Penetré en su alcoba,
temblando de miedo;
la estancia era oscura,
cual vago misterio.
Y allí, entre las sombras
de aquel aposento,
estaba una enferma
en un blanco lecho.
Blanco era su rostro,
blanco era su seno
y blancas las manos
que cruza en el pecho.
Tan blanca y tan triste
cual pálido espectro
o estatua yacente
de algún mausoleo.
--Carmen Solana-- (poetisa fuentecanteña)
¿Sabíais, paisanos, que tuvimos una poetisa fuentecanteña de primer orden?.. Pues sí, y qué pena que se nos escape estas cosas, tan nuestras.
Se llamaba Carmen Sánchez-Solana y Ronquillo, aunque firmó siempre sus escritos literarios como Carmen Solana. Había nacido en la calle Ángeles (actual calle Francisco Asuar) en 1856. Así que, imagináosla de niña jugando a la comba por la plaza (aún sin palmeras) y alrededores..
Fue hija de Francisco Sánchez-Solana, administrador de Rentas, y de Carmen Ronquillo, ambos nacidos en Fuente de Cantos, aunque la familia de su padre procedía de Montemolín. Carmen publicó su primer poema con 20 años de edad.
Siendo muy joven, Carmen enfermó de tuberculosis y los médicos recomendaron que la llevaran al balneario de Panticosa, famoso en su tiempo por atender afecciones pulmonares. El viaje le permitió conocer Madrid y Zaragoza, impresiones que la poeta siempre guardó en su corazón.
Por entonces ya había comenzado a colaborar en el periódico “El Sur de Extremadura” y en otros de tirada nacional, y había alcanzado entre la sociedad mejor formada de la comarca un gran respeto y admiración. En esa primera época editó algunos poemas: “A mi querida amiga María Ruiz en la muerte de su hija”, “A la Virgen”, “A la Magdalena” etcétera, son algunos de sus títulos..
En julio de 1879 conocemos de su estancia en Llerena donde colabora en algunas revistas. Desde allí viajó a los baños de Panticosa otra vez, de donde regresó en septiembre de ese mismo año.
En Llerena, Carmen conoció al médico Arturo Gazul y Uclés, también poeta, colaborador muy activo en “El Sur de Extremadura”, con el que se casó en 1881. Se amaron intensamente poetisa y poeta, y sus nombres comenzaron a aparecer unidos en diversos periódicos, donde a veces entregaban composiciones firmadas por ambos, otras en solitario. Algunas de éstas últimas son publicadas por Carmen Solana en la "Revista de Almendralejo" en 1884.
A su marido, ya fallecido, dedicó “Quisiera a la extensión del alto cielo”.
Nuestra querida paisana, Carmen Solana, murió en Llerena en 1896 a los 40 años de edad, ¿quizás de melancolía por su marido muerto?.. Pues...
.Joaquín
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