martes, 10 de mayo de 2022

Enemigas íntimas..

                                                                                          



Surge la tarde en mi semblante yerto
aterradora lobreguez, y sobre
tu piel tostada por el sol, el cobre
y el sepia de las rosas del desierto.
Y en el regazo donde sombra eterna
del peñascal bajo la enorme arruga
es para nuestro amor nido y caverna,
las líneas de tu cuerpo retorcidas
en el torso viril que te subyuga ,
con una gran palpitación de vida.
--Manuel J. Othon--


En algunos países del mundo se da la circunstancia de que tienen no una ciudad principal, sino dos ciudades sobresalientes, y esto es una suerte para el país que las acoja..
Tenemos, por ejemplo, Italia, con Roma de capital y Milán como competidora. Otro ejemplo cercano seria Portugal, en donde Lisboa es su metrópoli y Oporto la que pudiéramos llamar, la otra. Un poco más lejos pero en el mismo continente me acuerdo de Rusia con Moscú de capital y San Petersburgo de comparsa.
De otros lares allende nuestras fronteras continentales me viene a la mente Australia, con sus dos joyas de la corona,  Sídney y Melbourne, ambas modernas y prósperas urbes. O Brasil, con su divertida y festivalera Rio de Janeiro, y su hermana mayor, la industriosa y emprendedora, Sao Paulo. Las dos millonarias en población y, sin embargo ninguna  tiene el honor de ser capital de ese inmenso país. Hay más ejemplos, pero quiero hablar de lo nuestro.
Lo nuestro es, Madrid & Barcelona, una dualidad, un pique, o una feroz competencia, como queramos llamarla, llevada a todos los terrenos, incluido el deportivo. Las dos son núcleos de una amplia zona metropolitana varias veces millonarias. Entre las dos acaparan el 50% de la riqueza del país.
De Madrid como capital, y ya desde finales del siglo XVI  que la designara Felipe II, se ha dicho siempre que ha sido una ciudad cortesana, asiento de funcionarios, nobles y pedigüeños, acaparadora de gran parte de los caudales públicos. De Barcelona sin embargo, justo lo contrario, una urbe trabajadora, atrevida y moderna. Y tal vez fuera cierto, hasta hace unos años.
Madrid ha ganado enteros de treinta años para acá. De ser, casi, un poblachón manchego (como dijo alguien) y favorecida por el funcionariado del estado franquista, ha pasado a ser una ciudad moderna, abierta y eje de una amplia zona metropolitana de más de seis millones y medio de habitantes. 
Barcelona, según las estadísticas ha crecido, pero menos. Aun así sigue siendo la ciudad más visitada de España. Barcelona tiene en su haber el privilegio de estar enclavada en un lugar inmejorable; entre montaña y mar. 
Barcelona, aún más que Madrid, fue la gran beneficiada de todos los políticos de turno desde el siglo XVIII, incluso con Franco. Ahora y por mor del nacionalismo se está convirtiendo en una ciudad provinciana, antipática y pacata, donde los okupas, los independentistas radicales y demás patulea se han adueñado de la ciudad, que está perdiendo enteros a pasos agigantados. 
En fin, ¡con lo que fue Barcelona hasta hace unas décadas!
Joaquín


No hay comentarios:

Publicar un comentario