domingo, 22 de mayo de 2022

Érase una chica amada, adiada, abusada..

                                                                                   



Dejadme. Voy muy bien por la existencia

sin mendigar un vítor ni una palma,

pues bastan a mi anhelo y mi creencia

un pedazo de azul en la conciencia

y un rayito de sol dentro del alma..

--Amado Nervo--



Ahí la tenéis, quién lo diría. Postrada en cama está, la pobre, con una fiebre puerperal que la consume y de la que, con toda seguridad, no va a salir con vida..

Sin embargo su hijo, recién nacido, al que ya casi ni puede ver por su agotamiento físico, vivirá. Y esa es su mayor preocupación. 

---¡Por favor!, que cuiden de él y cuando sea mayor que le hablen de mi, su madre, que sepa la verdad, que compruebe por él mismo las mentiras que se han vertido sobre ella---exclama a sus allegados entre sueños febriles.

Se llama Lucrecia y tiene tres hermanos, y de ahí precisamente, de uno de ellos proviene sus problemas. Bueno, de su hermano mayor y de su padre, ¡que manda narices!.

El ser la única chica de una poderosa familia hizo que la utilizaran como una muñeca casadera al capricho de los suyos. Tres veces la casaron y tres veces la descasaron, por puto interés.

Su primer marido fue Giovanni, un rico heredero de una de las mejores familias de Milán. ¡Y todo por el mangoneo de su padre en política!. Giovanni era mucho mayor que ella, que apenas cumplía entonces trece años.

Cuando vio a Giovanni por primera vez, viejo y cojo, menuda decepción. Pero en el fondo le vino bien porque al irse de casa dejó de sufrir los abusos sexuales de su padre y de su hermano mayor. Sí si, lo que oís, ¡¡abusos sexuales de todo tipo!!.

Y resulta que cuando le iba cogiendo cariño a Giovanni se empeñaron en divorciarla. Tenían otros planes para ella..

Con el segundo matrimonio que le apañaron se alegró. Alfonso su nuevo esposo, era un tipo apuesto, joven, viril, hermoso. Acabó por enamorarse de él.. Fue el hombre de su vida, sin duda.. Pero..

Apenas un año llevaban casados Alfonso y ella, cuando su padre y su hermano mayor volvieron a la carga, ¡le hicieron romper el matrimonio porque la familia de Alfonso ya no les interesaba para su fines políticos! ¡Qué os parece!.

Pobre Alfonso... se negó a divorciarse de ella, la amaba, pero le amenazaron con asesinarlo. Lucrecia lloró lo indecible. De poco le valió, al año siguiente ya le estaban organizando otro matrimonio..

Con su tercer marido, el Duque de Ferrara, encontró por fin la paz que ansiaba. Sólo el hecho de irse a vivir a esa hermosa ciudad del norte de Italia, dejar Roma y a su pervertida familia era motivo de alegría.

Parir un hijo suyo la está haciendo ahora morir por estas fiebres que padece, pero no se arrepiente, apenas cumple 29 años pero ya ha vivido bastante. Por cierto, en el camino ha dejado otro hijo, fruto de la violación que sufrió por parte de su hermano o de su padre, porque, en realidad, nunca estuvo segura quién de los dos fue el padre.. 

¿Qué si ha tenido alguna cosa buena en su vida? Pocas, si acaso el amor que sintió por su segundo marido, Alfonso, y la paz que encontró con el tercero..

---¡Contad, contad por ahí la verdad a su hijo sobre su madre, Lucrecia Borgia, ésa chica con mala fama, hija del Papa Alejandro VI, a la que casaron con trece años, pero que ya antes había sufrido todo tipo de vejaciones por parte de su infame familia!---repetía la chica constantemente poco antes de morir..

Joaquín



                                                                           


                                                        




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