A qué tipo de amor invitas a un hombre singular.
Qué temperatura puede alcanzar ése amor.
Qué nivel de entrega ofreces..
Dime el precio emocional dispuesta a pagar.
Debes saber que el tipo es atrevido, descarado,
imprudente, posesivo..
Sus ganas de amarte sorprendente, inclemente, potente...
Y un deseo diferente, insistente, ingente, absorbente
de tenerte le domina.. ¿Te atreves?
--Joaquín--
Decidme: ¿No es verdad que Dios creó el mundo en siete días y lo dotó de seres vivos (ya acabados y completitos) en ese tiempo. Bueno, eso es, al menos, lo que se creía, hasta que llegó hace ciento setenta años ese inglés circunspecto y meticuloso llamado Darwin y nos revolucionó con su teoría.
Darwin nos demostró, casi, con pelos y señales, que la tierra lleva vivita y coleando desde hace la friolera de cinco mil millones de años, y que los seres hemos ido evolucionado desde un ínfimo animalito, a lo que somos hoy en día, que tampoco es tanto.
Imaginaros la que lio el tipo cuando publicó su primer libro, “El Origen de las Especies”, en el que se deducía que los hombres éramos primos hermanos de los monos.
Su obra trastocó el mundo de la ética, de la moral y el de las creencias religiosas de rabo a cabo, pero expuso su teoría con tal minuciosidad y con tantas pruebas que fue casi irrefutable. Este genio está considerado, el otro ingles más importante que han dado los siglos, y está enterrado con todos los honores justo al lado de Newton, el primero. Entre medias de estos dos genios acaban de colocar, nada menos, que al gran Stephen Hawking.
Genios del tipo Darwin o Newton no surgieron de la nada, sino.. como dijo una vez el mismo Newton, los grandes hombres han llegado a ser lo que lo son, porque han ido “A hombros de gigantes” es decir aprendiendo de sus antecesores.
En fin...
Joaquín Yerga
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