¿Cómo te llamaré para que me entiendas
que me dirijo a ti, ¡dulce amor mío!,
cuando lleguen al mundo las ofrendas
que desde oculta soledad te envío?.
Aquí tu barca está sobre la arena,
desierta miro la extensión marina,
te llamo sin cesar con tu bocina,
y no apareces a calmar mi pena.
--Carolina Coronado--
El cerebro y no el corazón como algunos aún creen, es la parte más importante de nuestro cuerpo. Somos lo que nuestro cerebro quiera que seamos.
El progreso medico puede hacer que cualquier órgano de nuestro cuerpo se nos puede trasplantar, y seguiremos siendo el mismo. No así el cerebro que es nuestra verdadera alma. Si algún día la ciencia y la medicina avanzasen tanto que se pudiese cambiar alguna parte de él, por supuestísimo seríamos otra persona.
El cerebro de un ser humano medio ocuparía, extendido, una superficie de unos dos metros cuadrados aproximadamente, pero al estar dentro de los duros y sólidos huesos craneales se comprime formando los conocidos pliegues y arrugas. Éste órgano, que sólo supone el 2% de nuestro cuerpo, sin embargo consume el 25% de toda nuestra energía; esto nos da una vaga idea de su importancia.
Nuestro cerebro es una maquina casi perfecta con varios millones de años de evolución, durante los cuales se ha ido desarrollando y adaptando a las circunstancias medioambientales de nuestro entorno. Hemos llegado a ser los únicos seres pensantes de nuestro mundo. Ante tamaña grandiosidad que nos dona la naturaleza conviene prestarle la debida atención y cuidarlo más que ninguna otra parte de nuestro cuerpo, cosa que muchos ni saben ni quieren..
Joaquín
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