Yo sólo sé que estuvo cerca un día,
cuando tú lo creíste más lejano,
y fue una llama que se heló en tu mano,
al separar tu mano de la mía.
--J. A. Buesa--
Repantigado en su sillón favorito del comedor de su casa, en la calle Misericordia, estaba Agustín de Zurbarán, y estaba feliz. Lo estaba porque el día en la parroquia, a la que está asignado como sacerdote que es, ha sido fructífero. Además su hermana María está sentada enfrente suyo, y le habla de asuntos cotidianos, familiares... Quizás por eso le daba con deleite chupadas a su cigarro y se recreaba mirando las volutas de humo llegar al techo.
Pero todo se jodió en un momento. De pronto se oyen ruidos afuera, chasquidos de pisadas, voces altisonantes. Se asustan los dos, claro, pero Agustín tranquiliza a su hermana. Le dice que se quede donde está, mientras él se asoma al patio, lugar de donde procedía el ruido.
Al llegar queda estupefacto con lo que ve. El alguacil de Fuente de Cantos, Juan Gallardo, sangrando, se apoya en el brocal del pozo malherido. Se defiende como puede de un tipo que intenta rematarlo con un enorme cuchillo.
--¡Dios mío, qué es esto!---exclama Agustín fuera de sí
Echa a correr e impide que el agresor hinque el cuchillo en el pecho del alguacil. Le salva la vida. Enseguida acuden a la casa guardias, autoridades y el gentío, y detienen al agresor.
Herido en un brazo, el alguacil había huido de su agresor por la calle Misericordia, dejando a su paso un reguero de sangre. Cuando se vio perdido saltó la tapia que daba al patio de la primera casa que vió. Allí le salvó la vida, Agustín de Zurbarán
Los hechos son verídicos. La casa donde ocurrió la escena descrita la había comprado el padre de Zurbarán, el pañero, y ahí nació Francisco, nuestro pintor; pasó después a ser propiedad de Andrés, hermano de Francisco, y a su muerte a sus hijos, Agustín, cura del pueblo, y a su hermana María.
Con la muerte sin descendencia, primero de Agustín y luego de María, tíos, pues, de Francisco de Zurbarán, se extinguió la magnífica estirpe Zurbaraniana en Fuente de Cantos..
Joaquín
En frente, casa donde estuvo la de Luis de Zurbarán, padre del pintor, y donde ocurrieron los hechos
Calle Misericordia, a la dcha. estaba la tapia por donde saltaron, el alguacil y sus agresores
De frente, casa de la Encomienda, es mencionada como lugar por donde pasaron, huyendo la víctima, y detrás sus agresores..
Víctima y agresor cruzaron la plaza huyendo uno del otro
Traseras de la parroquia, por donde se escondió al alguacil perseguido.
Traseras de la parroquia
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