El que empieza a instruirse en la filosofía de todo se echa la culpa a sí mismo.
--Epicteto--
Todos tenemos o valoramos algún principio, digamos filosófico, según el cual, o bien define nuestra manera de ser, o tal vez señala lo que nos gustaría llegar a ser.
Si me dieran a elegir el mío, que fuera a su vez el que precisara mi pensamiento o filosofía de vida, es decir, una frase que lo resumiera todo, no dudaría un instante, recurriría a la más famosa de Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias”.
Y es que difícilmente podremos encontrar en tan pocas palabras como en ésta cita una interpretación tan certera del porqué somos como somos.
Las circunstancias en nuestras vidas tienen más importancia de lo que parece. Todo en nosotros está viciado por ellas. Nuestra manera de ser y hacer se lo debemos a nuestras propias e intransferibles circunstancias.
También la felicidad, el amor o la amistad están condicionada por ellas..
Fijaos... Si yo soy como soy.. honesto, trabajador, gastador, poco ahorrativo, no muy ambicioso, amigo de mis amigos, fiable, cumplidor, leal, desinteresado, fanfarrón, orgulloso, valiente cuando hay que serlo, poco emprendedor, conformista, un poco ignorante, en el fondo acomplejado, amable, sociable, complaciente, gracioso a veces, cortés, incluso caballeroso y muy respetuoso con las damas, ¿A quién creéis que le debo estos defectos y virtudes?.
Efectivamente, todo se lo debo a las circunstancias de mi familia que me criaron así, pero también y sobre todo, a Fuente de Cantos, donde crecí y conviví con amigos y parientes, y un poco menos a Extremadura.
Si yo hubiera nacido en Galicia o en Cataluña desde luego no sería como soy.. y esas virtudes y defectos serían otras y otros.. y quizás muy diferentes..
Por cierto, perdonadme por haberme apropiado de todos eso atributos.. soy así ciertamente, pero también sé que son propios de cualquier fuentecanteño medio, al menos de los de mi quinta...
Joaquín
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