Entretanto, al lado de mujer tan seductora
no podía dormir, siendo yo un santo
que duerme, cuando no ama, a cualquier hora.
Mil veces intenté quedar dormido,
mas fue inútil empeño
admiraba a la joven , y es sabido
que a mi la admiración me quita el sueño.
Yo estaba inquieto, y ella,
sin echar sobre mi mirada alguna,
abrió la ventanilla de su lado,
y como un ser prendado de la luna,
miró al cielo azulado,
preguntó, por hablar, qué hora sería,
y al ver correr una fugaz estrella,
--¡Ved, un alma que pasa! --me decía
--Campoamor--
Sabemos que los seres humanos estamos diseñados de manera inteligente por Dios, o por la Evolución, que cada cual escoja lo que más le convenga; el diseño más inteligente del universo dicen. Aunque algunos sospechan que esa perfección no es total y aluden a un par de defectillos. El más sonado es la angustia y el trabajoso acto de parir. Si, porque todos los mamíferos como nosotros paren de maravilla sin apenas esfuerzo, en cambio nuestras mujeres sufren lo suyo para traernos al mundo.
En términos médicos se le llama desproporción cefalopévica, y significa que la cabeza del bebé es más grande que el canal del parto; así como 2,5 cmts. Éste es el precio que tuvimos que pagar por ponernos erguidos (al andar a dos patas se estrechó la pelvis) y por desarrollar este enorme cerebro que tenemos los humanos. La única ventaja que nos da la naturaleza en esto es que en la cabeza del bebé aun no se han fusionado en una sola placa los huesos de su cráneo y a base de estrecharse y retorcerse de manera inverosímil acaba saliendo. Por supuesto no sin unos dolores horribles de la madre.
En 1899 se publicó un libro de la doctora y reformadora social estadounidense, Mary Wood-Allen. Se titulaba “Lo que debe saber la joven”. Entre otras muchas cosas aconsejaba a las mujeres, --que sí podían tener relaciones conyugales con sus maridos siempre que lo hicieran sin una pizca de deseo sexual--. El libro gozó de mucha popularidad en su día entre las americanas. Nos da una idea de las creencias sexuales de entonces, es decir, ésa parte íntima de las mujeres sólo debía usarse para parir.. En fin..
Joaquín
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