Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
--L. Cernuda--
Con mirada lánguida miró a Azahara, autentica dueña y señora de su vida y acercando su cara a la de ella le susurró al oído:
--Déjame que te cuente, cariño, no puedo por más tiempo mantenerlo en secreto: las maravillas de esta ciudad causarán sensación en el mundo y en la historia. Su belleza será narrada por quienes la contemplen y su fama se extenderá por la tierra. Ni la propia Bagdad ni el mismísimo Templo de Salomón serán comparables--
Haciendo un titánico esfuerzo por mantener los ojos abiertos, ella lo miraba devotamente enamorada, abandonada al inmenso amor que le tenía. Ni pestañeaba oyéndolo hablar. ¡Cómo dejar de mirarle, dios, mío, de quererle, si toda su vida se la había regalado a él.
--Se llamará Madinat al-Zahra---prosiguió él---y todos sabrán que es por ti, que es tuya---
La esclava Azahara padecía una enfermedad incurable que la mantenía la mayor parte del día postrada y con los ojos cerrados. Ello le causaba a él una tristeza infinita, imposible de soportar..
--Amor mío, tengo prisa por ver los almendros florecidos y que regocijen tu vista sus infinitas flores blancas de primavera, para así traerte la imagen de tus días de infancia de tu querida Alhambra de Granada---continuó hablándole a media voz mientras apoyada su cabeza contra la suya y le acariciaba su aún hermoso cabello-
Pero Azahara murió en sus brazos la última noche de ese aciago año. No pudo ver acabada la ciudad que su poderoso y rico amante estaba construyendo para ella. Quiso que fuera concluida, al menos la mezquita de la nueva ciudad, antes de aquel mes enero para así poder rezar en ella por su amada, más no pudo ser..
La muerte de Azahara ensombreció profundamente el ánimo, Abderramán III, su amante. Para olvidar y no sufrir en demasía se entregó en cuerpo y alma a la nueva ciudad, supervisando todos los detalles por pequeños que fueran, así evitaba pensar en ella.
A diario visitaba las obras, la joya de su reinado. Se empeñó en ver acabada la ciudad cuanto antes para homenajear a su amada y nombrarla así.. Medina-Azahara.. (La ciudad de Azahara)..
Fue tanto el dolor que sufrió Abderramán a raíz de la muerte de Azahara, que padeció, según sus médicos, “melancolía evolutiva” Era prácticamente incapaz de hablar sin llorar..
Estando en este apesadumbrado estado realizó un balance de su vida. Escribió: "He reinado más de cincuenta años, en victoria o paz. En esta situación, he anotado diligentemente los días de pura y autentica felicidad que he disfrutado: suman ciento catorce.. Ni uno más ni uno menos".
Todos los días felices lo fueron junto a ella, Azahara. Desde que ella murió ninguno..
Joaquín
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