sábado, 1 de mayo de 2021

Los desvelos de una madre

                                                                                   


 


Mi vida resbalaba entre delicias

prodigadas, ¡oh madre! por tu amor.

¡Cuántas veces, entonces, tus caricias

acallaron mi llanto y mi clamor!


¡Cuántas veces durmiendo en tu regazo

en pájaros y flores yo soñé!

¡Cuántas me diste ¡oh madre! un tierno abrazo

porque alegre y risueño te miré!


Mis caricias pagaste con exceso,

como pagan las flores al abril;

mil besos, ¡ay! me dabas por un beso;

por un abrazo tú me dabas mil.


Mi corazón fascinaste

cuando me ofreciste el bien;

pero, ¡oh, mundo!, me engañaste,

porque en infierno trocaste

lo que yo juzgaba Edén.


Vuelve ¡oh , madre! a mirarme con cariño;

tus caricias y halagos tórname;

yo de ti me alejé, pero era un niño,

y el mundo me engañó ¡perdóname!.

--Espronceda--



"Si quieres ser feliz, no puedes depender demasiado del cariño y afecto de tus seres queridos. Sobre todo por el impacto demoledor que supone en tu emotividad cuando desaparecen de tu vida".. 

Este consejo es muy recurrente, está de moda; lo suelen recomendar las ciencias orientales, como el budismo.

Pero, ¡claro!, si venimos al mundo sin manual de instrucciones y sin estructuras definidas, cómo se come eso de no necesitar a nadie de manera afectiva, si nada mas nacer se nos aparece ante nuestros asombrados ojos infantiles unas cuantas figuras difusas y permanentes que al poco reconocemos como nuestros seres imprescindibles, ¡Qué demonios hacemos para no amarlos!.

¿En qué momento le tenía que haber dicho a mi padre que, por mi bien, no se esmerara tanto conmigo, que no quería que me quisiera demasiado, que luego lo iba a lamentar?..

¿Sería ahora más feliz si me hubiera alejado de los brazos de mi madre, cuando sus meras palabras atenuaban mis miedos y consolaban mi llanto? ¿Tendría más sólido mi sistema emocional si hubiera rechazado sus desvelos?.

Ignoro si hubiera sido más feliz si cuando mi madre murió yo no hubiera derramado lágrimas por ella, señal de mi desapego.. Pero si sé que a pesar de mi sufrimiento por ella, de mi angustia por su compleja forma de ser, de pensar, y de la educación que recibí, aún lo es todo para mi, incluso después de los años que llevo sin ella. 

Por cierto, hoy cumpliría años..

Joaquín 




     

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