, que fue el único que murió de viejo, los demás tuvieron una muerte horrible por defender su causa.
--San Pedro, el preferido, murió en Roma crucificado boca abajo. Lo de bocabajo fue por petición propia, ya que no quiso igualarse en la muerte a Jesucristo, su maestro.
A San Andrés, hermano mayor de San Pedro, lo flagelaron en la ciudad griega de Patras; después lo ataron a una cruz y allí expiró de hambre y sed..
Santiago el Mayor, fue decapitado en Jerusalén. ¿Qué cómo llegó su cuerpo ochocientos años después a Compostela? Bueno, eso es otra historia..
Santo Tomás llegó hasta la India. Según la leyenda, allí provocó que unos de los dioses del lugar se derritiera como la cera. Por ello, un santón seguidor de ese dios, furibundo le atravesó el corazón con una espada..
San Felipe murió en Hierápolis, (Asia Menor) boca abajo colgado en un árbol, antes de ser decapitado. Se enfrentó a unos tipos que adoraban a la efigie de una víbora..
San Bartolomé, muy amigo de San Felipe, tuvo una muerte horrible, fue desollado vivo delante del rey de Armenia Astiages, que ordenó su martirio si no renunciaba a su fe.
A Santiago el Menor, algunos lo identifican como hermano de Jesús. Fue lanzado al vacío desde el tejado del Templo de Jerusalén. Como, parece ser, no murió en la caída, se le remató a pedradas..
San Judas Tadeo y San Simón murieron ambos en la ciudad persa de Samir, donde andaban predicando. San Judas fue golpeado con un mazo en la cabeza, San Simón cortado por la mitad con una sierra..
San Mateo fue asesinado a golpes en Etiopía mientras celebraba una misa
Judas Iscariote. El traidor, que según los evangelios era el tesorero del grupo, se ahorcó arrepentido de haber vendido a su maestro por treinta monedas de plata
En fin, estos son algunos de mis argumentos para seguir creyendo. Tengo otros, por supuesto. También en contra los tengo, y eso me hace estar en un sinvivir espiritual constante.
Joaquín
Jesús y los doce apóstoles
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