¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime mujer, cuando el amor se olvida
¿Sabes tú donde va?
--Bécquer--
Créanselo, cuando en ocasiones decimos que la realidad supera la ficción, por desgracia no es una frase hecha, sino que se cumple a rajatabla las más de las veces. Estamos en nuestro país acostumbrándonos a sucesos tan espeluznantes como insólitos; a casos tan increíbles por su crueldad que de haberse dado unas décadas antes no lo hubiésemos creído; pensaríamos que eran bromas macabras..
Sí, estamos entrando en una época atroz cuando, por ejemplo, vemos en la tele u oímos en la radio que desde una furgoneta en marcha unos tipos arrojan dos cuerpos salvajemente torturados a la cuneta y la noticia apenas nos eriza un cabello o miles de casas okupadas, o un joven que mata a sus padres y el enunciado sólo aguanta media mañana de actualidad, inmediatamente otra, quizás más despiadada aún, viene a ocupar su espacio...
Perdónenme, pero yo me resisto a contemplar con serenidad pasmosa semejante panorama. Lo siento, pero me niego ser partícipe de este mundo en el que a veces, es verdad que nos soliviantamos, sobre todo cuando las victimas son niños, pero que en general estamos encallando nuestras conciencias hasta un punto tal que vemos como normales cosas que en otra época nos parecerían, como poco, paranormales..
No es por nada, o sí, pero sepan que temo menos al manido cambio climático que tanto (parece ser) va a condicionar nuestras vidas, que al cambio de valores de nuestra sociedad que estamos padeciendo ya.
Y me alegro, sí, me alegro infinitamente haber vivido la mayor parte de mi vida en un mundo, no de bambi, como dicen ahora, pero si más humano, más integro y decente.. Y lo siento, lo siento de veras por nuestros hijos y nietos que verán próximamente cosas tan terribles, que yo me felicitaré desde el otro mundo por no estar aquí para verlas..
Joaquin Yerga
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