Me rebelo a morir, pero es preciso...
¡El triste vive y el dichoso muere!
¡Cuando quise morir, Dios no lo quiso,
hoy que quiero vivir, Dios no lo quiere!
¡Os amo, sí! Dejadme que, habladora,
me repita esta voz tan repetida,
que las cosas más íntimas ahora
se me escapen de los labios con mi vida.
--Campoamor--
La primera vez que Chavela fue a su casa quedó impresionada cuando vio que bajaban por la escalera a Frida, la señora, en una camilla y vestida de tehuana. Los mariachis tocaban y todos bebían tequila.
Al poco intimaron. Frida la invitó a quedarse a dormir, pues vivía lejos de Coyoacán..
--Quédate niña, estás muy sola y no sabes nada de la vida, quédate en mi casa---le dijo. Y se quedó.
Frida siempre estaba pintando, lo hacía de maravilla, Chavela cantaba..
No, no fue Chavela la que empezó el idilio; ella jamás la intimidó ni la insinuó ni la sedujo. ¡Cómo iba hacerlo si era sólo una niña!.. Frida fue la que vino a ella, Frida era la diosa, la amada, y Chavela una simple aprendiz de cantante a la que le gustaban las mujeres..
Carlos Pellicer, famoso escritor y amigo de ambas, contó que una vez le dijo Frida:
“Conocí bien a Chavela, extraordinaria lesbiana. Se me antojó erótica. No sé si ella sintió lo mismo que yo, pero creo que es una mujer bastante liberal que si me lo pide no dudaría un segundo desnudarme ante ella. ¡Ojalá quisiera acostarse conmigo!.. ¿Acaso es un regalo que el cielo me envía?”.. Así, tal cual, lo refirió Carlos.
El año que vivieron juntos los tres: Frida, su marido Diego Rivera el pintor, y Chavela, en la misma casa, fue el año más feliz de su vida.
Frida y Diego tenían sus cositas. A veces se daban mimos y otras se arreaban. Eran tal para cual.. admiración, amor y odio a la vez se profesaban.
Frida era bellísima, nada que ver con los retratos que ella misma se hacía, por eso el día que le propuso hacer el amor con ella, Chavela fue dichosa. Fijaos cómo empezó la cosa:
Ese día Diego había volado a Nueva York a una exposición de pintura; la pareja pasaba por malos momentos, Chavela lo sabía pero, ¡cómo negarse!, y se aprovechó en cuanto ella se lo insinuó. Desde aquel día lo supo, Frida Kahlo sería la mujer de su vida.. Aunque de sobra sabía que para ella sólo fue algo pasajero..
Frida murió muy joven. A Chavela le partió el corazón; tenía entonces 34 años, y, aunque hacía mucho tiempo que apenas se veían fue a su entierro..
No pudo estar mucho tiempo presente por el dolor de verla así, muerta.. Cuando vio salir su féretro, envuelto con la bandera mexicana, se sintió más sola que nunca. Se quedó en la calle llorando durante horas. Nada le consolaba, pero tenía que seguir..
Mas tarde Chavela triunfó con sus canciones y con su estilo, y ha vivido, y ha bebido, y ha amado a otras mujeres, ¡Oh, sí, ha amado mucho!, pero jamás olvidó a Frida.
Joaquín
Frida Kahlo y Chavela Vargas
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